A.

A. se mató. Era un amigo de mi padre, de más o menos su edad y del mismo pueblo. Uno de esos de toda la vida con quien pierdes el contacto pero que lo sigues viendo si algún verano vuelves al pueblo y de vez en cuando te acuerdas de él.
Dicen que si alguien amenaza con matarse no lo hará, pero él se lo dijo a su hijo y un tiempo después lo ha hecho. Un tiro. Ha decidido acabar.

Solo.

Yo no se si era feliz o si lo fue, pero se que día a día no debería ser fácil y que más de una vez iba al pueblo, uno o dos meses y que luego volvía y aguantaba un poco más la convivencia con su mujer. Ella es una persona demasiado particular, no se si esta del todo bien, con quien el día a día debería ser mucho más que complicado.
No quiero juzgar su convivencia ni sus decisiones ni nada, solo quería escribir un poco sobre esto porque la idea de pensar en lo que hizo me parece tan tremenda que no me lo quito de la cabeza... qué mal tienes que estar para querer hacerlo y hacerlo, sin más. Él lo hizo solo, de un tiro, en su mundo, en su pueblo, lo que durante años ha sido su refugio supongo. Se fue sin despedirse, no aguantó más.

Parece ser que lo encontraron unos días después cuando sus hijos avisaron a la guardia civil al no saber de él. Nadie se merece llegar a este extremo.

Descansi en pau.