Podían haber tenido ya impreso Lotto |
Salvo en el caso de EE.UU, donde el campeonato se celebró hace unas semanas -victoria del joven Busche sobre Hincapie-, ayer se repartieron la inmensa mayoría de los maillots europeos, con la excepción de Italia: la prueba se celebró el sábado y Visconti ganó por tercera vez -y en 2008 fue segundo-, celebrando con mucho griterío, golpes en el pecho y parafernalia varia. Se corría en Catania, tierra de origen de este extraño corredor. Otro año que el maillot tricolore no estará en el Tour.
Quien si estará es el campeón español, el murciano J.J. Rojas -su paisano L.L Sánchez ganó la crono del viernes ante Castroviejo y Contador- que, lanzado, dice que luchará por ser maillot verde en en París. Ya en Suiza dio buenas muestras de su mejoría en montaña -igual que el año pasado, en la etapa repartida con Rui Costa- y ayer aguantó en el Alto del desierto de Las Palmas el ataque telegrafiado de Contador.
En Castellón de la Plana, con un calor infame y con un circuito de sólo 200 kms. (el seleccionador nacional, hombre de pocas luces, comentaba la carrera y decía que era un acierto: lo diseñó el), la carrera acabó cerca de las seis de la tarde y entre un aburrimiento general. Menos mal que Internet permitió ir simultaneando la tarde con otras carreras mucho más emocionantes, de las que trataré a continuación.
Con diecisiete corredores del Movistar en liza, y con el historial de victorias para la estructura navarra en esta misma carrera, el triunfo estaba bastante decantado para la formación telefónica. De hecho, Rojas ya iba escapado antes de que el Contador y su corte -Noval, Hernández y Navarro- forzase el ritmo para su Amado Líder. A partir de ahi, y una vez que Rojas se soldó a su rueda, el desenlace estaba cantado. Qué bello ver a dos jóvenes Liberty como oro y plata del ciclismo hispano. Tercero Koldo FdL, que no irá al Tour y está muy disgustado.
En Francia hubo un bonito circuito repleto de gente en Boulogne-sur-Mer. Casi, casi como en España. También hubo una realización magnífica, casi, casi como en España, donde no hubo referencias de carrera casi nunca. En fin. Chavanel atacó a 50 kms. de meta y, con su planta impresionante y su entrega, se llevó el campeonato tras una bonita persecución por parte de Voeckler y Roux, que llegaron a tener al corredor del Quick Step a sólo 30" a falta de 10 kms.
En Reino Unido -el último campeonato que acabó, gracias a la diferencia horaria- ganó Wiggins tras un buen ataque en la parte final a sus compañeros Thomas y Kennaugh, que iban con mucha ventaja. Y todo en el precioso circuito en los alrededores de Newcastle, la ciudad del noreste británico famosa por haber tenido industria, una más de esas que desprecian los circuitos turísticos tradicionales y que es maravillosa. En los días previos Cavendish se quejaba amargamente de la superioridad del Sky -siete corredores- y lo solo que iba a estar, pero viendo las cuestas del circuito no hubiese tenido ninguna posibilidad.
El Leopard se lleva tres maillots: Cancellara en Suiza, que venció a la supremacía del BMC batiendo en el sprint final a dos a Morabito; F. Schlek en Luxemburgo, tras entrar a la par con su hermano; y Wagner, el de más mérito, en Alemania: al sprint y batiendo a Ciolek, Degenkolb y Greipel. En el mismo sentido, también tiene mucho mérito el campeonato holandés, en manos de Ligthart del Vacansoleil, como siempre que se vence a la armada del Rabobank (Tankik segundo, menudo año de intentos frustados).
En Rusia la Federación llevó a los ciclistas a la exótica, petrolera y siberiana ciudad industrial de Ufa, con gran lamento de Kolobnev, que se tiró dia y medio viajando desde España. Ganó Brutt. En Noruega Kristoff -Boasson Hagen, que ganó la crono, está malito por un herpes y peligra su Tour-, en Irlanda perdió Daniel Martin por menos de un centímetro, en Dinamarca el campeón es Nicki Sorensen -el viejo- y en Eslovaquia Sagan.
Mención especial merece el campeonato belga. Gilbert, que había dicho que quería ganar, cumplió lo prometido (¡sorpresa!) y lucirá en el Tour el maillot nacional. Había sido segundo en las dos ediciones anteriores. El valón lleva ganando todas las carreras en las que participa desde la Flecha de Brabante: todas, porque aunque no ha ganado todas las etapas de la Vuelta a Bélgica y la Ster Elektroter, se ha llevado la general. El Tour comienza el sábado con un final en cuesta en una etapa en línea. Adivinen quien será el primer maillot amarillo del Tour.
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Bruseghin, llamado a declarar ante el CONI en pleno Tour de Francia, cuando antes lo había sido para el 27 de junio. Una pena para el veterano corredor de los asnos, que podrá llegar a la Vuelta -ahí si que no hay problemas, nunca los ha habido ni los habrá- en plenitud de facultades rebuzniles, siempre y cuando Ettore Torri se crea su discurso. "Teneis que dar ejemplo", dijo el que paga de Movistar.
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Urraburu sobre Soler: "se pasa más tiempo en el suelo que encima de la bicicleta".
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La Vuelta a Burgos, cinco etapas distribuidas así: una crono y cuatro finales en alto. Esto es demencial, han convertido el ciclismo (y estoy pensando en la Dauphiné de este año, por ejemplo, o el Giro con ocho finales en cuesta) en una sucesión de finales en alto.
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La crónica babosa y laudatoria no viene firmada, aunque se reconoce la impronta del autor, que es amigo de Mancebo. El íncreible hombre invisible -tenga usted amigos para que le llamen esto- jamás ha reconocido su implicación en la Operación Puerto y, al revés que otros reciclados -como Rubén Plaza, por ejemplo, o Vicioso- no ha intentado volver por la puerta de atrás, la que se merece. Sencillamente, igual que Sevilla, ha preferido quedarse fuera, allí donde nunca le preguntarán nada -fíjense de que manera tan taimada se dice que va limpio: nunca dio positivo cuando era Mancebo 1.0- y donde encuentra su auténtico marco como ciclista anónimo, agropecuario y profundamente español.
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El deporte español, escuela de vida y ejemplo de superación personal. Lo que viene siendo un ejemplo social, vamos.