caótica

El Barça empata, Bojan ya sale en un anuncio de Gilette, espero que a este los excesos de ceros a la derecha en nóminas y contratos no le vuelvan gilipollas, y yo hoy empezaba el día con los Sunday Drivers, porque hay música que ayuda a ver diferente lo que empieza a ser más que rutinario: tren, bajar paseo de gracia...

El otro día pensaba que la banda sonora de J’aime Paris era muy adecuada para un jueves en medio de una Barcelona gris, casi con lluvia pero no. Supongo que hay música para cada día y supongo, también, que otro quizás le hubiera puesto a The Smiths o a Barrington Levy.
Por suerte hay de todo para todos.
Esto suena un poco a eslogan de cocacola con acento argentino (qué gran anuncio) pero es verdad.

No sé qué debería estar escuchando la chica de las mallas rotas de leopardo que vi el otro día en el metro. Tenía un aspecto casi punk pero puede que en su mp3 hubiera algún cantante pop de esos que no puede decir que le gustan, si hubiera tenido algunos años más habría jurado que en aquél momento estaba disfrutando de aquél disco de música francesa que su madre siempre ponía y que ella se bajó, pero no, diría que este no era el caso.

De momento ya son más de las doce y media y sigo sin tener ganas de escribir una carta absurda a un señor que ni la leerá y que dejará la información que le enviemos a su secretaria para que la archive o peor, para que la recicle sin apenas ojearla. O quizás sí, puede que la mire, puede que el día que reciba mi carta en su radio suene una canción bonita que le haga estar de buenas y por eso invierta su tiempo en leer lo que seguro que no lee nunca. Puede que a él también le guste Sabina.