Siempre me han gustado los faros, tan de moda ahora.

Mi marido es de Oviñana, un precioso pueblo costero situado en el Cabo Vidio, con un faro estupendo.

Hoy en día está automatizado, pero hasta hace pocos años vivía allí un farero que controlaba la luz y la sirena del faro.

Mi marido conoce mi amor por los faros y me regaló este con luces el día de nuestro aniversario.

Este fin de semana tuvimos que ir a Ribadeo a trabajar y como no todo es trabajo, a la vuelta me llevó a ver dos de los faros que encontramos el de Ortiguera y el de Busto.

El faro de Ortiguera es espectacular, situado en el Cabo de San Agustín, fue construido en 1973 y mide 20 metros de altura, 80 si medimos desde el mar.

Es el típico faro que todos imaginamos, una construcción con forma de torre, pintado a rayas y con linterna en la parte superior. 

A su lado podemos ver la antigua baliza de 1945. A pesar de su pequeño tamaño el alcance de su luz era de 10 millas marinas.

A pesar de no ser demasiado antigua, tiene un cierto aire medieval.

¿Os imagináis cuántas vidas habrá salvado?

También podemos disfrutar de la antigua caseta de prácticos y patrones con el típico tejado de pizarra del occidente asturiano.

O la hermosa ermita de San Agustín.

A pocos kilómetros nos paramos en el Faro Busto, situado en el cabo del mismo nombre.

Es totalmente distinto al anterior, el edificio del faro y la vivienda del farero están unidas, por lo que no se ve la típica imagen de faro alto.

Es un lugar hermoso, cuidado y limpio, por el que da gusto pasear.

A pesar del mal tiempo que tuvimos, la belleza del paisaje es indiscutible, no pude hacer fotos de la costa y el mar porque estaba tan nublado que apenas se veía algo.

Sea cual sea el clima, es un lugar totalmente recomendable para visitar, tranquilo y muy especial, tanto por sus vistas como por lo cuidado que está.

Si visitáis Asturias y tenéis tiempo,  los faros asturianos son dignos de ver.

Guardianes de nuestras costas y nuestros marineros.

Espero que os guste el paseo de hoy.

¡Hasta pronto!

Sin haberlo preparado

El sábado tuvimos que llevar unos muebles a una clienta, no fue un día difícil, pero pronto pasó la mañana cargando y descargando, no nos dimos cuenta y llegó la hora de comer.

No teníamos comida hecha, no teníamos ganas de ir a un bar o restaurante, así que optamos por comprar pan, un poco de fiambre, una botella de refresco y buscar un sitio bonito para comer tranquilamente.

Cuando éramos novios lo hacíamos mucho, cogíamos el coche y nos íbamos en busca de un lugar tranquilo para extender una manta en el suelo y disfrutar del lugar, la comida y la compañía.

Fue un día estupendo, sin haberlo preparado. Un día de risas, de volver a ser novios, de disfrutar el uno del otro.

El lugar es precioso, lleno de pinos, robles, castaños, madroños,...

No hacía mucho sol, pero la temperatura era perfecta, cálida y suave, ideal para estar allí sentados.

A veces no nos damos cuenta de todo lo maravilloso que tenemos a nuestro alrededor, de todo lo que tenemos para disfrutar y cuánto deberíamos de agradecer a la vida. Sé que suena muy a tópico, pero deberíamos parar y mirar a nuestro entorno durante un minuto, nos daríamos cuenta de lo maravilloso que es nuestro país, lo hermoso que es con sus diferencias entre el norte y el sur, con sus distintos paisajes y sus gentes diversas.

Un país rico en naturaleza, cultura y sobre todo en personas.

Os animo a que os perdáis en vuestra tierra, en algún rincón remoto , y busquéis el paraíso, vuestro paraíso.

Se acaba el verano

Pues así es. El verano llega a su fin, pero trae de la mano al otoño. Una estación mágica con una luz especial, llena de olores y colores maravillosos, espectaculares.
Para despedir al verano , este fin de semana nos fuimos los tres a Cantabria, todos los años pasamos allí un fin de semana y realmente es fantástico siempre.

Es un destino del que nunca nos cansamos. Este año hizo muy buen tiempo y eso nos permitió recorrer infinidad de pueblos pequeños, deleitarnos con sus paisajes, sus casas (muchas de ellas decoradas ya con calabazas), sus playas y montañas.

Al igual que Asturias, Cantabria es la unión del mar y la montaña. Naturaleza en estado puro, algo que hay que conocer y disfrutar.

Una comunidad llena de historia y belleza, donde se respira paz.

Como ya os he dicho, uno de mis destinos favoritos y que espero poder visitar muchas veces más.

Volver de vacaciones

En mi otro blog os comentaba que mi marido, mi hijo y yo habíamos pasado unos días de vacaciones con mis padres en Calpe.
Nos lo pasamos de maravilla: sol, playa, paseos y descanso,....¡lo que necesitábamos!
Aunque llevé algunos trabajos para bordar, tengo que reconocer que casi no cogí la aguja, pero ahora ya estoy intentando ponerme al día y pronto os mostraré mis avances.
Os dejo una foto de la escultura favorita de mi hijo en Calpe.

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Y de algunas flores que encontrábamos en nuestros paseos.

¡Ah! y los peces de la bahía!!
Un beso y hasta pronto.

¡Hola!

Es jueves y no miércoles como había prometido, pero mi marido tuvo la oportunidad de coger vacaciones de un día para otro y nos hemos ido al pueblo de mis suegros a pasar unos días.
Hoy puedo entrar porque yo tuve que venir al médico (nada grave), pero hasta dentro de unos cuantos días no volveré.
Gracias a todas las que me seguís visitando, pronto traeré sorpresas y podré entrar más a menudo.
Un beso muy grande para todo el mundo

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¡Hasta el miércoles!

Aquí en Asturias el martes es fiesta, así que me voy a pasar el fin de semana largo con mis padres y mis suegros.
¡Espero que haga buen tiempo!
¡Nos vemos el míércoles!
Un beso a todas

Me voy de puente

Pues eso, que me voy de puente, me voy a Treviño a pasar el fin de semana con unos amigos, ¡a ver que encuentro por allí! Espero que a la vuelta mi cámara tenga a bien dejarme descargar las fotos que estos días no me dejó, porque tengo muchas cosas que enseñaros.
¡Qué lo paseis todas muy bien!¡Nos vemos el lunes!