Los
incendios de la semana pasada en Portugal, Galicia (y Asturias; que a veces
parece que no estamos en el mapa) me dirigen a Vermont, lugar de incomparable
belleza, que debe su nombre a las montañas verdes tan características y
abundantes. Ésta es, además, la mejor época para visitarlo (“siempre voy a Vermont en otoño”): los
árboles se visten de ocre, naranja, rojo, marrón, amarillo.
![]() |
Vermont en otoño |