Y llegó el viaje más esperado, unos días en la playa para descansar. Un regalo que nos habíamos merecido y que llevábamos esperando muchos meses, cumplir un sueño y también un regalo.
Nadar con delfines:
Sólo puedo decir que es una gozada ver como nadan tan de cerca, bailar con ellos, agarrarte, ver como te impulsan por los pies… Y tocarlos… Cómo nos dijeron en la charla de antes de empezar, lo único malo de esta experiencia es que no puedes llevártelos a casa!
La entrada para nadar con delfines incluye también la entrada para el parque acuático entero, así que aprovechamos para ver el parque y todos sus bichos. Como era marzo y un martes había poca gente y daba gusto pasear por allí y ver los espectáculos.
La verdad que estos días hemos vuelto nuevos. Una gozada dormirse escuchando el mar y al levantarse poder asomarse a esa terraza y ver el mar. Relaja un rato.
Pasear por la playa de Oura, es una playa como las muchas que hay por aquí, con mucha roca, arena clara y aguas claras.
Los vigilantes de la playa.
¿Y se barco de quien es?
Servidor.
Amaneciendo…
Una visita también muy recomendable es acercarse al Cabo de San Vicente. Los atardeceres desde allí en una tarde despejada son espectaculares. Nos tocó una tarde nublada, pero aún así el sitio impresiona.
Es una zona a la que merece ir con mucho tiempo, ya que hay muchas ciudades que merece la pena visitar: Sagres, Lagos, Faro, etc. Nuestro plan era ir tranquilos, así que visitamos Albufeira por ser la ciudad que nos acogió. Tiene unos cuantos miradores para ver la playa y el mar con toda comodidad.
Pasear por la playa desde las 10 de la mañana en bañador en Marzo… No tiene precio.
Hasta la próxima vez.. Porque hay que volver!