Wikicommons / Alex Beltyukov
El viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, afirmó
durante su visita a Hangzhou que Rusia y China son ahora más que
vecinos: "socios profundamente integrados". Conozca los cuatro proyectos
principales de tecnología conjunta de ambos países.
"Rusia quiere aprovechar su experiencia técnica en programas emergentes chinos que tienen una gran cantidad de fondos", dijo el analista de la consultora de defensa IHS Jane, Ben Moores, al diario 'The Moscow Times'.
El helicóptero modernizado Mi-26
En pasado junio, Rogozin, quien está a cargo del sector de la industria de defensa, anunció que Rusia y China discutían la modernización conjunta del
helicóptero ruso de transporte Mi-26, el más grande y potente del
planeta en su categoría, desarrollado en los años 1970 por la URSS. Este
martes Rogozin dijo que el documento final sobre el helicóptero se
firmará en mayo.
Una base lunar ruso-china
El viceprimer ministro ruso afirmó también durante su visita a China
que las dos naciones habían discutido activamente la creación de una
base de investigación lunar, así como la cooperación entre
el sistema ruso de navegación por satélite GLONASS y el sistema chino
BeiDou.
El exjefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Oleg Ostapenko,
dijo en noviembre pasado que, además de la base lunar, China también
estudia la adquisición de motores de cohetes rusos y la producción
de cohetes espaciales rusos en su propio territorio.
El sistema de misiles S-400
Este mes de abril, Rusia y China firmaron un contrato para
el suministro de sistemas rusos de defensa antiaérea S-400 Triumf al
gigante asiático. Así, China "se ha convertido en el primer comprador de
ese sofisticado sistema ruso de defensa aérea, lo que subraya el nivel estratégico de las relaciones",
según el director ejecutivo de la empresa Rosoboronexport, Anatoli
Isaíkin. China obtendría entre cuatro y seis sistemas, con un alcance de
hasta 400 kilómetros, por un total de unos 3.000 millones de dólares y
podría recibirlos en 2017.
El avión de pasajeros '2020'
La corporación rusa United Aircraft (UAC), fabricante estatal de
aeronaves, anunció el año pasado que planeaba construir un avión de
pasajeros con fuselaje ancho en cooperación con la Corporación de
Aviones Comerciales de China (COMAC). A finales de marzo, el jefe de la
UAC, Yuri Slyusar, dijo que el avión, capaz de transportar entre 250 y
280 pasajeros, podría entrar en producción en serie en el año 2025.
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