Desde truchas y sargos os deseamos unas felices fiestas a todos los amantes de la pesca!!!
Zorionak eta Urte Berri On
Joyeux Noël et Bonne Année
Bo Nadal e feliz aninovo
Merry Christmas and Happy New Year
Boas Festas e um feliz Ano Novo
Desde truchas y sargos os deseamos unas felices fiestas a todos los amantes de la pesca!!!
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Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, en la pesca no lo tengo muy claro ya que la segunda vez que estuve en Alaska fue inmensamente mejor que la primera. Esta vez en Iktus las truchas nos lo pusieron muy difícil para conseguir un número de capturas alto, pero al final resulto también mejor que la primera vez.
El pasado abril pesque en este reservorio del sur de Francia, con temperaturas más elevadas y con más diversidad de insectos en el lago. En pleno diciembre con 4º a las 9 de la mañana las condiciones eran completamente distintas, tenia que apostar por líneas hundidas para buscar las truchas en las capas de agua más cálidas.
En este día estuve acompañado de Arturo, Arturo Lubinas es como lo tengo definido en el contacto del móvil y es que es un gran pescador de esta especie, y por mi suegro Juan que lo suyo es la boya, ya lo tenemos claro para otra ocasión. Con todo ello pude disfrutar de una captura suya, con tanta alegría como una de mis primeras capturas en la pesca.
Comencé solo, mi bote, mis remos y con un blob amarillo que mientras remaba iba pescado a ritmo de mis golpes de remo, la primera captura no se hizo esperar, la primera trucha arcoíris me hizo recordar lo combativa que es esta trucha. A pesar del frio, tenia calor y a pesar de la tranquilidad del entorno estaba frenético con la pesca.
Las capturas con blobs rosas, fucsia, amarrillo y verde eran relativamente continuadas, tenia que probar a ver si con estas temperaturas y sin actividad en el superficie, una chernóbil ant me daría resultados como la vez pasada. Sé que es grande, pero eso llama la atención y mucho en los ejemplares de iris más grandes. Ya con Arturo en la barca y expectante ante semejante imitación que anude, el ataque rompiendo el agua de una furiosa arcoíris hizo corroborar que estoy ante una gran imitación en este lago.
Disfrute mucho con ella, con lucha y carreras que tras ver la barca o sacadera arrancaba unos metros de línea del carrete.
Era medio día, 10 grados y las truchas no se movían en la superficie, tenia ganas de pescar a seca, pero también teníamos ganas de almorzar así que aparcamos la barca y a degustar el jamoncito y la tortillita.
Mi reto en la segunda parte del día era intentar capturar una trucha fario, las veía por la orilla como troncos a 1 metro de la superficie, inertes, sin actividad. Les pasaba la ninfa por la boca y ninguna reacción. Observe alguna fario que se movía próxima a la orilla con ciertas maneras de ir comiendo, efectivamente estas truchas estaban comiendo pero no tienen nada que ver con las truchas arcoíris. Si las otras con un 0,17 las cogía sin rechazos, estas no querían una ninfa atada a un 0,14, el rechazo era continuado, si ataba un 0,12 la picada era inminente y la rotura también, no podía sujetar esa fuerza y mi frustración era latente. Pero así es la pesca y lo bonito de ella.
Desde la barca también lo intentaba, pescando en zonas poco accesibles a pie y que parecía que ellas estaban un poco más confiadas, pero el mismo cuento, con diámetros altos nada y con bajos rotura. Arturo tuvo una trucha clavada a seca y le rompió tras meterse en las ramas sumergidas.
Pasaba el día sin apenas darnos cuenta, el atardecer estaba encima de nosotros, y ya que las truchas fario no me iban a dar ninguna satisfacción, mejor pasarlo bien y clavar unas cuantas arcoíris, que aguas adentro había actividad. Lo pasamos muy bien el rato de volver al embarcadero, se cebaban mucho, yo llevaba la línea flotante y el blob casi en superficie, veías venir a la trucha porque rompía la película del agua, la clavada era inmediata.
Al final del día unas cuantas truchas me dejaron un buenísimo sabor de boca y también me quedó pendiente volver a capturar alguna fario.
Hora de dejar el bote que tanto me gusta la pesca sobre él y comentar la jornada los tres, la próxima vez, pescadores tan buenos como lo son tienen que tener mucha más recompensa.
A pesar de ser un reservorio con muchísimas truchas, cuando están de que no, es que no, y tienes que afinar mucho para obtener capturas. Espero volver con mejores temperaturas, aún así es un gran escenario de pesca para estos meses en los que las truchas de nuestros ríos están en plena fase de reproducción.
Hasta pronto….
En esta nueva salida de pesca a parte del escenario pesquero y las grandes olas, que no nos dejaban pescar ni 5 min seguidos, se unió el espectáculo de ver pasar miles de palomas hacia un tiroteo continuo que duro toda la mañana. Como bien digo, un espectáculo, porque era ver los bandos tocar tierra y escuchar sin parar los tiros de las escopetas.
En esta ocasión me acompañaba Javi Rubio, pescador que conocí en Alaska. Por la proximidad, decidimos quedar para vernos y pasar un rato agradable con los sargos.
Tras ojear la zona, decidimos optar por un pesquero alto, nos daría tranquilidad para pescar aunque nunca te puedes fiar.
Con la serie en plena acción…
… en la dejada.
Con gran actividad desde los primeros lances, tras las series de olas que parecían interminables, conseguíamos rápidamente un buena picada o también clavar muy pequeños, en el poco rato que nos dejaba trabajar el corcho .
Javi con un buen sargo que le dio guerra y a su equipo de pesca aún más.
Tras sacar uno o varios entre serie y serie, macizaba la puesta ya que el barrido de las olas era tremendo, se quedaba perfecto para tirar el langostino y ver como nuestro corcho se hundía rápidamente.
Hubo momentos que nuestros corchos libraban las olas y con los bajos de línea bien plomados, también conseguimos buenas picadas.
La tónica de la mañana seguía en la misma línea, grandes trenes de olas, poco tiempo para la pesca y si te descuidabas te caían perdigones de los palomeros, esos si que tenían un frenesí de día.
Seguíamos sacando pescado pero apenas teníamos lances y si sacábamos algún sargo era más grande el anzuelo.
Dábamos por buena la mañana, tocaba limpiar el pescado y tomar un pintxo-pote en el bar mas cercano, que viendo que empeoraba el oleaje era lo mejor que podíamos hacer.
Hasta pronto….
Con la llegada del otoño, con sus temperaturas más frescas y con los montes cargados de humedad de las últimas lluvias, las setas y los hongos empiezan a aparecer en nuestros montes y prados. Lo que no me esperaba en esta salida eran los primeros copos de nieve, un frio intenso que sin duda, parará las floraciones de hongos, y setas.
La búsqueda de hongos la tuve que hacer a altitudes más bajas de lo habitual, ya que por encima de 1200 metros, el suelo y las laderas de los pinos se cubrían de un manto blanco que hacia casi imposible distinguir nada.
El follaje de los pinos ofrecía un refugio a mi vista, en su base un lugar donde buscarlos, y un microclima con la pinocha cubriéndolos, la cual los había ayudado a crecer en noches anteriores.
Como vemos, un buena pareja de boletus pinophilus o pinicola, una satisfacción para nuestros ojos y más tarde para nuestro paladar.
La diversidad y variedad de setas era constante en el bosque, pero predominaban los rojos de las amanitas muscarias…
… los amarillentos de los tricholomas equestres o seta de los caballeros, una especie muy cuestionada ya que en Francia esta catalogada como muy venenosa y aquí esta considerada como buen o excelente comestible, yo la he comido. Ante tanta duda es mejor optar por otras y estar tranquilos. Y con las setas, ante la duda no hay duda, déjala.
Mientras tanto me iba dando la paliza padre por laderas llenas de troncos muy resbaladizos y a su vez peligrosos, cada poco rato me alegraba al ver más hongos, los boletus edulis me los encontraba más desarrollados, emergiendo entre ramas con fuerza.
En las zonas más bajas, las praderas se cubrían de níscalos o macrolepiotas proceras, del anaranjado al marrón, todo un mundo de color para nuestros ojos.
De camino hacia el coche y con los suficientes hongos para una temporada, aún me encontraba con alguno más, también veía otro tipo de seta comestible, pero ver un hongo es una mini-subida de adrenalina, no queda más remedio que pararte, observarlo y cogerlo con mimo.
Llegaba al coche con unas ganas locas de almorzar, reponer fuerzas y como siempre hago, observar los hongos. Es una especie distinta, apasiona ir a buscarlas, algo diferente.
Hasta pronto…
He estado con la familia de vacaciones en Unquera, una zona muy tranquila y con muchas posibilidades para la pesca, tenía la opción de la ría del Deva o la de buscar las lubinas tanto en la desembocadura, como en las playas más próximas.
Me coincidieron mareas vivas y con pleamares en plena noche, lo que me hacia más atractiva la pesca nocturna tiene algo especial. En la primera noche, aparte de la cantidad de mosquitos que había, tuve muchas picadas de pescado pequeño, tanto las gusanas de coco, como los langostinos, gambas o muergos se los comían sin dar tiempo a que el pescado más grande, tuviese la oportunidad de llegar al cebo.
Quedaba una hora para amanecer y en la pleamar cesaron las picadas, ya pensaba que la actividad había acabado, pero una gran picada me hizo pensar que aún podía hacer algo. En esta picada, saque el codal cortado justo por encima del anzuelo, una pena porque saco mucho hilo del carrete hasta que clavé.
A los 10 min, misma historia, la caña se torcía con violencia y el freno del carrete me decía que algo de buen tamaño había picado, clavé y a disfrutar. Con un equipo bastante ligero, la lucha de unos minutos se me hizo intensa. Tuve la ayuda de un pescador que le metió la sacadera y pude ver lo que tenia al otro lado del sedal, un buen ejemplar de sargo breado, real o hurta, como le dicen por la zona.
El primer contacto no había estado mal, un buena pieza y buenas sensaciones para los próximos días.
Me habían hablado muy bien de esta zona para tentar las lubinas. Le veía una ventaja grande, ya que no tenía que estar toda la noche en vela, con llegar al cambio de luz a la playa, era más que suficiente.
Ahí estaba yo, la playa para mi solo, el cielo empezaba a vislumbrar alguna nota de luz, mi caña de spinning y todas las ganas del mundo para comprobar si había lubinas por la olas.
Al segundo lance, si si al segundo, y con la elección de un popper como señuelo, traía el artificial cuando veo un ataque fallido a unos 20 metros y que sigue por detrás sin conseguir clavarse. Ya casi en la orilla un nuevo ataque y ahora si, clavo y consigo poner en tierra mi primera lubina.
Que ilusión me hacía, la verdad, porque me encanta pescar truchas con artificiales pero siempre que voy al mar y veo que hay golpe, me inclino por sarguear en vez de cacear.
Ahora si que estaba motivado, aunque me hace falta poco para ilusionarme y sin una picada más en toda la mañana, ya tenia ganas de volver al día siguiente.
Tras un día de descanso, me encontraba nuevamente al alba en la playa pero en esta jornada me acompañaba mi suegro, que también con muchas ganas, lanzaba y lanzaba a la espera del ataque.
De nuevo, era mi popper que tanta confianza me daba, el que recibía el esperado ataque, también la picada muy próxima a la orilla, esta era más grande y la lucha que ofreció fue más intensa.
Tras vararla en la arena, de nuevo buenas sensaciones por la pieza, la verdad que es algo especial conseguir una lubina, que más podía pedir, amanecer en el mar, capturas y luego todo el día con la familia.
Los días de pesca se acabaron, pero con ganas de volver, la próxima vez descubriré nuevos pesqueros y espero encontrar alguna puesta para sarguear, de todos modos ha sido un placer poder practicar estas modalidades de pesca, en entornos tan privilegiados.
Hasta pronto…
Hace días que no publicaba una entrada, ya que han sido un par de meses muy ajetreados y que nos han privado de practicar la pesca asiduamente. Aun así, no se va de nuestras cabezas y por ello, cada vez que tengo tiempo salgo en busca de capturas.
He estado varios días visitando los embalses riojanos, este año están muy altos de caudal y por ello las zonas para buscar las truchas las sitúo en las entradas de ríos que nutren de agua a estos embalses.
Los amaneces y atardeceres son las mejores horas para esta pesca, a estas horas las truchas están mas confiadas, generalmente más activas y ante nuestros señuelos se mostraran mas agresivas.
Estos escenarios sirven a las truchas para alimentarse más fácilmente, la concentración de loinas, barbitos de montaña y bermejuelas, hacen casi exclusiva su dieta diaria.
La primera captura se produjo al poco tiempo de llegar, tras el lance, unos golpes en la recogida, noto el ataque y la clavada es fuerte. Tras una lucha consigo meter en la sacadera este bonito ejemplar de trucha.
Una vez tomadas las fotos, su captura y su suelta fue un éxito, esperemos verla pronto.
Segundo día y mismo escenario. El amanecer como punto de partida, solo los ladridos de los corzos rompen el silencio, a pesar de la calma que reina, sé que debajo de las aguas las truchas están al acecho de cualquier presa.
Para estos primeros momentos del día, suelo utilizar señuelos más grandes, más llamativos, aunque la aguda vista de la trucha no pasaría desapercibido seguramente otro señuelo.
Otra vez, en los primeros lances se produce el ataque, una buena picada, el freno del carrete suena y hace que salga hilo con facilidad ante las primeras envestidas.
Intento que la trucha no busque refugio en las raíces de los arboles y en los troncos hundidos que pueblan la orilla y que sirven a su vez de refugio a los pececillos.
En este día me acompañaba mi padre, lo que me sirvió para que él, ayudado por la sacadera, pusiera la trucha en tierra.
Preciosa trucha la que tenia en mis manos, con esas franjas marcadas y esos tonos marrones tan característicos. Un par de fotos y rápidamente la metería en el agua agarrándola de la cola para oxigenarla, una vez que esta bien, ella se va lentamente al fondo del lecho.
El resto de la mañana ni rastro de truchas, una vez salen los primeros rayos del sol, la actividad de estos depredadores baja significativamente.
Estas han sido las dos últimas salidas, con buenas sensaciones en esta modalidad, pronto estaré en la costa y espero repetir sensaciones con alguna lubina.
Hasta pronto….