Yo te dije: "no jodas a quien está quieto".
Y vos dale que dale, que golpecito en el hombro, que toco el aire a vos no te toco, que un grito junto a su oreja para asustarlo, que una tocadita de culo.
Insisto, yo te avisé.
Él, tranquilo, sentado en la posición del loto, meditando, introspeccionando su circunspecta esencia, y vos rompiéndole las bolas.
Le ponías hojitas en la cabeza diciendo la boludez esa del burrito de San Vicente, le mojabas la oreja, le soplabas la nuca.
Ni los ojos abierto tenía el tipo.
¿Qué necesidad tenías?
Si te partió la cabeza de un mamporro, si te saltó encima durante media hora y después te sacó los chinchulines pa'fuera es tu problema.
Yo te avisé que con Kung Fu no se jode.
Viaje a Cuzco
Hace 9 años