Tombuctú es una amarga, dura y hermosa historia humana, contada por un perro. Se trata de una de las novelas de Paul Auster. En ella Mister Bones, un perro callejero, cuenta los últimos días junto a su dueño, un vagabundo cada vez más enfermo.
Siempre he sentido simpatía hacia la imagen de un vagabundo acompañado por su perro, compartiendo penurias y libertad.
Pero este verano, he encontrado mendigos junto a sus perros solicitando limosna, donde los animales me han parecido más un medio que una compañía.
En esta otra imagen, el dueño se aproxima por el fondo.
No obstante, aprovecho para recomendar a todos los amantes de los perros que todavía no lo hayan hecho, la lectura de Tombuctú. Un libro que ayuda a entenderlos un poco mejor y donde se desprende que para un perro, su amo es su referencia, su mundo y su principal motivo de vida y si el amo desaparece, se sienten perdidos, desorientados, confundidos y ansiosos.
¡Ojalá mucha gente (incluidos los que tenemos perros) entendiéramos esto a la perfección! Nadie abandonaría a un perro nunca más.
Nadie aprecia tanto lo especial que es tu conversación como lo hace tu perro. Christopher Morley.
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sábado, 2 de octubre de 2010
sábado, 11 de septiembre de 2010
Homero
Os presento a Homero. Un amigo de Rex a través de Facebook.
Es un placer conocer amigos en la distancia y compartir afinidades sin salir de casa.
Homero es de Chile. Es un schnauzer standard de un añito y tiene carita de no haber roto un plato, pero como buen schnauzer, las apariencias engañan.
Su dueña se llama Isabel y forman el famoso vínculo del que tanto me gusta hablar.
¿Y quién sabe? Igual acaban formando parte del club de escritores interespecie. Eso sí, siempre que cuenten con la aprobación de Don Ludovico.
Homero es afortunado porque además de Isabel, comparte manada con un caniche, y acompaña a su dueña en los trabajos de la granja. Un buen ejemplo del origen de estos perros en las granjas alemanas del XVI. Cosa de los genes.
Es un placer conocer amigos en la distancia y compartir afinidades sin salir de casa.
Homero es de Chile. Es un schnauzer standard de un añito y tiene carita de no haber roto un plato, pero como buen schnauzer, las apariencias engañan.
Su dueña se llama Isabel y forman el famoso vínculo del que tanto me gusta hablar.
¿Y quién sabe? Igual acaban formando parte del club de escritores interespecie. Eso sí, siempre que cuenten con la aprobación de Don Ludovico.
Homero es afortunado porque además de Isabel, comparte manada con un caniche, y acompaña a su dueña en los trabajos de la granja. Un buen ejemplo del origen de estos perros en las granjas alemanas del XVI. Cosa de los genes.
miércoles, 28 de julio de 2010
"Nachwaechter-Brunnen" Stuttgart, Germany
La "Nachwaechter-Brunnen" es una fuente con una estatua situada en Stuttgart, que data de 1.620. Se trata de un vigilante nocturno, oficio que en aquella época debía ser casi tan peligroso como ahora. Si nos fijamos en el detalle del personaje, podemos deducir su trabajo nocturno por el farol que lleva en una mano, mientras que en la otra va armado con una alabarda, de lo cual deducimos la peligrosidad de su oficio.
Pero el vigilante no está solo. A sus pies un perro acechante le protege. Se trata de un primitivo Schnauzer. Todos los que vivimos con un Schnauzer, podemos sentir la tranquilidad que le debía infundir a nuestro Nachwaechter. El origen del Schnauzer estándar se remonta al siglo XV y desde el principio, su relación con el hombre ha sido como guardia de confianza y buen perro de familia. En la Alemania de los siglos XV y XVI, los granjeros que salían a comerciar sus productos, los utilizaban para proteger sus carretas. Estos perros de guardia demostraron desde el principio ser resistentes y fiables, y eran de un tamaño que no ocupaban demasiado espacio en el carro, siendo sin embargo muy feroces para repeler el robo y defender a sus dueños.
Así pues, el dueño de un Schnauzer, como desde 1.620 nos muestra la "Nachwaechter-Brunnen", encontrará en él , un atento guardián y un excelente compañero en la vida cotidiana, muy cariñoso con su familia, que siempre le será fiel y defenderá su propiedad, alejando a los extraños, ya que ésta era su tarea antiguamente.
Próximamente..."El Centinela".
sábado, 1 de mayo de 2010
101 entradas
101 Conversaciones con Rex. Mi entrada favorita En recuerdo de Tania y mi homenaje a la que fue mi compañera durante tantos años ha sido volverme a fotografiar con Rex en la misma roca.
sábado, 10 de abril de 2010
domingo, 10 de enero de 2010
viernes, 6 de noviembre de 2009
Conversaciones con Rex recomienda: Hachiko: A Dog's Story
Hoy se ha estrenado en España Hachico: A Dog's Story, con el título (bastante malo) de Siempre a tu lado.
Aunque tenemos pendiente verla, Rex y yo nos permitimos recomendar la película a todos los que seguís nuestras conversaciones.
Además es obligatorio emocionarse y opcional ir con kleenex al cine.
Ojala tenga éxito y sirva para reducir los más de 100.000 abandonos anuales de perros en España.
Conversaciones con Rex: Hachiko: A Dog's Story
Aunque tenemos pendiente verla, Rex y yo nos permitimos recomendar la película a todos los que seguís nuestras conversaciones.
Además es obligatorio emocionarse y opcional ir con kleenex al cine.
Ojala tenga éxito y sirva para reducir los más de 100.000 abandonos anuales de perros en España.
Conversaciones con Rex: Hachiko: A Dog's Story
domingo, 6 de septiembre de 2009
De lo romántico y de los perros
Rex, cuanto reconforta volver a tenerte a nuestro lado. Verte en casa, mirarte a tus ojos caídos, sentir tu húmedo hocico y estrujarte acariciando tu pelo. Mientras estabas en la residencia, nos encontramos con éste cuadro, que se encuentra en Heidelberg y más concretamente en el Museo de Farmacia dentro del Castillo. Nada más verlo, le dije a mi hija que lo fotografiara para poder enseñártelo.
El protagonista es Christoph Jacob, del que no se nada, salvo que vivió entre 1.772 y 1.842 y que por lo que se aprecia en el cuadro, tenía un perro muy parecido a ti. El hombre vivió en plena efervescencia del Romanticismo alemán. Nació el mismo año que Novalis, puede que en Heidelberg, una de las cunas del movimiento Romántico. Tuvo que tener un gran aprecio por su perro, para retratarse junto a él, representándolo pendiente de su figura mirando su mano. Como fondo, el paisaje propio de un cuadro de John Constable, también contemporáneo.Y es que lo romántico encaja perfectamente con vosotros los perros. Una actitud que, en palabras de Novalis, consiste en conferir a lo ordinario un sentido más elevado; a lo conocido dignidad de desconocido, y a lo finito una apariencia de infinitud.
martes, 14 de julio de 2009
Hachiko: A Dog's Story
¿Conoceis la historia de Hachiko?
http://www.todoperros.com/famosos.php?codigo_famoso=67
Basada en una historia real, ésta película de próximo estreno en España, narra la historia de un profesor de universidad que acoje a un perro vagabundo en una estación. Tras recabar información sobre el animal, el profesor descubre que el perro iba a los andes a diario desde hacía semanas para esperar el regreso de su amo, pero éste había muerto en un accidente en la ciudad.Hachiko empezará una nueva vida al lado de su nuevo amo, pero a éste también le cambiará la vida al descubrir los lazos que se pueden crear entre un animal y una persona.
Una historia y una película muy recomendable, sobretodo para esa gentuza que aprovecha la llegada del verano y las vacaciones para desprenderse de sus Hachiko.
http://www.todoperros.com/famosos.php?codigo_famoso=67
Basada en una historia real, ésta película de próximo estreno en España, narra la historia de un profesor de universidad que acoje a un perro vagabundo en una estación. Tras recabar información sobre el animal, el profesor descubre que el perro iba a los andes a diario desde hacía semanas para esperar el regreso de su amo, pero éste había muerto en un accidente en la ciudad.Hachiko empezará una nueva vida al lado de su nuevo amo, pero a éste también le cambiará la vida al descubrir los lazos que se pueden crear entre un animal y una persona.
Una historia y una película muy recomendable, sobretodo para esa gentuza que aprovecha la llegada del verano y las vacaciones para desprenderse de sus Hachiko.
miércoles, 6 de mayo de 2009
Moritz
Moritz fue un gran danés que vivió en plena Primera Guerra Mundial. Su dueño era un piloto de guerra.
A Moritz le entristecía ver partir a su dueño en su avión triplano Fokker y aguardaba durante horas en la pista de despegue esperando su regreso, aguzando sus oídos para percibir el inconfundible sonido del motor del triplano. Una vez percibía el sonido, su vista comenzaba a adivinar las extrañas formas del avión. Lo que nunca llegó a percibir con claridad fue el color rojo intenso con que el avión de su dueño destacaba entre el resto de aviones de su escuadrilla. Cuando el avión tomaba tierra, Moritz corría junto a él, a lo largo de la pista, hasta que se paraba y descendía su adorado piloto.
Su dueño, ese experto aviador le trataba muy bien. Lo había comprado de mayor y su vida, hasta entonces había sido muy dura. Su piloto jugaba con él y era cariñoso, se sentía orgulloso de su perro. A los compañeros de escuadrilla del piloto, les gustaba bromear sobre él, diciéndole que su perro era un chucho grande, que de gran danés no tenía nada. A lo que el piloto respondía ofendido que su perro era un pura raza.
El piloto se jugaba la vida día tras día, en una época donde la guerra de trincheras dejó inservible el arma de caballería y dio paso a los caballeros del aire.
Muchos compañeros del piloto, no regresaban. Él siempre lo hacía. Su número de victorias, de aviones enemigos derribados iba aumentando. Había llegado a 80. Un día su dueño se levantó especialmente contento. Antes de subir a su avión, jugó con Moritz y les hicieron una foto juntos. Pero ese día Moritz se quedó esperando, porque su joven piloto no regresó.
Moritz había perdido a su dueño, un héroe a quien todos conocían como El Barón Rojo.
A Moritz le entristecía ver partir a su dueño en su avión triplano Fokker y aguardaba durante horas en la pista de despegue esperando su regreso, aguzando sus oídos para percibir el inconfundible sonido del motor del triplano. Una vez percibía el sonido, su vista comenzaba a adivinar las extrañas formas del avión. Lo que nunca llegó a percibir con claridad fue el color rojo intenso con que el avión de su dueño destacaba entre el resto de aviones de su escuadrilla. Cuando el avión tomaba tierra, Moritz corría junto a él, a lo largo de la pista, hasta que se paraba y descendía su adorado piloto.
Su dueño, ese experto aviador le trataba muy bien. Lo había comprado de mayor y su vida, hasta entonces había sido muy dura. Su piloto jugaba con él y era cariñoso, se sentía orgulloso de su perro. A los compañeros de escuadrilla del piloto, les gustaba bromear sobre él, diciéndole que su perro era un chucho grande, que de gran danés no tenía nada. A lo que el piloto respondía ofendido que su perro era un pura raza.
El piloto se jugaba la vida día tras día, en una época donde la guerra de trincheras dejó inservible el arma de caballería y dio paso a los caballeros del aire.
Muchos compañeros del piloto, no regresaban. Él siempre lo hacía. Su número de victorias, de aviones enemigos derribados iba aumentando. Había llegado a 80. Un día su dueño se levantó especialmente contento. Antes de subir a su avión, jugó con Moritz y les hicieron una foto juntos. Pero ese día Moritz se quedó esperando, porque su joven piloto no regresó.
Moritz había perdido a su dueño, un héroe a quien todos conocían como El Barón Rojo.
lunes, 23 de febrero de 2009
En buena compañía
Paseando con mi familia por Carcassonne el 1 de enero pasado.
Primero se asomó el perro, con esa mirada de quien espera desconsolado. Después nos sonrió la dueña y nos dejó captar esta imagen. ¿A quién esperan? no se que historia se esconde tras la ventana, pero sin duda sí es una magnífica forma de comenzar el año en buena compañía.
Primero se asomó el perro, con esa mirada de quien espera desconsolado. Después nos sonrió la dueña y nos dejó captar esta imagen. ¿A quién esperan? no se que historia se esconde tras la ventana, pero sin duda sí es una magnífica forma de comenzar el año en buena compañía.
jueves, 8 de enero de 2009
Calor parisino bajo cero
Paseando con mi familia a tres grados bajo cero, me topé con este chaval. El perro me llamó la atención. Pese al frío, parecía sentirse el perro más felíz del mundo.
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