MANAZAS

Yo, Be, me he cargado la plantilla milenaria de QaD por torpe y con un solo clic. Me autoflagelo ante mis copropietarias y me comprometo a dejarla lo más parecida posible, si no mejor. ¡Palabra!
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viernes, abril 23, 2010

Homenaje a Bichito

Y con este post, hacemos pleno de actualizaciones en esta semana (de lunes a viernes, no nos flipemos). Creo que hacía... puf... que no lo conseguíamos.

Hay varias cosas grandes en el mundo blog.

La primera es que puedes enlazar siete blogs distintos en una sola frase sin que te tiemble el pulso. Por ejemplo: este fin de semana Gato y Rebi se fueron a casa de Perli y Zagloso, pero este último abandonó su isla para venir a casa e ir a una despedida de soltero con Anómalo mientras yo me iba de cañas con Miss X. Ele.

La segunda es que puedes conocer tres aspectos distintos de los mismos acontecimientos (aquí y aquí. Eso sí, puntualizo: no fui yo quien cogió las zapatillas del Zagloso y ni tampoco soy la culpable del momento pizza).
Ahí va mi versión.

Con Gato y Rebilated en Palma y el Zagloso en Madrid, llegó la nube de ceniza volcánica a nuestro espacio aéreo, pero sólo al norte del país. El domingo por la mañana yo dejé en el aeropuerto a un Zagloso triunfante con un vuelo confirmado hacia Palma. Una hora y un poco de ceniza después, fui a buscar al aeropuerto a un Zagloso cabreado con un vuelo anulado y con un billete de barco esperando en Valencia para unas cuantas horas después.

En un mes yo tenía que llevar a Bichito en un último viaje a Palma (se lo queda Hermano), pero vista la situación, hicimos un cambio rápido de planes:

- Zagloso, te llevas tú a Bichito a Valencia, os embarcamos a los dos en el barco a Palma y matamos dos pájaros de un tiro: tú llegas al barco y yo me ahorro el viaje a Palma (que no me importa ir, pero tan cerca de las oposiciones es un fastidio).

En quince minutos yo vacié a Bichito de mis cosas (los cds, el callejero de Madrid, el bolso roto que llevo en el maletero porque sigo buscando un zapatero que me lo arregle, las bolsas reutilizables del Carrefour) y lo cargamos con cajas que yo había etiquetado hace tiempo con el nombre de Hermano (Hermano: dvd. Hermano: trastos. Hermano: libros. Hermano: halcón milenario). El Zagloso se montó en Bichito y salió zumbando a Valencia.

Y me dio penilla. Mi Bichito. Mi coche. Mi bolilla azul. Hombre, que hasta tiene su propia etiqueta en el blog. Según se perdía en la lejanía, me acordé de lo unidos que hemos estado Bichito y yo en los últimos años, viviendo aventuras maravillosas...

Como aquella vez que lo perdí en Logroño.

O la vez que lo estampé contra un bolardo.

O la vez que se me cayó en una zanja llena de ortigas (y lo tuvo que sacar mi suegro).

O todas las ocasiones en las que le han roto el retrovisor aquí en Chonilandia.

O el momento en el que lo encajé entre una pared y dos columnas y no había manera de sacarlo (y lo tuvo que sacar mi suegro).

O la vez en la que me salí de la carretera para ver un paisaje bonito y voló por los aires porque no calculé bien eso del escalón.

O la ocasión en la que lo estampé contra el pegollo de un hórreo (y lo tuvo que sacar mi suegro).

Jo. Voy a echar de menos a Bichito.

Lo que no tengo tan claro es que él me vaya a añorar a mí.

viernes, octubre 16, 2009

La reparación más cara del universo

Objetivo uno: escribir un post.
Objetivo dos: A ver cómo cuento esto sin parecer demasiado gilipollas.

Llevaba un par de semanas preocupada por el coche. Unos días después de la boda, el embrague del coche empezó a hacer cosas raras: cada vez que iba levantando el pie del embrague, al final del recorrido el pedal se atascaba y se soltaba de golpe, dándome en la planta del pie.

Decidí no sacar el coche apenas por si se acababa de romper en medio de alguna M-30 cualquiera y llevarlo cuanto antes a reparar. Aunque menudo palo, porque me imaginaba que la factura por el arreglo del coche iba a ser fina: ¡si sólo una revisión con un cambio de cosasdeesasdedentrodelcoche me costó 400 euros, qué no iba a ser una reparación, para más inri del embrague! eso me sonaba carísimo. Y la verdad, este mes con el seguro del coche, la matrícula de la universidad, un curso on-line al que me he apuntado y otros extras, tengo la cuenta tiritando.

Pero ayer me armé de valor, decidí ir al mecánico, hacer malabarismos con las cuentas del mes pero arreglar el coche. Llegué al taller, le conté al mecánico qué le pasaba al coche y con un "pásamelo dentro, que le echo un vistazo" se aprestó a darme el temido (y presumiblemente carísimo) diagnóstico.

- Sí, ya, por lo que cuentas y lo que veo... - se sienta al volante, pisa el embrague, desembraga. Vuelve a pisar - sí, está claro lo que pasa.

- Ahá - ahí iba el diagnóstico. Yo apostaba a que el asunto del embrague no bajaba de 450 euros. Un sudor frío me empezó a bañar. - ¿entonces...? - (o, como realmente quería gritar "Por Dios, desembucha: ¡¿Cuánto me va a costar arreglar el embrague de mi*rrrrdaaaaaaaaaaa?!").

- Pues - el señor se inclina para mostrarme el pedal - la alfombrilla se engancha en el pedal y por eso cuando sueltas parece que está atascado. Si esto te pasa más veces, colocas la alfombrilla bien... ¡y problema resuelto! míralo tú...

Y ahí estaba. La p*ta alfombrilla mal colocada estorbando el maldito pedal. Los ojos se me abrieron como platos, toda la sangre del universo subió en masa hasta mi cara (os juro que por la temperatura que sentí, parecía que mis orejas iban a estallar) y no pude más que balbucear "oh, oh, vaya... ¡qué vergüenza! ¡lo siento mucho! ¡qué vergüenza! ¡qué boba soy!".

Me acordé de todos los informáticos amigos, que me cuentan despotricando que en su oficina la menganita tal ha movilizado al servicio técnico porque su ordenador no funciona... y es que no lo tenía enchufado. Y yo siempre me río de la Menganita, por pánfila. Pues bien, hoy soy yo la menganita pánfila y supongo que el mecánico les contará a sus amigos "no sabéis la peazo de gilipollas que ha venido hoy al taller...". Y con razón. Yo también me reiría de la menganita pánfila que cree que su coche muere y que no se ha detenido ni a pensar por un momento que colocó mal la alfombrilla...

Pero bueno, viéndolo por el lado bueno...

...me he ahorrado un montón de dinero.
...he contribuido a la felicidad de mis allegados y de los allegados del mecánico con una sesión de risoterapia.
...y me ha salido un perfecto post de autoescarnio.

Eso sí, creo que no he cumplido el objetivo dos enunciado al principio de este post.

martes, mayo 12, 2009

Hiperventilando

Acabo de dejar el coche en el taller para hacerle una revisión. Dentro de tres días tengo que pasar la ITV por primera vez (¡mi bichito ya se ha hecho mayor!) y no quiero suspender.

Tenía que haber sospechado que las cosas hoy no iban a salir bien cuando, justo al entrar al coche para llevarlo al matad... taller, me he enganchado con el bolso y se me ha hecho un peacho de agujero en las medias.

He dejado el coche aparcado en el taller y me voy al tío:

- Hola, tenía hora para hacerle la revisión al coche. La matrícula es bicho bichito bicha bichazo, Bicho-bicho-bicho.

- ¿Para qué revisión es?

- Para la ITV. Que no quiero que nos cateen.

- Pero ¿la revisión de qué kilómetro es?

- ...

- ¿Me dejas el manual de revisiones?

- ...

Le he alargado TODOS los papeles de la guantera (incluidos los del seguro, tickets de estacionamiento regulado y papeles de "vendo piso" que me dejan en el parabrisas). Supongo que a estas alturas de la película el mecánico ya tenía claro que yo soy una pardilla.

- Bien, haremos la revisión de los 60000 kilómetros, que incluye cambio de filtro de aire...
Me empezó a sonar caro.

...Cambio de filtro de gasoil...

Me siguió sonando caro.

... Cambio del líquido de ...

Me sonó carísimo

... Cambio de bujías...

Ya tenía claro que la revisión no me iba a costar los 100 euros que tenía calculados (¡pardilla, pardilla!)

... ah, y voy a revisar las pastillas de freno. Si están desgastadas, ¿las cambio o te llamo?

Me imaginé deslizándome por las cuestas del Huerna con Bichito y sin frenos, volando como en los dibujos animados un poco y después cayendo a plomo por el barranco.


- Pues como que cámbielas, mejor.

- Firme aquí - apartado de "renuncia a presupuesto".

- Y todo esto más o menos... ¿cuánto me va a costar?

- Buenoooo, la revisión 225 euros... si hay que cambiar las pastillas de freno... 130 euros más... bueno, claro, y si hay que poner líquido de frenos unos...

- ¿Más de 400 euros en total?

- Bueno, creo que con 400 euros bastará.

¿Bastará? ¡he estado a punto de enseñarle el agujero de la media y decirle "¡rebájeme el precio, que estoy en la indigencia!", pero en realidad no hubiera colado. Una vez demostrado que tienes coche y que eres una pardilla no hay nada más que cuele.

Aún estoy hiperventilando, lo juro. Y mejor que hiperventile y aún esté en shock (¡400 euros!) porque mi segunda opción es llorar como una madalena, por los 400 euros y por ser una auténtica pardilla, pero no puedo, que esta mañana tengo muchas cosas que hacer y además me he puesto rimmel.

viernes, abril 18, 2008

El cochazo

El otro día me dejaron por primera vez el coche de empresa. No es un coche excesivamente grande, pero es de una marca alemana molona y tiene chopocientos caballos más que mi bichito. Que conste que no me quejo de mi coche, aunque reconozco que más que una manada de caballos, él tiene un par de burros en su interior. A veces eso tiene sus ventajas, porque es prácticamente imposible que me pongan una multa por exceso de velocidad, ya que para que el cuentakilómetros pase de determinadas cifras hay que pisar a fondo el acelerador, jalearle ("¡vamos, bichito, tú puedes!") y, lo más importante, agarrar fuerte el volante, inclinarse hacia el salpicadero y poner cara de velocidad. Pero a veces se echa de menos la potencia, yo que sé, y me apetecía conducir el cochazo.

Bueno. Pues me senté en el cochazo y lo intenté desaparcar. JA: ¡no tenía marcha atrás! Había desaparecido de donde se suponía que tenía que estar (atrás, a la derecha) ¡¿Dónde se habían llevado la marcha atrás?! ¿O es que estos alemanes son de la filosofía de “nunca ir hacia atrás, ni para coger impulso"? Exploré, y en el diagrama ponía que ¿igual que la primera? La primera es la primera, ¿no? Probé, y efectivamente el coche iba hacia delante. Tiré hacia arriba. Nada. Empujé hacia abajo. Nada. Volví a tirar hacia arriba. Nada de nuevo. Me imaginé entrando a la oficina, diciéndole a la jefaza que me había dado las llaves “no sé dónde está la marcha atrás” y aguantando el choteo pertinente. Mi orgullo me lo impidió.

Así que respiré y lo intenté de nuevo. Pero cada vez que lo intentaba, el coche daba un bote y me acercaba un poquito más al coche de delante: ¡el del supermegajefazo!. Después de cuatro intentos, con el morrito ya pegado al de delante, con sudores fríos y sintiendo el despido sobrevolar mi cabeza, conseguí que fuera hacia atrás.

A todo esto, cada vez que metía la marcha errónea y cada vez que hacía una maniobra, el coche armaba una escandalera impresionante, quizás porque pisaba demasiado el pedal. Y ocurrió lo que tenía que ocurrir: llegó un megajefazo con su coche y se puso a mi lado para aparcar en el hueco libre. Primero me miró con cara de incredulidad. Después con sorna. Finalmente, oía sus carcajadas.

Cuando conseguí salir del aparcamiento, le miré con cara de triunfo, con una enorme sonrisa y la cabeza alta, obviando los minutos anteriores. Pero creo que canté victoria demasiado deprisa, porque con el triunfalismo me despisté y al hacer la última maniobra, el cochazo se caló. Y el jefazo desapareció de mi vista, creo que desmayado de la risa.

Así que volví a poner en marcha el trasto aquel y me escabullí sin echar la vista atrás, añorando a mi bichito, con remordimientos por haberle sido infiel y haciéndole mentalmente promesas de amor eterno.

Post-post: marcha atrás, potencia, infiel, remordimientos... ¡Dios, creo que soy la chunga de la vida de mi coche!

miércoles, junio 27, 2007

El annus horribilis de Bichito

Sheena decía ayer que viajo mucho. Jo, pues se me va a acabar el chollo, porque tengo a Bichito pocho. La verdad es que este 2007 está resultando un año aciago para él:
- Diciembre: me roban el cristal del retrovisor izquierdo.
- Enero: me rompen el retrovisor derecho. Llevamos a Bichito al taller y avisamos seguro. Seguro avisa perito. Perito dice que no va por un retrovisor. Seguro no se entera. Seguro vuelve a avisar a perito. Perito dice de nuevo "ja, no voy". Seguro se entera por fin. Resultado: nueve días sin Bichito por un p*** retrovisor.
- Febrero: alguien golpea la aleta izquierda. Bollito. Diez días más tarde, alguien decide hacer escalada sobre Bichito. Encontramos huellas de pies en el capó ¡y un bollo en el techo! A ver cómo le explicamos esto al perito.
- Marzo: le cae pintura de una obra a Bichito en el lateral derecho. Es un bicho a topos. Alguien destroza todos los retrovisores derechos de los coches de mi calle. Bichito cae en el ataque.
- Abril: le roban la antena. Hermano se cabrea porque no puede escuchar el rockservatorio. Compra una y quiere pegarla con Imedio.
- Mayo: le roban el cristal del retrovisor izquierdo. Quitamos el cristal del retrovisor roto en enero y lo ponemos. No encaja. Lo enrollamos con celo y santas pascuas. Es un bicho con heridas de guerra.
- Junio: Bichito cae en una zanja, rebota y choca contra un bordillo. Rueda pinchada, aleta aún más abollada y pieza interna rota. Lo llevamos al taller. Diagnóstico: "estoooo... esto está fastidiao. Habrá que subil-lo, dejmontar y ver que le pasha... en un mes o más ejtará arreglao".
Jo. Y yo con todos mis fines de semana y vacaciones planificados hasta septiembre: adiós Cuéllar, adiós Almagro, adiós chuletas en el Tajuña, adiós Valladolid... ¿adiós Francia? Aaaaay, como no esté preparado para agosto, voy a ir al mecánico y le voy a torturar deslumbrándole en los ojos con espejos retrovisores (soy una experta, llevo cuatro este año), que no le matará, pero no veais lo que fastidia...

martes, febrero 20, 2007

Losing Bichito II

- Aaaaay, que nervios... ¿Estará bichito en su sitio o se lo habrá llevado la grúa? vamos rápido, que me está entrando la histeria por ver si está- caminando rápido.
- ¿Qué?
- Es que como ayer la grúa estuvo a punto de llevarse a Bichito, ahora me he emparanoiado y me da miedo que no esté.
- Misia, guapa... La grúa no estuvo a punto de llevarse tu coche: estaba bien aparcado, tenía ticket de parking correcto, no estaba en un vado y no hubo ninguna mudanza, rotura de cañerías o catástrofe natural que hiciera necesario que la grúa moviera tu coche de sitio. Así que la grúa NO estuvo a punto de llevarse tu coche.
- Jo.
- Riing... -(bueno, no faltemos a la verdad: "tachantachan, tachantachan, tachantachan, chaaaaaaaaaaaan"- que traducido al idioma música es "Enjoy the silence" de Depeche. Bueno, y que, todos tenemos nuestro puntito algo ñumpf).
- ¡Mamá!... sí, bien, aquí todo bien... bueno, no te lo vas a creer: ¡la grúa estuvo a punto de llevarse mi cocheeee!
- Grrrrr...
Dice Anómalo que no hay que dejar que la realidad estropee un buen chiste.
Pues bien:

Corolario a las leyes drama-queen:

"Nunca dejes que la realidad te fastidie un buen drama".
Pues eso... ¿¿¿os he contado ya que la grúa estuvo a punto de llevarse a mi pobre Bichito???

viernes, febrero 16, 2007

Losing Bichito

Pues sí, efectivamente, era la Rioja. En Cenicero tenemos la mini-cutre-réplica de la Estatua de la Libertad.
El sábado amanecimos en Logroño. Teníamos hora para visitar una bodega y nos encaminamos al coche, pero...
- Uy, ¿dónde está el coche? ¿Y Bichito? Yo lo aparqué aquí, justo delante de estos contenedores...
- Pues aquí no está... y este hueco pone un prohibido inmenso, Misia.
- ¡Dios, Dios, Dios! ¡Pero si yo juraría que había una raya azul en el suelo! ¡Mírala! Pero, pero... ¡este prohibido de donde sale??? ¿ Y Bichito??? ¿dónde estáaaaaaaaaaa? ¡LA GRÚA! ¡La grúa ha secuestrado a Bichito!
- ¿Seguro que estaba aquí?
- Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Justo en esta raya, con unos contenedores, cerca de la esquina, cerca de un bar... ¡ y no está ! la grúuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Me entró el pánico. Una calle grande de Logroño, mi bicho desaparecido y yo en una ciudad desconocida.
- ¿Y QUE SE HACE EN LOGROÑO SI LA GRÚA SE HA LLEVADO EL COCHE?
¿Qué que se hace? pues el resto del mundo no sé, pero yo, correr. Empecé a correr calle abajo, calle arriba, en busca de unos señores guardias que me explicaran dónde estaba mi coche. Ni Speedy González hubiera igualado mi velocidad punta. Aunque mi acompañante intentó dar algo de racionalidad al asunto, fracasó estrepitosamente. No consiguió ni pararme para que escuchara más de una sílaba seguida. La histeria, es lo que tiene, que te hace muy rápida y muy sorda.
Avisté un coche de policía y me abalancé hacia él.
- Misi, no: ese es el coche que vigila los juzgados. No creo que los señores policías nacionales sepan donde han llevado tu coche.
- ¿Cómo que no? Han secuestrado a mi bicho unos desalmados armados con ganchos y estará por ahí en un...
- Misia...
- ... en una nave fría, y sucia, y rodeado de "grueros" que le tratarán mal...
- ...Misia...
- ... o peor, que le ignorarán... que mi Bicho es muy sensible y enseguida se le desinflan las ruedas...
- ...Misia...
- ... y la multa, por no hablar de que no podremos ir a la bodega, y nos tendremos que quedar en Logroño por siempre jamás...
- ... Misia...
- ...(que no es que tenga nada contra Logroño, pero vivir aquí sin Bichito no me parece correcto. Seguro que a mi jefe tampoco le mola la idea)...
- ... Misia...
- ... y ya no veremos mañana Yuso y Suso, porque como seguro que los grueros han cerrado ya... ¡yo quiero que mi Bichito vuelva! ¡Que lo suelten YA!
- ¡MISIA!
- ¿QUÉ? hijo, no me grites que ya te he oído... es que tú no entiendes mi dolor, ni mi angustia, ni...
- Misia...
- ¿Qué? - al borde de las lágrimas.
- Mira treinta metros más allá.
-¿Dónde? ¿Y para qué? ¿hay un policía para pedirle socorro? No veo nada...
- En esa esquina, en esos contenedores, en ese bar.
-...
...
...Ups. Que digo yo... que si nos damos prisa llegamos a la bodega.

miércoles, julio 05, 2006

Heridas de guerra

La mudanza de Be ya tiene su primera baja. Y no, no es Be, aunque casi (la pobre anda exhausta por las esquinas, cargada con toallas, zapatos y tiaras).

Mi bichito ha sido la primera víctima. Esta mañana he ido a la casa de los padres de Be, hemos cargado con montones de cosas mi pequeño coche y nos hemos ido hacia Madrid.

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Íbamos las dos saltando entre cosas, con miedo a que una avalancha de más de quince cajas de zapatos nos sepultara. Un atasco (es Madrid) y de repente, crash, un golpe por detrás. Y un ruido horrible de chapa retorcida. Nos bajamos del coche, a ver quien nos había golpeado y, y... allí estaba. El cochazo. Y lo mejor es quien se bajó de él.... ¡Adrien B.!

Éste es el coche de Adrien :


Éste es mi coche (pero en azul):



Está claro quién ganó en el choque de titanes.

EL MÍO, POR SUPUESTO.

Mi coche se había hecho un bollito en la aleta trasera derecha, pero el de Adrian quedó... destrozaíto. Se ofreció a pagar todos los desperfectos, pero chula que es una le dije que no, que otro día pagaba él. Pero que como compensación nos tenía que subir las maletas hasta el piso de Be.

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...

...

Vaaaaale, ahora la versión verdadera. He abollado mi coche, pero el culpable no ha sido Adrien, sino esto:

No, los policías no. El bolardo.

Es que esta tarde le he contado la versión verdadera a Anómalo y me ha dicho que no era emocionante. Jo, ¿cómo que no es emocionante conducir por Madrid? Es como pasar las pantallas de los videojuegos: te puedes caer por huecos, salirte de curvas, hay cambios imprevistos de rumbo y de velocidades, archienemigos disfrazados de taxistas tratan de sabotearte... Y en la pantalla final el monstruo que te arroja bolardos y multas.

P.D. Este... ahora que me doy cuenta... No le he contado nada a Hermano del bollo...

Hermano, si estás leyendo esto... ¡no te vas a creer lo que me ha pasado!: iba por la carretera y de repente, crash, un cochazo nos ha embestido por detrás... nunca adivinarás quién conducía...

(¿Colará?)