La tarde se presentó fría pero se hizo cálida con el afecto y el cariño con el que nos recibieron los abuelos y abuelas de la Residencia Santa Teresa.
Antes de comenzar nuestra lectura.
María del Mar, la educadora social del centro, presentaba a la Asociación Literaria Café de Palabras.
El público nos escuchaba muy atentos.
Después de romper el hielo, les conté un pequeño cuento y acto seguido fui presentando a mis compañeros y compañeras.
Paco y sus cuentos de rubias...
Carmen y sus campañas...
Miguel nos dejó un rico olor a infancia y magdalenas...
Juana y su riña de novios...
Cristóbal y sus hermosos poemas...
Marina contó la anécdota de una amiga suya y una muñeca rota, luego cantó para disfrute de las personas presentes.
Patricia nos deleitó con la historia de su abuela Libertad.
Pedropa nos hizo viajar hasta Santa Teresa...
Y llegó el turno de la experiencia de la mano de María del Mar.
La escritura no tiene edad y aprendimos que nos tienen que contar mucho todavía.
Un sabio amante de los libros.
Otros sabio que nos trajo la experiencia de su pueblo.
Esta mujer nos leyó un hermoso poema.
La tarde se nos hizo corta, el corazón lo trajimos un poquito más ensanchado. Estas cosas pequeñas se hacen grandes con cariño.