En situación normal, la idea de Tabarnia
sólo podría ser considerada como una broma, algo sin sentido, pero
ocurre que en donde los nacionalistas logran implantarse desaparece
la normalidad, desaparece la razón y la locura se apodera de todo.
Boadella tuvo que irse de Cataluña, para
escapar de aquel ambiente irrespirable. Invitó a alguien a pasear
con él por las calles de Barcelona, para que viera con sus propios
el nivel de degradación ciudadana. De vez en cuando saltan a los
medios noticias de los vándalos que a menudo se acercan a sus
propiedades.
Los nacionalistas siempre tienen la
palabra democracia en la boca, porque no saben que sólo puede
decirse que la hay en donde alguien que piense lo contrario que la
mayoría puede caminar tranquilamente por sus calles. Los verdaderos
demócratas tratan de rescatar Barcelona de los energúmenos que se
han apoderado de sus calles.
Boadella es una de las personas que mejor
conoce Cataluña, sabe llegar como pocos al alma del catalán. No
pueden decir lo mismo esos que dicen defenderla y en realidad la
están hundiendo y no les importa y que con el hundimiento se
empobrezcan los catalanes y desaparezcan muchas de las cosas que
dicen, de boquilla, amar.
Boadella es más catalán que todos esos
sinvergüenzas y no cabe duda que el sufrimiento que le ha tenido que
provocar ver la deriva infame a la que Pujol y sus secuaces abocaban
a Cataluña le sirvió de acicate para irse.
Tabarnia no tiene más remedio que
hacerse realidad, porque la locura de los nacionalistas es incurable.
Sólo empiezan a meditar cuando pasan por la cárcel. El primer paso,
con el nombramiento de Boadella está dado. En su discurso ha
demostrado su conocimiento del mundo catalán al referirse en varias
ocasiones a los rufianes, auténticos esperpentos de la comedia.
Los siguientes pasos en orden a la
conversión de Tabarnia en una realidad tendrán que ser más formales.
'2016.Año bisiesto'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Septiembre puede esperar'
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Septiembre puede esperar'
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