Junto al acceso a la
Plaça de l'Univers, la exposición dedicada a
Thermozero Cómics: Un escaparate para el cómic de Aragón, cuyo número 6 fue elegido
Mejor Fanzine en el Ficómic de 2015, mostraba el fin de su actividad
fanzinera y el comienzo de una nueva trayectoria dirigida a fomentar la divulgación de obras de autores del cómic aragonés gracias a la colaboración de
GP Ediciones, la editorial de Zaragoza que ya conocemos porque cuya presencia suele ser habitual en las
Jornadas del Cómic de Valencia. El primer fruto de la
Colección Thermozero es
Gummy Girl, de
Isa Ibaibarriaga. A la espera de más, la exposición nos obsequió con una muestra de buenas páginas, como las de
Jamás había visto tantas estrellas de
Rosemary Valero-O'Connell,
Giorgios y el dragón de
Gonzalo Royo,
Visite Yuggoth de
Alfonso Pinedo y
Miguel Ángel Fecé,
Los dioses del exilio de
Edgar-Max,
Superbarbarian de
José Domingo o
Viajeros del espacio de
Javi de Castro.
Alejada del mundanal ruido, junto al acceso al
Palacio 1 y a la isla en la que se ubicaban las librerías, la exposición dedicada a otro ganador en la pasada edición del
Salón Internacional del Cómic de Barcelona,
Miki Montlló,
Premio al Autor Revelación Divina Pastora gracias a
Warship Jolly Roger, con guión de
Sylvain Runberg, hacía hincapié en la trayectoria profesional de
Montlló no sólo en el campo del cómic, sino también en otros tantos que domina a la perfección, como el de la animación, los
videojuegos y, sobre todo, la ilustración, de cuyos trabajos se nos ofreció una buena muestra.
En el extremo opuesto, traspasadas la
zona de autores y de
fanzines,
¡Feliz cumpleaños, Ibáñez! ocupaba la casi totalidad de un cuadrilátero en el que cinco expositores reunían una pequeña muestra de la basta obra de
Francisco Ibáñez y del homenaje que ochenta autores españoles (
Alfonso Font,
Romeu,
Ja,
Ramón F. Bachs,
Calpurnio,
Pasqual Ferry,
Forges,
Kim,
Gallardo,
Tha,
Ricardo y Nacho, Luis Bustos,
Jordi March,
Manel,
l'Avi...) quisieron hacerle para conmemorar los 80 años del que puede considerarse nuestro dibujante más popular. Con un recorrido que para el visitante se inicia el 15 de marzo de 1936 en la calle en la que pasó sus primeros años, comienza la historia profesional de alguien que tenía muy claro que “
de mayor quería dibujar. El primer panel, “
Quiero ser dibujante de tebeos, si no, lloros y pataleos (1936-1957)”, nos contó cómo, a los 11 años,
Ibañez vio publicado su primer dibujo en la sección de dibujos de los lectores de la revista
Chicos; qué cosas le gustaban y cuáles le marcaron ya desde niño para hacer realidad su sueño de ser dibujante, desde los cuadernillos apaisados de
El guerrero del antifaz o
Juan Centella, a la revista
Pulgarcito, sin dejar de lado la impronta del cine cómico en sus historias -
Charlot,
Buster Keaton,
el gordo y el flaco, los
Hermanos Marx-; sus primeras colaboraciones como profesional en 1952 en las revistas
Nicolás,
Chicolino,
La Risa o
Picolín, en los suplementos de varios diarios o en la
Editorial Marco de la que pudimos ver sendos originales de las series
Don Usura y
La Familia Repollino.
Ibáñez había compaginado durante mucho tiempo su trabajo en el banco con el dibujo hasta que en 1957 decide dedicarse profesionalmente a los tebeos y entra a trabajar para la
Editorial Bruguera.
Bajo el título “
En Bruguera me colé ¡Y allí me quedé!” (1957-1985), el segundo y tercer paneles estaban dedicados a las series protagonizadas por los más famosos personajes creados por
Ibáñez, con originales y reproducciones de páginas de sus historias más emblemáticas:
Mortadelo y Filemón, agencia de información (1958-2016), cuya primera aparición tuvo lugar en 1958 en la revista
Pulgarcito, aunque su primera historia larga -
El sulfato atómico- no llegaría hasta 1969, ya como
agentes de la TIA, junto al
superintendente Vicente y el
profesor Bacterio, en la revista
Gran Pulgarcito. Entre 1963 y 1985 hizo su aparición
El botones Sacarino de “
El Aullido Vespertino” para
El DDT, cuya versión definitiva llegaría en 1967 para
DDT.
Rompetechos lo haría entre 1964 y 1985 primero y a partir de 2002 y hasta 2006 después con las nuevas aventuras del famoso miope en la revista
Top Còmic Mortadelo, de
Ediciones B.
Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, se publicaría en
Tío Vivo,
DDT y
Súper DDT entre 1966 y 1985, mientras que los singulares moradores de una particular comunidad de vecinos, la de
13, Rue del Percebe, se dieron a conocer entre 1961 y 1968.
Una tercera sección, bajo el título
¡Más Madera! ¡Esto es la repera!, reunía otros de sus trabajos publicados en la
Editorial Bruguera,
La historia esa vista por Hollywood;
Ande, ríase usté con el Arca de Noé;
Godofredo y Pasqualino, viven del deporte Fino; las series de
La familia Trapisonda, un grupito que es la monda, publicada en
Pulgarcito entre 1958 y 1968, y de
Tete Cohete en 1981. En 1985
Ibáñez abandonaría
Bruguera y al año siguiente, ya con
Grijalbo, publica en la revista
Guai! entre 1986 y 1988 la serie
Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión, sin empleo, y
7, Rebolling Sreet entre 1986 y 1990.
Ibáñez también compaginó la historieta con la publicidad. Entre 1962 y 1968, de sus lápices salieron
Uhu y el niño Prudencio, para la cola
Uhu, un producto de origen alemán;
don Pedrito que está como nunca, para el brandi
Fundador;
Pepsi Man, para
Pepsi-Cola y
Kinito, para
Kina San Clemente.
En el panel “
Curiosidades que no son banalidades”,
Ibáñez se convertía en un listado de cifras difíciles de olvidar, mientras a su lado se reproducían sendas portadas de historias de
Mortadelo y Filemón en sus versiones griega y alemana , así como de las diferentes revistas en las que los personajes de
Ibáñez han sido siempre los protagonistas exclusivos:
Ases del Humor,
Super Humor,
Colección Olé,
Súper Pulgarcito,
Súper Rompetechos,
Mortadelo...:
Mortadelo y Filemón han dejado el papel para llegar a su público a través de diferentes formatos, cortometrajes de dibujos, series de televisión, videojuegos, animación o los tres largometrajes de los que son protagonistas:
La gran aventura de Mortadelo y Filemón;
Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la tierra y
Mortadelo y Filemón contra Jimmy el “Cachondo”, en
animación 3D. y traducciones a otros idiomas, animación. El tiempo invertido en recorrer la exposición estuvo más que bien empleado, ya que nos sirvió para regresar a esas tardes de la infancia en las que no había nada mejor que tener un tebeo entre las manos.
Al fondo del
Palacio 2, la exposición
Yo aún diría Más. Las Lenguas Tintineras, una muestra de los idiomas a los que se han traducido
Las aventuras de Tintin y frente a ella el habitual espacio cedido a
Còmic INJUVE para que los beneficiarios de las ayudas del
Instituto de la Juventud para la creación joven en 2015 expongan allí sus obras.
Junto a la zona de lectura habilitada para curiosear entre las páginas de los cómics allí dispuestos, dos exposiciones:
Ilustr@ y
Novelas Gráficas Comprometidas. La primera mostraba la gran acogida que están teniendo actualmente los ilustradores entre los amantes del cómic y el público en general, cómo éstos combinan distintas facetas profesionales, que van desde la más pictórica, a la publicidad, al cómic o la novela gráfica, utilizando las redes sociales para darse a conocer. Quince ilustradores nos mostraron sus trabajos, a algunos ya los conocíamos y ya sabíamos que nos gustaban, como
Paula Bonet,
Agustina Guerrero,
Moderna de Pueblo (
Raquel Córcoles),
Marta Nael o
Ana Oncina; otros nos sorprendieron gratamente, como
Ricardo Cavolo o
María Herreros y otros nos dejaron absolutamente maravillados:
Amaia Arrazola,
Juan Díaz-Faes,
Óscar Llorens,
Laura Pacheco,
Gabriel Moreno y, sobre todo,
Conrad Roset.
Novelas Gráficas Comprometidas, reunía una colección de historias únicas unidas por la crisis, la denuncia social, la solidaridad, temas que, desgraciadamente, suelen estar a la orden del día más de lo deseable: los indignados, la corrupción política, la emigración y el racismo, los desahucios, la 3ª Edad, la indigencia y la marginalidad, pero también la cooperación y el desarrollo.
Yes, We Camp! Trazos para una revolución, de
Enrique Flores;
¡No os indignéis tanto!, de
Manel Fondevila;
30 años de corrupción, de
Víctor Santos;
Gran Hotel Abismo, de
Marcos Prior y
David Rubín;
Freda, de
Kike Benlloch y
Alberto Vázquez;
Presas fáciles, de
Miguelanxo Prado;
Superlópez: El gran desahuciador, de
Jan;
¿Quien zurcía los calcetines del rey de Prusia mientras estaba en la guerra?, de
Zidrou y
Roger Ibáñez;
Invisible, de
Jaime Martín;
La pobreza no es rentable, de
Alfonso López;
Miguel 15 años en la calle, de
Miguel Fuster;
Los niños invisibles, de
Tito Alba o el colectivo
Viñetas de Vida -el proyecto de
Oxfam Intermón en el que participaron
Sonia Pulido,
Isabel Cebrián y
Álvaro Ortiz,
Cristina Durán y
Miguel A. Giner Bou,
Miguel Gallardo,
Antonia Santolaya y
Enrique Flores,
Paco Roca y
David Rubín-, entre otras, nos ofrecieron una buena muestra de todo ello.
Ahora sólo queda esperar a que llegue el
35è Saló Internacional del Còmic de Barcelona. Ya queda menos.