Guapos

 Da gusto verlos correteando por la basa (Carcinus maenas, Cámbaru y Pachygrapsus marmoratus, Sapa)).

Entre pleamares

Metiendo las narices en los charcos intermareales, disfrutamos de la presencia de bígaros, erizos y, sobre todo, de las quisquillas (Palaemon elegans, posiblemente). El sustrato, tapizado por el alga calcárea Lithophylum incrustans.

Cangrejos ermitaños

Casi siempre en conchas abandonadas del caracol Nassarius reticulatus (y de otras especies), podemos encontrar a un inquilino particular: el cangrejo ermitaño Clibanarius erythropus. Estos cangrejos tienen el caparazón poco calcificado y por ello buscan la protección de las conchas de gasterópodos marinos.

Dos especies con algo en común

Dos especies bien distintas, una acuática y otra terrestre, utilizan el camuflaje con intenciones también dispares: en el caso de la Cicindela campestre (Cicindela campestris), hábil depredadora, el objetivo de su mimetismo será facilitarle la captura de presas, mientras que en el caso del Cangrejo corredor (Pachygrapsus marmoratus, Pialla) pretenderá pasar desapercibido para sus posibles depredadores. En los dos casos lo logran de una manera admirable.

Cangrejo

Uno de los habitantes residentes todo el año en la Ría de la Villa (Carcinus maenas, Cámbaru), asomado en una de sus cuevas. Su densidad ha sufrido un gran retroceso.