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domingo, 28 de agosto de 2016

Puig lo arreglará todo

O sea, este presidente que nos ha tocado a los valencianos en la rifa de las elecciones y mediante pactos con algunos partidos impresentables, que el gobierno de la nación y el de Cataluña cambien su actitud.
Esto es, si el gobierno central propone que se cumpla ley, Puig le pide que cambie su actitud. Antes de seguir adelante viene bien recordar lo que dijo Savater de él, y no hay más remedio que convenir en que acertó de lleno puesto que se refería a que sufre el bloqueo de funciones de cerebración superior, y después de esto ya queda claro lo siguiente que dijo el lerdo: “el PP ha sido una fábrica de crear independentistas”. Claro que esta última memez no es suya, sino que la propagaron los nacionalistas catalanes y Puig, como buen catalanista, la ha hecho suya.
Este Puig no sabe cómo hacer para acudir en auxilio de quienes un día u otro acabarán en la cárcel. Ve que se han metido en un callejón sin salida y sufre. Él quisiera que consiguieran sus propósitos, e incluso le gustaría que el engendro ese que ni ha existido, ni existirá jamás, el de los países catalanes, fuera una realidad, pero tiene que disimular esas querencias para no perder el apoyo de sus electores.
Puig es, probablemente, el peor de los secretarios generales que han tenido los socialistas valencianos, pero ha tenido la suerte de estar en el sitio al ocurrir el desplome del PP.
Me comentaba ayer un buen amigo que trabaja allí que en el Reino Unido, de gran tradición democrática, todo el mundo sabe que el cumplimiento de la ley es fundamental. Si en un momento dado una ley no se considera adecuada se la intenta cambiar por el procedimiento reglamentario. En democracia, la ley está por encima de todo. Es dudoso que Puig, aunque viviera muchos años en el Reino Unido, se diera cuenta de eso.

sábado, 7 de abril de 2012

Ojo con los psicópatas

No me parecen creíbles esas teorías que se refieren a cierta conspiración mundial, que sería la que ha provocado la crisis, con la finalidad de que quienes supuestamente gobiernan el mundo pudieran imponer una serie de reformas que les convienen.
Ahora bien, más fácil de creer me resulta la afirmación de que han sido los psicópatas quienes lo han provocado todo. Pero no mediante una operación pactada y combinada entre ellos, sino como consecuencia de que les haya dejado llegar a los puestos clave. No es necesario que se pongan de acuerdo, cosa que probablemente sería imposible, sino que todos actúan igual y los objetivos que les guían son los mismos, y las nefastas consecuencias de sus actos no les importan en absoluto a ninguno ellos.
Los que entienden de estas cosas afirman que al menos hay un uno por ciento de psicópatas entre la población, aunque los hay que dicen que dicen que son más los que hay. Se conocen también sus querencias y que las ocupaciones que les suelen gustar son aquellas que pueden proporcionarles mucho poder y la posibilidad de manipular a los demás. De modo que no es descabellado pensar que muchos de ellos hayan logrado ocupar puestos preeminentes en la política y en las grandes corporaciones. De ahí al caos, un paso.
Lo sorprendente es que no haya dado ni un paso para identificar y tener bajo control a los psicópatas. Creo que sería de vital importancia tenerles identificados y bajo control. Según Alice Miller, los psicópatas se hacen en la infancia, pero según la mayoría de los autores, lo son de nacimiento. Sea como sea, supongo que no es cuestión de negarles el derecho al trabajo, pero sí que es imprescindible que se les impida que lleguen a los puestos de máxima responsabilidad, en donde no haya nadie por encima de ellos. Habría que establecer un tope en la escala de mando que no pudieran sobrepasar bajo ningún concepto. Y que siempre hubiera alguien fiscalizando su labor.