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sábado, 6 de octubre de 2018

Darwin les molesta

Tengo escrito en alguna publicación que hace falta mucha mezquindad para negarle a Darwin su mérito, que es mucho, no solo por la dificultad que entrañaba su descubrimiento, sino también por el valor que se necesitaba para darlo a conocer.
Hoy en día, todo el mundo, salvo unos pocos interesados que se niegan, ya digo que mezquinamente, a reconocer lo evidente, sabe que estaba en lo cierto y que la Teoría de la Evolución es inapelable, pero en su tiempo, como cualquiera que se moleste en investigarlo lo puede ver, el sabio encontró unas reticencias que parecían insalvables.
Quienes se comportan de ese modo tan lamentable con el genial Darwin son los integrantes de una secta -me niego a considerarla religión-, o quizá más de una, que entre su ‘perlas’ tiene la aberrante exigencia de la sumisión.
El ser humano es libre por naturaleza. Bien lo entendió Don Quijote: «La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida». Así que ya pueden poner a este libro y a su autor en su particular lista negra, si no lo han hecho aún.
Es imposible saber si Dios existe o no, pero lo que es evidente es que si existe nos quiere libres y adultos, dueños y responsables de nuestros actos. También hay que señalar la duda como una de las virtudes a cultivar. Cualquiera que pretenda convencer al personal para que tenga certezas no piensa en el bien de su auditorio, sino en su propio negocio. Me refiero a los grandes asuntos, lo que pueda haber en la otra vida, la existencia o no de Dios, la bondad o falta de ella de nuestros actos, etc. Si quien se dispone a perpetrar un mal tuviera dudas, no lo haría.

jueves, 29 de marzo de 2018

El NY Times contra la democracia

Pide este medio a Alemania un gesto conciliador con respecto al fugitivo Puigdemont, que tanto daño ha hecho a hecho a Cataluña.
Olvida este medio que no es de Alemania la responsabilidad, sino de un juez, que tampoco debe dejarse llevar por su opinión, simpatías o antipatías, sino que debe ajustarse a lo que marca la ley.
En un tiempo ya lejano, los jueces de Estados Unidos fueron tenidos como faros por los del resto del mundo. Entonces ellos creían que su país era el más recto del mundo y obraban en consecuencia. Cuando se dieron cuenta de que no era así, comenzaron a corromperse ellos también y hoy quizá puedan dar lecciones en este particular. Particularmente, he tenido con un percance muy revelador con un abogado estadounidense, que además preside una sociedad, a la que no pienso pagar más cuotas. Hacerlo en un lugar en el que el presidente, en un alarde de incultura, grosería y sin demostrar ni una pizca de amor por la justicia, me ofende, ante la mirada indiferente de los espectadores, al modo que explicó Aurelio Arteta en ‘Mal consentido’ , no me parece una decisión inteligente.
Todo esto que va ocurriendo me hace pensar en Don Quijote, cuya naturaleza es difícil que logren comprender los beocios. Ese empeño suyo en defender a los oprimidos, en alzarse contra los atropellos, enfrentándose sin dudarlo ni un segundo con quien hiciera falta, no puede ser entendido por los espíritus mezquinos.
Don Quijote estuvo en Cataluña, pero su paso por esa región no sirvió para infundir a sus pobladores ese espíritu grandioso que le caracteriza, esa solidaridad con el mundo, esa generosidad en el trato, ese deseo de grandeza, esa nobleza en el proceder, sino que al menos dos millones de ellos, en los que se apoya el fugitivo de la justicia, gustan de la traición, el egoísmo y la mezquindad.

domingo, 9 de octubre de 2016

La aventura de evitar unos latigazos

Disfrutamos de privilegios como opinar tranquilamente sobre cualquier asunto, con limitadas y justificadas excepciones, o vestirnos casi como nos parece, pero esto sólo en los países democráticos y estas libertades no nos han sido dadas de forma gratuita.
Para que podamos disfrutar de estos, que a la vista de lo que ocurre en otros lugares, podemos llamar privilegios han tenido que existir personas dispuestas a arriesgarse a sufrir tormento, y lo han sufrido, o a perder su vida, y la han perdido.
Gracias al sacrificio de muchos, cuya sangre derramada fertiliza de forma vigorosa los Derechos Humanos, los habitantes de algunas partes del planeta podemos vivir como personas. Don Quijote lo dijo así: «La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.».
Es un error dar por irrevocable esta situación. En España, hoy, existe la amenaza del totalitarismo y ningún otro lugar del mundo está exento de gente que alberga estas intenciones. Las personas que están dispuestas a cumplir con la recomendación de don Quijote constituyen la mejor defensa de nuestras libertades.
Cuando Ashraf Fayad recibió esa pena cruel por escribir un libro de poemas se convirtió en uno de esos héroes que se sacrifican para defender nuestras libertades. Juan Luis Calbarro, dueño de la editorial Los papeles de Brighton, nos pidió a unos cuantos amigos que participáramos en el libro colectivo ‘Palabras para Ashraf’, y lo hicimos con mucho gusto. Defender a Ashraf es defendernos a nosotros mismos, es luchar por nuestra libertad. Además de eso, todos los autores compramos, al menos, un ejemplar. El libro está a la venta desde hace algunos meses, pero se presentó oficialmente el pasado día 7 en Madrid. Había que estar en la defensa de las libertades y me desplacé a Madrid para ello.
Dada la índole de la causa, se esperaba una mayor colaboración de la prensa.

martes, 3 de noviembre de 2015

La Cataluña abierta del conde

Este conde propietario de La Vanguardia es una máquina de hacer reír, un portento cometiendo disparates, quizá habría que considerarlo competencia desleal de Moncho Borrajo.
Pero no sólo es él, sino que también los nacionalistas catalanes están empeñados en hacer el ridículo en su afán de sentirse superiores. Por lo menos, Sancho Panza preguntó a quien sabía, no como esos que dan por bueno lo que torpemente se imaginan: «Querría que vuesa merced me dijese qué es la causa por que dicen los españoles cuando quieren dar alguna batalla, invocando aquel san Diego Matamoros, Santiago, y cierra España. ¿Está por ventura España abierta, y de modo que es menester cerrarla?». «Simplicísimo eres, Sancho», respondió Don Quijote. Pues eso, señor conde.
O sea, que como los nacionalistas se creen que España está cerrada, hablan de una Cataluña abierta. Son superiores. En estupidez, sí.
Otra tontería que circula mucho, porque con ella se pretende contentar a quienes nunca van a estar contentos, es la de España plural. Como si no bastara con decir España. Pero esos mismos que simulan hacer un canto a la diversidad se inventan lo de los países catalanes, a los que quieren convertir en un todo homogéneo. Mienten al decir que Castilla les impuso su lengua por la fuerza y se vanaglorian de haber impuesto por la fuerza el catalán en el Reino de Valencia, lo que tampoco es cierto.
Este conde, que es Grande de España, ha convertido el que pudo ser un gran periódico en un panfleto cualquiera, generador de editoriales conjuntos, tergiversaciones grotescas, mentiras insólitas, chistes indigeribles y columnistas echados a perder.
Los demás Grandes de España deben de contemplar el espectáculo que da día sí y día también el más famoso de todos ellos, no sé si con consternación, estupor o bochorno. Hasta el momento, que se sepa, no han dicho nada.

sábado, 25 de julio de 2015

Santiago no cierra España

Sancho Panza preguntó: Querría que vuesa merced me dijese qué es la causa por que dicen los españoles cuando quieren dar alguna batalla, invocando aquel san Diego Matamoros, Santiago, y cierra España. ¿Está por ventura España abierta, y de modo que es menester cerrarla?”. Don Quijote contestó: “Simplicísimo eres, Sancho”.
Sancho Panza preguntó. No es tan burro como otros que ni siquiera consultan el diccionario para averiguar los significados del verbo cerrar. Uno de ellos, considerado una lumbrera, pero al final más simple que Sancho, fue ministro con Zapatero. O sea que...Otro que tal fue un meapilas que escribe en La Vanguardia del Grande de España (y va siendo hora de que le retiren los títulos de conde y Grande, pero al fin y al cabo lo de conde y Grande son cosas ficticias, nada que ve lo suyo con las hazañas de Lezo, por ejemplo. A Lezo le llamaban Medio Hombre y a este le llaman Grande.).
En España abundan los tipos singulares. Y suelen dedicarse a la política, profesión en la que también se vislumbra que está una de las mayores concentraciones de psicópatas. Preocupados por su cabello están Anasagasti y Puig. La Ensaimada y el Peluquín. La síntesis entre ambos podría ser Bono, el Implante. De ahí a la coleta un paso. Y de la coleta al caballo. Y el caballo tiene pinta de burro.
Y ya estamos otra vez con los burros que hablan de cerrar España. ¡Cielo Santo! Deben de estar buscando las puertas, y no las encuentran.
Se creen que son puertas para que no salga nadie, ni nada. He visto la foto del Rey al lado de Mas que publica La Vanguardia, y ahí se ve la diferencia entre una persona normal y otra que los días pares está como una cabra y los impares como una chota.
En el País Vasco va ganando ETA y salvo Covite (que necesita dinero), nadie dice nada.
Hay que escribirlo bien: ¡Santiago, y cierra, España!

jueves, 20 de febrero de 2014

Dicen que lloran por los ahogados

Pero en realidad claman contra el PP. No tengo nada que reprochar a quienes lo hacen. Yo mismo he dicho que los del PP son los de la gomina. Yo mismo les he afeado su conducta con respecto a Consuelo Ordóñez. Les he criticado numerosas veces y por muy distintos motivos.
Ahora bien, lo de la inmigración es un asunto peliagudo. Una cosa es pedir explicaciones al ministro por lo sucedido, pero sabiendo que si el gobierno hubiera estado en manos del PSOE habría podido ocurrir cualquier cosa similar, puesto la situación es complicada. De pedir explicaciones, y hasta exigir dimisiones, a montar un pollo va un mundo.
Los hay que si se les lee dan a entender que se les ha muerto un familiar cercano. Eso por lo menos. Y escupen y maldicen y hablan de cerrar España. No se dieron cuenta, cuando leían el Quijote, que Sancho Panza ya había hecho la pregunta: «Querría que vuesa merced me dijese qué es la causa por que dicen los españoles cuando quieren dar alguna batalla, invocando aquel san Diego Matamoros, Santiago, y cierra España. ¿Está por ventura España abierta, y de modo que es menester cerrarla?». Ni de que Don Quijote le había respondido de forma adecuada: «Simplicísmo eres, Sancho».
Lo que resulta gracioso es que estos que arremeten contra el PP, y pretenden hacernos creer que lloran por los ahogados, antes le reían las gracias al gobierno de Zapatero, quizá para que cayera alguna subvención, y si no a Zapatero a Sánchez Gordillo, Javier Madrazo, Cayo Lara o similares.
La trágica muerte de quince personas, ha dado pie a que se escriban artículos, algunos de ellos en tono poético, sin que sus autores, que quizá se zampaban una cigala mientras escribían, tuvieran en cuenta que cada año mueren miles de personas en su intento desesperado de escapar del hambre.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

La Retaguardia de Expaña

En fin —dijo don Quijote—, bien se parece, Sancho, que eres villano y de aquellos que dicen: «¡Viva quien vence!»
Hubo un periódico que estuvo entre los tres o cuatro mejores de España y que pudo haber llegado a ser el mejor. Poco le faltaba para ello y ahora ya se entiende que se quedara a las puertas.
En la actualidad se ha convertido en un panfleto, en un órgano de propaganda del poder, en un firmante sumiso de editoriales conjuntos, en una caricatura de sí mismo.
Hay profesionales con gran dominio del oficio, con indudables dotes literarias, con una notable agudeza para captar lo que sucede, dedicados a reescribir la historia una y otra vez, como si fuesen personajes de la gran novela de Georges Orwell.
Y hay un público que asiste al deprimente espectáculo no partiéndose de risa, tampoco llorando de pena, sino aplaudiendo y dando todo eso como normal, correcto y adecuado.
Es la viva imagen de la decadencia. Es el derrumbe total. Caen los pedazos lentamente, parsimoniosamente, como si estuviera escrito en el destino que las cosas han de ser así, y el público se abraza emocionado confundiendo el desplome con una resurrección.
No pensemos en Suiza y sitios así, en donde se producen las verdaderas carcajadas.
Hubo un Grande al que cada vez se le ve más pequeñito, más pequeñito, más pequeñito, más pequeñito.
Es el vivo ejemplo de que en esta vida no basta con tenerlo todo, incluso el dinero. Hay cosas que no se compran ni se venden. Se consiguen mediante la voluntad.
A menudo recuerdo el poema de Victor Hugo Sur une barricade, en el que un niño de doce años regresa a que lo fusilen, por que había dado su palabra. Este niño sí que es un grande, y las mayúsculas se las pasa por el forro.

domingo, 25 de julio de 2010

Nueva chorrada de Oriol Domingo

El diario La Vanguardia llegó a ser el más leído de España, pero de un tiempo a esta parte da la impresión de que depende demasiado de las ayudas de la Generalidad, que como se sabe está dirigida por un socialista que en lugar de preocuparse por los intereses de los trabajadores utiliza parte del dinero de los impuestos para manipularlos e involucrarlos en guerras nacionalistas que ni les van ni les vienen.
Oriol Domingo tiene un blog en La Vanguardia titulado In saecula saeculorum, en el que supuestamente trata de asuntos religiosos, pero que en realidad son nacionalistas, siguiendo la deriva del diario en el que escribe. Pero si alguien va a la iglesia y en lugar de encontrarse allí con lo que sería lógico recibe proclamas nacionalistas lo mejor es que no vuelva. Un nacionalismo, cualquier nacionalismo, lo inficiona todo, el partido de los trabajadores, el sindicato de los obreros, la iglesia de los cristianos, etc. Se conoce que no hay medicinas contra esto. El método de los nacionalistas consiste en marcar primero la meta y luego buscar los razonamientos que conducen hasta ella. Los nacionalistas precisan para sus fines fomentar el odio a España y para deslegitimar a quienes no comulguen con sus ruedas de molino les tildan de nacionalistas españoles.
Oriol Domingo, fiel a su línea, se refiere hoy a la expresión ¡Santiago y cierra España! Quien haya leído “El dardo en la palabra”, de Fernando Lázaro Carreter, no puede menos que reír a carcajadas ante la cantidad de disparates que vierte el tal Oriol Domingo. Por cierto, Lázaro Carreter escribe ¡Santiago, y cierra, España! Me permito, y espero que la editorial se lo tome a buenas, una de las varias citas que contiene el artículo y que corresponde a Cervantes:
“Pero ya Sancho Panza manifestaba el mismo desconocimiento cuando pregunta al Caballero: ‘Querría que vuesa merced me dijese qué es la causa por que dicen los españoles cuando quieren dar alguna batalla, invocando aquel San Diego Matamoros. Santiago, y cierra España. ¿Está por ventura España abierta, y de modo que es menester cerrarla?’ Don Quijote le contesta: ‘Simplicísimo eres, Sancho’ (II,58), pero no se lo aclara. Deja que la pregunta quede como mera necedad de Sancho, porque no juzgaba necesario explicar algo tan obvio.”

'Los Borgia'
'La ciudad desplazada'
'Tus colores son los míos'
'El filósofo entre pañales'
'Dichos, comparaciones y frases populares'
'Homero, Ilíada'
'Switch in the red'
'Diccionario Web 2.0'