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martes, 31 de enero de 2017

Dibujos con tintas, plumilla y pincel

   Esta vez vamos de tintas, plumillas, pincel y austeridad. Hay seis tintas en uso para todos estos dibujos: dos negras: china y una antigua de E. Babb, comprada en cristales, polvo para disolver. Esta última tiene un tono azulado, muy transparente cuando se diluye. La tinta china, mucho más cálida, tanto líquida como en pastilla, siempre resulta noble y maravillosa con plumilla o con pincel. Luego está la tinta blanca o témpera cubriente, alternada con u lápiz blanco de Conté.
   Marrones: Café des Îles de Herbin, que podía haber sido de Estípula, de tono similar, cálido, más rojizo y amarillento que las otras dos, siena y nogal de Sennelier. Su tono se aprecia en los dos siguientes dibujos, un Quijote y un rincón de Peratallada, en Gerona.
   En este olivo no se utilizó la de Herbin, quedando los tonos más apagados, armonizados cn el negro de E. Babb. Contando con el fondo crema del papel, no deja de ser una técnica parecida a los clásicos dibujos con sanguina, negro y blanco en tizas.
   En este otro árbol, que estaba a la orilla del río Madera, coetáneo de los pinos que se llevaban a Sevilla o Cartagena cuando estos montes eran la provincia marítima de Segura de la Sierra, para hacer barcos o edificar la fábrica de tabacos. Las tintas son la de Herbin, un marrón en cartuchos, algo más apagado y granate al diluir, junto con el negro.
   Los anteriores dibujos se hicieron sobre un papel verjurado (laid paper), con tono crema. El siguiente olivo se dibuja sobre Garzapapel, con las mismas tintas ya descritas, junto al lápiz blanco. Los contornos quedan menos definidos, todo se suaviza y el papel da tiempo para añadir o matizar mientras está húmedo.
   Otra vez el papel verjurado y una única tinta, sepia. Además de plumilla se ha usado un cálamo, una caña cortada, lo que le da un aire distinto que puede recordar en algunas zonas a algunos dibujos de Van Gogh, que también los usaba.
   Por último, sobre un paper de Windsor & Newton satinado, Promaker, de los utilizados para pintar con rotulador. Al mojarlo se comba un poco, algo que no ocurre con los anteriores papeles. Tinta china con plumilla, un crow quill de Gillott, y E. Babb con pincel, más o menos diluída.
   Este olivo humillado, ultrajado de esa manera atroz, reducido a caniche arbóreo por alguien con escaso gusto y nulo aprecio por estos olivos centenarios que mejor lucen como son que con estas... digamos cursiladas, estos atusamientos de ramas y hojas que debería estar prohibido perpetrar a un olivo indefenso. Es un verdadero crimen de lesa flora. No por horroroso es excepcional, pues desde Andalucía a Cataluña, con islas de buen gusto donde los dejan crecer a su aire, podemos lamentar esta cursilería botánica. Más les valía dedicarse a perseguir gorgojos que a desfigurar olivos. Esto tinee pase con los setos de arciprestes, pero no con serios y graves olivos antañones.


domingo, 23 de marzo de 2014

Quijotes. Pluma y tintas. Namiki Falcon



    Hoy hay poco que explicar, tanto por los temas como por los materiales utilizados. Quijotes con pluma, tinta o lápiz. Elgunos de los dibujos, como el primero, están más elaborados, un trabajo con estilográfica Namiki Falcon EF Flex y tinta Platinum indeble. Prácticamente es tinta china utilizable en estilográfica, permanente, incluso con cierto brillo cuando se seca.
   Previamente, se han ido haciendo algunas pruebas y apuntes para la cara, ya que el dibujo a caballo, está basado en el boceto que Benlliure regaló a la ciudad de Valencia con motivo de III centenario de Cervantes. Se quería dar otra expresión a la cara, destacando la mirada inquietante y la maraña de barbas y bigotes. Estos apuntes se han ido haciendo con grafito, estilográfica china de trazo grueso o la namiki de Pilot ya citada.

   El siguiente sobre Garzapapel de 180 gramos de dibujo, con un grano suave pero presente, que da vida a los trazos de la pluma.
 
   Pluma Namiki sobre papel liso de dibujo, Canson en este caso. Esta pluma, flexible, ofrece la expresión de una plumilla, variando el grosor de la línea según la presión. Una maravilla esta pluma, regalo de mis compañeros de la escuela con motivo de mi jubilación.
 
 
 
   En esta se ha utilizado tinta china de barra aplicada disuelta con un pincel. La pluma Namiki y rotulador blanco de Pilot.
Otros bocetos de Quijotes que ya había hecho anteriormente:
 

sábado, 3 de diciembre de 2011

JOSÉ JIMÉNEZ de ARANDA - Dibujante y pintor español - 1837-1903

   Este extraordinario pintor, dibujante e ilustrador sevillano se formó en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla. Estudió a Goya y a Velázquez en el Prado. Entre 1871 y 1875 vivió en Roma, donde conoce a Fortuny siendo. por tanto, otro de los muchos pintores que reciben su decisiva influencia. Sin Fortuny ni David Roberts, el dibujo y la pintura española de la época no hubieran sido lo que fueron. Seguramente por ellos tiene algunas obras con tema oriental.
 
      Como ellos, fue Jiménez de Aranda un extraordinario dibujante, tanto con lápiz o plumilla, como en el uso de aguadas y acuarela. También fue un excelente pintor de óleo, con temas dieciochescos, académicos e históricos, en la época en que vivió en París, de 1881 hasta 1890, en que regresa a Madrid.
   En Madrid evoluciona su pintura, siendo ahora su temática la de escenas cotidianas, según la corriente costumbrista del momento, por lo que es considerado impulsor del realismo social. Tras la muerte de su mujer y una de sus hijas, se traslada definitivamente a Sevilla, donde es nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes, de la que es profesor desde 1897 hasta su fallecimiento en 1903. Fue amigo de Sorolla, de quien hizo un retrato. También recibió su influjo en cuanto al tratamiento de la luz y el color. De él decía Sorolla que era el mejor de los dibujantes españoles. 
    En este enlace podemos ver una buena cantidad de sus obras: Wahooart.com - Jiménez Aranda
Retrato de Sorolla pintado por Jiménez de Aranda
    Tuvo una gran actividad como ilustrador. Los temas cervantinos fueron para él una verdadera obsesión, dedicándole infinidad de obras, especialmente en la última parte de su vida. La mayoría de ellas se hicieron para la monumental obra del conocido como "Quijote del centenario", publicado en 1903. Podemos descargar el primero de los tomos de la obra en Universidad de Toronto. No tiene excesiva calidad el escaneado de las imágenes.
   Esta magnífica, lujosa y cara edición del Quijote incluye nada menos que 689 láminas de Jiménez de Aranda. A lápiz, a veces plumilla y principalmente con aguadas, ilustra la obra de Cervantes como nunca se había hecho. Junto con la famosísima interpretación de Doré, se trata de la más completa aportación a la iconografía cervantina.
   Afortunadamente, después de mucho buscar, he encontrado un lugar donde admirar esas 689 obras con una gran calidad: Iconography of Don Quixote. De allí salen los ejemplos que se incluyen en este artículo.
    He seleccionado una pequeña muestra de esta maravillosa colección de aguadas, recortando en las suiguientes el marco y la leyenda alusiva al pasaje ilustrado en cada una de ellas, para disfrutarlas mejor. Podemos ver tanto la maravillosa perfección de su dibujo, verdaderamente excepcional, como la excelencia de sus composiciones. El tratamiento de la luz, para lo que recurre en ocasiones al uso de gouache blanco, también es notable.