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Ayer a las 8:00 ya estaba en la orilla del embalse en busca de unos ataques de las truchas. El día estaba horrible, fuerte viento, frio intenso y nieve en momentos que endurecía la ya difícil situación. Pero en estos días cuando peor parece que se presenta una jornada tenemos que sacar lo mejor de nosotros, pensar donde podemos localizar las truchas, concentrarnos y lance a lance dar con ese ataque.
Esta vez me centré en zonas con arbolado sumergido y resguardadas del viento, seguramente estarían ahí las truchas comiendo.
Nuevamente y a pesar de las muchas novedades en los colores de Power Tail, anudé el White Morning. En aguas tomadas y truchas con poca actividad este señuelo está marcando la diferencia.
Tenía dos horas para pescar, y las exprimí al máximo. Las dos primeras picadas no tuve la fortuna de clavar las truchas, quizás ataques muy débiles pero la tercera que entró con una recogida un poco más lenta la clavé y pude meterla en la sacadera.
Continué recorriendo la orilla hasta llegar a una zona protegida del viento, mucha vegetación inundada y pasillos claramente marcados en el agua. El lance ajustado, dejar bajar el Power Tail, dos vueltas en la recogida y ataque con fuerza. Ahí estaba esta bonita y peleona trucha que no dudo en comerse el señuelo.
Una jornada complicada pero satisfactoria a la vez ya que son días duros de pesca pero que con tesón y esfuerzo consigues las truchas que buscas.
Hasta pronto… .