Mis dos hombretones, mi marido y mi hijo, ya me conocen así que limpian, ordenan y mantienen la casa mientras yo trabajo.
Pero el tema de los manteles es un mundo aparte, siempre ocurre algún "accidente" y me toca frotar los manteles para que no queden restos.
¡¡Decidí que el frotar se va a acabar!!
Tenía estos cuatro manteles individuales de vinilo, tres iguales y otro distinto, y pensé que podía tunearlos y convertirlos en mantelillos para poder comer y cenar sin correr riesgos.
Lisos y blancos ¡ para hacer lo que quisiera!
Como me encantan las rosas pensé que las que me habían sobrado de la servilleta que usé para el recipiente para tijeras serían ideales.
No quería todos los manteles iguales, así que fui colocando según se me iba ocurriendo, lo pegué con cola blanca y una vez seco di una mano de Mod Podge para proteger.
¡Me gusta mucho el resultado! sobre mi nuevo mantel lucen mucho, tenemos uno para cada uno y otro para botellas y otros utensilios de mesa.
Son fáciles de limpiar y bonitos
¿qué más se puede pedir?
Con esta entrada participo en el Finde Frugal de Marcela Cavaglieri y el Viernes Handmade de Little Kimono