Algunos
le llaman Suso del Toro, y eso no le sienta nada bien. Yo le he leído
alguna protesta sobre el particular.
No
tiene reparos, sin embargo, en mostrarse desnudo argumentalmente. No
necesita patines para patinar. Se lanza y allá que va. No se le ha
ocurrido nada menos que escribir Su Constitución, ¿nuestra
cárcel? No se pueden decir más
burradas con tan pocas palabras.
En
primer lugar: ¿Qué es eso de Su Constitución? ¿Se
creerá que está en la Cuba de Fidel Castro, o que Franco todavía
vive? La Constitución será
mejor o peor, pero fue elaborada por consenso entre los partidos
españoles. El ponente que se
consideraba a sí mismo como artífice principal fue Gregorio
Peces-Barba y desde luego que
Miquel Roca i Junyent influyó mucho en ella. No sólo en beneficio
de los socialistas catalanes, sino también de los vascos. Luego
fue refrendada mayoritariamente por el pueblo español. Ocurrido esto
último, la Constitución pasó a ser de todos, incluso de los que no
la votaron o votaron en contra.
Naturalmente
que la Constitución se puede criticar o intentar cambiarla, pero
mientras esté vigente hay que respetarla y defenderla. Hay
gente que no sabe esto y luego dice que es demócrata. Y
lo malo no es que lo diga, sino que se lo crea. Los
nacionalistas, y quienes les apoyan, deberían saber que el
nacionalismo nunca será democrático. Los
nacionalistas pueden llamar fascistas o fachas a quienes quieran,
pero si fueran conscientes de su realidad y consecuentes con ella no
lo harían.
La
segunda parte, ¿nuestra cárcel?, se la debería explicar a este
avezado patinador un párvulo
de esos que tienen noción del mundo en el que viven. Una
Constitución elaborada democráticamente no puede ser una cárcel.
Es un marco legal en el que
pueden convivir personas de bien que tienen distintos modos de ver
las cosas. La cárcel es el sitio adecuado para quienes transgreden
ese marco legal.
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