Desde hace varios años, tomo el café por las mañanas en la cafetería Riviera de Laredo (Cantabria). Una cafetería entrañable por varias circunstancias, o sea, una cafetaría con solera. Hoy viernes, no podía ser menos, a parte de ser fin de semana, uno de tantos es también del mes de julio. Mes en el ecuador del verano cántabro que no es nada largo y se tiene que aprovechar.
En la parada a la hora del blanco, entre risas y otros ciertos chascarrillos y siendo ya casi la hora de la comida, ha aparecido Andoni y su cuadrilla (respetables donde están). Por supuesto que nada liantes, he sido yo el que me he liado y entre risas y cosas me han dado "las tantas". Sin entrar en detalles (que no han sido pocos), ha habido de todo por así decir. La conversación como siempre, amena donde las haya, pero no ha quedado la cosa ahí, de resultas y después de la aparición de una pareja, en la cual, ella (o él, a saber) conocida de alguien de la cuadrilla ha comenzado con cierta habilidad, por "la santa" de Andoni y terminando por quién suscribe a efectuar un masaje dorsal y por otras partes del cuerpo de lo más entrañable y no menos digamos que maravillosa la situación. Entre risas y sonrisas, que no lágrimas hemos terminado como quién dice estupendamente.
Bueno, esto es casi todo lo que os puedo contar, por supuesto que hay bastante más pero como comprenderéis, me lo reservo para la próxima, una saludo y hasta pronto.