CARLOTA
Érase que se era hace tiempo , cuando aun la tierra era joven y se creía en las hadas y en los duendes y en las estrellas que concedían deseos , vivía en un pueblo una ovejita blanca, muy blanca. Se llamaba Carlota y todas las mañanas, salia a los pastos verdes con su mama y sus primos.
Carlota, tenía unos mechones de lana rizados y suaves y era muy coqueta.
Cuando salía al prado , Carlota jugaba con los demás animales Allí veía a la vaquita , al perro a los caballitos y a muchos más.
Al que más admiraba era al caballo
¡¡¡Que lindo era!!! Esas crines tan lacias y largas… a las que cepillaba el amo todas las mañanas eran la admiración de Carlota a la que no le gustaban nada sus rizos
Una noche Carlota se durmió pensando ¡ojala fuera un caballo!
A la mañana siguiente…. Carlota se había convertido en un hermoso caballo
Estaba contentísima, relinchó y meneo las crines que caían lacias.
Pero poco le duro la alegría. Llegó un mozo de cuadras y se la llevó al herrero
para que le pusieran las herraduras
¡Dios mío que clavos tan grandes! Carlota se asustó muchísimo y le hicieron un poquito de daño, pero no acabo ahi la cosa
Cuando mas tranquila estaba le colocaron encima unos arneses que le impedían moverse y a su lado `pusieron a otro caballo como ella para que entre los dos tiraran de un enorme carro lleno de paja
Aquello no era tan divertido como había pensado
Carlota miraba que su mama y sus hermanas y hermanos estaban tranquilamente en el prado y ella trabajaba
¡Ay que bien se estaba siendo ovejita!
Cuando noto el látigo del dueño en su lomo para que fuera más rápida.--- se despertó
Todo había sido un sueño.
A partir de entonces Carlota fue feliz en la granja y aprendió que nunca se debe una fiar de las apariencias. Ya que las apariencias a veces engañan
