Un rey suculento

. jueves, 23 de junio de 2011
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No lo puedo remediar, tengo que publicar esta información sea como sea: 

Hace pocos días me he enterado que existió una vez un rey suculento... 

Esto parece el inicio de un cuento, pero nada más lejos de la realidad, ese rey suculento del que os hablo fue Sancho I de León... "El CRASO"!!!!!

Sí, "El Craso" lo apodaron sus súbditos leoneses, y es que el hombre era lo más parecido a un cactus globular sin espinas, lo que viene a ser una Lophophora con corona y con cetro. El señor estaba obeso vaya. Tanto que para mantenerse en el trono tuvo que peregrinar a la Córdoba Califal con su abuela, doña Toda de Navarra (con una abuela con ese nombre es normal que el muchacho se acabara 'todo' lo que le ponían de comer en el plato), a someterse a un tratamiento especializado de adelgazamiento, y de paso firmar un tratadillo de apoyo militar...

No había escuchado nunca una historia tan rocambolesca de nombres, sobrenombres, tratados y tratamientos; una, sin duda, Historia Suculenta. A los investigadores profesionales, esos que nos hacen la vida imposible nombrando especies de cactus, por favor, una sugerencia, las dos próximas que descubran ya saben cómo nombrarlas: Sancha crasa, Toda navarrensis. 


           Sancho I "El Craso" de León antes y después de ir a Córdoba entre el 958 y 960



17 de junio, Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía

. jueves, 16 de junio de 2011
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Mañana se cumplen 16 años de la designación del 17 de junio como Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía por la ONU.

Podría parecer raro que en un blog sobre suculencia y plantas crasas se recuerde este día, pero me parecía importante subrayarlo, por lo menos para tomar nota y consciencia del significado que tiene la lucha contra la desertificación: 

Desertificación: La desertificación es un proceso de degradación ecológica en el que el suelo fértil y productivo pierde total o parcialmente el potencial de producción. Esto sucede como resultado de la destrucción de su cubierta vegetal, de la erosión del suelo y de la falta de agua; con frecuencia el ser humano favorece e incrementa este proceso como consecuencia de actividades como el cultivo y el pastoreo excesivos o la deforestación. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el 35% de la superficie de los continentes puede considerarse como áreas desérticas. Dentro de estos territorios sobreviven millones de personas en condiciones de persistente sequía y escasez de alimentos. Entre muchas cosas se considera que la expansión de estos desiertos se debe a acciones humanas. Cuando el proceso es sin intervención humana, es decir, por causas naturales, se lo llama desertización.

Es importante no confundir por tanto la desertización (proceso natural que trae como consecuencia entre otras cosas esos bellos paisajes desérticos en algunos de los cuales crecen nuestros amigos suculentos los cactus y crasas) con la desertificación inducida por la actividad humana, donde entran en juego multitud de factores además de los climáticos y naturales. 

En España y en Andalucía es mucha la superficie en riesgo de sufrir desertización (clicar el mapa de la imagen para mayor resolución) a causa de la mala gestión del suelo agrario especialmente. 

Es un tema bastante serio y con repercusiones sociales, ambientales y económicas a medio y largo plazo muy difíciles de cuantificar, pero al menos merece la pena detenerse unos instantes a recordar que no es algo que ocurre lejos de nuestros hogares, sino aquí mismo, en nuestro entorno más directo. 

La pena es que por mucho que desertifiquemos nuestra tierra de cultivo, no van a venir los cactus de América a instalarse entre nosotros. Como no hay nada más malo que un desierto sin pinchos, es justo que los suculentófilos luchemos contra la desertificación con nuestros pequeños gestos: ahorrando agua, cuidando de no arrojar basuras en espacios naturales con abundante vegetación (o sin ella, recordemos el lamentable ejemplo del anuncio del anterior post) para evitar incendios, arrimando el hombro con asociaciones sin ánimo de lucro que salen al campo a recoger basura, apostando por los árboles autóctonos en nuestras calles, jardines, parques o terrenos privados, etc etc etc. Todo acaba sumando. 

¿Apología de la agresión al medio ambiente?

. viernes, 3 de junio de 2011
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No suelo reparar mucho en la publicidad salvo cuando el anuncio da muestras de inteligencia al otro lado de la pantalla. También reparo en un anuncio cuando ocurre justamente lo contrario, cuando la mediocridad se adueña durante unos segundos del aire de mi salón...


Y esto segundo me ha ocurrido hoy, al ver un spot publicitario de una especie de nuevo canal o plataforma de pago para tdt o sabe dios. Me ha llamado la atención, a decir verdad, no la mediocridad de entrada, sino el escenario elegido, que semeja una estepa o un desierto, un desierto... algo que verdaderamente admiro, un espacio de la naturaleza virgen, símbolo de pureza tanto como lo puede ser un gigantesco bosque milenario. 

¿Se imaginan ustedes este mismo spot publicitario utilizando de escenario un bosque? Piensen, y concluyan, un saludo a todos ;):

Clicar la imagen para ver el spot en youtube

No digo más, se me acaba la batería del portátil...

Para tomar consciencia...