Hola amig@s en esta ocasión será la caza la que ocupe esta
entrada, la cual escribo una vez ha terminado esta temporada para mí, y digo
para mí porque aunque aún sigue abierta la veda para el zorzal y el jabalí, pero mis
obligaciones me van a impedir salir más al campo a disfrutar de otra afición
que me gusta tanto o más que la pesca. Esta temporada como las últimas han
estado marcadas por las pocas salidas que he podido hacer ya que estar viviendo
a 350 km de donde cazas no es lo más recomendable, pero bueno algunos días si
me he podido escapar. Sin más os describo como ha transcurrido para mí la
temporada de caza.
La media veda como suele ser costumbre en mi zona es casi
inexistente debido a la casi total ausencia de palomas torcaces y tórtolas, si
bien siempre alguna se mueve y se puede colgar en la percha. Por otro lado
están los escasos conejos, que no levantan cabeza desde hace años, debido a las
enfermedades y sobre todo a la gran cantidad de depredadores oportunistas que
hay en mi coto, que entran de las zonas colindantes, ya que linda con el
Parque Nacional de Sierra Nevada, convirtiéndose éste en un sumidero de
alimañas, que campan a sus anchas con una población muy elevada y
desequilibrada, asfixiando a las poblaciones cinegéticas sin que se realice ningún
tipo de control poblacional sobre estas especies.
Debido a esta situación la directiva del coto decidió, creo
que con buen criterio, aunque mal ejecutada, la prohibición de cazar con
perros en la mayoría de la superficie del coto para intentar respetar las
poblaciones de conejos así como las polladas de perdiz que aún a finales de Agosto estaban muy retrasadas y corrían peligro de ser cogidas por los perros,
habilitando algunas zonas para el campeo de perros.
Con este panorama no había
que abusar, y solo alguna salida para sacar los perros e ir preparándolos
físicamente para la temporada general, a la vez que nosotros vamos ya cogiendo
el pulso necesario con la escopeta después de tantos meses de inactividad.
En mi coto no es hasta bien entrado el frío, allá por
mediados de Noviembre cuando se abre la temporada general de caza menor, para
asegurarnos de que las perdices estén lo más fuertes posibles al enverdinarse
con los pastos que las primeras lluvias del otoño traen, otorgando esta
temporada 6 días de caza ya que la perdiz había criado muy bien.
La temporada ha transcurrido medianamente bien, ya que hemos
visto gran cantidad de perdiz en el campo y algunas liebres que parece que van
teniendo una leve mejoría, sin embargo esta temporada otoñal ha estado marcada
por la sequía, la cual hacía que el campo estuviera muy seco y el terreno muy
duro, éste echo unido a las fuertes heladas hacía que al andar las perdices nos
escuchasen a gran distancia y salían casi siempre lejos, muy lejos y fuera de
tiro.
A pesar de todo esto con el buen hacer de los compañeros de
cuadrilla y sobre todo de nuestros perros se han podido cuajar buenas perchas,
cumpliendo los cupos algunos días con más esfuerzo de lo normal por lo ariscas
que estaban, jeje.
Así que como siempre nos lo hemos pasado estupendamente disfrutando de los perros, de los amigos, de los compañeros de afición, de las comilonas, de los cafelitos por la mañana, de las "mentirijillas" en la tertulia después de la jornada y sobre todo del campo, sintiéndome un privilegiado por poder cazar en un entorno tan bonito como es Sierra Nevada, que a pesar de no ser una zona con una gran densidad de caza, la que hay es de una calidad muy alta, teniendo que poner el cazador todo de su parte para poder llevarte una sola perdiz al morral.
Así que como siempre nos lo hemos pasado estupendamente disfrutando de los perros, de los amigos, de los compañeros de afición, de las comilonas, de los cafelitos por la mañana, de las "mentirijillas" en la tertulia después de la jornada y sobre todo del campo, sintiéndome un privilegiado por poder cazar en un entorno tan bonito como es Sierra Nevada, que a pesar de no ser una zona con una gran densidad de caza, la que hay es de una calidad muy alta, teniendo que poner el cazador todo de su parte para poder llevarte una sola perdiz al morral.
Alcazaba y Mulhacen |
De este año me quedo con los buenos ratos que me hacen pasar
tanto mi perra Mora, la cual cada año se supe ra, como todos mis compañeros de cuadrilla, que aunque ya andan algo oxidados aún siguen dando guerra y haciendo las cosas bien ""cuando quieren" jejej, así que no se relajen que este año ha entrado savia nueva a la cuadrilla y como nos han demostrado vienen pisando fuerte y aprendiendo día a día.
En esta ocasión no he querido poner fotos de las perchas, que las ha habido, queriendo resaltar otros aspectos de la caza para mí mucho más importantes como son un entorno natural privilegiado, unos compañeros con quien compartir los lances tras la jornada y la labor de nuestros fieles e incansables perros.
Por último y para terminar quiero dedicarle este artículo a
una persona muy especial para mí, mi tío Ramón que este año no ha podido cazar
debido a una operación de cadera, de la cual progresa favorablemente, así que
deseándole lo mejor y esperando que se recupere para la próxima temporada me
despido de todos vosotr@s con un fuerte abrazo, hasta la próxima.