La fábula del erizo

Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío.

Los erizos dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.

Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro. De esa forma pudieron sobrevivir.

Moraleja de la historia

La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.

Gracias Mari Mar

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La cuesta, nos costará más.

A punto de finalizar el mes de enero y todavía con la resaca de las navidades, me pregunto que pasará cuando en unos días, nuestras comunicaciones bancarias, se verán incrementadas de cargos extras mensuales. Cargos que, alegremente hemos ido haciendo en las fiestas y nos llega ahora el resultado. Con las maltrechas cuentas de los españoles, con nuestros cinturones apretados a más no poder, nuestro querido Gobierno y como no, nuestros gobernantes, parece ser, que para ellos no ha llegado la crisis. Es como si la culpa fuera nuestra, es, como si solamente nosotros, tenemos que trabajar duro para salir de este laberinto económico.
Nos esperan unos tiempos duros en todos los aspectos, no solamente en el económico que es muy importante. En lo laboral, sin comentarios respecto a las políticas de esos que se llaman sindicatos y son, solamente ellos los que están con un trabajo fijo y remunerado como nadie en este país. Por eso, aunque la crisis nos afecte, tendremos la cabeza amueblada para que no se vaya por otros derroteros, o sea, que no perdamos el norte.
¡Así qué, suerte y al toro!.

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