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10 marzo, 2013

"Solo es cuestión de creérmelo"

¿Donde habíamos dejado esto? Ah, en la subida a Lure. Ganó el esperado y el predestinado, el australiano Richie Porte, representante eximio de la llamada nueva generación, esa que el ciclismo propone lustro tras lustro, y que dicen que no tiene nada que ver con la de sus predecesores.

Siutsiou llevó la persecución del Sky a la escapada del día, después se puso David López -el corredor vizcaíno de tercera fila que tenía la carrera estancada y ha rejuvenecido en su paso al equipo británico- iniciado el puerto. Era el tren del Sky con vagones nuevos, pero el mismo efecto.

Después de varios ataques, incluyendo los de un entonado Scarponi, Talanski el líder ya iba cocido, pero se creyó que por eso del maillot amarillo iba a poder ganar. Después de un ataque de Menchov, Porte calculó su distancia -o su SRM se lo dijo- y se fue como una bala a dos kms. de meta. Porte el contrarrelojista que pasaba bien la montaña.

Metió 26" al ruso del Katusha ("iba demasiado rápido") y 33" a los otros nueva generación Talanski y Van Garderen. Son diferencias muy apreciables para dos kms., y más si consideramos que el corredor australiano no es un escalador; pero bueno, tampoco lo era Wiggins y ya ven ustedes. Porte subió Lure en 34´44", a una velocidad media de 23´84 Km/h, y un VAM 1541 m/h para una potencia estimada de 5,82 W/kg, siempre según @

Parecen lejos de toda sospecha, incluso dentro de las suspicacias del viento, el desgaste de la etapa o el empedradro, por lo de echar la culpa a alguien; sí, pero la realidad es que, una vez más para desgracia de este deporte, estamos asistiendo a un equipo que domina la carrera a su antojo y cambia las piezas -porque todas son intercambiables en su rendimiento-, para dominar tiránicamente las carreras que cuentan del calendario.

No había mucha duda para la cronoescalada al Col d´Eze que ha cerrado la carrera: en parte porque Porte se entrena regularmente aquí -vive en Mónaco- y porque su jefe de filas Wiggins dominó la carrera el año pasado en las mismas rampas, una de las más cronometradas del ciclismo contemporáneo. Si el británico hizo en 2012 por el primer paso intermedio un tiempo de 11´31", el australiano lo ha rebajado en 7".

En meta la diferencia cambió a favor de Wiggins, con un tiempo de 19´16", aparentemente 5" peor que el de su jefe de filas en 2012, cuando la meta estaba 100 metros más lejos. ¿Resultado? Porte ha igualado el tiempo de Wiggins. Ya saben el adagio que dejó el UsPostal, el equipo que sirve de referente al Sky: cuando los gregarios andan mejor que los jefes de filas de los equipos rivales. Ahora nos encontramos, dentro de la nueva generación, con gregarios que andan mejor que sus propios jefes de filas.

Pero leales, ¿eh? Porte dice que esta era su oportunidad, que el resto del año sabe perfectamente su cometido. Como en la Vuelta 2012, tirando de Froome hasta que en la última etapa lo dejaron solo y casi gana en la Bola del Mundo. De hecho, se ha quitado una espinita porque en el no muy lejano 2010 el entonces desconocido australiano debutaba en el profesionalismo en esta misma carrera.

No le fue muy bien -aunque hizo una de las mejores temporadas que se recuerdan a un neo, aunque no brillase en número de victorias- y "mi director deportivo me dijo que estaba demasiado gordo para ser un profesional" Ya ven, ahora gana etapas de montaña, y todo gracias a entrenarse y a perder peso, como Wiggins.

Paris-Niza y dos etapas para un tercer gregario de Wiggins, porque el segundo es Froome, uno que ya sube a podios olímpicos y de grandes vueltas. Con el tren del Sky en la montaña y en el llano, y todos cómodamente a rueda, siendo cómodamente una pequeña ironía. Lo dijo Ivan Basso, un gran conocedor el ciclismo profesional retransmitido por la televisión y el realmente existente hace un año, durante el Tour:

"Mira, es la misma discusión de siempre, la que había cuando estaba Armstrong o Indurain. Tu puedes intentar atacar, abrir hueco, pero después ¿qué haces? (...) si Richie Porte [que es un gregario] te está llevando a 420 w de potencia, explícame a donde vas".  ¿Que haces cuando el gregario anda como un jefe de filas? Nada: ir en el trenecillo y luchar por los puestos de honor, algo en lo que Basso es un especialista.

El Sky tiene la fórmula. La misma que lamentablemente han ostentado otros equipos de infausto recuerdo, y cuya posesión en exclusiva explica porque unos arrasan y los otros están a rueda, por muchas llamadas que haya a eso de que todos compiten en igualdad de condiciones, incluyendo las ilegales. Es otra mentira más de este deporte condenado de muerte y empeñado en repetir, entre aplausos, los mismos errores de siempre.

Porte lo tiene muy claro: en dos años -cuando tenga 30- quiere luchar por la victoria en una gran vuelta, como también quisieron Hamilton y Landis. Inmediatamente después se corrige y dice que el próximo año quiere ir a por el Giro. El que era demasiado gordo en 2010 y ahora pesa 63 kg., sin perder un ápice de potencia en contrarreloj y ganando ya en finales en alto. Es más: los gregarios que están para ayudar en julio pueden ganar sus cosas en marzo, sin que haya merma esperable en su rendimiento para el verano.

Es que en el Sky entrenan muy bien. Y los demás, mal. Fíjense que David Walsh, no contento con el publireportaje en Mallorca, vuelve ahora a Tenerife para estar otros cinco días empotrado con los Sky que llevan semanas y semanas entrenando ahí, entre ellos Bradley Wiggins y todo el grueso del equipo de clásicas, nada menos que con Geraint Thomas y Boasson Hagen.

Se podía haber ahorrado el viaje: ya sabemos que todo le va a parecer estupendo, porque son británicos y tienen un fuerte compromiso contra el dopaje que los diferencia. Tanto, tanto que, como ya comentado con su anterior publirreportaje -e increíblemente sin el menor impacto, a pesar de sus evidentes implicaciones- la banda de Tenerife se va a presentar en el Norte sin haber competido, simplemente con entrenamientos. 

Lo dijo muy claramente Porte antes de la cronoescalada a Eze y su posibilidad de victoria en la prestigiosa Paris-Niza: "Sólo es cuestión de creermelo". Claro, lo que nos llevan pidiendo a los aficionados al ciclismo desde hace veinte años. Creételo.
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El sábado en París-Niza, en la larga etapa camino del mar, el mismo equipo Sky estuvo con Kiryenka abrasando con su ritmo y llevó la carrera controlada hasta el  Bulevar de los Ingleses, donde un precipitado Gilbert se dejó arrebatar la etapa por Chavanel, en un duelo que se volverá a vivir en Bélgica en tres semanas.
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Hayman, el Benjamín Noval australiano que se llevó Flecha del Rabobank al Sky, donde sigue, dice que no quiere comentar nada sobre Leinders, el médico dopador belga que siguió la misma trayectoria laboral que el de las antípodas y el catalán. Al revés que con De Jongh, Barry o Rogers, el equipo no lo ha apartado.
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La organización del Tour monta una carrera en el norte de Noruega -que es muy norte- de cuatro días. Tiene buena pinta y el ciclismo es un deporte en auge en el próspero país escandinavo, el que tenía que habernos dado la siguiente reina extranjera. Si la realización televisiva es la misma que durante el Tour, lo que es muy probable, será un espectáculo visual increíble.
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Otra noticia sobre #noaMadrid2020 que provocaría la risa si no fuese que somos nosotros los que vamos a pagar. Aquí tienen al judoka orensano explicando las bondades. Y también a la alcaldesa. Todo está como en inglés, pero hablan en español, que es diferente al castellano.En el día a día, la señora que está de regidora por su valía y no por ser la esposa de quien es, estudia la privatización de todos los polideportivos municipales de Madrid. 
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(relacionado con lo anterior) Nuestro supergobierno pasa por Consejo de Ministros la nueva Ley Antidopaje, justo a tiempo para el examen del COI sobre la majadería olímpica de #noaMadrid2020. Ni siquiera el ministro luciferino del ramo niega la relación entre un hecho y otro.  Mientras tanto, el culto a la personalidad en torno a Ana Muñoz Merino, iniciado por @juan_guti, encuentra nuevos bríos en el más dotado de los propagandistas. 
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Wenger, el mismo que pidió inequívocamente el pasaporte biológico en el fútbol (casi la misma opinión que Del Bosque), dice ahora que varios futbolistas que le han llegado al equipo "desde fuera" (overseas) tenían valores que hacían indicar que habían usado EPO
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Que menos que para anunciar el fin de la Armada Española enlace a un medio inglés para la noticia. En todo 2012 el deporte de las toallitas tuvo 187 controles de sangre, de los que únicamente 63 fueron fuera de competición, probablemente para evitar que otro argentino llegase a la final de Roland Garros o de Wimblendon. Son las estadísticas oficiales.

Al día siguiente de conocerse esto, El País publicaba cosas muy feas sobre Del Moral y sobre David Duracell (el mote es de @juan_guti) Ferrer, el tenista que sigue mejorando con 30 años. Eso sí, fíjense que el propagandista del diario independiente de la mañana sólo pone que "se entrena en el área de influencia [del médico dopador]". Y el titular, claro. Y la foto del juntaletras, cómo no.

22 octubre, 2012

La UCI refrenda el trabajo que no hizo

En EE.UU es un gesto de celebración
La UCI ha anunciado que da por bueno la totalidad del trabajo que la USADA realizó y que ellos no quisieron hacer, por lo que Lance Armstrong pierde todos los resultados obtenidos entre 1998 y 2005.

Curiosamente, la UCI ha dejado al margen -la USADA no investigó los años entre 1992 y 1997- los años 2009 y 2010, donde la agencia antidopaje americana demuestra con mucha más autoridad que Armstrong iba completamente drogado: como no ganó ninguna carrera, se da por bueno que un tío con 38´5 años y después de tres años sin competir acabe tercero de todo un Tour de Francia.

Sirvan estos dos párrafos para demostrar como esta el ciclismo: para barrer la casa se levanta una esquina del felpudo, pero apenas una esquina y sin mover los muebles. Esto de los muebles es muy importante: en las primeras reacciones no ha faltado quien se quería repartir el palmarés vacante de Lance Armstrong, cuando de momento no hay una decisión firme.

Esta se tomará el viernes, cuando el órgano de la UCI dedicado a estas cosas decida muy previsiblemente dejar en blanco los resultados de las carreras que ganó el ciclista caído de su torre de marfil. El único resultado que cambiará será su bronce en CRI de los JJ.OO de Sidney 2000, que pasará a Olano, dentro de lo que es la praxis normal del COI hacia sus medallas. Se da por supuesto que el Tour dejará también en blanco esos años, y es muy probable que apañen de alguna manera el horror de dejar en el podio de 2009 a Armstrong.

Como pueden ver en el enlace, no hay mucho más. Lo interesante vino en el turno de preguntas, cuando McQuaid dijo "tuvimos que escuchar a Landis", cuando realizó sus denuncias en 2010; lo que no dijo es que en vez de eso, la UCI le denunció ante los tribunales, igual que tiene una demanda en marcha contra el periodista Kimmage.

"¿Piensa hacer la UCI algo sobre la investigación en curso de la Fiscalía de Padova?" "Afecta a ciclistas ya muy viejos", contesta McQuaid sin inmutarse. No se si considerará que Cunego, con 31 años, es muy viejo. Supongo que opinará lo mismo de Benjamín Noval, 33 años y en pleno ajo del UsPostal, al que nadie ha preguntado todavía nada ni se le ha movido un pelo.

Cada respuesta era ridicula, y eso que las preguntas no eran muy difíciles. "La UCI no volverá a aceptar donaciones de ningún ciclista": será las de material inventariable, seguro que las fungibles siguen entrando por los mismos cauces, a los dirigentes o al simple empleado que va recogiendo las muestras. "Destaco especialmente el testimonio de Zabriskie" ¿Por qué? Es uno de los peores del informe USADA, donde ni siquiera se dice que era el compañero de habitación de Landis en Girona. Quizás sea por eso.

Sin embargo, lo mejor de todo es cuando afirmó que "un sistema de dopaje como el del UsPostal es imposible en el ciclismo actual". Será que no ha visto el Tour de este año, donde un equipo ha dominado la carrera a su antojo desde el km. 0 de cada etapa, llegando en trenecito hasta la mismísima línea de meta, con un líder lanzando sprints masivos y un noruego tirando el solo el 70% de una etapa de montaña.

El ciclismo sigue como estaba, y ya son incapaces de engañar a nadie. Bueno, quizás a los ingleses, que ahora están en la cresta de la ola, como también estuvieron los españoles, los italianos y los estadounidenses.

Sin embargo, hay que extraer lecciones positivas de todo esto. En primer lugar, agradecer a Floyd Landis (un hombre sin esperanza es un hombre sin miedo) haber roto la omertá del ciclismo y la del UsPostal en particular, un carro al que después se subieron Tyler Hamilton y otros, hablando con la boca pequeña y contando medias verdades, que son mentiras completas, y que simplemente servían para ratificar el testimonio del pelirrojo de Pennsylvania.

Si alguien canta, y lo hace de la manera en que lo hizo Landis, hay que apoyarle e investigar lo que declara, no darle carpetazo y tratarlo de loco (fue como se refirió al menonita Bruyneel, un personaje que debería ser expulsado del ciclismo, al margen de sus responsabilidades criminales), una postura que se repite con demasiada frecuencia en el ciclismo, y si no que se lo pregunten al olvidado Sinkewitz, por no hablar de Manzano y Jaksche.

Y otra lección positiva de todo este caso es dar la bienvenida a la damnatio memoriae, eso que hacían los romanos con los caídos en desgracia: borrar cualquier recuerdo o traza, "echar al olvido". Desde luego, hay que recordar al UsPostal y Armstrong en lo que fueron y su contexto y efectos, pero lo que no tiene recibo es que se siga con esa costumbre del ciclismo y del deporte de seguir agasajando a dopados como si no hubiesen hecho nada, conservando en gran medida su palmarés.

Quitar a Armstrong todos sus Tours es un paso significativo: ya sólo podrá presentarse como heptacampeón  ante una parroquia de militantes en franca merma, y desde luego jamás ante los medios de comunicación de su país o de cualquier otro -incluso el Marca- como lo hacía habitualmente. Eso sí que sirve como acicate para no doparse, porque hasta hoy en día el simple razonamiento de "me dopo y si me pillan lo niego" sale más rentable de la lógica "si me dopo lo perdería todo: victorias, premios, vida post-ciclista".

Hacer un Roberto Heras, el famoso tricampeón (para los anales que sólo ponen año y vencedor, sin ningún análisis) de la Vuelta a España. Lo que ha hecho la USADA y ha refrendado la UCI lo podría hacer aquí la AEA, pero siempre pondrán la excusa de que hasta 2006 el dopaje no era delito en España. No, no lo era, pero la sanción deportiva sí: por ese inmovilismo y conformismo, cuando no directa connivencia con los dopados y su trama, está el ciclismo como está.
***
JotDown es una revista para modernos con licenciatura y máster, esa especie urbanita que abunda tanto, y sin profesión definida. Con apariencia culta, es simplemente un vehículo de cualquier tontería, alguna firma prestigiosa y más de lo mismo, con una brutal vacuidad de contenidos. Para compensar estas carencias, los artículos son larguísimos -en contra de lo indicado en Internet-, bellamente presentados y totalmente irrelevantes. Y sí, hay una versión impresa que cuesta 15 euros, quin-ce euros.

Aquí va una larga entrevista con la jefa del departamento de investigación de Agencia Estatal Antidopaje. A pesar de lo que indica el titular, 2/3 partes de la larguísima entrevista van de otras cosas mucho más evanescentes, incluyendo una primera pregunta de peloteo que da vergüenza ajena. Todo suena a campaña publicitaria para esta señora, que no contenta con dirigir ese organismo inútil (¿van a hacer algún día algo en Girona? ¿Y en el Teide? ¿Y en Sierra Nevada?) se pavonea de otras cosas, recogiendo el guante que le tienden.

Y qué fotos. Este es el nuevo periodismo, y hay tantos seducidos con ese panfleto llamado JotDown...

27 noviembre, 2008

Tres tristes hipótesis sobre la Operación Puerto (y II)

Antena 3, antes de ser la televisión más cochambrosa que se haya podido imaginar, fue una cadena de radio. Fundada en 1982 y con una línea de ataque muy duro al partido al Gobierno y al PSOE, fue ganando audiencia hasta que, a principios de 1992, logró el sorpasso y se situó como líder de audiencia por delante de la Ser. El grupo Prisa compró a la competidora en julio de ese año y los muy afectos periodistas de la cadena iniciaron una diáspora, porque el enemigo se les había metido en casa.

¡Y menudos eran! Antonio Herrero, que después se convertiría en el difunto buzo, empezaba El primero de la mañana de una manera inenarrable: en su corta vida dio alas a la Cope, donde lanzó sus últimos rebuznos; allí también fue Jose María García, el entonces "colaborador" Losantos y el actual eurodiputado Luis Herrero. El panorama de la cadena lo completaban el sanador Bartolomé Beltrán, el inestable crítico de cine Carlos Pumares, el defensor de la libertad Jose Luis Balbín y un programa para viejos por la tarde, donde se fraguó el género de la tertulia, presentado por Miguel Ángel García Juez, y colaboradores jóvenes y vitales como Alfonso Ortuño o Luis Carandell. También estaba Gomaespuma, mucho más creativos que ahora, pero cortados con el mismo patrón: el odio al Gobierno y al partido hegemónico. Escuchar esa radio, creerse lo que decían y pensar que vivíamos en 1984 o en el gulag era lo mismo.

En ese ambiente, y no en otro, se formó Javier Ares, uno de los delfines que criaba García al mismo tiempo que les señalaba claramente su techo de cristal. En cuanto el maestro se marchó, se cumplió la máxima griega de matar al mentor, y el bueno de Ares se quedó dos años al frente de los deportes, los dos años que duró Antena 3 radio hasta que se convirtió en una emisora de música clásica. Vallisoletano -lo dice siempre que puede-, la publicidad de su efímera gloria decía "en cuestión de ciclismo, Javier Ares da muchas Vueltas a más de uno". Evidentemente, esto no es así. Aunque hace mucho que no lo oigo en su nueva etapa de gloria y records de audímetro en la emisora que paga a Kiss FM, este verano iba en un coche que tenía puesta esta radio, y le oí decir de cara a la primera crono del Tour "ojo con Lovkist", como el que tiene un puñado de nombres en una chistera y saca uno, sabedor de que sus contertulios harán "¡ooooooooooohhhhhhh!" cúanto sabe, y después le preguntarán por quien es, de donde viene y qué tal en Suecia.

Javier Ares tiene un blog. No es el peor que hay, pero eso tampoco le da el aprobado. Con el segundo sobreseimiento o ponciopilatismo del juez Antonio Serrano sobre la Operación Puerto, publicó esto. Quizás ahora entiendan el amplio excurso por las pocilgas del periodismo español que me he visto obligado a hacer. ¿La Operación Puerto fue una operación política? No, fue una "chapuza del PSOE". Sus años de formación en Antena 3 Radio quedan bien palpables. También su limitada capacidad como informador, porque no hay nada más fácil que la explicación populista y propagandística, monocausal y únivoca, que tanto éxito ha tenido a lo largo de la historia: un tiempo fueron los judíos, o los masones, o la plutocracia, o el imperialismo, ahora es la globalización, el cambio climático o "la crisis". Para algunos siempre la causa de todo será el PSOE. El PSOE. El PSOE.

En su comentario escribe "deleznable maniobra del partido gubernamental" (¿les suena el soniquete? Hay gooooooooool en Las Gaunas), la típica patadita al El País por publicar lo que publicó, "asquerosa maquinaria propagandística de su partido (el PSOE)" o " cobardes que se cebaron en unos desprotegidos deportistas". Entre medias se lee otro discursito -extremadamente incongruente- para guardar la ropa ante lo evidente, pero lo que impera es lo que dice el titular. Ares abraza la Hipotésis 3 y la convierte en eje y núcleo de todo, no en un médico que llevaba 20 años asociado a todos los éxitos del deporte español. Es probable que Ares lo supiese, como todos, no en vano estaba al frente del equipo que retransmitió los JJ.OO de Barcelona 92, allí donde Eduardo Torrico dijo desde las primeras series de 1.500 "Cacho será oro".

Aunque sólo sea por mera higiene mental, hay que evitar esta hipótesis al ver quienes la abrazan. Sobre todo viendo a quien tiene de contertulio, o como defendía al ciclista de Íscar en sus numerosos hematocritos altos simplemente porque era paisano. La Operación Puerto fue la investigación judicial a partir de la denuncia de un deportista, que se enfangó cuando se vio todo lo que había. Pensar en que unas siglas son las responsables de su instigación -seguramente fue el PSOE, concretamente Txiki Benegas o Damborenea, el que inyectó la droga a Manzano- y de su enfangamiento -como si el otro partido hubiese hecho algo diferente, sólo la posibilidad asusta- es tan ñoño, tan carca y tan de persona con las facultades limitadas que produce hilaridad. Sobre todo conociendo su trayectoria.

Sin embargo, la Operación Puerto está ahi. Ciclistas enganchados a médicos, muertos, divisas internacionales en contante, tráfico de sustancias ilegales, bolsas de sangre, múltiples victorias fraudulentas, la organización más reconocida de España fuera de los Pirineos con varios empleados metidos en el ajo, medallas olímpicas e identitades secretas. Estaría bien que todos aquellos que adoptan la Hipótesis 3 explicasen en cúal de esas situaciones descritas interviene el PSOE. Pero claro, eso es más difícil.
***
Cuando me lo dijeron, no me lo creía. En plena crisis, el iluminado de Zapatero anuncia la creación de un nuevo Ministerio, el Ministerio del Deporte. Mañana habrá tiempo de hablar del asunto, pero yo candido a su jefatura a un hombre que lo ha hecho ejemplarmente bien en estos años: Jaime Lissavetzky. Ministro. Tiemblen, que la realidad siempre supera a las peores pesadillas.

26 noviembre, 2008

Tres tristes hipótesis sobre la Operación Puerto (I)

Han pasado dos años y medio desde la Operación Puerto y, como no podía ser menos, no está claro para que se hizo. Ante la evidente ocultación, no solo de los implicados, sino de su propia razón de ser, la famosa actuación contra el dopaje ha ido creando, casi de nacimiento, su propia rumorología.

Evidentemente, hay que descartar cualquier posibilidad que incluya que la O.P se movía por la simple finalidad de combatir el dopaje, caiga quien caiga. Ahí está la exculpación, de entrada, de 18.- Valv. (Piti), que entonces y ahora es uno de los nuestros. Y todos los que vinieron después. Tampoco pretendo ofrecer una teoría en plan "esto es la verdad": nada es monocausal, y siempre hay que evitar ese tipo de razonamientos de programa máximo y que abocan a una finalidad consecuente: "se hizo por que tal...para conseguir tal". Ya verán como todo es mucho más complejo y como se cruzan los intereses.

En este sentido les recomiendo la última película de los hermanos Coen (pasen por alto la publicidad descarada de los portales de citas por Internet), todo lo alejado posible de las estipuladas rules of engagement con las que supuestamente operan los grandes centros de decisión, y mucho más realista al dejarlo todo a la improvisación, al "ya iremos viendo" o "tira p´lante hasta que tengamos algo claro". Eso de que A lleva a B y a partir de ahí tenemos solo un camino lineal no se lo cree nadie, y que cada uno repase sus propias experiencias. ¡Ah! Y no confundan como sinónimos "teoría" e "hipótesis", que es lo que hacen los fundamentalistas del creacionismo para dar pábulo a su creencias religiosas.

Antecedentes: En la primavera de 2004 el ciclista Jesús Manzano hace públicas todas las prácticas del dopaje contemporáneo, la libertad con la que circulaba la mandanga y la hipocresía de este deporte. Tras recibir múltiples amenazas, desprecios y el choteo de la familia ciclista, presenta una denuncia que va adelante -su salud se había puesto en peligro, se había desplomado en una etapa del Tour 2003- y un juzgado decide autorizar a la Guardia Civil a realizar un seguimiento de los locales e individuos señalados por el apestado. Era la primavera de 2006.

Hipótesis 1: La Operación Puerto fue la simple derivación de una investigación judicial. Sinceramente, es la que más me creo. El superior al mando desconocía lo que significa para el deporte español ese médico canario que entraba y salía de todos los pisos francos y no informo a su superior. El auténtico superior, el Ministro del ramo, si que lo sabía perfectamente, como buen aficionado al deporte que es. No se esperaban encontrar lo que encontraron y a partir de ahí -una vez abierto el pastel de sangre- fueron improvisando neciamente, perdiendo una oportunidad única para hacer una auténtica limpia. Y si hubiesen querido, ahí estaba Eufemiano Fuentes dispuesto a tirar de la manta y reclamar sus medallas, su auténtico salvoconducto para que viva sin ninguna preocupación en Canarias.

Hipótesis 2: La Operación Puerto fue una actuación pautada y planificada, donde se sabía perfectamente las implicaciones -todo el deporte mundial observando a España- y no importó, interesaba vender la imagen de que se combatía el dopaje, tras los casos Phonak y Heras. Algo de esto hay, pero les estalló en la cara cuando vieron todo lo que había. Lo que si que hubo fue mucha improvisación y arreglos sobre la marcha, con documentos desaparecidos -y que sin embargo aparecen en la numeración- e indultos, no sólo a ciclistas en concreto, sino a deportes en su totalidad. En este sentido, fue fundamental la presencia del balompié.

Hipótesis 3. Fue todo una operación política para sacar adelante la Ley de Dopaje. Es, sin duda, la versión más extendida. A mí me parece una memez. Primero habría que preguntarse quien se podría oponer a esta Ley, y con qué motivos. ¡Si se saca adelante con mayoría simple! Sin embargo, ha hecho fortuna entre gente como Arribas -ojo al interrogatorio al que sometió a Lissavetzky, dando por validada la hipótesis, que ya es teoría- y un personaje en el que hay que detenerse más, pero eso será mañana.
***
A Kohl le caen dos años y muestra su decepción, a pesar de reconocer que "en mi testimonio no he protegido a nadie que pueda recibir sanción deportiva". Si no es eso, Bernhard: tu dijiste que habías pillado la CERA por Internet, y eso es mentira gorda. Te la dio un médico, y el sí que tiene responsabilidad, pero no deportiva, sino penal. De ahí tu testimonio incompleto y poco colaborador. Y hablando de responsabilidades penales, todavía le queda la pendiente con la justicia francesa.

13 agosto, 2008

Archipiélago Lissavetzky (y III): viviendo del cuento de la Operación Puerto

El Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, escribió esto al inicio del mes. Un texto muy de bombo y platillos, arrimando el ascua a su sardina, y en donde no se cita ni una vez el fenómeno del doping, que se extiende como la hydra por todo el país donde tiene responsabilidades. Como la realidad es terca, insisto, le ha querido jugar una mala pasada en forma de rueda de prensa en plenos JJ.OO: para hablar de doping, claro.

El artículo es del 4 de agosto. Maribel Moreno ya había cogido el avión de vuelta a Madrid el 31 de julio: pasó más horas en el avión que en Pekín. La explicación oficial del cuadro médico de ansiedad no se sostiene ya más, si es que alguna vez -se conoció a la semana, cuando ya los periodistas habían llegado y preguntaban por la brava aragonesa- convenció a alguien. Bah, que un caso aislado no te fastidie un buen artículo. Que la Operación Puerto -también un caso aislado- no convierta en agua de borrajas un texto trufado de frases como consecuencia de las mejoras del sistema deportivo o la sociedad española acompaña con su actitud el auge del deporte (sí, están dopados, pero son los nuestros).

Les hablo de la Operación Puerto porque Lissavetzky, curtido en labores de organización en la FSM -en los tiempos donde medraron y prosperaron Balbás y Tamayo- y por tanto muy hábil en desplazar los problemas hacia el futuro, recurrió a ella en su caótica rueda de prensa en Pekín. La foto lo dice todo. A pesar de ello, tuvo a bien añadir algo del tipo "un país que realiza la Operación Puerto no es un país que no actue contra el doping". Contengan las carcajadas, que viene lo mejor. O lo peor.

En el post anterior les expliqué los extraños plazos de la Agencia Española Antidopaje, que se constituyó en pleno Tour de Francia pero, ojo, para empezar a actuar en septiembre porque era "Año Olímpico". Una de las explicaciones oficiales para el retraso de la puesta a punto de este organimo estatal que debe combatir un fenómeno que tiene tintes de estafa, corrupción y delito por los cuatro costados es que, al aglutinar competencias de cuatro ministerios, era muy difícil ponerse de acuerdo. Acabáramos.

La Operación Puerto está como está -a la espera de la revisión por una institución judicial superior, ningún deportista español sancionado- porque, dado que no había legislación antidopaje en España, sólo se podía acusar a los implicados de delito contra la salud pública. Y un cuerno, les digo yo. De haber habido alguna voluntad de acabar con ello, salían delitos por todas partes. Para meter a gente en la cárcel o para alejarlos de los organismos públicos. Yo he llegado a recopilar más de cien, pero al final la Operación Puerto también me ha afectado a mí y me bailan los números, como las bolsas de sangre: ya no se sabe si hay 238, 232 o ninguna. No lo saben ni sus señorías, que en teoría pueden acceder a toda la información. Bueno, les pondré sólo tres.

1) Las máquinas criogenizadoras, aparato especializado importado, llegaron por Aduana. Se podía haber investigado el registro y seguir la pista de en qué momento se desviaron del uso público -¡ay! ¡que te la estás jugando, Sergio!- a un uso ilícito y lucrativo. No se hizo.
2) La Agencia Tributaria no ha tenido a bien investigar como era posible que un ginecólogo facturase en torno a los 2 millones de euros limpios cada año, sin ninguna factura de por medio.
3) El Ministerio de Sanidad no ha tenido ninguna objeción a esas praxis médicas tan particulares de guardar los viales en cajas de galletitas danesas de mantequilla, las bolsas de plasma desechadas en una caja de cartón en un piso normal a temperatura ambiente o esas cajas de medicamentos, incluyendo algunos para tratar el mal de Creutzfeldt Jakob, más conocido como las vacas locas (Solcoseryl). Por cierto, ¿quien tiene un certificado médico compatible con este medicamento cerebral? No sean mal pensados: el propio Eufemiano dijo que eran para consumo propio, y yo no tengo porque no creerle.

Supongo que la explicación oficial puede ser la misma: como implicaba a muchos ministerios diferentes, pues...Así hemos llegado a donde estamos. Empezaron la Operación Puerto, pero al ver todo lo que había -sólo se han analizado 99 de las más de 200 bolsas encontradas- dieron marcha atrás. Es significativo el caso del ciclista de montaña señalado contundentemente por la Federación en los primeros compases, hasta el punto que lo hicieron volverse de un Mundial en las antípodas. Posteriormente fue exculpado a un nivel que daría envidia a Piti o A.C. ¿Que era lo que hacía especial? ¿Cúal era su salvaconducto? Ni más ni menos que la medalla olímpica.

El COI no se anda con chiquitas. Retira medallas sin importar fecha ni si hay positivo. Basta la confesión. Sabe bien de esto Ben Johnson, pero también los caballos alemanes de 2004 o, más recientemente, el equipo de 4x400 de EE.UU en Sidney, hace ocho años. Pettygrew dijo que se había dopado entre 1997 y 2003, y aunque nunca dió positivo, el COI retira la medalla sin temblarle el pulso. Y nada menos que a EE.UU. Por supuesto, Michael Johnson aprovechó para cargar contra su compañero. Esa mano firme del COI marcó el techo de la Operación Puerto, especialmente sus ramificaciones a otros deportes (recuerden el calendario con "Campeonato de Europa" de 2002). Y así estamos.

En el colmo de la hipocresía, ahora se llega a utilizar el ejemplo de la Operación Puerto como escudo ante las obvias objeciones de el resto del mundo. ¿Dónde anida el origen de el milagro deportivo español del que escribe Lissavetzky, a sabiendas de que Maribel Moreno había escapado como alma que lleva el diablo de Pekín? El propio Lissavetzky lo escribe sin ningún rubor: el sistema en su conjunto ha hecho bien los deberes. Y a mí, que quieren que les diga, me acojona mucho eso de "el sistema en su conjunto".
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Para cuando acabe de escribir esto, le quedará muy poco para salir a Samuel Sánchez y Alberto Contador, nuestros representantes en la CRI olímpica. Por las imágenes que nos han puesto en la extraordinariamente deficiente cobertura de TVE de los JJ.OO -se llega a añorar a Pedro Barthe, con eso está todo dicho- hemos visto que el ciclista de Pinto ha estado entrenando estos días en...el hotel. Que si mucho tráfico, semáforo y controles: MP3, rodillo y a mirar la Villa Olímpica. Considerando que ganó el Giro viniendo de la playa, estará luchando por los metales. Samuel, con su ambición por fin refrendada por un éxito de espesor, también puede hacer un buen papel.

Casi todo el mundo apunta a Cancellara como favorito. Con lo que ha mejorado en montaña, en el ciclismo que yo conocía es lógico que pierda contra el crono, como se vió en el pasado Tour. Pero este ciclismo es diferente: más limpio, más justo, más igual. Creo que tanto Vandevelde como Leipheimer lucharán por las medallas, igual que Botero o Schumacher.
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(Actualización de las 10:59) Cancellara ha hecho buenos los pronósticos y se ha llevado el oro. La crono ha sido durísima, y tanto el suizo como el segundo clasificado, su compañero sueco Larsson, se han desplomado al llegar a meta. Le ha sacado 33". Leipheimer, bronce, ya se ha ido a 1´10". Contador se ha quedado a 8" de su compañero de equipo (sí, lo habeís adivinado: los JJ.OO los ha ganado Rasmus Damsgaard, el auditor de CSC y Astana), un brillante resultado si consideramos que llegó a Pekín "medio zombie", que el sábado le pilló una pájara, que ha entrenado rodillo en el hotel y que no competía desde el Giro de Italia. Sin embargo, llevarse la medalla de jade debe fastidiar bastante, especialmente cuando marcas el mejor tiempo en el primer punto intermedio.

Evans 5º a 5" del madrileño y Samuel Sánchez 6º a 3" del australiano. Salvo los CSC, los demás han estado un puñado de segundos. Ahora es tiempo de las lamentaciones, de las curvas mal tomadas -se ha visto claramente como Contador no apuraba mucho al paso por el peaje- y del sufrimiento para los periodistas forofos, que cantaban como hooligans ayer mismo las posibilidades de los nuestros. Y aún así, ha sido un buen resultado. Pero claro, acostumbrados a tantos éxitos y tan seguidos...

12 agosto, 2008

Archipiélago Lissavetzky (II): Ya tenemos agencia, ¿dónde está el dopaje?

En España vivimos en estado de embriaguez permanente. País pobre, a la cola de Europa, la mayor parte de nuestros intelectuales del siglo XX se preguntaba si realmente pertenecíamos al continente. 30 años de desarrollo económico y cambio social sin precedentes -sólo Corea del Sur puede compararse, pero sin tanto cambio social- han dejado un país nuevo, distinto y mucho mejor. Infinitamente mejor. Eso por delante.

Sin embargo, cuando se asciende muy rápidamente, sobre todo si se viene de las profundidades abisales, se corre el riesgo de marearse. Se nubla el sentido, la orientación brilla por su ausencia y, en plena euforia, se empieza a dar lecciones por ahí, levantando levemente el mentón y movimiendo espásmodicamente la mano con el dedo índice bien destacado. Por no entrar más en el tema, ahora pasamos por ser el país más europeísta y estricto, mientras ponemos la mano bien grande para chupar un poco más del bote. Se quiere ser pobre y rico a la vez, y eso no es posible. Santo y pecador. Autoritario y permisivo.

Madrid era una fiesta. Y lo fue hasta el 22 de mayo de 2006, fecha de la Operación Puerto. La mayor redada antidopaje jamás realizada dejó al descubierto -al menos eso sí- la impunidad con la que se movía cantidades ingentes de mandanga y deportistas dependientes. Y, en hábil definición de un lector, no precisamente en un descampado: en pleno centro de la capital, incluso con uno de los pisos-sangüijuela al lado de una comisaría. La posterior investigación judicial, todavía un caso abierto, dejó todavía más al descubierto esa impunidad, de la que han disfrutado muchos implicados.

Nos decían que, ya que no había ninguna intención -ni ley para ello, pero ya hablaremos mañana- de enchironar a nadie, por lo menos la brillante operación de la Guardia Civil (no es ironía: se pasaron semanas grabando y recogiendo pruebas para que después terminasen en saco roto) serviría para crear el clima perfecto que impulsase una Ley Antidopaje. Así fue, aunque la pregunta pertinente sería por qué algún grupo político se podría oponer a una cosa de sentido común. Coordinando cuatro ministerios, la Ley y los instrumentos que contemplaba ha tardado ¡dos años! en ser operativa. Y lo ha sido gracias al pasado Tour de Francia.

Primero cayó Beltrán, del que nos dijeron que era un caso aislado y pertenecía a otra generación; después Dueñas, de la generación actual; y por último la espantá de todo un equipo. Los máximos dirigentes del ciclismo pusieron el acento en destacar que la Ley Antidopaje española no había sido aplicada jamás, y ya habían pasado dos años de la Operación Puerto. Es un hecho incontrovertible: no se había aplicado nunca. Y ante eso hay muy poca defensa. Sí, se puede hablar de lo difícil que es coordinar cuatro ministerios, sacar adelante una nueva fiscalía antidopaje pero...¿dos años es un plazo realista? Más bien parece que podrían haber sido tres o cuatro, a tenor de lo que pasó.

En plena sordina, sin que ningún medio generalista se hiciese eco, Jaime Lissavetzky tuvo a bien constituir el pasado 22 de julio de 2008 el consejo rector de la Agencia Española Antidopaje, el instrumento que perfecciona y cierra la Ley. Ojo, ya había salido publicado en BOE del 14 de febrero de 2008, seis meses antes. Y hubo que esperar al Tour de Francia, cuando ya se habían producido los escándalos y cuando todos los dedos tenían un objetivo claro, para verlo constituirse. En ese preciso momento, y no antes, fue cuando se hizo eso. Sólo Marca reflejó el advenimiento. Y lo hizo en unos términos que sólo pueden generar preocupación.

Primero, se apunta el tanto de la exclusiva de adivinar la persona al mando. Se trata de Javier Martín del Burgo, que procede del deporte castellanomanchego. Su mayor aportación ha sido el programa "Juego Limpio", lo que no invita al optimismo: el dopaje no es una triquiñuela, como también nos intentó colar el juez de la Operación Puerto. El dopaje es una MAFIA donde operan redes ilegales delictivas, tráfico de drogas, dinero ilegal, pisos francos y deja muertos. Mal vamos si se sigue intentando abordar como un problema ético. Pero bueno, como es nuevo y todavía no ha hecho nada, habrá que dejarle margen de maniobra.

Y segundo, deja un subtítulo electrizante. De poner los pelos de punta. Tras el titular "Ya es realidad la Agencia Española Antidopaje", se remacha al lector con un desconsolador "Ayer se constituyó, pero no operará hasta septiembre por ser año olimpíco". Brillante, ¿verdad?. Reparen un momento en las fechas. Desde el 14 de febrero no han encontrado un hueco para reunirse y constituirse, y eso que el texto publicado estipulaba un máximo de 60 días de plazo desde la publicación. Lo tienen que hacer a marchas forzadas tras lo del Tour de Francia. Pero, por si acaso, hasta septiembre no harán nada "por ser año olímpico". A ustedes no se que les parecerá, pero a mí me parece tremendo. Supongo que a Maribel Moreno también.

La política es voluntad. Voluntad de hacer cosas. Olof Palme dijo que era el mejor trabajo del mundo porque te permitía hacer cosas y ver sus resultados. Aquí, en este país tan bendito y tan ensimismado en los éxitos patrios de sus modernos gladiadores, también ha habido voluntad de hacer cosas. O más bien de que las cosas se siguiesen haciendo, cada una con sus tiempos. "Año olímpico". ¡Brillante hipocresía!. La foto que ilustra el post de hoy es precisamente eso, ilustrativa. De un tiempo, de un lugar. Con sendos puros en las manos, el secretario de Estado para el Deporte celebra algo -es intranscendente- con el presidente de una Federación de la que se espera todo, en una actitud en la que ningún político se debería dejar retratar jamás. Lo mejor es el paisaje de fondo, con dedos en forma de victoria, pero que situados tras la cabeza dan otra sensación: el mismo paisaje de fondo del deporte español.

11 agosto, 2008

Archipiélago Lissavetzky (I): Yo lo ví

Si van ustedes a Berlín, dediquen unas horas a visitar Maiakowski Ring, en el distrito de Pankow. Esta coqueta zona residencial, sin ningún atributo exterior que la destaque, tiene el interés de haber sido el hogar de Pieck, Ulbricht y Honecker. Unas sencillas placas recuerdan a cada uno de estos jerarcas de aquella locura que fue la RDA -los que construyeron el primer muro de la Historia no para que la gente no entrase, sino para que no saliese-, única concesión en un lugar muy alejado de los circuitos turísticos convencionales. La discreta tarde de primavera en la que yo lo ví tenía sus árboles en flor, una ligera brisa y, se lo juro, un intenso olor a azufre y mierda, fruto de la condensación de la Historia. He tenido esa misma sensación en otros lugares como el Valle de los Caídos, las estancias de Julio II en el Vaticano o la plaza Vendome. El olor del ejercicio del poder, en sus diferentes variantes y con su nexo común.

Durante el pasado Tour de Francia sucedieron muchas cosas. Las publicitadas por la maquinaria ad hoc ya son bien conocidas. Las otras, mucho menos. Antes de esos éxitos amarillos y verdes hubo que tragar dos semanas de sapos y culebras. Cuando el ciclismo español acumulaba tres positivos de tres casos en el Tour de Francia -Riccò, aunque italiano, ha ejercido toda su profesión en España-, todos los objetivos apuntaban a España, ese país meridional donde los deportistas se atan con longanizas y donde todo es promisión y buen hacer. A las manidas y sobadas excusas de es un caso aislado se contraponía un hecho indiscutible, de responsabilidad política: en dos años de vigencia no se había aplicado la Ley Antidopaje. España, el país de la Operación Puerto.

Yo lo ví. Daría lo que fuese por tener el vídeo, que he buscado denodadamente. Los informativos deportivos de Cuatro son el intento de trasladar la frescura de la radio a la televisión. Sus presentadores hablan a alto volumen, se hacen gracietas y la titulares de las informaciones poco tienen que ver con la realidad, además de ser muy chapuceros técnicamente. Durante el Tour Juanma Castaño, el periodista que durante la Eurocopa consiguió ser el mismo información -así está el país-, y que cuando empezó en la SER se dedicaba al ciclismo, alternaba el nombre del vencedor de la etapa con algún vídeo tipo Alfonso Arús. Unas veces Evans golpeando a alguien por querer tocarle el león, otras veces Beltrán intentando dar esquinazo al inspector antidoping. Es la información televisiva: lo importante es el espectáculo. Que una noticia no te lo quite.

Y un día pasó. Lo anunciaron como imágenes exclusivas, y así tuvo que ser porque no he vuelto a saber nada de ellas. Lissavetzky explicaría los últimos casos de dopaje en el Tour. Con cierto retraso, sí, pero lo haría. Extrañado, me froté los ojos. No puedo dar crédito a lo que ví: todavía no me lo creo. Es por eso por lo que necesito volver a ver esas imágenes. Necesito saber que no era un sueño. Aparece el Secretario de Estado para el Deporte. Sentado, viste traje gris a juego con el pelo. Esta sentado en el extremo de una gran mesa de reuniones. Al fondo, se ve un cuadro alegórico de un ciclista. Al lado, una escultura de un ciclista. Todo gris. Una ligera luz se filtraba por la ventana. El montaje de la propaganda. La primera impresión es que iba a desgranar el aumento de la producción dentro del último plan quinquenal, la próxima llegada de la sociedad perfecta o la última estadística de felicidad social. Pues no: habló de ciclismo. Y al mismo tiempo habló de todo lo anterior.

Dijo que Beltrán y Dueñas eran casos aislados. Que el programa andoping estaba en marcha. No se, no me pidan más detalle. Quédense con la imagen general. En el último instante, cuando el vídeo de propaganda iba a acabar, saca de fuera de plano, con un gesto de tahur -lo hace sin tener que girar el folio, ya de frente a la cámara- una estadística donde no se puede ver nada, salvo una gráfica donde una línea cae y hay tres bloques de colores azul y rojo. Da igual que no se viese nada, ya estaba el para explicar: en los últimos tiempos han caído los casos de positivo, estamos ganando. Ya ven: si hay menos positivos, hay menos dopaje. El máximo responsable de la lucha antidoping haciendo propia la frase "todo lo que no es positivo no es dopaje". Créanme, yo lo ví. Salió en antena. La tele no transmite olores, pero sí sinestesias. Yo el olor ya lo conocía, se activó con la imagen. Alguien con más luces, o con menos arrogancia en el ejercicio del poder, le debió dar el toque de que ese vídeo, además de recordar a un Trabant, era una bomba. No volvío a salir. Mañana habrá tiempo de hablar de la neonata Agencia Española Antidopaje, de la semana siguiente, y que curiosamente no ha recibibido ninguna atención mediática. Ya les explicaré el porqué. Si me deja esta crisis de ansiedad que me embarga. Ah no, que es otra cosa. La de siempre. Con los mismos protagonistas: deportistas dopados, federaciones que amparan y un jefe que hace buenos los argumentos del enemigo.
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Entre la desmesura con la que se ha loado el oro de ciclismo, me quedo con la columna de Horrillo, todo ironía dentro del conocimiento. Sin embargo, no puedo dejar de reseñar algo que leí ayer. Por razones que no vienen al caso, cayó en mis manos un ejemplar de El Mundo, periódico italiano que no merece ninguna atención. Es el News of the World de esta parte de el mundo. Un tal Castelao consiguió meter en la misma frase las palabras "gaita", "sidra", "astilleros" y "minería". Y cobrará por ello. Esto lo digo porque más de un lector le ha ofendido mi referencia etílica y rural del anterior post: busquen por otra parte los enemigos. Nada más lejos de mi intención.

23 febrero, 2007

Juego, set y partido para Oscar Freire

Juego. Oscar Freire completó ayer cinco días de competición en Andalucía con esta increíble serie de puestos: 3º (ganando el sprint del pelotón), 1º, 2º (regalando la etapa), 4º y 1º. Números suficientes para tener sentenciada la general, pero que no se decantó de su lado hasta la última etapa. Mientras tanto, Cioni se mantuvo al frente del liderato por un efímero segundo. Oscar Freire jugó con él como el gato con el ratón: delante para verlo, y zarandeándolo cuando quería. Los freiristas -que los hay más fundamentalistas que yo- intentaron colar su magnaminidad con ocasión del gran borrón de la etapa de Jaén, con esta frase imposible de entender en el ciclismo profesional: "Así es Óscar. Si hasta me dijo que podía haber hecho hueco, sacar más de un segundo y ponerse líder, pero que no lo hizo porque no sería justo para el Predictor, el equipo del líder, Cioni, que había trabajado toda la etapa. Total, es Andalucía, no es el Tour, y así se quita presión".

Nadie tiene una general a 1" en el ciclismo profesional y la deja pasar por excusas de ese tipo. Pero bueno, siempre habrá flechas (y pelayos) o Arribas dispuestos a escribir lo que sea con tal de dejar bien a su figura, que ha andado tan sobrado esta semana que solo cabe concluir que es todo un juego. De suma cero.

Partido. Ayer Freire ganó la última etapa con "un ataque magistral", según el As. En abierta contradicción con lo dicho por Flecha días atrás, el propio Freire dice que lo siente por el equipo perdedor. Vaya. El ataque magistral consistió en hacer una de las especialidades de Freire: ir siempre en cabeza de carrera, cuando se puede apoyado por un compañero (en este caso Van Bon) y después machacar al sprint cuando los demás están derrengados. Fue lo que hizo en la Flecha de Brabante del año pasado, aquella vez con Flecha. Resulta que el AVE llegó a Antequera hace unos meses. Ayer volvió a haber inauguración. ¡Qué sprint, señores, qué sprint!

Set. Freire gana la general de Andalucía picando 2" en los últimos metros ante el desdichado Cioni. Es la tercera vuelta por etapas que consigue, tras el Giro de Lucca de 2003 y la Tirreno-Adriático de 2005. Todas comparten una característica: no tenían ni crono ni final en alto. Son carreras que básicamente se deciden por las bonificaciones (cuando las hay) y el puestómetro. Perfecto para un Freire en forma que se ha exhibido. Y un gran tirón de orejas para una organización que ya se vió con este marrón en 1997, cuando un Museeuw arcoiris se llevó tres etapas y Zabel la general tras un acuerdo tácito. Una década después se ven en la misma tesitura. Y sin tele y con el único interés para los ciclistas de que hay buen tiempo. La Vuelta a Aragón desaparece por segundo año consecutivo (y pierde los derechos UCI de calendario) y dicen que es porque no hay tele. Ni tele, ni imaginación ni ningún interés.

Juego, set y partido. A 22 de febrero Freire suma cuatro victorias y anuncia que va a por San Remo, Tour, Vuelta y Mundial. Veremos en que queda todo. La única temporada en la que ha podido competir a su antojo, que fue la de 2000, ganó 10 carreras. Mientras tanto, que nos quiten lo bailado en Andalucía.
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Tan convencido estaba el hemodruida Fuentes de su inocencia -o tan falto de dinero- que ni siquiera recurrió la fianza. Cosas veredes, amigo Sancho.
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Hoy entra en vigor tras los tres meses de transición estipulados, en teoría para montar una fiscalía ad hoc y todo eso. Les voy a decir por qué Lissavetzky me cae bien, muy bien: basta darse una vuelta por otros foros-leoneras y ver como todos los defensores del ciclismo (sic) le odian a muerte. Ladran, luego cabalgamos.
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En California, tras la victoria de Jens Voigt (que vuelve a ganar en febrero, como solía hacer antes de que le obligasen a hacer el Giro para regalar etapas y por si a Basso le sentaba mal la bolsa de sangre y tener que tirar Stelvio arriba), Bettini presenta sus cartas. Es habitual que moje en estas fechas, y lo ha hecho de esa manera suya tan espectacular: me presento ante los sprinters y demuestro que puedo ganarles. Ha sido por un soffio, pero un nuevo ganador de prestigio para la carrera americana.
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En Algarve, que año tras año mejora su participación, primera etapa para Steegmans (gran adquisión del Quick Step) tras descalificación de Petacchi y segunda etapa para un habitual de la carrera, el fenomenal Eisel. El austríaco ha fichado esta temporada por el T-Mobile, donde comparte galones en los sprints con Ciolek, en un simbiosis de la que o bien sale un monstruo, o bien nos acaban la temporada con diez victorias cada uno.