Para Aristoteles la felicidad se encuentra en el término medio entre la virtud y el vicio. Mientras para Platón un exceso de amor es deseable, el estagirita propondrá la moderación entre los dos extremos: la falta de deseo o el exceso de pasión. Por eso, no es recomendable ni la anarquía moral ni las cruzadas políticas. Así pues, el equilibrio debe darse entre la contemplación (theoria) y la sabiduría práctica (fronesis).
A estas conclusiones llega el 2o capítulo del último libro de L. Marinoff "El ABC de la felicidad" (Ediciones B, 2017). Famoso por su interpretación de Platón, ahora explica que la obsesión por la felicidad de muchas escuelas psicológicas no remite en ningún a la antigüedad, sino más bien al pragmatismo ilustrado. Philosophein.
No hay comentarios:
Publicar un comentario