Metan a un puñado de los mejores corredores del mundo -un puñado pequeño, pero es lo que hay-, el recorrido adecuado en el país adecuado y sale ciclismo. La fórmula es tan fácil y tan antigua como el propio deporte del ciclismo, que sigue insistiendo en inventos cuando la receta es bien conocido.
Ha sido llegar la carrera a Italia y destaparse en todo su esplendor. El primer sprint en Fano fue para Cavendish, un paréntesis hacia el carrusel de los siguientes días: el viernes se llegaba a Porto Sant´Elpidio -el Giro sólo había estado en una ocasión anterior, con victoria de Cipollini (1992)- a través de la tradicional etapa por las colinas costeras de los Apeninos y llegó la fuga.
Fue una fuga dentro de una fuga, la tradicional exhibición de un Homo-Savio de cada Giro: corredores que a duras penas se pueden tener encima de la bici sin caerse, o circular en pelotón, y que todos los años tienen su momento de gloria en ese equipo apestoso llamado Androni, o Diquigiovanni, pero al que es mejor referirse como el "equipo de Savio". Con dopados o sputniks como Parra o Rujano, pasando por Bertagnolli o Rebellin, año tras año los hombres de Savio se arrancan por peteneras con algún rendimiento sobrehumano y que jamás volverán a repetir en toda su vida deportiva. Por supuesto, sólo pasa en Italia. Y también en la Vuelta a Malasia.
El protagonista de este año ha sido Rubiano, colombiano menudo que se escapó de sus compañeros a 36 kms. de meta, los 30 últimos completamente llanos. Por detrás perseguían cuatro. Llegó con ventaja y sin desfallecer. El liderato pasaba a Malori, el corredor del Lampre que durante el Tour 2010 -donde era el más joven- fue el foco de atención de Carlos de Andrés y Probenecid, que se pasaron media carrera riéndose de su apelllido, a pesar de que fue décimo en el prólogo de Rotterdam. Da igual, no les gusta el ciclismo, sólo la broma con los demás. Eso sí, del apellido de Vicioso -y su trayectoria- nunca han dicho nada.
El final en Rocca di Cambio, el primero de la carrera, vio la fuga a dos -ya en el puerto- de Pirazzi -escalador del Colnago de Pozzovivo, se dio a conocer en la Vuelta a Castilla-Léon 2011- y Jose Herrada del Movistar. A falta de un km. para meta, el italiano tomó mal una curva por culpa de una moto, y parecía segura la victoria del español de Cuenca, a pesar de su racial apellido cántabro. Sin embargo, el pelotón se echó encima y la victoria fue para ¡Tiralongo!, el gregario siciliano de ¡35 años! que se estrenó en eso de las victorias en el pasado Giro y por mediación de su amigo, con el guarda cierto parecido físico, Alberto Contador.
En el último Romandía hasta se metía en los sprints, toda una osadía dada su falta de experiencia en el campo y lo menudo de su físico. En fin: su equipo había controlado toda la etapa y es una victoria merecida, pero sorprendente. O no tanto si hablamos del Astana. Segundo Scarponi y tercero F. Schleck, metiendo miedo a los allí congregados, mientras que el liderato pasaba, como era fácil predecir, a Ryder Hesjedal.
El domingo la carrera llegó a Lago Laceno, allí donde Zülle dió en 1998 una recordada exhibición hemodruida, de las tantas que hubo en aquella edición. El protagonista de la jornada -junto al costaricense Amador y el polaco Marczynski, escapados todo el día- fue Pozzovivo, otro corredor espantoso en toda su trayectoria. Pasado a profesionales en 2005 tras ser el mejor sub-23 italiano los últimos años, iba el 14º en el Giro de ese año y abandonó sin ninguna explicación a dos días del final. Y así, toda su carrera.
A pesar de su supuesta calidad, jamás lo ha querido un equipo grande, y siempre ha estado en la misma estructura. Ahí compartió maillot -y otras cosas- durante el Giro 2008 con Enmanuelle Sella. De hecho, fue el único año donde sacó de rueda a sus rivales, concretamente en la etapa de la Marmolada que ganó su recordado compañero en-CERA-do. Acabó segundo aquel día -nunca jamás ni nunca después consiguió colarse en el top-five de una etapa de montaña en el Giro- y noveno en Milán, pero su auténtica victoria fue eludir el control antidopaje. Por eso es muy interesante ver los primeros clasificados de ese día, y qué fue de ellos. También las diferencias en meta del dúo CSF-Navigare.
Por supuesto, jamás ha ganado nada fuera de Italia. Este año se impuso en Trentino, su victoria más importante, y ahora va camino de hacer saltar la banca en el Giro. Fíjense que en Rocca di Cambio fue sexto, ayer cuarto en Asís -cuando jamás se acercaba al top-five en etapa alguna- y bueno, en Lago Laceno ganó la etapa de una manera digna de Zulle en la anterior ocasión que se subió allí. Atacó a siete km. de meta, de los que los cinco finales eran llanos, y llegó con 27" sobre los favoritos, 23" sobre un bravo Intxausti que salió, en vano y a pesar de su mejor planta y rodar, en pos del italiano.
Fue una buen exhibición de un corredor de apenas 53 kg, que parece sólo apto para finales muy largos y muy exigentes, al estilo de Cacaíto Rodríguez o Rujano. Pues no: ganó en un final muy llano. Por supuesto, a todo el mundo le pareció normal -en la notable retransmisión de gazzetta.it, con Berton y Saligari, elencaron su palmarés de puestos intentando justificar lo injustificable-, porque esto es el ciclismo: Rubiano, Tiralongo y Pozzovivo. Evviva!
El lunes la carrera hizo su habitual parada en la provincia de Frosinone, esta vez con visita a la capital provincial del mismo nombre. El final en cuesta llamaba a un sprint restringido, pero no tanto como para que J. Rodríguez atacasa a cinco kms. de meta, apoyado por Vicioso. No fue muy lejos y parecía que si, que iba a haber sprint, pero masivo: sólo una organización del sprint caótica -y preciosa, claro, por la falta de dominio- alteró el resultado.
En la última curva Goss se quedó sin compañeros y expuesto al aire, y prolongó el trazado de la misma mucho más de lo normal. El pelotón, encabezado por ese dislate que es Pozzato, lo siguió, provocando una soberana caída de los favoritos al intentar enmendar la trayectoria. El italiano pidió perdón por su error, y al día siguiente abandonó por una fractura de esas suyas.
Ventoso, que el año pasado ganó en la vecina Fiuggi, repitió victoria tras remontar a ¡ocho corredores!, un poco como en su París-Bruselas de 2010. Es un buen corredor que acaba de cumplir 30 años, y su equipo se estaba mereciendo una victoria de etapa, tras los tiros al palo de Herrada, Amador e Intxausti. Y tendrá más oportunidades: tanto el cántabro como su equipo.
Y ayer en Asís un final típicamente italiano: no bastó con llegar a la encantadora ciudad de San Francisco -sólo había acogido el Giro en otras tres ocasiones-, es que la organización metió a los corredores por todos los lugares, incluyendo la subida al castillo, para acabar justo enfrente de la iglesia central, en un dédalo de calles donde el mayor ganador fue J. Rodríguez, que se llevó etapa, liderato y entrar en el club de ganadores de etapa en las tres grandes.
El corredor español, al que hoy todas las crónica empiezan a señalar como favorito a la victoria final, porque tiene 57" con Basso, 1´11" con Scarponi y 1´25" a F. Schleck (ayer perdió 23"+20" de bonificación por culpa de su poca pericia con la bicicleta y en este tipo de finales), dice que dejará pronto la maglia rosa, porque desgasta mucho al equipo. Como pronto, hoy hay una etapa de ¡255! kms hasta Montecatini Terme, típica del Giro: todo aparentemente llano, y final nervioso. La única maglia rosa que cuenta es la de Milán, todo lo demás es ciclismo y es el Giro.
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Parece que algunos están descubriendo a Sagan al ganar las ¡tres! primeras etapas de California. Y lo que vendrá...
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Urán, alérgico al polen. La garantía de un campeón. Y otro nuevo caso en el Giro: Tom Leezer.
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Turgot, el sorprendente segundo clasificado en la Roubaix de este año -anduvo atacando todo el día-, resulta que se ha saltado tres controles en los últimos 18 meses. Será que se mueve mucho y muy rápido. Su director Bernadeau lo ha llamado "idiota".
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Manolo Saiz ha decidido hacer caja -siempre le ha gustado ir con el dinero en contante- y vende su colección de 58 bicicletas, adquiridas con el sudor de su tejido adiposo y no por haberse extraviado en el extraño triángulo que manejaba tan bien de suministrador-patrocinador-yo mismo y supremo. Como no pudo hacer el butrón del "Museo Würth del ciclismo", ahora nos viene con estas. ¡Dos cafés y un carajillo para la mesa del fondo!
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Bonita y completa estadística sobre los ganadores de etapa en las tres grandes.
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Que lo pidan al juzgado de Plaza de Castilla. O al CSD. Tienen almacenado bastante, que es año olímpico.
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16 mayo, 2012
30 abril, 2012
Wiggins el cronoescalador (y sprinter)
Al sprint. Y celebrando como un experto. |
Al igual que en marzo ganó la París-Niza, el británico se ha impuesto en la segunda vuelta de prestigio que conquista -de prestigio y de las otras, puesto que no tenía ninguna- con un dominio de la cronoescalada al nivel de los mejores escaladores del pelotón. Para guinda, ganó la primera etapa de la carrera con un arte todavía desconocida en su repertorio descubierto con 33 años: al sprint. Al sprint. Al sprint.
El prólogo de 3´34 kms. en Lausanne fue para su talentoso compatriota y compañero Geraint Thomas, recién aterrizado de la pista, ese amor que no deja y por el que sacrificará el Tour de este año: hay JJ.OO en casa y las posibilidades de que un nacido en Gales se cuelgue una medalla se reducen a su persona. En compensación, los aficionados al ciclismo lo veremos de salida en un evento no muy apto para sus características como el Giro. Tanto que ganamos.
Al día siguiente vino la machada de Wiggins. A 25 kms. de meta pinchó, y tanto Thomas como Cavendish se quedaron en la subida. A dos kms. de meta atacó Rui Costa y fue el propio Wiggins el que neutralizó. Como si sus dos rápidos compañeros siguiesen en el pelotón, tomó la cabeza y ganó el sprint, batiendo a Westra y Tiralongo.
El segundo día había final en ligera subida, Hesjedal salió muy fuerte y fue batido por Hivert, Rui Costa y SMS Sánchez, que esta semana ha vuelto a los niveles de 2006, cuando realizó aquella Vuelta a Castilla-León todoterreno dos semanas antes de la Operación Puerto. Después llegó la Volta a Cataluña y salió tarde de la rampa del prólogo, cosas casuales en este eximio representante de la raza murciana.
El cuarto clasificado de esta segunda jornada, el belga Gianni Meersman, fue segundo al día siguiente, cuando ganó SMS Sánchez. También era final en cuesta -que no montaña- y el murciano se ponía a sólo 1" del liderato de Wiggins. Que el tercero de la jornada volviese a ser Tiralongo, un corredor incapaz hasta de obtener su primera victoria profesional, demuestra que en el Astana hay mandanga de la buena.
¡Y que decir de SMS Sánchez, que al día siguiente repitió victoria! Al igual que el otro murciano Fran Pérez en 2003, otro representante de la Huerta se lleva dos etapas seguidas de Romandía. Bueno, al amigo de Valverde, recientemente retirado, le duraron poco, porque dio un positivazo por EPO que acabó en dos años de sanción y la pérdida de aquellas dos etapas.
No será el caso de SMS Sánchez, un corredor a prueba de balas e informes de la Guardia Civil -su padre lo es-, salvado en su momento por ser joven y que ahora, frisando los treinta, todavía no sabe si vale para una ronda por etapas, para etapas, para subir, para sprintar o para crono. Era la etapa reina con tres puertos de primera y uno de segunda y se llegó ¡al sprint!.
Sánchez lanzó la llegada a 300 metros de la línea y consiguió mantener la primera posición, alcanzado el liderato por la bonificación de 10" en meta. Los derrotados ante el tremendo sprint murciano fueron Nocentini, Samoilau del Movistar y Verdugo, con Tiralongo esta vez quinto y casi reconvertido en sprinter, quizás en el próximo ciclo médico-deportivo.
Romandía, este año dulcificado, proponía para el último día una cronoescalada a la conocida y elitista estación de esquí de Crans-Montana. SMS Sánchez partía líder con 9" de ventaja sobre Wiggins, pero merced a un rendimiento imposible de calificar, acabó ¡décimo! de la general final. Wiggins ganó la etapa empatado a tiempos con el talento estadounidense Talansky, que también acabó segundo de la general y Rui Costa tercero.
Wiggins ya realizó un 2011 portentoso, oscurecido por su caída en el Tour: 3º en Niza, 1º en Dauphiné, 3º en la Vuelta y 2º en el Campeonato del Mundo CRI. Este año lleva París-Niza y una etapa, y Romandía y dos etapas. No competía desde hace un mes en la Volta, cuando abandonó por las características propias de la carrera. Lleva la preparación de los campeones, como Landis en 2006 o Evans en 2011: carrera en la que sale, carrera que gana. Al tiempo. Al Tour. Al sprint.
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La Vuelta a Asturias, reducida a tres etapas (una con dos subsectores, como es tradicional en la prueba), para Beñat Intxausti, que gana su primera ronda por etapas y manda señales inconfundibles de cara al Giro. La primera etapa fue por escapada y para un desconocido del pelotón español, emigrado en Portugal desde hace años, llamado Alejandro Marque. Fue su primera victoria profesional con 30 años, y llegó con opciones de victoria al último día. Al día siguiente los subsectores vieron la primera victoria profesional de Jesús Herrada y, por la tarde, la de Ion Izaguirre. Como vendrán muchas más de estos prometedores jóvenes del pelotón español, quizás esta Vuelta a Asturias sea recordada por este evento. Y por la victoria de Intxausti, claro, que el último día en el Naranco fue batido por Remy di Gregorio, Cofidis bajo la atenta mirada del patrón Moncoutie, tercero en la cima ovetense. Segundo en la general David de la Cruz, que ya fue cuarto en Castilla y León.
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La Vuelta a Turquía sigue creciendo año tras año, como el país. Ocho etapas, de las que cinco fueron al sprint: Boss se llevó dos, y Greipel otra ("nunca ganará una gran carrera", dijo Cavendish del alemán), el mismo número que Modolo y Renshaw. Goss estuvo picando de aquí y de allá todos los días, sin éxito. La carrera se decidió el tercer día con la victoria del búlgaro Gravoski, de 35 años. Aprovechando lo de los puntos UCI, ha aprovechado para ofrecerse a equipos grandes. Las otras dos etapas fueron para Di Corrado (Colnago) e Iljo Keisse, por si se creían que no iba a haber una etapa para el Quick Step.
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Ballan vuelve a ganar una carrera, algo que no hacía desde la Vuelta a Polonia de 2009, su única victoria como campeón del mundo. Han pasado tres años, asuntos de dopaje y el hielo se ha roto en el Giro de Toscana. Es la tercera victoria individual de su supuestamente poderosísimo equipo en lo que va de año, que hasta ahora sólo sumaba etapa y general de Critérium Internacional con Evans, y una CRE en el Giro del Trentino.
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Pozzato ganó el día anterior el GP de Prato, el tipo de carreras que suele ganar desde hace tres años.
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Andy Schleck recibirá el trofeo como legítimo ganador del Tour 2010 el próximo 29 de mayo en el casino de su pueblo natal. Luxemburgo, casino y un Tour de rebote: parece el guión de una peli mala, pero es el ciclismo.
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A Valverde le pesa la cabeza "más que las piernas". Por su parte, su compañero J. I Gutiérrez, que en su día escribió una carta defendiendo la inocencia de su compañero donante de sangre, deja este magnífico titular.
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Este es el destino de las carreteras abiertas en la montaña para acoger (un) final de etapa de la Vuelta: cerrada durante semanas, porque no tiene ningún uso. Lo más delirante es que la abrieron -con coste para el erario público de la máquina quitanieves- para Semana Santa, por si algún turista despistado se dejaba caer por ahí, en vez de por los otros veintipico puertos similares que hay en la diminuta región.
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