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jueves, mayo 10, 2012

POR FIN LLEGA "DANZA DE DRAGONES" DE GEORGE R. R. MARTIN

Hace unos días, en el reciente Saló del Còmic de Barcelona, nos contaba Enrique Corominas -el portadista de la línea de fantasía de la Editorial Gigamesh- durante una de las sesiones de firmas de su último cómic “Dorian Gray” (Diábolo Ediciones), que la cubierta de “Danza de dragones” era el reflejo de las sugerencias y comentarios del propio George R. R. Martin, y que “era muy clásica en el género fantástico: Daenerys Targaryen a lomos de Drogo. Muy épica”. Y, además, que era inminente el anuncio de la fecha de publicación del libro.

Dedicatoria de Jaime Lannister

Y así ha sido, por fin tenemos fecha para la esperadísima quinta parte de “Canción de hielo y fuego” la serie del momento, y no solo del género fantástico.
Para el 22/06/12 la edición en tapa dura, y el 13/07/12 tendremos disponible la versión en rústica (en dos volúmenes). La de bolsillo se hará de rogar un poco más.


Se ha montado un poco de polémica al respecto, primero porque la edición en catalán (cuyos derechos, recordemos, son de la Editorial Alfaguara) es la más madrugadora, se adelanta a la de Gigamesh y se podrá conseguir esta misma semana. Y por otra parte porque en castellano la primera en poderse leer es la edición más cara, en lugar de lanzarse la de tapa dura y rústica a la vez, y que cada lector adquiera el formato en el que ya tiene las partes anteriores.

Dedicatoria de Tyrion Lannister

Para los que seguimos la saga desde hace años, y no “descubrimos” a Martin gracias a la serie de televisión, ya sabemos que esto no es nuevo; Gigamesh hizo lo mismo para la cuarta entrega “Festín de cuervos”; y la verdad es que son ganas de encabronarse por poca cosa, la diferencia es de unos 20 días, realmente muy poco tiempo, y para los que leen la serie en formato de bolsillo, recordarles que las ediciones económicas siempre y en cualquier editorial salen a posteriori de la cara, y nadie piensa que sea faltar el respeto al lector.



Al respecto de que “Dança amb dracs” se publica antes que “Danza de dragones”, en todo caso podría molestar a los que tenemos el catalán como lengua materna, pero seguimos C.H.F. en castellano; para los no catalano-lectores pues debería ser como me pasó a mi al ver en las librerías el “A dance with dragons”, algo que deseas y puedes tocar pero que está escrito en inglés, en una lengua para mí incomprensible.


Por desgracia los lectores habituales de cómic estamos acostumbrados a sufrir las decisiones de las editoriales, pondremos sólo un ejemplo: la serie “100 balas” de Azzarello y Risso. La empezó Norma Editorial con una edición de prestigio de dos números americanos hasta el nº 37, para luego cambiarlo a tomos, para después perder los derechos a favor de Planeta DeAgostini que continuó los tomos pero además empezó de cero con, otra vez, prestigios de dos números para al final sacar toda la colección en cuatro integrales en un edición definitiva y guapísima.

En resumen, celebremos que ya queda muy poco para ver (leer) 'danzar a los dragones'.


Y, finalmente, que tanta polvareda no os impida percataros de otro lanzamiento del máximo interés: “Los guerreros de Dios(Editorial Alamut-Bibliópolis), la continuación de la formidable “Narrenturm” de Andrzej Sapkowski, dentro de su trilogía de las guerras husitas. En principio para el mes de junio.
También nos hizo sufrir Biblipólis con la edición en dos volúmenes, en lugar de un tomo unitario, de “La dama del Lago”, la muy deseada conclusión de la Saga de Geralt de Rivia.



Aconsejamos seguir las páginas web de las editoriales, o de la imprescindible tienda on-line Cyberdark, por si hay alguna modificación y para conocer el precio final de venta al público o el número de páginas.

viernes, diciembre 03, 2010

SERIES DE TELEVISIÓN vs. CINE HOLLYWOODIENSE

Partiendo de la amplia difusión que tienen tanto el cine como la televisión, y sirviendo esto como base comparativa, lo cierto es que últimamente se está hablando mucho sobre el buen momento que está pasando la televisión norteamericana, en su formato de series, y el mal momento del cine norteamericano, en su formato Hollywoodiense. Actualmente, la ficción televisiva (con la excepción de la comedia que no está pasando por su mejor momento) está ganando el pulso a la ficción cinematográfica. Esto no quiere decir que no tengamos buen cine, pero casi siempre está alejado de Hollywood (normalmente cine independiente, europeo o asiático), el que por otra parte fue representativo de una edad dorada hace tiempo ya.

Curiosamente, el responsable de este buen momento televisivo es debido en parte al propio cine. Principalmente, por haber conseguido una gran mejora técnica en los medios utilizados, para así poder acercarse a una calidad de rodaje que, en algunos casos, es casi cinematográfica (Bands of Brothers, Carnivale, Boardwalk Empire). Esto ha sido algo que sin duda ha tenido un importante peso, para que el espectador se vea atrapado ya desde un buen principio. Y todo esto, como ya decíamos antes, se ve reflejado en la enorme calidad técnica que actualmente demuestra una y otra vez la ficción televisiva, con entre otras cosas: unos guiones, una dirección, una fotografía e iluminación realmente portentosas en comparación a lo que se hacia hace unos pocos años (Deadwood o Roma cumplen con creces con toda esa calidad técnica). Pero en realidad, no hay que olvidar que todo esto es también consecuencia de algo muy importante: la renovación del lenguaje televisivo, cuya principal característica está en las nuevas formulas narrativas que se han empezado ha utilizar en esta última década y en saber aprovechar las ventajas que desde siempre ha tenido la ficción en formato televisivo seriado.

Actualmente, estamos ante una ficción televisiva con vocación cinematográfica, pero que juega con ciertas cartas a su favor:
  1. El formato seriado permite poder desarrollar tramas complejas (The Wire, Perdidos) que habitualmente contienen premisas bastante atractivas que serían de difícil encauzamiento en otro medio como es el cinematográfico, mucho más rígido y limitado, el cual nunca puede apoyarse en un largo metraje. Historias río, en paralelo, de fondo, flashbacks y flashforwards de largo alcance o la utilización de multitud de subtramas son claros ejemplos de por qué es idónea para sacar un mayor partido a todo esto. Quizás el único problema esté en la posibilidad de perderse ante la complejidad a la que a veces se puede llegar, bien sea por parte de espectador o incluso de los propios creativos;

  2. Gracias a la inmediatez del medio, también se consigue una canalización ventajosa a la hora de acceder a sus receptores potenciales, algo que, tampoco olvidemos, está directamente relacionado con las expectativas y el seguimiento que provoca todo esto. Parece que por fin la televisión ha conseguido una especie de fórmula que conjuga calidad y popularidad a la vez. Nada fácil, por cierto. Estrenos o finales de temporada con muy poca diferencia con respecto a la emisión americana o casi simultáneos a nivel mundial que llegan a millones de espectadores (Perdidos, The walking dead, The Pacific, Los pilares de la tierra), unido al potencial que tiene un medio tan importante hoy en día como es internet, cada vez más pendiente del medio televisivo. Un medio al que, por cierto, le gusta la inmediatez y se aprovecha de ella y de su potencial (la actualidad manda mucho hoy en día). Y todo esto deja a las claras que se empieza a vislumbrar un reflejo de que algo está empezando a cambiar para poder nivelar la balanza con respecto al cine;

  3. Al disponer habitualmente de menor presupuesto (aunque hay excepciones como The Pacific, la cual tuvo un presupuesto de 200 millones de dolares), hay mayor necesidad por reforzarse en otros puntos que hagan atractivos los productos ofrecidos hacia el espectador. Historias originales que en algunos casos vienen acompañadas de personajes y temáticas bastante atrevidas e irreverentes (Dexter, True Blood), puede marcar una diferencia necesariamente atractiva para el espectador, sirviendo a su vez de gancho (Hung). La aparición de series con estilo de falso documental (The Office, Parks and Recreations) e incluso la llamada dramedia: unión de dos géneros como son el drama y la comedia (Weeks, Californication, The Big C, Nurse Jackie), son claros indicios de que algo está cambiando.

  4. Buenas y atractivas historias, trufadas con unos personajes que suelen estar casi siempre bastante bien desarrollados y definidos (Friday Night Lights, El ala oeste de la casa blanca, Treme, A dos metros bajo tierra, Breaking Bad), construidos por unos guionistas que siguen demostrando que son mejores que los del Hollywood actual, aquejado últimamente de una fuerte crisis de creatividad, con demasiado control y revisión en los guiones. Es más, lo curioso es que, en los últimos tiempos, el prestigio de cualquier serie (de Los Soprano, serie creada por David Chase, ha salido Matthiew Weiner, creador de Mad Men y Terence Winter, creador de Boardwalk Empire) es debido principalmente a sus creadores, guionistas y productores ejecutivos, conocidos también como showrunners (Shawn Ryan, el creador de The Shield, y productor ejecutivo de Terriers, sería un buen ejemplo), siendo el papel del director, de mucho menos calado que en el cine, donde suele ser una figura realmente importante a la hora de asegurar una cierta calidad o estilo.

  5. El formato episódico es capaz de aportar ciertos recursos narrativos: como pueden ser los cliffhangers (Perdidos es conocido entre otras cosas por sus sorprendentes finales de episodio y los giros argumentales al final de cada temporada); la utilización del tiempo real como base fundamental en la que apoyar la narración de una historia (En 24, cada temporada tiene 24 episodios que en su totalidad forman un día completo, pues cada episodio representa una hora). Sin olvidarnos de las innovadoras estructuras apoyadas en la coincidencia de emisión en calendario, la del espectador con la propia ficción de la serie (En terapia es una serie que se emite de lunes a viernes, haciéndolo coincidir con el día en que va cada paciente a la consulta);
  6. Y, por supuesto, la longitud, tanto de los episodios que oscilan entre 20 y 60 minutos habitualmente, como del total del metraje del que dispone la ficción televisiva, es de suma importancia y le da bastantes ventajas y ninguna limitación en ese aspecto. Series agrupadas en temporadas de distinta extensión (normalmente 6, 13 o 24 capítulos) o planificación (planificar la temporada completa antes de empezar a rodar o planificar a pocos capítulos vista, tal y como se van rodando). Historias basadas en el continuará de sus capítulos y tramas (Sons of Anarchy) o, por contra, en la emisión de capítulos completamente independientes o una mezcla de ambos (Fringe). Aquí el límite no lo pone el formato como en el cine, si no el propio creativo según se planifique con respecto al estilo de la serie (por ejemplo Bryan Fuller, el creador de Wonderfalls, Tan muertos como yo y Criando Malvas, suele marcar un gran estilo a todas sus series). Formato seriado que, por cierto, al ser habitualmente de una duración corta por episodio, es ideal para el espectador falto de tiempo, algo cada vez más habitual hoy en día. Desde luego que empezar una peli y acabarla de tirón, cada vez es algo más difícil de conseguir, y verlo por partes no es para nada lo ideal, teniendo en cuenta el formato tan indivisible que utiliza el cine desde siempre.

Por otra parte, tampoco tenemos que olvidar que, debido principalmente al ser el medio cinematográfico mucho más controlador en la producción, necesitar más inversión y sufrir mayor riesgo, esto no le favorece a la hora de crear obras de calidad con grandes presupuestos, pues más bien lo que se busca es la rentabilidad a corto plazo. En la actualidad, el problema del cine y, muy posiblemente, en un futuro cercano, también en la ficción televisiva, es que cada vez se está alimentando más y más de licencias ya muy domesticadas y masticadas, aunque bastante solventes económicamente, provenientes de otros medios como son el cómic o los videojuegos. Sagas inacabables que, por lo que parece, son tan rentables como repetitivas. Los Spin-off o proyectos salidos como extensión de un éxito que normalmente solo sirven para exprimir a la gallina de los huevos de oro. Sin olvidar los descafeinados remakes e historias mil veces ya contadas, normalmente simplonas, aunque ideales para pasar un buen rato de desahogo y entretenimiento, siempre que cubra unos mínimos necesarios y siempre que esté respaldado de una buena campaña publicitaria.Un ejemplo opuesto a todo esto serían las actuales series inglesas (Misfits, Skins, Luther, Sherlock, Doctor Who, Jekyll) que siempre tiran de guiones con un corte bastante alternativo. Historias bien construidas que aportan un estilo propio y un contenido de bastante calidad, con no demasiados medios.

Lo cierto es que todo esto también ha tocado o toca en cierta manera a la ficción seriada actual, pero en mucho menor medida. Por desgracia, quizás, poco a poco, la ficción televisiva va a empezar a contaminarse con los mismos males que el cine, aunque, hasta el día de hoy, todavía no se está notando en demasía.

¿Adaptar al cine o a la televisión?

Desviándonos un poco del tema principal, vamos a intentar ampliarlo hacia horizontes comparativos, con el que poder distinguir la riqueza de cada medio, pues no es lo mismo cine, televisión, literatura, cómic e incluso música (operas y discos conceptuales principalmente), aunque algunas, en parte, posean bases narrativas comunes que, en algunos casos, son prácticamente idénticas debido al soporte en el que se desarrollan, como es el caso del cine y la televisión: aquí, el ritmo lo llevan principalmente la propia obra creativa y no los receptores que muestran una actitud más bien pasiva. En otros casos que tienen bastante menos en común como, por ejemplo, el cómic y la literatura, también comparten el mismo soporte: pese a ciertas diferencias patentes entre ambos medios, en cuanto al ritmo, éste es llevado en gran parte por el propio receptor, demostrando en este caso una actitud bastante más activa.

Todo esto, en cierta forma, viene a cuento como reivindicación de las riquezas narrativas propias de cada uno en particular y, por mucho que tengan coincidencias, es obvio que solo puede haber adaptaciones entre distintos medios, por muy parecidos que sean, y nunca traslaciones con la pretensión de calcar el original, y con ello pretender conseguir que funcione como la obra original. Un clásico, aunque ya muy manido ejemplo, sería la adaptación ¿o traslación casi viñeta a viñeta? al cine del Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons. Teniendo en cuenta que, adaptar algo es trasladar la obra original de un medio a otro, valiéndose de las posibilidades del medio destino, y añadiendo o quitando elementos del original que haga que tenga lógica al hacerlo, para que así funcione mejor en dicho medio. Entonces, debido a esto, simplemente por su extensión y complejidad, tiene una más que imposible adaptación al cine (algo que en este aspecto, también han sufrido desde siempre, multitud de grandes obras literarias), aunque ideal para adaptarla al formato de ficción televisiva, de una forma medianamente digna. Watchmen, no lo olvidemos, es extensa y densa, muy densa, y además sigue siendo más meritoria por su forma que por su fondo, por lo que ha tenido, como no podía ser de otra manera, una más que discutible adaptación al séptimo arte. Por supuesto que, para el cine y la ficción televisiva, les es imposible el trasladar la riqueza de ciertos recursos narrativos que son únicos del cómic. Aquí no hay discusión posible. Pero, si a eso le unimos una más que torpe y mimética dirección, en base al original, el desastre es total ¿Tan difícil era jugar con lo formal de una forma parecida al original según la posibilidades? Pues me temo que sí, que es prácticamente imposible el hacerlo, dejando claro la riqueza propia de cada medio. Quizás la respuesta esté en saber frotar la lámpara para que salga el genio que sepa entender como hacerlo, por lo menos dígnamente, según sus posibilidades. Partiendo de todo lo anterior, lo que definiría un buen trabajo de adaptación es aportar elementos propios del medio que sean funcionales y enriquecedores en dicha adaptación y no dedicarse a calcar la propia obra original y dedicarse a cortar y pegar elementos que aportan nada o más bien poco al sentido de la obra ¿quizás The Walking Dead acabe siendo un buen ejemplo de todo esto? Solo el tiempo lo dirá.

En definitiva, si tenemos los pies en el suelo y somos conscientes de las limitaciones y ventajas que posee cada medio, conseguir una buena adaptación en la que incluso se puede aportar ese pequeño granito de arena, respetando, por supuesto, la esencia de la obra original, haciendo cambios si son necesarios para que funcione en un medio distinto al que se está adaptando. Solo hay que fijarse que, en la actualidad, cada vez que hay rumores en la adaptación de una buena y exitosa historia y, sobretodo, si es seriada, todo el mundo prefiere que el medio usado sea la ficción televisiva, y si no que se lo pregunten a cualquier lector de Watchmen, por complicado que fuera el reto de hacerlo.

Y si hay actualmente una cadena que apunta a una buena adaptación de un cómic seriado, esa es sin duda AMC.

AMC como definición de calidad

Si hablamos de calidad y series de televisión, hay que empezar sin duda por AMC (American Movie Classics). La cadena de televisión -antes cable premium y ahora cable básico- que sin duda parece estar más en forma últimamente. Para comenzar tenemos la multipremiada Mad Men: nombre por el que se conoce a los ejecutivos de las agencias publicitarias en Nueva York; Breaking Bad: posiblemente la mejor serie actual, que ya es decir mucho; habría que añadir la ya cancelada Rubicon: serie de estilo comercialmente poco atrayente, pese a una intrigante historia, con una trama exquisita con cierto regusto añejo al cine de espías de otros tiempos, pero que le ha pasado factura finalmente, pues estaba claro que si, al ritmo pausado y detallista que tenía, le añadimos el grandisimo éxito que está consiguiendo The Walking Dead, la comparanción dentro de la cadena ha acabado con su no renovación de temporada. Y por último, ya que estamos, comentar ese reciente estreno mundial de una historia de zombis que, no es otra que la adaptación del exitoso cómic de Los muertos vivientes a la pequeña pantalla. Dirigido por el cineasta Frank Davanport, conocido principalmente por sus adaptaciones de varios libros de Stephen King. Sin duda, un proyecto prometedor donde, el tema de los zombis, es una simple excusa utilizada por que su creador, Robert Kirkman, pueda dar un triple salto mortal sobre la condición humana y hasta donde puede soportar uno, situaciones de lo más extremas, sin que acabe perdiendo la cabeza en su intento por sobrevivir (pinchar aquí para leer la crítica que ya hizo EduXavi sobre esta serie).

Desgraciadamente, calidad no siempre es igual a cantidad de espectadores, pero si hay alguna cadena que está haciendo bien las cosas últimamente, mimando sus producciones, tomándoselo con calma en cada nuevo proyecto y cosechando bastante éxito de crítica y premios, esa es AMC y sus distintas series de las que hablaremos próximamente.

miércoles, abril 21, 2010

CRÓNICAS FRANCESAS: “Las Aventuras Extraordinarias de Adèle Blanc-Sec”, lo último de Luc Besson.

Acaba de estrenarse la última película del cineasta galo Luc Besson en la que, después de un periodo alejado de la realización, adapta para la gran pantalla uno de los personajes de la BD más conocidos de uno de los grandes autores de siempre, Jacques Tardi. Estamos hablando de “Las Aventuras Extraordinarias de Adèle Blanc-Sec”.

Para cualquier aficionado al tebeo y al cine al mismo tiempo, la adaptación de un personaje conocido a la gran pantalla crea al mismo tiempo la expectación de ver en imagen real las viñetas que hemos admirado un montón de veces, así como las suspicacias propias del incierto resultado que marcará el éxito o fracaso de esta última propuesta cinematográfica.

Como buen lector de las historias de Tardi, estamos ante un reto difícil, ya que no es fácil expresar en imágenes la minuciosa recreación del Paris de la “Belle Epoque” de las páginas de los nueve álbumes que hasta hoy se han publicado. Siendo el tebeo y el cine dos medios tan cercanos, no dejan de ser completamente diferentes, opinión expresada por diversos cineastas que han probado con mayor o menor fortuna la idea de adaptar un personaje de papel y darle una vida de carne y hueso.

En cuanto a nosotros lectores y espectadores, debemos olvidar cuando nos sentamos en la sala de un cine todas aquellas ideas de cómo nos imaginamos al personaje adaptado; es más, debemos olvidarnos de todo lo que conocemos y que hemos leído de dicho personaje para abrir nuestra mente a la propuesta del director de turno y poder juzgar al termino de la proyección si el espíritu de la obra en cuestión ha sido reflejado fidedignamente o, por el contrario, se trata de una nueva interpretación o visión libre que en poco o nada tiene que ver con el original.

La película se ha estrenado en Francia este pasado 14 de abril y, como es normal, ha despertado el interés por la adaptación del clásico de Tardi por un lado y por llevar la firma de Luc Besson por el otro. Aprovechando un rato libre, me he comprado una entrada y la he visto. He evitado leer ninguna de las críticas o reseñas sobre la misma para no tener ninguna idea preconcebida que me impidiera disfrutar de la proyección y formarme mi propia opinión de la misma.

Y una vez que la he visto, ¿qué es lo que puedo decir de esta adaptación de Adèle Blanc-Sec?

En un principio me he encontrado con una película agradable, tanto durante la proyección y, lo mismo, a su término, esa de las que te deja una buena impresión. Estamos ante una película de aventuras destinada a todos los públicos y que, como tal, cumple con la función de entretener.

En cuanto a su factura, podemos decir que la recreación de los escenarios está muy bien lograda, al igual que la minuciosa descripción transmitida por Tardi en sus páginas. En este aspecto se nota el cuidado puesto en la producción del film, lográndose una atmosfera propia del periodo en que se ambienta la historia. Ayudan sus efectos especiales, que sin llegar a los niveles tecnológicos del Hollywood actual, están bastante bien logrados. A destacar su utilización, que al contrario que los anteriores, se pone al servicio de la historia como un recurso más, evitando quitarles protagonismo a los personajes.

Fruto también de la cuidada producción, son las caracterizaciones de los personajes para parecerse a los dibujados por Tardi en sus álbumes; especial mención al villano Dieuleveut interpretado por Mathieu Almaric y que desgraciadamente solo está presente en algunas de las secuencias de la película. Y ya que hablamos de personajes, acertada elección la de Louise Bourgoin, que crea una Adèle aventurera, aguerrida y con encanto, aunque totalmente alejada del personaje enfadado, duro y reivindicativo de las viñetas.

La historia que se nos narra, escrita por el mismo Besson, se inspira libremente en los personajes y hechos narrados en los álbumes, pero sin seguir ningún hilo argumental al pie de la letra. Uno de los aspectos más flojos de la película son los diálogos poco trabajados que profundizan poco en los personajes; para compensar este aspecto, se añade a la intriga toques de humor que funcionan bien en el desarrollo de la historia.

Pero una vez pasada esa sensación agradable de haber pasado un rato entretenido en el cine, ¿qué impresión me queda de esta adaptación? Respecto a la BD original, realmente la película no tiene mucho que ver con el personaje que originalmente describió Tardi, aunque guarda elementos en común, como ya dijimos antes, ya que se trata de una adaptación y en algo se tenían que parecer.

Y en el aspecto cinematográfico del film, y en ese he visto que algunas de mis impresiones coinciden con lo que la crítica especializada dice de él, estamos ante una película que podía haber sido mejor de lo que es, un espectáculo que promete mucho más de lo que ofrece. No es una mala película, pero se queda a medio camino en su propuesta, con una ambientación prometedora pero que pierde su camino en una historia poco coherente que se desinfla a medida que avanza su metraje. En el film de Besson encontramos referencias a otras películas que hacen que los elementos que estamos viendo nos parezcan poco originales, no funcionando tan bien como la primera vez que los vimos en otras películas. La cinta se queda a medio camino de una película de aventuras como aquellas de Spielberg (¿adivinad cual?) y una trama detectivesca, mágica y exotérica, para que llegue a un público mayoritario según las recetas del cine de Hollywood. Como muchas veces se ha apuntado, no se puede combatir el fuego con el fuego, fuegos de artificio más bien, porque al final estos se quedan en nada, vacios de contenido. Creo que hace falta trabajarse más el guión de una película, base fundamental para contar una buena historia, incluso cuando se destina a todos los públicos. Creo que Besson se ha dejado influir mucho en ese aspecto, el del público al que ha querido destinar su obra, cuestión que le ha condicionado en su tratamiento, porque dudo que tuviera alguna imposición a nivel de producción, siendo su productora la responsable del film.

Es una pena que en este caso, teniendo tan buen material de referencia, no se haya sabido tratar mejor el sujeto para poder salir airoso de la tan difícil tarea de realizar una adaptación. Por mi parte, no quiero entrar en más detalles para no fastidiar la trama de la película, porque a pesar de todo creo que se merece una visión que permita juzgar a los que la veáis hasta que punto os parece adecuada o no el tratamiento de Luc Besson sobre el personaje.

Cuando llegue a los cines españoles, porque siendo una producción importante de la mano de un cineasta reconocido sí que llegara a los cines españoles, id a verla dejando de lado todo lo que os acabo de decir, si es posible. Dedicad después del pase una segunda lectura a este post y será entonces cuando me podréis decir si estáis de acuerdo o no con mi opinión de la misma.

miércoles, marzo 31, 2010

LEYENDAS, MITOS, HISTORIAS Y LENGUAJE DE LAS FLORES

Ya tenemos aquí la Primavera con sus promesas de sol, buen tiempo y el renacer y renovar de los ánimos tras un Invierno que, por primera vez en mi vida, me ha resultado un poco largo y pesado. La parte negativa del “renacer” de las alergias, no lo nombraré. Así que con alegría he visto florecer a los almendros y a mis jacintos caseros y pensado que, para inaugurar esta nueva primavera, por qué no hablar de flores. Tal vez el tema os parezca un poco cursi pero hay mucho donde explorar.


La Primavera de Sandro Botticelli

La humanidad de antiguo se ha servido de las plantas y de las flores para su alimento o para remedios contra enfermedades o simplemente por puro goce anta la belleza y fragancia de sus flores. Otras sin embargo han sido y son peligrosas por sus venenos. Todo ello junto ha dado origen a mitos y leyendas donde las flores aparecen como espíritus benéficos o maléficos, en forma de elfos, demonios, hadas, ninfas o brujas.

También con las flores nos hemos podido comunicar porque cada flor tiene un lenguaje propio y con cada una de ellas podemos transmitir un mensaje diferente. Desde la antigüedad, las flores han sido una vía para dar a conocer y transmitir de generación en generación y de cultura en cultura, pasando por el Antiguo Egipto, la Edad Media, el Renacimiento, hasta llegar al Romanticismo, época en la que tuvo su máximo apogeo. Se cree que comenzó en Constantinopla sobre el año 1600 y se introdujo en el mundo occidental en 1716 cuando María Wortley Montagu, que había vivido en Constantinopla, llevó el lenguaje de las flores a Inglaterra. No tardó en despertarse el interés por el significado de las flores. Esta pasión se propagó a Francia donde se escribió “Le langage des Fleurs”, considerado bastante atrevido. El lenguaje de las flores, a veces llamado floriografía fue un medio de comunicación en la época victoriana, en donde variadas flores y arreglos florales se usaban para enviar mensajes codificados que servían para expresar sentimientos de los que no se podía hablar.

El origen de muchas leyendas de las flores lo encontramos en la mitología clásica (entiéndase greco-latina). Empecemos por el laurel. Esta planta tiene el significado de gloria, de victoria. El protagonista es el dios Apolo. Eros para castigar su orgullo inspiró en Apolo una ardiente pasión por la ninfa Dafne, pero ella no le correspondió y, al huir, rogó a su padre ayuda, siendo transformada en el árbol del laurel. Apolo para estar siempre con ella decidió que el laurel se le consagrara. Desde entonces es su símbolo y se corona con laurel a los vencedores, artistas y poetas. Un magnífico ejemplo de la transformación de Dafne, lo tenemos en el grupo escultórico de Bernini "Apolo y Dafne".


Apolo y Dafne de Gian Lorenzo Bernini

Las andanzas amorosas de Apolo también dieron origen a la flor de jacinto. Hiacinto era un hermoso príncipe espartano que se ganó el amor de Apolo. Un día que estaban practicando lanzamiento de disco, un mal tiro del dios le acertó en la sien hiriéndole de muerte. Ante la imposibilidad de curarle y no poder devolverle la vida, lo transformó en la flor llamada jacinto. Por eso es la flor que representa al afecto.

La leyenda del narciso es otra historia de amores desgraciados. Narciso era un joven pastor insensible al amor de las ninfas que rechazó incluso a la encantadora Eco. Al no ser sus sentimientos correspondidos, la ninfa cayó en una melancólica desesperación y consumida de pena, su cuerpo fue reduciéndose y marchitándose, hasta que no le quedó más que la voz que sólo repetía las palabras de su amado. Aquí tenemos el origen mítico del fenómeno natural del eco. Eros, dios del amor, castigó a Narciso haciendo que se enamorara de su propia imagen reflejada en las aguas. Como el objeto de su amor era inalcanzable, se consumió de pena como la ninfa Eco. Las ninfas encontraron en lugar de su cuerpo una hermosa flor a la que pusieron su nombre. Por el duro corazón de Narciso, esta flor es la representación del egoísmo y la vanidad, la belleza sin corazón. En las márgenes de las acequias de nuestra marjales crecen “nadaletes” ( de Nadal -Navidad-, porque suelen crecer por esas fechas ) en estado, digamos, salvaje. Son como las hermanas pequeñas de los narcisos y dan alegría al paisaje y lo inundan de un suave perfume.


Eco y Narciso de Nicolas Poussin

La leyenda de la amapola también está relacionada con el mundo clásico. Demeter, diosa de la tierra y de la fertilidad, se la asocia con los cereales, lugar donde crece la amapola. Su hija Perséfone estaba recogiendo amapolas cuando fue raptada por Hades, dios de los Infiernos. Demeter ignoraba el destino de su hija, como esposa de Hades, y se dedicó a recorrer el mundo para buscarla y prohibió a la tierra que produjera frutos hasta que no la encontrara. Zeus, padre de los dioses, tuvo que intervenir y ordenó que Perséfone pasara seis meses al año con Hades y seis meses en la tierra con su madre. Por eso la tierra duerme durante la ausencia de Perséfone y despierta a su regreso. Así pues la amapola es el símbolo de la fertilidad, pues crece en lo trigales, del sueño, al ser pariente de la adormidera y de la resurrección por la alternancia de Perséfone en los infiernos y su vuelta a la tierra.

Hay dos flores muy relacionadas con la realeza: el fuerte y áspero cardo y el delicado y brillante iris. Cuenta la leyenda que en tiempos del rey Malcolm I de Escocia, en el siglo X, los normandos se acercaron a los combatientes escoceses aprovechando la oscuridad y sorprenderles. Uno de los intrusos pisó un cardo y gritó de dolor. Los escoceses despertaron, cogieron las armas y ganaron a los atacantes. Desde entonces el cardo es el emblema nacional de Escocia, muy apropiado para aquellas ásperas tierras.

El sencillo iris amarillo o lirio de agua es el emblema de las casas reales de Francia y es su símbolo nacional. En el siglo VI, Clodoveo, rey de los francos, fue acorralado por los godos frente al río Rin que les cortaba el paso. Clodoveo observó unas flores amarillas que surgían del agua, lo que le llevó a deducir que el agua allí no podía ser muy profunda. Gracias a ello Clodoveo y su ejército pudieron cruzar el río y vencer al enemigo. Desde ese momento, el rey adoptó la flor como emblema propio. Fue su descendiente Luis VII quien le dio el nombre de flor de lis.

Los iris nos comunican confianza, tal vez con la idea asociada de la antigüedad de que la diosa Iris era la mensajera de los dioses y sobre todo con el iris azul que nos trae noticias placenteras. Era el puente benigno de las relaciones entre el favor de los dioses hacia una humanidad siempre necesitada de alegrías. Para facilitar los cosas, Iris fue transformada en el hermoso arco iris que surge cuando cesa la lluvia y sale el sol.

Una variante del iris, el lirio blanco, la azucena, está muy presente en la simbología e iconografía cristiana. El lirio es el símbolo de la virginidad de María y en la tradición cristiana en general, es símbolo de la pureza, del amor virginal. Suele ir unido a la Anunciación de María, en un jarro ornamental o bien entregado por el ángel. Así pues con la azucena representamos la pureza y perfección, la paz, la divinidad y la inocencia.

Enlazando con la simbología cristiana de la azucena, os presento a la rosa. De la rosa hay tanto que lo que yo os cuente será sólo un pequeño ejemplo de sus leyendas y de su simbología. La reina de las flores es conocida y cultivada de antiguo por su belleza y su fragancia. Tenemos imágenes de la rosa en la cultura cretense. La isla de Rodas en Grecia recibió su nombre por el cultivo de rosas y ya se cultivaban también en los jardines de Babilonia. Fue muy popular entre griegos y romanos. Muy apreciada en la cultura musulmana por su suave perfume que dio lugar al agua de rosas.

El origen mitológico de las rosas rojas lo tenemos en la diosa Afrodita. La diosa del amor es avisada de que su amado Adonis ha sido atacado por un jabalí, corre angustiada a socorrerlo pero se hiere con las espinas del rosal. De su sangre brotan las rosas rojas. Otra versión nos cuenta que las rosas eran blancas y que enrojecen de vergüenza al herir a la diosa. De hecho todos los rosales silvestres tienen las rosas rojas. Las rosas son el símbolo del amor y de la belleza. Era sagrada para numerosas diosas de la antigüedad y llega como símbolo de la Virgen María. Es el símbolo de la virtud, de la confianza, de la virginidad, al tiempo que lo es del misterio y del pecado. De gran variedad de colores, cada rosa de un color simboliza un sentimiento: la rosa roja, amor; de color rosa, gracia; de color rosa suave, admiración y simpatía; de color blanco, pureza e inocencia; de color amarillo, amor que termina.


El despertar de Adonis de John William Waterhouse

En claro contraste con la pureza del lirio o la belleza de la rosa, tenemos a la terrible mandrágora. Numerosos tratados antiguos y medievales, nos advierten de su maldad y horror. El mito de las fuerzas mágicas de la raíz de la mandrágora, nos llegan de oriente. Una planta llena de encantamientos y supersticiones que tan pronto daba fertilidad a las mujeres o un sueño reparador como llevaba a la locura a quien la recogía si la arrancaba sin las necesarias precauciones y con un estricto ritual. Procedente del semen de un ahorcado tenía forma humana y al ser arrancada gritaba y gemía. Se la relaciona con el diablo (manzana de Satán) y los brujos disponían de este talismán para hacer daño al enemigo o procurarse riquezas o si llamaban a un demonio, éste acudía. Con todo este historial está claro que simboliza el horror, el peligro.

Una de las flores más conocidas y populares en España es el clavel. Junto con la rosa es una de las favoritas. Tiene una gran variedad de tonalidades y su aroma es muy sutil siendo el más popular el clásico clavel rojo, el clavel “reventón” que expresa el amor y admiración que sentimos por la persona amada. España y, más concretamente, Andalucía, es la mayor productora y exportadora de claveles. Hace años era frecuente ver en ventanas y balcones hermosos claveles rojos y la verdad es que son menos frecuentes a pesar de su cómodo cultivo. Nuevas especies exóticas han ido arrinconando a nuestro clavel reventón.

En la tradición cristiana también el clavel está asociado a la Virgen María: las lágrimas que vertió al ver a su hijo clavado en la cruz, se convirtieron en claveles. Es un elemento tradicional en la historia de los espías pues entre sus apretados pétalos se pueden esconder notas. Como durante la Revolución Francesa: el caballero Rougeville logró visitar a María Antonieta en la cárcel y dejó caer un clavel que llevaba escondido en sus pétalos un plan de rescate... fracasó.

Estos y otros de estos mitos y leyendas los podréis encontrar en un encantador librito llamado “Leyendas y mitos de las flores”, en Ediciones Elfos, Colección Miniaturas Selectas (Barcelona, 1984) de Rita Schnitzer e ilustrado por Marina Bendala (varias de sus ilustraciones son las que podéis ver a lo largo de este post). Las leyendas y explicaciones que nos dan de las flores son muy interesantes y curiosas y sus ilustraciones son preciosas, delicadas y sugerentes. Es un pequeño tesoro que vale la pena tenerlo en casa.

Bueno, sólo desearos una buena primavera y ahora que conocemos algo más de las flores, que ellas os alegren los días. A pesar de que digan que los diamantes son los mejores amigos de las chicas, un hermoso ramo de flores siempre nos gusta y alegra y si queréis enviarme uno, adelante, lo aceptaré con mucho gusto. Saludos y hasta pronto.

jueves, diciembre 24, 2009

LA OTRA CRÓNICA DEL XII EXPOCÓMIC: “de Recintos y Festivaleros”

Otro año más que hemos pasado por el Expocómic de Madrid, una de las citas obligadas para nosotros los amantes de los tebeos de todo tipo de géneros, que para gustos se hicieron los colores y que afortunadamente en este mundillo tenemos una amplia paleta. Como mi colega de viñetas, Eduard, se ha encargado de lo que yo llamo la Crónica seria, me voy a ocupar de los otros aspectos un poco más lúdicos, pero también un poco de los organizativos y, como no, de quejarnos de aquellos otros que no nos gustan, porque a pesar de lo bien que nos lo pasamos en este festival, siempre hay cosas que se pueden mejorar.

La ubicación del Expocómic sigue siendo la misma del año pasado, el Pabellón del Recinto Ferial de la Casa de Campo, fácilmente accesible desde la estación de metro “Alto de Extremadura”. Conociendo cómo es Madrid y cómo lo es su tráfico, es de agradecer que la ciudad disponga de una amplia red de transportes públicos que permitan acceder sin muchas dificultades al Festival. Cuando vas en el metro, no resulta difícil distinguir a algunos asistentes de la muestra por lo llamativo de sus indumentarias.

Y es que éste es uno de los sellos de este certamen y de sus asistentes, la gran variedad de disfraces y de indumentarias que se llevan en el recinto. Para mí esta es una de las características de los festivaleros que hace que cada año me guste más el Expocómic. El gran ambiente de fiesta que se respira ya vale la pena por sí sólo de hacer el esfuerzo de asistir. Es reconfortante, y sigue ésta siendo mi opinión personal, ver a tal cantidad de gente y de chavales que portando sus coloridas vestimentas (y en algunos casos escasas) se acercan a pesar del frío reinante en la calle hasta las puertas del pabellón. Esto es para mí lo que hace diferente al Expocómic de otros festivales, el gran apoyo popular que permite que año tras año se pueda celebrar este evento. Los tebeos son la disculpa para echarse a la calle y compartir una afición que, como ya dije antes, no tiene problemas de entendimiento de que a mí me gusta este género y a mí el otro. Nadie se va a pegar con nadie ni va a tratar de convencer a nadie; aquí cabemos todos y las viñetas de uno y otro género tienen cabida y son lo que dan sentido a esta fiesta.

Es verdad que en el más grande Salón que se celebra en España, el de Barcelona, también hay mucha gente que da color a la fiesta, pero la sensación que yo tuve este año no fue ni remotamente la misma. Una vez pasados ambos y yo como asistente a los dos en el 2009, he de decir que me lo he pasado mucho mejor en el Expocómic. Las razones no las sé, pero sí que el Salón de Barcelona tuvo este año un ambiente más frío, a pesar de celebrarse en primavera.

Vuelvo a decir que estas opiniones son mías y muy personales, pero es así cómo lo he sentido. También puedo decir que, algún amigo mío festivalero, encontraba el Expocómic como un horror por la cantidad de gente disfrazada; es otra opinión muy diferente a la mía, pero también muy respetable.

Y volviendo con el frío, no se hacía corta la espera de la cola de la taquilla situada a la entrada del recinto; entre otras cosas porque la velocidad para adquirir una entrada no siempre es la más adecuada y al final no queda más remedio que esperar a que te toque el turno. No sería mala idea la de situar las taquillas en algún sitio más resguardado, donde no se sufra tanto el frío, o incluso abrir las taquillas una media hora antes de la apertura de las puertas, para facilitar el acceso y dispensar las entradas un poco más rápido. Y para que la organización no piense que no conozco la dificultad de organizar un evento como éste, también animaría a los festivaleros a comprar las entradas por anticipado en los puntos de venta que haya al uso, para facilitarles los accesos al recinto y hacer menos colas al frío del invierno.

A pesar de la mejora en el recinto para Expocómic con respecto a sus orígenes, y gracias al éxito de público, el lugar se ha quedado pequeño, muy pequeño para tamaña cantidad de gente que llena hasta los más mínimos espacios. Es de entender que, para la organización, sólo se pueda disponer de un recinto cómo éste, porque organizar algo así es España cuesta mucho. Y es en este punto donde volvemos a la polémica del tebeo, la cultura, el arte y la falta de apoyo por parte de las instituciones y, lo que es peor, de algunos grupos editoriales para con la celebración de fiestas como ésta. No considerado como cultura con mayúsculas, supongo que las ayudas oficiales no sean las suficientes como para que Expocómic sea considerado un evento de gran importancia y que pudiera contar con más presupuesto y locales más adecuados al tamaño alcanzado hoy en día. No estaría mal que se pudiera a disposición del salón el pabellón donde en otras ocasiones se organizan actividades como “STAMPA”, el salón del grabado.

Sirvan estas frases para llamar a las conciencias de las Instituciones que han de velar por la difusión de la Cultura, y que a estas alturas deberían saber ya que los tebeos son de sobra cultura, por no decir arte. Vayan Uds. si no a los gloriosos museos del llamado Arte Moderno y díganme que es lo que allí se expone y si tiene comparación con la maestría de algunos de los grandes de la viñeta… sin comentarios, me temo.

Es cierto que hablo sin conocer la realidad de la organización de este festival con respecto a los apoyos institucionales, pero tal y como conozco la realidad del mundo del tebeo, no creo que esté totalmente equivocado en cuanto a que se podría impulsar mucho más la realización de eventos como éste. También es cierto que aunque algunas cosas han mejorado en España en los últimos años, pese a quién pese (¿verdad, Sr. Molina Foix?), aún deberían mejorar mucho más.

En cuanto a la variedad de los Stands presentes, se echa en falta la presencia de algunas editoriales grandes, cuyas razones para que no se presenten a la cita desconozco y no las puedo ni quiero imaginar. Alguien podría llamar a la famosa crisis que recorre nuestra sociedad, fácil reclamo para justificar cualquier cosa, pero con un poco de vista comercial y con la cantidad de gente que pasa al cabo del día, no es difícil no vender unos cuantos ejemplares de las últimas ediciones, aprovechando el tirón de algunos de los autores que firmaban. Sólo decir que a mí me costó encontrar un ejemplar del “Spirou” de Munuera para la sesión de dedicatorias, para la cual me tuve que ir al centro de Madrid a una librería especializada a comprarlo y volver a Expocómic. Es paradójico hablar de un salón del tebeo donde no se pueden encontrar algunos de los últimos editados. No sé si será por falta de previsión o por falta de visión comercial.

Y no me puedo olvidar de los momentos de la pausa alimenticia que todo buen festivalero debe tener (de papel impreso no vive el hombre y la persona humana también se cansa), porque se echan en falta sitios para comer. Para encontrar algo decente que llevarse a la boca hace falta recorrer el Paseo de Extremadura hasta dar con algún restaurante que ofrezca un buen menú del día a precios razonables; aunque para algunos bolsillos no quede más remedio que paliar el hambre a base de bocadillos o sándwiches más bien cutres, que tampoco resultan económicos para lo que ofrecen. Por cierto, en el bar del recinto se me ocurrió comprar un botellín de agua y su precio era el de dos latas de refresco… me quedé como el agua que contenía, helado.

Se echa de menos, y esta es una sugerencia, una carpa en el exterior del recinto con mesas para comer y algunos puestos de comida, como los que se encuentran en las fiestas de las ciudades y pueblos. Con un poco más de esa visión comercial de la que hablaba antes, aparte de facilitarle la vida a los festivaleros, se podría hacer un poco de caja a base de vender comida, pero sin abusar de los precios, tendencia que se da cuando hay algún evento en el que se piensa en ganar mucho dinero y rápido.

En fin, qué le vamos a hacer… sirvan estas reflexiones para que si alguien las puede encontrar interesantes, se puedan aprovechar. En caso contrario, ahí quedan como opiniones personales. De ninguna manera se pueden considerar estas mis impresiones como reproche alguno a la organización del Expocomic, puesto que como aficionado no puedo estar más que agradecido con que se pueda celebrar año tras año y nos den la oportunidad de asistir.

Para todo este artículo, lo he venido ilustrando con fotos de festivaleros de los que fueron vestidos para la ocasión y que, como ya dije, son los que hacen que este salón sea tan animado siempre. A todos los que han posado para mis fotografías, muchas gracias por dejarse retratar. Para mí ha supuesto un deleite el poder guardarme en algunas imágenes con un poco del espíritu vivido durante esos días. Y si alguien de los que aquí aparezcan quiere una copia de la foto, que no duden en pedírmela; puede que tarde un poco pero al final se la enviaré a todos.

Bueno, no me queda ya más que despedirme y desearos a todos paciencia hasta que llegue la próxima edición. Un saludo a todos.