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OVNI en la ciudad de Nueva York
¿Sabéis qué? ¡Han aparecido platillos volantes en Nueva York! Al menos esa conclusión deberíamos sacar si hiciésemos caso de los testimonios que multitud de personas han dado sobre avistamientos en la ciudad.
El tiempo voló: me lo debo de haber pasado bien
Artículo escrito por Leyre Castro, profesora de la Universidad de Iowa, sobre la percepción del tiempo (anteriores entregas aquí y aquí).
Un último apunte, por mi parte, sobre los sesgos a la hora de estimar el paso del tiempo.
En el primer post de esta serie, Héctor mencionó que "cuando lo estamos pasando bien, por ejemplo, o distraídos con algo que nos gusta, el tiempo vuela literalmente".
Cuando esto ocurre, la experiencia es muchas veces positiva, pero parece que lo realmente necesario es que estemos muy atentos e inmersos en la tarea, sea charlar con los amigos, arreglar un grifo o aprender a manejar el nuevo iPad. Independientemente del valor hedónico o de la complejidad de la experiencia, cuando estamos realmente concentrados en ella, el tiempo se percibe que pasa más rápido (Chaston y Kingstone, 2004).
Pero, sí, es verdad que cuando disfrutamos, el tiempo vuela. Lo interesante es que lo contrario también parece ser cierto: cuando el tiempo pasa muy rápido, inferimos que es porque nos lo hemos pasado bien.
Esto es lo que descubrieron Sackett y sus colaboradores (2010) al estudiar qué sucede cuando a la gente se le hace creer que el tiempo ha transcurrido más rápido, o más lento, de lo que ha transcurrido en realidad.
Un último apunte, por mi parte, sobre los sesgos a la hora de estimar el paso del tiempo.
En el primer post de esta serie, Héctor mencionó que "cuando lo estamos pasando bien, por ejemplo, o distraídos con algo que nos gusta, el tiempo vuela literalmente".
Cuando esto ocurre, la experiencia es muchas veces positiva, pero parece que lo realmente necesario es que estemos muy atentos e inmersos en la tarea, sea charlar con los amigos, arreglar un grifo o aprender a manejar el nuevo iPad. Independientemente del valor hedónico o de la complejidad de la experiencia, cuando estamos realmente concentrados en ella, el tiempo se percibe que pasa más rápido (Chaston y Kingstone, 2004).
Pero, sí, es verdad que cuando disfrutamos, el tiempo vuela. Lo interesante es que lo contrario también parece ser cierto: cuando el tiempo pasa muy rápido, inferimos que es porque nos lo hemos pasado bien.
Esto es lo que descubrieron Sackett y sus colaboradores (2010) al estudiar qué sucede cuando a la gente se le hace creer que el tiempo ha transcurrido más rápido, o más lento, de lo que ha transcurrido en realidad.
Publicado por
Fernando Blanco
22 abril, 2010
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Etiquetas:
memoria,
percepción,
psicología cognitiva
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Percepción del tiempo (II)
La siguiente entrada ha sido escrita por Leyre Castro, una profesora de la Universidad de Iowa que amablemente nos ha ofrecido su contribución, al hilo del post que inició Héctor sobre la percepción del tiempo.
Percibimos colores, sonidos y sabores gracias a los sentidos de la vista, el oído y el gusto. Pero no poseemos un sentido específico que nos permita percibir el tiempo. Por tanto, parece que debemos estimar el tiempo a partir de la percepción de otras cosas. La idea más extendida es que no percibimos el tiempo en sí, sino cambios o sucesos que ocurren en un determinado tiempo. Sin hechos externos, estimar el tiempo se convierte en una tarea complicada. Que se lo pregunten si no a Jean Paul Mairetet.
1966. Sur de Francia. Una cueva a 70 metros de profundidad. Mairetet, de 24 años, pasa 6 meses, asumimos que voluntariamente, en tal entorno. Eso sí, la cueva es "espaciosa", y Mairetet dispone de "cama, comida y luz eléctrica". No se trata de una extravagancia francesa, sino de un estudio sobre ritmos circadianos y regulación fisiológica en condiciones de aislamiento. El investigador Paul Fraisse decidió que era una buena oportunidad para también indagar en cómo se percibe el tiempo en tales condiciones. Malamente, fue su conclusión. Por ejemplo, la duración media del tiempo pasado entre el despertar y la comida, Mairetet la estimó en 4 horas, 40 minutos cuando la duración media real fue 10 horas, 26 minutos.
Percibimos colores, sonidos y sabores gracias a los sentidos de la vista, el oído y el gusto. Pero no poseemos un sentido específico que nos permita percibir el tiempo. Por tanto, parece que debemos estimar el tiempo a partir de la percepción de otras cosas. La idea más extendida es que no percibimos el tiempo en sí, sino cambios o sucesos que ocurren en un determinado tiempo. Sin hechos externos, estimar el tiempo se convierte en una tarea complicada. Que se lo pregunten si no a Jean Paul Mairetet.
1966. Sur de Francia. Una cueva a 70 metros de profundidad. Mairetet, de 24 años, pasa 6 meses, asumimos que voluntariamente, en tal entorno. Eso sí, la cueva es "espaciosa", y Mairetet dispone de "cama, comida y luz eléctrica". No se trata de una extravagancia francesa, sino de un estudio sobre ritmos circadianos y regulación fisiológica en condiciones de aislamiento. El investigador Paul Fraisse decidió que era una buena oportunidad para también indagar en cómo se percibe el tiempo en tales condiciones. Malamente, fue su conclusión. Por ejemplo, la duración media del tiempo pasado entre el despertar y la comida, Mairetet la estimó en 4 horas, 40 minutos cuando la duración media real fue 10 horas, 26 minutos.
Publicado por
Fernando Blanco
24 marzo, 2010
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Etiquetas:
memoria,
percepción,
psicología cognitiva
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El "tacto háptico-dinámico": No tengo poderes paranormales
¿Creéis que seríais capaces de percibir la forma de un objeto sin verlo ni tocarlo?
Es 1990 y acabo de entrar en el laboratorio del profesor Michael Turvey*. Me siento junto a un panel vertical que oculta mi mano derecha. Con esa mano, invisible para mí, sostengo el extremo de una varilla de madera. Me dicen que en el otro extremo de la varilla hay pegada una figura geométrica (un cono, una semiesfera, un paralelepípedo, una pirámide o un cilindro), como si la varilla fuera un asa o un mango. Se me permite mover la muñeca para agitar la varilla en cualquier dirección, pero sin soltarla ni tocarla con ninguna otra parte del cuerpo. Ahora el experimentador me pide que adivine la forma de esa figura que estoy sujetando a través de la varilla y que no estoy autorizado a ver ni tocar. Estoy a punto de replicar que es imposible saberlo, pero finalmente decido dejarme llevar por la intuición: "Es un cono". El experimentador toma nota de mi respuesta, al tiempo que alguien reemplaza el objeto por otro aparentemente similar y el proceso se inicia de nuevo. Después de una serie de ensayos como éste, me quedo de piedra cuando el experimento termina y compruebo que mis intuiciones han sido extraordinariamente acertadas. Ahí están los objetos que no podía ver ni tocar (solamente sujetar), tal y como los había imaginado: Un cono, una semiesfera, una pirámide cuadrangular... Un escalofrío me sacude levemente. Nunca lo había sospechado hasta ahora, pero ¿y si resulta que tengo un don especial? Una tasa de acierto tan sobresaliente no puede ser efecto del azar.
Efectivamente, no lo es. Aquí termina la dramatización. No, ningún participante de este curioso estudio (Burton, Turvey y Solomon, 1990) tenía poderes paranormales. De hecho, la explicación para este fenómeno tan portentoso e intrigante no puede ser más mundanal y cotidiana. Os invito a leer este post para entender cómo es posible este aparente milagro.
Es 1990 y acabo de entrar en el laboratorio del profesor Michael Turvey*. Me siento junto a un panel vertical que oculta mi mano derecha. Con esa mano, invisible para mí, sostengo el extremo de una varilla de madera. Me dicen que en el otro extremo de la varilla hay pegada una figura geométrica (un cono, una semiesfera, un paralelepípedo, una pirámide o un cilindro), como si la varilla fuera un asa o un mango. Se me permite mover la muñeca para agitar la varilla en cualquier dirección, pero sin soltarla ni tocarla con ninguna otra parte del cuerpo. Ahora el experimentador me pide que adivine la forma de esa figura que estoy sujetando a través de la varilla y que no estoy autorizado a ver ni tocar. Estoy a punto de replicar que es imposible saberlo, pero finalmente decido dejarme llevar por la intuición: "Es un cono". El experimentador toma nota de mi respuesta, al tiempo que alguien reemplaza el objeto por otro aparentemente similar y el proceso se inicia de nuevo. Después de una serie de ensayos como éste, me quedo de piedra cuando el experimento termina y compruebo que mis intuiciones han sido extraordinariamente acertadas. Ahí están los objetos que no podía ver ni tocar (solamente sujetar), tal y como los había imaginado: Un cono, una semiesfera, una pirámide cuadrangular... Un escalofrío me sacude levemente. Nunca lo había sospechado hasta ahora, pero ¿y si resulta que tengo un don especial? Una tasa de acierto tan sobresaliente no puede ser efecto del azar.
Efectivamente, no lo es. Aquí termina la dramatización. No, ningún participante de este curioso estudio (Burton, Turvey y Solomon, 1990) tenía poderes paranormales. De hecho, la explicación para este fenómeno tan portentoso e intrigante no puede ser más mundanal y cotidiana. Os invito a leer este post para entender cómo es posible este aparente milagro.
Publicado por
Fernando Blanco
25 enero, 2010
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embodied cognition,
percepción,
psicofísica,
psicología cognitiva
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Magia y cerebro (II)
Y seguimos con la segunda parte de la entrada anterior, también sobre ilusionismo y cerebro de la mano de Brainy...
Publicado por
Héctor
23 noviembre, 2009
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Etiquetas:
Biología,
neurociencias,
percepción,
psicología cognitiva
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Magia y cerebro o cómo Tamariz engaña a nuestras neuronas
Recientemente los chicos de Psicoteca publicaron un par de artículos relativos a la magia y el estudio del cerebro y justo por esas fechas apareció un artículo en Nature Neuroscience Reviews muy interesante firmado, entre otros por James Randi y Susana Martínez-Conde (podéis descargar el artículo aquí). El artículo propone que las neurociencias se pueden beneficiar del estudio de cómo los magos realizan sus trucos y de cómo éstos son percibidos por el público. A partir de aquí ruego a aquellos que no quieran que les desvele algunos trucos que se abstengan de seguir leyendo el apunte. A los que continúen con la lectura les recomiendo que a medida que vayan encontrando los enlaces en el texto vayan accediendo a ellos.
Ilusión de movimiento inducido
“Sentada en el asiento del tren Susan miraba por la ventanilla. No había mucho que ver, ya que otro tren situado en la vía de al lado no dejaba apreciar más que otro vagón visto desde el exterior. Nada de vistas, lo cual hubiera sido deseable dada la larga espera que Susan tenía que soportar hasta que el tren se pusiera en marcha. Debían de quedar por lo menos 15 minutos más, que después de los 15 que ya llevaban parados y de una dura jornada de trabajo, se hacían demasiado largos.
De pronto y sin previo aviso se escuchó un pitido y Susan vio como el tren en el que ella se encontraba comenzaba a moverse. “¡Vaya, parece que finalmente no tendré que esperar esos 15 minutos!”, se dijo a sí misma.
Pero pronto se dio cuenta de que todo había sido una ilusión. El tren que realmente se estaba moviendo era el que estaba justo al lado del suyo, no en el que ella se encontraba. Parece que la percepción le había jugado una mala pasada…”
Hay veces en que creemos estar percibiendo algo, pero realmente eso que percibimos no es real, sino sólo una ilusión. Este es el caso de las ilusiones de movimiento, en las que percibimos que un objeto se mueve cuando realmente no se está moviendo. Es lo que se conoce como ilusión de movimiento.
De pronto y sin previo aviso se escuchó un pitido y Susan vio como el tren en el que ella se encontraba comenzaba a moverse. “¡Vaya, parece que finalmente no tendré que esperar esos 15 minutos!”, se dijo a sí misma.
Pero pronto se dio cuenta de que todo había sido una ilusión. El tren que realmente se estaba moviendo era el que estaba justo al lado del suyo, no en el que ella se encontraba. Parece que la percepción le había jugado una mala pasada…”
Hay veces en que creemos estar percibiendo algo, pero realmente eso que percibimos no es real, sino sólo una ilusión. Este es el caso de las ilusiones de movimiento, en las que percibimos que un objeto se mueve cuando realmente no se está moviendo. Es lo que se conoce como ilusión de movimiento.
Ilusiones ópticas
He encontrado en youtube un vídeo con algunas ilusiones ópticas que está bastante bien...
Y os dejo ya de paso esta otra ilusión conocida como "Ventana de Ames", creada por Ames. Os recomiendo ver el vídeo sin sonido para experimentar la ilusión "en todo su esplendor", y más tarde volverlo a ver con el sonido, ya que lo explican en el mismo en inglés. La explicación en castellano la podemos encontrar aquí.
Y atentos a lo que se puede hacer con un poco de perspectiva...atentos a la obra de Edgar Mueller
Y os dejo ya de paso esta otra ilusión conocida como "Ventana de Ames", creada por Ames. Os recomiendo ver el vídeo sin sonido para experimentar la ilusión "en todo su esplendor", y más tarde volverlo a ver con el sonido, ya que lo explican en el mismo en inglés. La explicación en castellano la podemos encontrar aquí.
Y atentos a lo que se puede hacer con un poco de perspectiva...atentos a la obra de Edgar Mueller
Sorprendente noticia
De estas dos fotografías, ¿quién dirías que es el chico y quién la chica?
Si has dicho que la foto de la izquierda corresponde a una chica y la de la derecha a un chico, entonces has caído en la ilusión óptica.
Realmente es la misma persona e incluso la misma foto, pero lo que ocurre es que la foto de la izquierda tiene mayor contraste entre los labios y ojos y la cara, que la de la derecha.
Richard Russell es profesor de psicología de Harvard, y parece ser que acaba de encontrar una de las claves visuales que usamos para diferenciar el sexo de las personas al mirarles a la cara. Y es que parece que existe un mayor contraste entre la piel y los ojos y labios en mujeres que en hombres. Basándose en este aspecto, han conseguido crear la ilusión y conseguir que veamos diferentes sexos donde sólo hay uno únicamente. Podemos leer el artículo completo de la investigación aquí.
La noticia la he encontrado en Soitu, procedente de Rue89.
Si has dicho que la foto de la izquierda corresponde a una chica y la de la derecha a un chico, entonces has caído en la ilusión óptica.
Realmente es la misma persona e incluso la misma foto, pero lo que ocurre es que la foto de la izquierda tiene mayor contraste entre los labios y ojos y la cara, que la de la derecha.
Richard Russell es profesor de psicología de Harvard, y parece ser que acaba de encontrar una de las claves visuales que usamos para diferenciar el sexo de las personas al mirarles a la cara. Y es que parece que existe un mayor contraste entre la piel y los ojos y labios en mujeres que en hombres. Basándose en este aspecto, han conseguido crear la ilusión y conseguir que veamos diferentes sexos donde sólo hay uno únicamente. Podemos leer el artículo completo de la investigación aquí.
La noticia la he encontrado en Soitu, procedente de Rue89.
Efecto McGurk
¿Qué es eso del efecto McGurk? Es resultado de una interacción de diferentes modalidades sensoriales. Como ya hemos comentado alguna vez, nuestro cerebro crea nuestra percepción a partir de la información que llega a nuestros sentidos. El cerebro es muy bueno en dicha labor, pero a veces se equivoca y lo que percibimos no se corresponde con la realidad. Este es el caso del efecto McGurk, pero además este efecto añade algo muy interesante, como es la interacción entre diferentes modalidades sensoriales. ¿Pensabas que lo que ves no puede influir en lo que oyes? Pues no es así, lo que vemos puede modificar la percepción auditiva de lo que estamos oyendo. En esto consiste el Efecto McGurk. Podemos verlo y experimentarlo por nosotros mismos con este vídeo:
Como habrás comprobado por ti mismo, lo que ves (cómo la persona pronuncia una sílaba) influye sobre lo que oyes (en realidad tú entiendes da, cuando lo que tú realmente estás escuchando es ba).
Desde hace unos 50 años ya se comenzaron a hacer estudios sobre cómo influye lo que vemos sobre lo que oímos y una de las primeras cosas que se vieron fue que tener la posibilidad de ver a la persona que está hablando con nosotros mejora el volumen de lo que oímos en hasta 15dB, y esto no ocurre sólo con volúmenes bajos sino que ocurre también cuando las condiciones acústicas no son adversas (recuerda, cuando alguien te grite no le mires y te parecerá que está gritando más bajo).
Después llegó la ilusión auditiva de McGurk en el año 1976, que en realidad estaba estudiando los patrones de imitación de los niños cuando aprendían a hablar y para ello les puso vídeos de personas pronunciando determinadas sílabas, pero el sonido no se correspondía con lo que ellos oían. Cuando llegaron a la combinación ga-ba (como en el vídeo) los niños oían la sílaba da. McGurk echó la bronca al tipo que había preparado los vídeos porque creía que los había montado mal, pero rápidamente se mostró que todo estaba perfectamente y que lo que ocurría era que habían descubierto una forma de producir una ilusión auditiva. De hecho, este efecto también puede conseguirse con otras combinaciones como con la combinación ka (visual) + pa (auditiva), que da lugar a la percepción de ta. Y además McGurk observó que este efecto no sólo se daba en niños sino también en adultos e incluso en niños que todavía no han adquirido el lenguaje (se da incluso en niños de 6 meses de edad).
A partir de entonces este efecto se ha estudiado pormenorizadamente y se han encontrado cosas muy interesantes al respecto. En experimentos de neuroimagen se ha visto que hay una región del cerebro, el surco temporal superior izquierdo, que parece que muestra una diferente activación cuando recibe estímulos congruentes (cuando el estímulo visual y el acústico coinciden) con respecto a cuando estos son incongruentes. Esta región es lo que se conoce como un área de asociación. Las áreas de asociación son regiones del cerebro donde confluyen axones de neuronas que transmiten información de diferente modalidad sensorial y es aquí donde se procesan de forma conjunta y lo que puede dar lugar a ilusiones o errores, como ocurría también en el efecto Stroop que comentábamos recientemente.
Por otro lado, esta es una prueba de que el sistema visual y el auditivo han evolucionado de forma conjunta para permitir, entre otras cosas, un mejor procesamiento del habla. El sistema visual podría ayudar a discriminar sonidos que son difíciles de diferenciar (las personas sordas llevan al extremo esta ventaja cuando leen los labios) y también podría servir como una forma de redundancia, de modo que el estímulo visual incrementaría la confianza sobre el mensaje percibido a través del sistema auditivo (si dos sistemas independientes apuntan a la misma solución entonces podemos confiar más en ella que si sólo uno de ellos la valida). Además, el efecto McGurk no es algo automático sino que requiere de nuestra atención para que se dé, de modo que cuando se incorporan estímulos distractores visuales o auditivos se ve atenuado, lo que además prueba que el efecto no se debe a un mal procesamiento de la vista o el oído sino de la integración de esas dos modalidades sensoriales. Otra prueba de esta ayuda del sistema visual sobre el auditivo es que cuando una persona ve a otra que está hablando pero a la que no puede oír, en su cerebro no sólo se activa la corteza visual (la que responde a lo que sus ojos están viendo) sino que se activa también la corteza auditiva (aun cuando no está escuchando nada).
Desde hace unos 50 años ya se comenzaron a hacer estudios sobre cómo influye lo que vemos sobre lo que oímos y una de las primeras cosas que se vieron fue que tener la posibilidad de ver a la persona que está hablando con nosotros mejora el volumen de lo que oímos en hasta 15dB, y esto no ocurre sólo con volúmenes bajos sino que ocurre también cuando las condiciones acústicas no son adversas (recuerda, cuando alguien te grite no le mires y te parecerá que está gritando más bajo).
Después llegó la ilusión auditiva de McGurk en el año 1976, que en realidad estaba estudiando los patrones de imitación de los niños cuando aprendían a hablar y para ello les puso vídeos de personas pronunciando determinadas sílabas, pero el sonido no se correspondía con lo que ellos oían. Cuando llegaron a la combinación ga-ba (como en el vídeo) los niños oían la sílaba da. McGurk echó la bronca al tipo que había preparado los vídeos porque creía que los había montado mal, pero rápidamente se mostró que todo estaba perfectamente y que lo que ocurría era que habían descubierto una forma de producir una ilusión auditiva. De hecho, este efecto también puede conseguirse con otras combinaciones como con la combinación ka (visual) + pa (auditiva), que da lugar a la percepción de ta. Y además McGurk observó que este efecto no sólo se daba en niños sino también en adultos e incluso en niños que todavía no han adquirido el lenguaje (se da incluso en niños de 6 meses de edad).
A partir de entonces este efecto se ha estudiado pormenorizadamente y se han encontrado cosas muy interesantes al respecto. En experimentos de neuroimagen se ha visto que hay una región del cerebro, el surco temporal superior izquierdo, que parece que muestra una diferente activación cuando recibe estímulos congruentes (cuando el estímulo visual y el acústico coinciden) con respecto a cuando estos son incongruentes. Esta región es lo que se conoce como un área de asociación. Las áreas de asociación son regiones del cerebro donde confluyen axones de neuronas que transmiten información de diferente modalidad sensorial y es aquí donde se procesan de forma conjunta y lo que puede dar lugar a ilusiones o errores, como ocurría también en el efecto Stroop que comentábamos recientemente.
Por otro lado, esta es una prueba de que el sistema visual y el auditivo han evolucionado de forma conjunta para permitir, entre otras cosas, un mejor procesamiento del habla. El sistema visual podría ayudar a discriminar sonidos que son difíciles de diferenciar (las personas sordas llevan al extremo esta ventaja cuando leen los labios) y también podría servir como una forma de redundancia, de modo que el estímulo visual incrementaría la confianza sobre el mensaje percibido a través del sistema auditivo (si dos sistemas independientes apuntan a la misma solución entonces podemos confiar más en ella que si sólo uno de ellos la valida). Además, el efecto McGurk no es algo automático sino que requiere de nuestra atención para que se dé, de modo que cuando se incorporan estímulos distractores visuales o auditivos se ve atenuado, lo que además prueba que el efecto no se debe a un mal procesamiento de la vista o el oído sino de la integración de esas dos modalidades sensoriales. Otra prueba de esta ayuda del sistema visual sobre el auditivo es que cuando una persona ve a otra que está hablando pero a la que no puede oír, en su cerebro no sólo se activa la corteza visual (la que responde a lo que sus ojos están viendo) sino que se activa también la corteza auditiva (aun cuando no está escuchando nada).
Por último, dos curiosidades al respecto de la integración visual-auditiva: por un lado, la sinestesia, que consiste en que un estímulo de una determinada modalidad puede evocar otras modalidades sensoriales, de modo que se pueden oler colores o ver los sonidos, que es lo que se cree que le ocurría al pintor ruso Kandinsky, que decía que la música evocaba en él colores y formas. Y, por otro lado, hay personas que perciben un sonido, como un breve clinck cuando mueven sus ojos hacia una determinada posición. En este último caso no se trata de un “error” en la integración de estímulos sino más bien de alguna conexión anómala entre los nervios oculomotores y el sistema auditivo.
Campbell, R., (2008), The processing of audio-visual speech: empirical and neural bases, Phil.Trnas.R.Soc.B. 363: 1001-10.
Artículo escrito por Brainy, y por Héctor.
Artículo escrito por Brainy, y por Héctor.
Ilusionismo y psicología 2
Si os ha gustado el tema del ilusionismo y la relación que tiene con la psicología, creo que es buena idea que entréis en esta página y echéis un vistazo. Sobre todo a la sección de vídeos, donde podréis encontrar cosas cuando menos divertidas...
Especialmente destacables son este vídeo, en el que se muestra algo que seguramente os resultará familiar, y también este otro, es el que se muestra un juego realmente divertido.
Que los disfrutéis...
Especialmente destacables son este vídeo, en el que se muestra algo que seguramente os resultará familiar, y también este otro, es el que se muestra un juego realmente divertido.
Que los disfrutéis...
Ilusionismo y psicología
«La psicología de la percepción, la psicología del engaño y la del recuerdo son lo más importante. Es lo que hace de verdad que la gente alucine ante determinados trucos, como por ejemplo este»
Esta es una cita de Juan Tamariz.
Está sacada de aquí. No es la primera ni la última vez que Juan Tamariz dice algo similar. Y es que el ilusionismo es un arte que guarda una relación muy especial con la psicología. Por Museo de la Ciencia hemos escrito algún artículo sobre la memoria y el ilusionismo que da una cierta idea de en qué consiste dicha relación.
En El Clan del oso Blanco también podemos encontrar un post interesante sobre algunas de las investigaciones que ha realizado Daniel J. Simons, un investigador de la universidad de Illinois que se dedica a estudiar la cognición y la percepción visual.
Nosotros escribimos un artículo relacionado sobre el tema aquí en Psicoteca.
Y la historia no acaba aquí, otros muchos estudios sobre percepción y memoria nos pueden ayudar a explicar muchas de las cosas que se usan en el ilusionismo. Pero, ¿Nos puede servir también la magia para estudiar y ampliar nuestro conocimiento de la psicología humana? Es decir, ¿puede ser una relación de doble sentido? Yo estoy convencido de que así es.
Seguramente los psicólogos se han dejado importantes preguntas en el tintero, y algunas técnicas que los ilusionistas usan, son una fuente de información ideal para el diseño de nuevas investigaciones con bastantes probabilidades de éxito. Así por lo visto opinan también “Gustav Kuhn del departamento de Psicología de la Universidad de Durham y Alym Amlani, recién graduado en el Programa de Sistemas Cognitivos de la Universidad de British Columbia”. O al menos esa es la impresión que uno saca si uno lee la noticia que es fuente de la cita anterior. Como se dice en dicha noticia: “El estudio de los trucos de magia podría ayudar a comprender mejor cómo ven, piensan y actúan los humanos, según un estudio de la Universidad de British Columbia en Canadá y la Universidad de Durham en Reino Unido que se publica en la edición digital de la revista 'Trends in Cognitive Sciences”.
Los que tengáis idea de dedicar vuestra vida a la investigación en psicología, aquí hay un campo lleno de oportunidades en el que trabajar, o al menos esa es la impresión que a mí me queda…
Edito, gracias a Brainy que nos ha avisado de la publicación de este artículo publicado en Nature Neuroscience Reviews. Es otro artículo diferente, pero que nos habla también sobre la relación entre ilusionismo y psicología. Lo podemos encontrar también aquí.
Esta es una cita de Juan Tamariz.
Está sacada de aquí. No es la primera ni la última vez que Juan Tamariz dice algo similar. Y es que el ilusionismo es un arte que guarda una relación muy especial con la psicología. Por Museo de la Ciencia hemos escrito algún artículo sobre la memoria y el ilusionismo que da una cierta idea de en qué consiste dicha relación.
En El Clan del oso Blanco también podemos encontrar un post interesante sobre algunas de las investigaciones que ha realizado Daniel J. Simons, un investigador de la universidad de Illinois que se dedica a estudiar la cognición y la percepción visual.
Nosotros escribimos un artículo relacionado sobre el tema aquí en Psicoteca.
Y la historia no acaba aquí, otros muchos estudios sobre percepción y memoria nos pueden ayudar a explicar muchas de las cosas que se usan en el ilusionismo. Pero, ¿Nos puede servir también la magia para estudiar y ampliar nuestro conocimiento de la psicología humana? Es decir, ¿puede ser una relación de doble sentido? Yo estoy convencido de que así es.
Seguramente los psicólogos se han dejado importantes preguntas en el tintero, y algunas técnicas que los ilusionistas usan, son una fuente de información ideal para el diseño de nuevas investigaciones con bastantes probabilidades de éxito. Así por lo visto opinan también “Gustav Kuhn del departamento de Psicología de la Universidad de Durham y Alym Amlani, recién graduado en el Programa de Sistemas Cognitivos de la Universidad de British Columbia”. O al menos esa es la impresión que uno saca si uno lee la noticia que es fuente de la cita anterior. Como se dice en dicha noticia: “El estudio de los trucos de magia podría ayudar a comprender mejor cómo ven, piensan y actúan los humanos, según un estudio de la Universidad de British Columbia en Canadá y la Universidad de Durham en Reino Unido que se publica en la edición digital de la revista 'Trends in Cognitive Sciences”.
Los que tengáis idea de dedicar vuestra vida a la investigación en psicología, aquí hay un campo lleno de oportunidades en el que trabajar, o al menos esa es la impresión que a mí me queda…
Edito, gracias a Brainy que nos ha avisado de la publicación de este artículo publicado en Nature Neuroscience Reviews. Es otro artículo diferente, pero que nos habla también sobre la relación entre ilusionismo y psicología. Lo podemos encontrar también aquí.
Publicado por
Héctor
19 agosto, 2008
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memoria,
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Comments: (9)
Ilusión óptica para levantar el pedal
Sorprendente pero parece ser que cierto. Todos conocemos los típicos badenes que se ponen en las carreteras para fomentar que los conductores bajen la velocidad al pasar por un paso de cebra. Por lo menos donde yo vivo los han puesto por todas partes. En Filadelfia quieren hacer algo parecido pero un poco diferente.
Bueno quieren hacer, si no lo ha hecho ya, porque la noticia es de hace un mes y poco. ¿Qué quieren hacer? Van a poner ilusiones ópticas de badenes. Sí, sé que suena raro, pero eso es lo que van a hacer. Van a pintar en el suelo un dibujo de tal forma que los conductores al pasar tendrán una ilusión óptica de que el pavimento se levanta, tal y como si allí hubiera un badén.
¿Qué se espera conseguir con esto?
Que los conductores levanten el pedal del acelerador, sin que tengan que sufrir la molesta experiencia de pasar por un badén. La pregunta que yo me hago es, ¿la gente que se conoce el sitio no seguirá pasando a gran velocidad una vez conocida la ilusión y la ausencia de badén?
Fuente de la noticia aquí y aquí.
Bueno quieren hacer, si no lo ha hecho ya, porque la noticia es de hace un mes y poco. ¿Qué quieren hacer? Van a poner ilusiones ópticas de badenes. Sí, sé que suena raro, pero eso es lo que van a hacer. Van a pintar en el suelo un dibujo de tal forma que los conductores al pasar tendrán una ilusión óptica de que el pavimento se levanta, tal y como si allí hubiera un badén.
¿Qué se espera conseguir con esto?
Que los conductores levanten el pedal del acelerador, sin que tengan que sufrir la molesta experiencia de pasar por un badén. La pregunta que yo me hago es, ¿la gente que se conoce el sitio no seguirá pasando a gran velocidad una vez conocida la ilusión y la ausencia de badén?
Fuente de la noticia aquí y aquí.
Leyes Gestalt
Nota: Es el mismo que ha sido publicado hace poco en Museo de la Ciencia
¿Es lo que vemos siempre, lo que llega a nuestros ojos exactamente? Existen numerosas ilusiones ópticas, que muestran cómo a veces puede "verse" u "oírse" algo que realmente no existe tal y como lo percibimos.
Y es que en la forma en que percibimos el mundo, tiene un papel muy importante el procesamiento de nuestro cerebro. Nuestro cerebro "genera", por decirlo de algún modo, lo que solemos "percibir nosotros" a partir de lo que captan nuestros sentidos.
De hecho, si nos paramos a pensar en el mundo que nos rodea por ejemplo, nos damos cuenta de que es en 3D, sin embargo en la retina solamente se puede proyectar una imagen en 2D. ¿Cómo llegamos a percibir el mundo en 3D a partir de una imagen en 2D? ¿Quién o qué resuelve este problema? Nuestro cerebro lo hace. Lo cual hace patente la importancia del mismo en la construcción de la "experiencia perceptiva".
Por ejemplo, también captamos dos imágenes del mundo ligeramente diferentes, una por cada ojo. Pero al percibir el mundo de forma consciente, solamente vemos una sola imagen. Es decir, que nuestro cerebro, a partir de lo que nuestros ojos captan, es capaz de crear lo que "vemos nosotros realmente". ¿Pero cómo hace el cerebro todas estas cosas? Sobre la percepción humana y cómo organizamos la realidad al percibirla, hay algunos estudios clásicos hechos. Hoy creo que es buena idea, recordar alguna aportación hecha en ese sentido desde la escuela de la Gestalt.
Ley de proximidad
Hace ya mucho que se formularon una serie de principios sobre nuestra percepción, los principios de la Gestalt. Es importante distinguir la escuela de la Gestalt (corriente de psicología experimental), de la terapia de la Gestalt (corriente de terapia que viene del humanismo).
Uno de esos principios que formularon es la Ley de proximidad. ¿Qué dice dicho principio? Pues que la proximidad es un factor importante para la agrupación de la información visual.
Podemos ver en la foto una serie de palillos. Los percibimos con una tendencia a hacer 3 grupos de dos, formando cada grupo por los dos palillos más próximos entre sí. Si nos esforzamos podemos "ver" grupos formados por palillos de diferentes parejas (por ejemplo, uno formado por el palillo derecho de la primera pareja y el izquierdo de la segunda). Sin embargo la tendencia natural que suele ocurrir, es la de agrupación por proximidad. Veamos qué pasa con grupos de 3 palillos...
Y lo mismo que con los palillos, con otras muchas cosas de nuestra vida. Es fácil que si dos personas están juntas físicamente en la calle, podamos pensar que son amigas (grupo de palillos de dos).
Ley de la semejanza
Otra forma de agrupación perceptiva es por semejanza. No es raro que si de entre una multitud vemos a 4 personas vestidas igual (de uniforme), podamos pensar que van juntas. Podemos verlo en esta foto, donde hay una tendencia a agrupar las monedas por su semejanza.
A pesar de que estén a la misma distancia unas de otras (más o menos), se las tiende a agrupar en filas o columnas según su semejanza. Así pues, en esta foto veremos más fácilmente filas que columnas.
Existen otros principios que describen también diferentes aspectos de la percepción dentro de los formulados por la Gestalt, aunque estos son posiblemente los más conocidos.
¿Es lo que vemos siempre, lo que llega a nuestros ojos exactamente? Existen numerosas ilusiones ópticas, que muestran cómo a veces puede "verse" u "oírse" algo que realmente no existe tal y como lo percibimos.
Y es que en la forma en que percibimos el mundo, tiene un papel muy importante el procesamiento de nuestro cerebro. Nuestro cerebro "genera", por decirlo de algún modo, lo que solemos "percibir nosotros" a partir de lo que captan nuestros sentidos.
De hecho, si nos paramos a pensar en el mundo que nos rodea por ejemplo, nos damos cuenta de que es en 3D, sin embargo en la retina solamente se puede proyectar una imagen en 2D. ¿Cómo llegamos a percibir el mundo en 3D a partir de una imagen en 2D? ¿Quién o qué resuelve este problema? Nuestro cerebro lo hace. Lo cual hace patente la importancia del mismo en la construcción de la "experiencia perceptiva".
Por ejemplo, también captamos dos imágenes del mundo ligeramente diferentes, una por cada ojo. Pero al percibir el mundo de forma consciente, solamente vemos una sola imagen. Es decir, que nuestro cerebro, a partir de lo que nuestros ojos captan, es capaz de crear lo que "vemos nosotros realmente". ¿Pero cómo hace el cerebro todas estas cosas? Sobre la percepción humana y cómo organizamos la realidad al percibirla, hay algunos estudios clásicos hechos. Hoy creo que es buena idea, recordar alguna aportación hecha en ese sentido desde la escuela de la Gestalt.
Ley de proximidad
Hace ya mucho que se formularon una serie de principios sobre nuestra percepción, los principios de la Gestalt. Es importante distinguir la escuela de la Gestalt (corriente de psicología experimental), de la terapia de la Gestalt (corriente de terapia que viene del humanismo).
Uno de esos principios que formularon es la Ley de proximidad. ¿Qué dice dicho principio? Pues que la proximidad es un factor importante para la agrupación de la información visual.
Podemos ver en la foto una serie de palillos. Los percibimos con una tendencia a hacer 3 grupos de dos, formando cada grupo por los dos palillos más próximos entre sí. Si nos esforzamos podemos "ver" grupos formados por palillos de diferentes parejas (por ejemplo, uno formado por el palillo derecho de la primera pareja y el izquierdo de la segunda). Sin embargo la tendencia natural que suele ocurrir, es la de agrupación por proximidad. Veamos qué pasa con grupos de 3 palillos...
Y lo mismo que con los palillos, con otras muchas cosas de nuestra vida. Es fácil que si dos personas están juntas físicamente en la calle, podamos pensar que son amigas (grupo de palillos de dos).
Ley de la semejanza
Otra forma de agrupación perceptiva es por semejanza. No es raro que si de entre una multitud vemos a 4 personas vestidas igual (de uniforme), podamos pensar que van juntas. Podemos verlo en esta foto, donde hay una tendencia a agrupar las monedas por su semejanza.
A pesar de que estén a la misma distancia unas de otras (más o menos), se las tiende a agrupar en filas o columnas según su semejanza. Así pues, en esta foto veremos más fácilmente filas que columnas.
Existen otros principios que describen también diferentes aspectos de la percepción dentro de los formulados por la Gestalt, aunque estos son posiblemente los más conocidos.
Nuestro cerebro nos la vuelve a jugar
Hace tiempo que encontré en la red una ilusión óptica bastante curiosa, y tenía ganas de compartirla con vosotros.
Se trata de una ilusión en la que los colores no son realmente lo que parecen. Muchas veces al ver el color de una chaqueta, no hemos sabido bien si era marrón o verde. A veces nos cuesta distinguir los colores dependiendo de la luz o de otros colores que se encuentren alrededor. De hecho al rodear unos colores de otros, la percepción que tenemos de dichos colores cambia.
En esta ilusión ocurre seguramente algo parecido. Seguramente influyen los colores que rodean a la pieza en cuestión, y seguramente tiene que ver también el hecho de que interpretemos que la pieza está detrás de una pantalla de color.
La explicación exacta no la conozco, no la he leído en ningún sitio. Pero hay ilusiones que son bastante similares por un motivo u otro, y creo que estas son las interpretaciones más razonables para lo que ocurre en la misma.
Dejando claro que la interpretación es mía en base a otras observadas, y en base a cómo percibimos los colores, está sujeta a otras opiniones. Y también por supuesto a quien haya leído por ahí la explicación y quiera matizar algo sobre la misma.
La ilusión la podemos encontrar aquí. Como bien explican en el post, la pieza central es del mismo color en ambas imágenes, a pesar de que parece una amarilla y otra azul.
Podemos encontrar la misma imagen algo más grande aquí. Para entender mejor una de las posibles razones para que se de parte de la ilusión podemos echar un vistazo a esta otra ilusión. En ella podemos ver cómo cambia la percepción que tenemos del color verde, en función del color de las rayas que lo rodean. Algo parecido podría ocurrir en parte en esta ilusión.
Que disfrutéis mucho cortando la cruz y moviéndola con algún programa preparado para ello. El efecto es bastante curioso de ver. Al pasar la pieza de una zona a otra cambia de color "como por arte de magia".
Saludos :)
Se trata de una ilusión en la que los colores no son realmente lo que parecen. Muchas veces al ver el color de una chaqueta, no hemos sabido bien si era marrón o verde. A veces nos cuesta distinguir los colores dependiendo de la luz o de otros colores que se encuentren alrededor. De hecho al rodear unos colores de otros, la percepción que tenemos de dichos colores cambia.
En esta ilusión ocurre seguramente algo parecido. Seguramente influyen los colores que rodean a la pieza en cuestión, y seguramente tiene que ver también el hecho de que interpretemos que la pieza está detrás de una pantalla de color.
La explicación exacta no la conozco, no la he leído en ningún sitio. Pero hay ilusiones que son bastante similares por un motivo u otro, y creo que estas son las interpretaciones más razonables para lo que ocurre en la misma.
Dejando claro que la interpretación es mía en base a otras observadas, y en base a cómo percibimos los colores, está sujeta a otras opiniones. Y también por supuesto a quien haya leído por ahí la explicación y quiera matizar algo sobre la misma.
La ilusión la podemos encontrar aquí. Como bien explican en el post, la pieza central es del mismo color en ambas imágenes, a pesar de que parece una amarilla y otra azul.
Podemos encontrar la misma imagen algo más grande aquí. Para entender mejor una de las posibles razones para que se de parte de la ilusión podemos echar un vistazo a esta otra ilusión. En ella podemos ver cómo cambia la percepción que tenemos del color verde, en función del color de las rayas que lo rodean. Algo parecido podría ocurrir en parte en esta ilusión.
Que disfrutéis mucho cortando la cruz y moviéndola con algún programa preparado para ello. El efecto es bastante curioso de ver. Al pasar la pieza de una zona a otra cambia de color "como por arte de magia".
Saludos :)
Disparidad binocular y 3D
Escrito por: Brainy, Wis y Héctor.
El mundo que nos rodea lo percibimos en 3 dimensiones. Sin embargo, eso es algo que nuestro cerebro consigue a partir de una imagen del mundo en 2D que se proyecta sobre la retina. Es decir, que la luz entra por el ojo y llega a la retina, que es una superficie en 2D. ¿Cómo es capaz nuestro cerebro de conseguir la percepción en 3D a partir de una imagen en 2D?
Hay varias claves que utiliza nuestro cerebro para conseguir dicho objetivo. En este post nos centraremos principalmente en una de esas claves: la disparidad binocular.
¿Qué es eso de la disparidad binocular? Según wikipedia: “se conoce como disparidad binocular o retinal a la ligera diferencia entre los dos puntos de vista proporcionados por ambos ojos.”
Es decir, que con un ojo no vemos exactamente lo mismo que con el otro, ya que se encuentran situados en lugares ligeramente diferentes en el rostro. Pero para entender mejor lo que es la disparidad, una pequeña prueba.
Haz la prueba
Pon tu dedo pulgar delante de tus ojos, con cosas detrás del mismo que sirvan como referencia. Enfoca con la vista tu dedo y cierra un ojo. Luego abre el ojo cerrado y cierra el otro. Hazlo varias veces seguidas. Da la impresión de que el dedo se mueve hacia los lados. Esto es debido a que la imagen que vemos con un ojo es ligeramente diferente a la que vemos con el otro.
La disparidad binocular puede ser cruzada o no cruzada. En disparidad cruzada, el objeto que vemos está situado más cerca que el punto de enfoque. Sin embargo, en la disparidad no cruzada, el objeto que vemos está más lejos que el punto de enfoque.
Haz la prueba
Ahora vamos a hacer algo parecido a lo que hemos hecho antes. Pero ahora utiliza 3 objetos, que sean similares a poder ser. Estos objetos van a hacer el papel que antes le ha correspondido al pulgar. Pueden valer fichas de dominó por ejemplo.
Coloca uno muy cerca de los ojos (con cierta distancia de seguridad), otro algo más lejos, y el tercero ya más lejano que los dos anteriores.
Es decir, en fila uno detrás de otro a diferentes distancias, frente a tu mirada. Mueve un poco el segundo a la derecha para que no quede justo detrás del primero, y haz lo mismo con el tercero, a una distancia un poco mayor. Así los tienes en fila y puedes verlos a los tres de un golpe de vista.
Ahora enfoca al segundo, al que está en el medio. Y enfocándolo, cierra un ojo. Luego ábrelo y cierra el otro. Y todo esto mientras enfocas el del medio (2º). ¿Qué ocurre? Si te fijas, el primer objeto y el tercero parecerán moverse igual que lo hacía el pulgar. Sin embargo, el tercero lo hará hacia un lado, y el primero al contrario.
Sí, vale, hay disparidad. Pero, ¿Qué tiene que ver esto con la percepción en 3D? Pues que nuestro cerebro usa la diferencia que hay entre ambos ojos para calcular mucho mejor la distancia a la que se encuentran los objetos. Es la única clave binocular de 3D. Todas las demás claves son monoculares. Sin embargo, ésta es una de las claves más importantes.
Haz la prueba
Pon tus dos dedos índices o dos objetos cualquiera (dos bolígrafos por ejemplo) uno detrás del otro a cierta distancia. Has de ponerlos de tal forma que queden en fila uno casi detrás del otro, pero que se vean ambos (como en el ejercicio anterior pero con sólo dos). Míralos fijamente y cierra un ojo. Vuelve a abrirlo. Vuelve a cerrarlo y a abrirlo otra vez. Y así todas las veces que quieras. ¿Notas cómo el hecho de ver con dos ojos da mucha más sensación de profundidad? ¿Notas que con dos ojos se aprecia mucho mejor la distancia que hay entre un objeto y otro?
Haz otra prueba
Pide a alguien que se ponga frente a ti, y mueva su dedo índice de atrás adelante (estando el dedo índice en vertical de modo que podríamos colocar un aro encima). Estando tú de frente, intenta tocar su dedo índice en movimiento desde un lateral con un bolígrafo con un ojo cerrado. Luego hazlo con los dos ojos abiertos. ¿Notas diferencia? ¿Notas que cuando usas los dos ojos eres mucho más preciso? Tener dos ojos ayuda a valorar mejor las distancias. Probablemente esto nos da una idea del valor evolutivo de la disparidad binocular para el ser humano.
Si nuestro cerebro usa la información de la disparidad para la percepción de 3D, ¿no podremos engañarle, presentando a cada ojo imágenes tal y como si estuviéramos viendo realmente objetos tridimensionales?
Sin usar nada más que esta clave de la disparidad, se pueden producir ilusiones 3D a partir de imágenes en 2D. De hecho así lo constató el psicólogo y neurocientífico Belá Julesz. Julesz mostró a través de los estereogramas, que se podía crear la ilusión de 3D solamente manipulando la clave de la disparidad binocular. Quien quiera ver algunos estereogramas puede hacerlo aquí. Imagino que todos recordaréis el famoso libro del “Ojo Mágico”. Pues ahora ya sabéis como funciona.
Pero Julesz no fue el primero en darse cuenta de que mediante la manipulación de la disparidad se podía producir el efecto de 3D. Quien lo hizo fue el físico Charles Wheatstone, que fue el que inventó el estereoscopio. En la foto podemos ver cómo hay dos imágenes sacadas con una cámara con dos lentes separadas a la distancia a la que se encontrarían los ojos humanos. Con el aparato se acerca una imagen a cada ojo. Así se crea la ilusión de 3D.
Existen otros sistemas de crear la sensación de 3D, como pueden ser los anaglifos, creados por primera vez por el fotógrafo francés Louis Ducos du Hauron. Este sistema necesita de unas gafas como las que aparecen en la foto.
Las gafas correspondientes son las azules y rojas. Las lentes son filtros que solamente dejan pasar una de las dos imágenes que estarán dibujadas o fotografiadas…o proyectadas, ya que creo que este sistema se ha usado también para proyectar películas.
Al final se basa en lo mismo que los anteriores, en dos imágenes tomadas (como las que percibiríamos de forma natural por cada ojo con un objeto 3D), y mediante las gafas conseguir que sólo una de esas dos imágenes llegue a cada ojo, imitando así lo que percibiríamos si hubiera realmente un objeto en 3D. Sólo que no lo hay, es una ilusión creada a partir de una imagen en 2D. Quien quiera fabricarse unas gafas puede encontrar cómo hacerlo aquí.
Y quien quiera usarlas luego, podrá encontrar imágenes bastante conseguidas aquí y aquí.
Por último comentar también los sistemas que se valen de la polarización para conseguir generar la ilusión de 3D. En los cines 3D es el sistema que se usa.
Pero, ¿qué es la polarización? ¿Qué son las lentes polarizadas?
Polarización
Antes de nada habrá que saber qué es la polarización, así que intentaré explicarlo de la manera más sencilla posible. La luz se trata de una onda electromagnética que se propaga en todas las direcciones, por eso cuando encendemos una lámpara se ilumina toda la habitación y no solo el suelo que tiene debajo. El decir que es una onda electromagnética significa que tiene una componente de campo eléctrico y otra de campo magnético. Estos dos campos llevan direcciones perpendiculares y el uno depende del otro de modo que para nuestra explicación servirá con hablar únicamente de uno de ellos, por ejemplo el eléctrico.
Pues bien, el campo eléctrico de la luz mientras se propaga por el espacio va continuamente girando en todos los planos. Esto es como si cogéis un folio y lo empezáis a girar continuamente por su eje central. El campo eléctrico de la luz hace eso mismo. Pero, ¿qué ocurre si conseguimos que la luz únicamente vaya en un plano? La respuesta es muy sencilla. Y es que una vez conseguido esto, decimos que la luz está polarizada. Quizá sea un poco lioso explicarlo de palabra, pero se ve fácilmente con un dibujo.
El conseguir la polarización de la luz no es un trabajo complicado aunque parezca difícil. Lo que se debe hacer es disponer de una lámina con unas ranuras de una altura determinada y en una posición determinada. Para la luz, por ejemplo, la altura de estas aberturas debe ser del orden de la longitud de onda de la luz, es decir entre 380 y 780 nanómetros, dependiendo del color que queramos obtener. Para una onda electromagnética de mayor longitud de onda como por ejemplo las microondas, las ranuras deben ser de entre un milímetro y un metro.
Lo de la posición tiene que ver con la absorción del campo eléctrico que tiene lugar en las ranuras, pero sería bastante complicado de explicar, de modo que os diré lo que podéis hacer para comprobarlo experimentalmente. Cuando vais al cine IMAX en 3D, las gafas están diseñadas para polarizar la luz en el sentido correcto para obtener la ilusión en 3D. Pero, ¿que ocurre si giramos nuestra cabeza acercándola a uno de nuestros hombros? Pues que estaremos cambiando en 90 grados el ángulo de las microscópicas ranuras de las gafas, por lo que la polarización no se produce y veréis la película igual que si no las tuvierais puestas. Si sois muy impacientes y queréis ver este efecto antes de que empiece la película también podéis usar vuestro teléfono móvil. La luz que sale de él está polarizada ya que las pantallas de cristal líquido o LCD funcionan de este modo. Así que si giráis el móvil enfrente de vosotros, notaréis variaciones en el brillo de la pantalla, e incluso puede llegar a verse completamente oscura. De ahí que sea imprescindible disponer de las ranuras en la posición adecuada.
Si queréis hacer vuestras propias pruebas en internet, tenéis esta página en la que podréis elegir el ángulo con el que veis la luz polarizada. Considerad lo que llaman analizador como si fuera vuestra vista. Espero que gracias a esta página podáis entender mejor todo este tema de la polarización de la luz.
Aquí tenéis unas gafas para producir la polarización:
¿Cómo se consigue la ilusión 3D con lentes polarizadas?
Al final volvemos a lo mismo. Se proyectan dos películas superpuestas una para cada ojo, y eso provoca la sensación de 3D. Las lentes polarizadas sirven para que por un ojo sólo se vea una de las proyecciones, y por el otro la otra. Es decir, que se proyectan dos películas ambas con luz polarizada, pero en distintos planos. Así mediante las gafas, cada proyección sólo se ve por el ojo adecuado. Si por ejemplo una de las dos proyecciones cae, el lado correspondiente quedará en negro, ya que no pasará nada de luz. La luz de la proyección destinada al otro ojo no pasa, ya que la gafa sólo deja pasar por ese lado la luz que se propague en un determinado plano.
Haz la prueba
Vete a una sala de cine 3D que tenga el sistema IMAX 3D. Durante la película quítate las gafas, y verás que sin las lentes polarizadas ves una película doble. Cuando te pones las gafas lo ves todo en 3D, porque cada lente selecciona una película para cada ojo.
Otra cosa que puedes hacer es cerrar un ojo. Si cierras un ojo, desaparecerá la ilusión de 3D, ya que se basa precisamente en la disparidad BINOCULAR. Eso quiere decir que se necesitan 2 ojos para percibir el efecto. Y esto es válido para el IMAX y para todos los sistemas anteriores. Si cerramos un ojo el efecto se va.
Fíjate
Pon un dedo frente a tus ojos y enfoca un objeto que esté más lejos que el dedo. Si nos fijamos, si un objeto está muy cerca de nosotros, existe mucha disparidad (si enfocamos un objeto más lejano). Si tengo el dedo muy cerca de los ojos y hago lo de cerrar un ojo y luego abrirlo y cerrar el otro, la imagen del dedo cercano parece moverse mucho. Si lo alejo un poco la disparidad es menor, y al hacer lo de cerrar un ojo y luego el otro, parece moverse menos.
Fíjate en el cine. Si te quitas las gafas verás que los objetos que se supone están muy cerca de ti en la ilusión de 3D (que casi parece que puedes tocarlos), al quitarse uno las gafas son los que más distancia tienen con su copia (con los mismos objetos en la otra proyección superpuesta). Los objetos que están algo más alejados, tienen una separación menor.
Podrás también ver cómo cuando en la ilusión 3D acercan un objeto (como las letras del final que a veces las presentan así), el objeto al ser visto sin las gafas polarizadas lo que hace es separarse de su copia (que realmente no es una copia, sino una imagen muy similar vista desde un punto de vista ligeramente diferente: el de nuestro otro ojo).
Saliéndonos de la disparidad: constancia del tamaño
Los objetos más cercanos ocupan un mayor espacio en la retina. Los más lejanos ocupan un espacio menor. Es lo que se llama constancia del tamaño en función de la distancia. Y es que la distancia percibida a la que están los objetos no es una dimensión independiente a la del tamaño percibido, sino que están en relación. Así si por ejemplo manipulamos las claves de la distancia percibida, el tamaño varía y se producen ilusiones de tamaño. Lo vimos aquí y aquí hace algún tiempo.
Haz la prueba
Cuando vayas al cine fíjate bien. Cuando algo se acerca mucho en la ilusión de 3D, si uno se quita las gafas, lo que ve es que se separan las imágenes y aumentan su tamaño.
Es decir, que aumenta la separación de las imágenes de las dos películas (del objeto que se acerca) y aumentan su tamaño. Por ejemplo, se acerca un tiburón a comernos. Pues la imagen del mismo en las dos proyecciones se separa más y más, según percibimos que se acerca en la ilusión. Y su tamaño aumenta para mantener la constancia de tamaño.
Disfrutad probando por vosotros mismos :)
Bases cerebrales de la visión en 3D
Como hemos comentado antes, cuando un objeto aparece en el campo visual los movimientos oculares se encargan de dirigir la mirada hacia ese objeto para realizar la fijación visual. En el momento en que el blanco se proyecta en medio de ambas fóveas se percibe una imagen única (fusión binocular), y finaliza el movimiento ocular. Esto sirve para coordinar ambos ojos, ya que el campo visual de cada uno de ellos es diferente, como habréis podido comprobar si habéis realizado alguna de las pruebas que os hemos propuesto.
La disparidad retiniana es empleada por el cerebro de dos modos diferentes: primero, como una retroalimentación para que el sistema oculomotor realice el alineamiento ocular y estabilice la imagen en la retina y segundo, como información para alcanzar la estereopsis o visión en 3D. Para que el cerebro utilice las disparidades debe establecerse de alguna manera la correspondencia entre las características de la imagen que caen en cada retina, pero todavía no se sabe cómo el cerebro resuelve este problema de correspondencia.
Así pues, las disparidades retinianas están siempre presentes durante la visión binocular normal, por lo que el sistema debe utilizarlas para alcanzar la visión única. Desde los trabajos de Gian F.Poggio se conoce la existencia de células en la corteza cerebral visual sensibles a disparidades retinianas horizontales. Los primeros procesos de información estereoscópica dependen de tres sistemas funcionales principales de neuronas corticales: el sistema de disparidad cercano (formado por neuronas que responden a disparidades cruzadas), el sistema de disparidad lejano (formado por neuronas que responden a disparidades no cruzadas) y el sistema correspondiente o de disparidad cero (formado por neuronas que responden no a la disparidad sino a la correlación de texturas, lo que ayuda también a formar la imagen en 3D) . Estos tres sistemas se han identificado en las áreas V1, V2 y V3 de la corteza visual de los macacos. A nivel funcional, las poblaciones de neuronas de los sistemas de cercanía y lejanía dan lugar al procesamiento neural que da lugar a la estereopsis grosera y algunos subtipos entre ellas contribuirían a la estereopsis fina.. Las neuronas del sistema de disparidad cero contribuyen a los mecanismos de retroalimentación del sistema oculomotor.
En la percepción de profundidad también influyen mecanismos monoculares como la percepción de contornos, a lo que contribuye de forma decisiva la percepción de sombras, y la información procedente de la perspectiva (lineal, tamaño, escorzo, detalle, etc). Existen células sensibles exclusivamente a cada una de estas características en la corteza visual. El tamaño de los objetos también será importante a la hora de que el cerebro genere la percepción de profundidad y, por último, el paralaje monocular también es otro factor importante para la percepción de profundidad
Pero existen neuronas en otras áreas de la corteza no visual que también parecen participar en la visión en 3D. Los mecanismos neurales de la visión estereoscópica de la forma han sido estudiados desde hace relativamente poco y en estos procesos han sido involucradas dos áreas cerebrales estudiadas en los macacos: una pequeña subregión del córtex inferotemporal llamada TEs (ver Figura a) y la región intraparietal caudal (CIP) (ver en este enlace, marcada en rojo, y obsérvese lo similar del cerebro del macaco al del humano). De hecho, a nivel clínico se ha observado que sujetos con lesiones en el lóbulo temporal pueden tener problemas para visualizar objetos en 3D o pueden incluso llegar a perder esa capacidad.
Las neuronas de TEs responden selectivamente a la orientación y curvatura en la superficie de imágenes estereoscópicas, por lo que esta región da lugar a una descripción detallada en 3D de los contornos de la superficie y de su contenido. Esta descripción es producida sólo por estímulos binoculares en los cuales los sujetos ven la profundidad y ésta no varía aunque se modifique dicha profundidad.
Las neuronas de la región CIP son sensibles a la orientación en profundidad de superficies y objetos alargados y sus respuestas no se ven modificadas por pistas de profundidad. Estas neuronas responden también a gradientes de textura y perspectiva lineal y sus respuestas se incrementan cuando estos elementos se combinan de formas determinadas. También en CIP hay neuronas sensibles a la orientación de ejes. Algunos datos preliminares muestran que algunas de las neuronas sensibles a la orientación de los ejes prefieren un grosor intermedio, son selectivas de forma y no parecen discriminar la curvatura de la superficie.
Estos datos sugieren que las neuronas encargadas de representar la forma en 3D estarían situadas en torno a las áreas Tes y CIP y reciben proyecciones de áreas corticales visuales como V3 y V4 (áreas de procesamiento visual), pero todavía no se conoce el proceso con detalle (ver Figura b).. De hecho, es uno de los aspectos menos estudiados de la visión.
Orban, G.A., Janssen, P., Vogels, R., (2006), Extracting 3D structure from disparity, TRENDS in Neurosciences.29 (8):466-473.
Sakata,H., Tsutsui,K., Taira, M., (2005), Toward an understanding of the neural processing for 3D shape perception, Neuropsychologia 43: 151–161
Acuña,C., Cudeiro, J., “Procesos visuales centrales”, (1998) En: Manual de neurociencia, Delgado, J.M., Ferrús, A., Mora, F., Rubia, F.J. Ed.Síntesis págs:579-614.
El mundo que nos rodea lo percibimos en 3 dimensiones. Sin embargo, eso es algo que nuestro cerebro consigue a partir de una imagen del mundo en 2D que se proyecta sobre la retina. Es decir, que la luz entra por el ojo y llega a la retina, que es una superficie en 2D. ¿Cómo es capaz nuestro cerebro de conseguir la percepción en 3D a partir de una imagen en 2D?
Hay varias claves que utiliza nuestro cerebro para conseguir dicho objetivo. En este post nos centraremos principalmente en una de esas claves: la disparidad binocular.
¿Qué es eso de la disparidad binocular? Según wikipedia: “se conoce como disparidad binocular o retinal a la ligera diferencia entre los dos puntos de vista proporcionados por ambos ojos.”
Es decir, que con un ojo no vemos exactamente lo mismo que con el otro, ya que se encuentran situados en lugares ligeramente diferentes en el rostro. Pero para entender mejor lo que es la disparidad, una pequeña prueba.
Haz la prueba
Pon tu dedo pulgar delante de tus ojos, con cosas detrás del mismo que sirvan como referencia. Enfoca con la vista tu dedo y cierra un ojo. Luego abre el ojo cerrado y cierra el otro. Hazlo varias veces seguidas. Da la impresión de que el dedo se mueve hacia los lados. Esto es debido a que la imagen que vemos con un ojo es ligeramente diferente a la que vemos con el otro.
La disparidad binocular puede ser cruzada o no cruzada. En disparidad cruzada, el objeto que vemos está situado más cerca que el punto de enfoque. Sin embargo, en la disparidad no cruzada, el objeto que vemos está más lejos que el punto de enfoque.
Haz la prueba
Ahora vamos a hacer algo parecido a lo que hemos hecho antes. Pero ahora utiliza 3 objetos, que sean similares a poder ser. Estos objetos van a hacer el papel que antes le ha correspondido al pulgar. Pueden valer fichas de dominó por ejemplo.
Coloca uno muy cerca de los ojos (con cierta distancia de seguridad), otro algo más lejos, y el tercero ya más lejano que los dos anteriores.
Es decir, en fila uno detrás de otro a diferentes distancias, frente a tu mirada. Mueve un poco el segundo a la derecha para que no quede justo detrás del primero, y haz lo mismo con el tercero, a una distancia un poco mayor. Así los tienes en fila y puedes verlos a los tres de un golpe de vista.
Ahora enfoca al segundo, al que está en el medio. Y enfocándolo, cierra un ojo. Luego ábrelo y cierra el otro. Y todo esto mientras enfocas el del medio (2º). ¿Qué ocurre? Si te fijas, el primer objeto y el tercero parecerán moverse igual que lo hacía el pulgar. Sin embargo, el tercero lo hará hacia un lado, y el primero al contrario.
Sí, vale, hay disparidad. Pero, ¿Qué tiene que ver esto con la percepción en 3D? Pues que nuestro cerebro usa la diferencia que hay entre ambos ojos para calcular mucho mejor la distancia a la que se encuentran los objetos. Es la única clave binocular de 3D. Todas las demás claves son monoculares. Sin embargo, ésta es una de las claves más importantes.
Haz la prueba
Pon tus dos dedos índices o dos objetos cualquiera (dos bolígrafos por ejemplo) uno detrás del otro a cierta distancia. Has de ponerlos de tal forma que queden en fila uno casi detrás del otro, pero que se vean ambos (como en el ejercicio anterior pero con sólo dos). Míralos fijamente y cierra un ojo. Vuelve a abrirlo. Vuelve a cerrarlo y a abrirlo otra vez. Y así todas las veces que quieras. ¿Notas cómo el hecho de ver con dos ojos da mucha más sensación de profundidad? ¿Notas que con dos ojos se aprecia mucho mejor la distancia que hay entre un objeto y otro?
Haz otra prueba
Pide a alguien que se ponga frente a ti, y mueva su dedo índice de atrás adelante (estando el dedo índice en vertical de modo que podríamos colocar un aro encima). Estando tú de frente, intenta tocar su dedo índice en movimiento desde un lateral con un bolígrafo con un ojo cerrado. Luego hazlo con los dos ojos abiertos. ¿Notas diferencia? ¿Notas que cuando usas los dos ojos eres mucho más preciso? Tener dos ojos ayuda a valorar mejor las distancias. Probablemente esto nos da una idea del valor evolutivo de la disparidad binocular para el ser humano.
Si nuestro cerebro usa la información de la disparidad para la percepción de 3D, ¿no podremos engañarle, presentando a cada ojo imágenes tal y como si estuviéramos viendo realmente objetos tridimensionales?
Sin usar nada más que esta clave de la disparidad, se pueden producir ilusiones 3D a partir de imágenes en 2D. De hecho así lo constató el psicólogo y neurocientífico Belá Julesz. Julesz mostró a través de los estereogramas, que se podía crear la ilusión de 3D solamente manipulando la clave de la disparidad binocular. Quien quiera ver algunos estereogramas puede hacerlo aquí. Imagino que todos recordaréis el famoso libro del “Ojo Mágico”. Pues ahora ya sabéis como funciona.
Pero Julesz no fue el primero en darse cuenta de que mediante la manipulación de la disparidad se podía producir el efecto de 3D. Quien lo hizo fue el físico Charles Wheatstone, que fue el que inventó el estereoscopio. En la foto podemos ver cómo hay dos imágenes sacadas con una cámara con dos lentes separadas a la distancia a la que se encontrarían los ojos humanos. Con el aparato se acerca una imagen a cada ojo. Así se crea la ilusión de 3D.
Existen otros sistemas de crear la sensación de 3D, como pueden ser los anaglifos, creados por primera vez por el fotógrafo francés Louis Ducos du Hauron. Este sistema necesita de unas gafas como las que aparecen en la foto.
Las gafas correspondientes son las azules y rojas. Las lentes son filtros que solamente dejan pasar una de las dos imágenes que estarán dibujadas o fotografiadas…o proyectadas, ya que creo que este sistema se ha usado también para proyectar películas.
Al final se basa en lo mismo que los anteriores, en dos imágenes tomadas (como las que percibiríamos de forma natural por cada ojo con un objeto 3D), y mediante las gafas conseguir que sólo una de esas dos imágenes llegue a cada ojo, imitando así lo que percibiríamos si hubiera realmente un objeto en 3D. Sólo que no lo hay, es una ilusión creada a partir de una imagen en 2D. Quien quiera fabricarse unas gafas puede encontrar cómo hacerlo aquí.
Y quien quiera usarlas luego, podrá encontrar imágenes bastante conseguidas aquí y aquí.
Por último comentar también los sistemas que se valen de la polarización para conseguir generar la ilusión de 3D. En los cines 3D es el sistema que se usa.
Pero, ¿qué es la polarización? ¿Qué son las lentes polarizadas?
Polarización
Antes de nada habrá que saber qué es la polarización, así que intentaré explicarlo de la manera más sencilla posible. La luz se trata de una onda electromagnética que se propaga en todas las direcciones, por eso cuando encendemos una lámpara se ilumina toda la habitación y no solo el suelo que tiene debajo. El decir que es una onda electromagnética significa que tiene una componente de campo eléctrico y otra de campo magnético. Estos dos campos llevan direcciones perpendiculares y el uno depende del otro de modo que para nuestra explicación servirá con hablar únicamente de uno de ellos, por ejemplo el eléctrico.
Pues bien, el campo eléctrico de la luz mientras se propaga por el espacio va continuamente girando en todos los planos. Esto es como si cogéis un folio y lo empezáis a girar continuamente por su eje central. El campo eléctrico de la luz hace eso mismo. Pero, ¿qué ocurre si conseguimos que la luz únicamente vaya en un plano? La respuesta es muy sencilla. Y es que una vez conseguido esto, decimos que la luz está polarizada. Quizá sea un poco lioso explicarlo de palabra, pero se ve fácilmente con un dibujo.
El conseguir la polarización de la luz no es un trabajo complicado aunque parezca difícil. Lo que se debe hacer es disponer de una lámina con unas ranuras de una altura determinada y en una posición determinada. Para la luz, por ejemplo, la altura de estas aberturas debe ser del orden de la longitud de onda de la luz, es decir entre 380 y 780 nanómetros, dependiendo del color que queramos obtener. Para una onda electromagnética de mayor longitud de onda como por ejemplo las microondas, las ranuras deben ser de entre un milímetro y un metro.
Lo de la posición tiene que ver con la absorción del campo eléctrico que tiene lugar en las ranuras, pero sería bastante complicado de explicar, de modo que os diré lo que podéis hacer para comprobarlo experimentalmente. Cuando vais al cine IMAX en 3D, las gafas están diseñadas para polarizar la luz en el sentido correcto para obtener la ilusión en 3D. Pero, ¿que ocurre si giramos nuestra cabeza acercándola a uno de nuestros hombros? Pues que estaremos cambiando en 90 grados el ángulo de las microscópicas ranuras de las gafas, por lo que la polarización no se produce y veréis la película igual que si no las tuvierais puestas. Si sois muy impacientes y queréis ver este efecto antes de que empiece la película también podéis usar vuestro teléfono móvil. La luz que sale de él está polarizada ya que las pantallas de cristal líquido o LCD funcionan de este modo. Así que si giráis el móvil enfrente de vosotros, notaréis variaciones en el brillo de la pantalla, e incluso puede llegar a verse completamente oscura. De ahí que sea imprescindible disponer de las ranuras en la posición adecuada.
Si queréis hacer vuestras propias pruebas en internet, tenéis esta página en la que podréis elegir el ángulo con el que veis la luz polarizada. Considerad lo que llaman analizador como si fuera vuestra vista. Espero que gracias a esta página podáis entender mejor todo este tema de la polarización de la luz.
Aquí tenéis unas gafas para producir la polarización:
¿Cómo se consigue la ilusión 3D con lentes polarizadas?
Al final volvemos a lo mismo. Se proyectan dos películas superpuestas una para cada ojo, y eso provoca la sensación de 3D. Las lentes polarizadas sirven para que por un ojo sólo se vea una de las proyecciones, y por el otro la otra. Es decir, que se proyectan dos películas ambas con luz polarizada, pero en distintos planos. Así mediante las gafas, cada proyección sólo se ve por el ojo adecuado. Si por ejemplo una de las dos proyecciones cae, el lado correspondiente quedará en negro, ya que no pasará nada de luz. La luz de la proyección destinada al otro ojo no pasa, ya que la gafa sólo deja pasar por ese lado la luz que se propague en un determinado plano.
Haz la prueba
Vete a una sala de cine 3D que tenga el sistema IMAX 3D. Durante la película quítate las gafas, y verás que sin las lentes polarizadas ves una película doble. Cuando te pones las gafas lo ves todo en 3D, porque cada lente selecciona una película para cada ojo.
Otra cosa que puedes hacer es cerrar un ojo. Si cierras un ojo, desaparecerá la ilusión de 3D, ya que se basa precisamente en la disparidad BINOCULAR. Eso quiere decir que se necesitan 2 ojos para percibir el efecto. Y esto es válido para el IMAX y para todos los sistemas anteriores. Si cerramos un ojo el efecto se va.
Fíjate
Pon un dedo frente a tus ojos y enfoca un objeto que esté más lejos que el dedo. Si nos fijamos, si un objeto está muy cerca de nosotros, existe mucha disparidad (si enfocamos un objeto más lejano). Si tengo el dedo muy cerca de los ojos y hago lo de cerrar un ojo y luego abrirlo y cerrar el otro, la imagen del dedo cercano parece moverse mucho. Si lo alejo un poco la disparidad es menor, y al hacer lo de cerrar un ojo y luego el otro, parece moverse menos.
Fíjate en el cine. Si te quitas las gafas verás que los objetos que se supone están muy cerca de ti en la ilusión de 3D (que casi parece que puedes tocarlos), al quitarse uno las gafas son los que más distancia tienen con su copia (con los mismos objetos en la otra proyección superpuesta). Los objetos que están algo más alejados, tienen una separación menor.
Podrás también ver cómo cuando en la ilusión 3D acercan un objeto (como las letras del final que a veces las presentan así), el objeto al ser visto sin las gafas polarizadas lo que hace es separarse de su copia (que realmente no es una copia, sino una imagen muy similar vista desde un punto de vista ligeramente diferente: el de nuestro otro ojo).
Saliéndonos de la disparidad: constancia del tamaño
Los objetos más cercanos ocupan un mayor espacio en la retina. Los más lejanos ocupan un espacio menor. Es lo que se llama constancia del tamaño en función de la distancia. Y es que la distancia percibida a la que están los objetos no es una dimensión independiente a la del tamaño percibido, sino que están en relación. Así si por ejemplo manipulamos las claves de la distancia percibida, el tamaño varía y se producen ilusiones de tamaño. Lo vimos aquí y aquí hace algún tiempo.
Haz la prueba
Cuando vayas al cine fíjate bien. Cuando algo se acerca mucho en la ilusión de 3D, si uno se quita las gafas, lo que ve es que se separan las imágenes y aumentan su tamaño.
Es decir, que aumenta la separación de las imágenes de las dos películas (del objeto que se acerca) y aumentan su tamaño. Por ejemplo, se acerca un tiburón a comernos. Pues la imagen del mismo en las dos proyecciones se separa más y más, según percibimos que se acerca en la ilusión. Y su tamaño aumenta para mantener la constancia de tamaño.
Disfrutad probando por vosotros mismos :)
Bases cerebrales de la visión en 3D
Como hemos comentado antes, cuando un objeto aparece en el campo visual los movimientos oculares se encargan de dirigir la mirada hacia ese objeto para realizar la fijación visual. En el momento en que el blanco se proyecta en medio de ambas fóveas se percibe una imagen única (fusión binocular), y finaliza el movimiento ocular. Esto sirve para coordinar ambos ojos, ya que el campo visual de cada uno de ellos es diferente, como habréis podido comprobar si habéis realizado alguna de las pruebas que os hemos propuesto.
La disparidad retiniana es empleada por el cerebro de dos modos diferentes: primero, como una retroalimentación para que el sistema oculomotor realice el alineamiento ocular y estabilice la imagen en la retina y segundo, como información para alcanzar la estereopsis o visión en 3D. Para que el cerebro utilice las disparidades debe establecerse de alguna manera la correspondencia entre las características de la imagen que caen en cada retina, pero todavía no se sabe cómo el cerebro resuelve este problema de correspondencia.
Así pues, las disparidades retinianas están siempre presentes durante la visión binocular normal, por lo que el sistema debe utilizarlas para alcanzar la visión única. Desde los trabajos de Gian F.Poggio se conoce la existencia de células en la corteza cerebral visual sensibles a disparidades retinianas horizontales. Los primeros procesos de información estereoscópica dependen de tres sistemas funcionales principales de neuronas corticales: el sistema de disparidad cercano (formado por neuronas que responden a disparidades cruzadas), el sistema de disparidad lejano (formado por neuronas que responden a disparidades no cruzadas) y el sistema correspondiente o de disparidad cero (formado por neuronas que responden no a la disparidad sino a la correlación de texturas, lo que ayuda también a formar la imagen en 3D) . Estos tres sistemas se han identificado en las áreas V1, V2 y V3 de la corteza visual de los macacos. A nivel funcional, las poblaciones de neuronas de los sistemas de cercanía y lejanía dan lugar al procesamiento neural que da lugar a la estereopsis grosera y algunos subtipos entre ellas contribuirían a la estereopsis fina.. Las neuronas del sistema de disparidad cero contribuyen a los mecanismos de retroalimentación del sistema oculomotor.
En la percepción de profundidad también influyen mecanismos monoculares como la percepción de contornos, a lo que contribuye de forma decisiva la percepción de sombras, y la información procedente de la perspectiva (lineal, tamaño, escorzo, detalle, etc). Existen células sensibles exclusivamente a cada una de estas características en la corteza visual. El tamaño de los objetos también será importante a la hora de que el cerebro genere la percepción de profundidad y, por último, el paralaje monocular también es otro factor importante para la percepción de profundidad
Pero existen neuronas en otras áreas de la corteza no visual que también parecen participar en la visión en 3D. Los mecanismos neurales de la visión estereoscópica de la forma han sido estudiados desde hace relativamente poco y en estos procesos han sido involucradas dos áreas cerebrales estudiadas en los macacos: una pequeña subregión del córtex inferotemporal llamada TEs (ver Figura a) y la región intraparietal caudal (CIP) (ver en este enlace, marcada en rojo, y obsérvese lo similar del cerebro del macaco al del humano). De hecho, a nivel clínico se ha observado que sujetos con lesiones en el lóbulo temporal pueden tener problemas para visualizar objetos en 3D o pueden incluso llegar a perder esa capacidad.
Las neuronas de TEs responden selectivamente a la orientación y curvatura en la superficie de imágenes estereoscópicas, por lo que esta región da lugar a una descripción detallada en 3D de los contornos de la superficie y de su contenido. Esta descripción es producida sólo por estímulos binoculares en los cuales los sujetos ven la profundidad y ésta no varía aunque se modifique dicha profundidad.
Las neuronas de la región CIP son sensibles a la orientación en profundidad de superficies y objetos alargados y sus respuestas no se ven modificadas por pistas de profundidad. Estas neuronas responden también a gradientes de textura y perspectiva lineal y sus respuestas se incrementan cuando estos elementos se combinan de formas determinadas. También en CIP hay neuronas sensibles a la orientación de ejes. Algunos datos preliminares muestran que algunas de las neuronas sensibles a la orientación de los ejes prefieren un grosor intermedio, son selectivas de forma y no parecen discriminar la curvatura de la superficie.
Estos datos sugieren que las neuronas encargadas de representar la forma en 3D estarían situadas en torno a las áreas Tes y CIP y reciben proyecciones de áreas corticales visuales como V3 y V4 (áreas de procesamiento visual), pero todavía no se conoce el proceso con detalle (ver Figura b).. De hecho, es uno de los aspectos menos estudiados de la visión.
Orban, G.A., Janssen, P., Vogels, R., (2006), Extracting 3D structure from disparity, TRENDS in Neurosciences.29 (8):466-473.
Sakata,H., Tsutsui,K., Taira, M., (2005), Toward an understanding of the neural processing for 3D shape perception, Neuropsychologia 43: 151–161
Acuña,C., Cudeiro, J., “Procesos visuales centrales”, (1998) En: Manual de neurociencia, Delgado, J.M., Ferrús, A., Mora, F., Rubia, F.J. Ed.Síntesis págs:579-614.
Ilusión de movimiento de post-imagen
Las cosas no siempre son lo que vemos y aquí volvemos a la carga con otro nuevo ejemplo bastante curioso sobre el tema...
¿Qué es una ilusión? Una ilusión es una percepción errónea originada a partir de un estímulo ambiental. ¿Y una alucinación? Una alucinación es una percepción también errónea, pero sin que exista ningún estímulo ambiental que la provoque.
Así por ejemplo, nuestra percepción tridimensional que nuestro cerebro es capaz de lograr a partir de una imagen en 2D de la retina, no es ni una ilusión ni una alucinación, porque es una percepción adecuada en relación a los estímulos ambientales existentes.
Ilusiones son las ilusiones ópticas, o por ejemplo lo que hacen los magos. Generan estímulos tales que incitan una percepción distorsionada. Alucinaciones son las que tienen las personas que por tomar drogas, tener disfunciones cerebrales u otras causas; pueden llegar a oír y ver cosas que no están ahí, y sin necesidad de un estímulo externo que incite dicha percepción.
Y explicada esta diferencia entre percepción normal, ilusión y alucinación, os comento una ilusión bastante llamativa como es la “ilusión de movimiento de post-imagen”.
Primero, ¿qué es una post-imagen? Es una imagen que seguimos viendo después de retirado un estímulo, por la persistencia del mismo en nuestro sistema nervioso durante algunos segundos. Acudiendo a un ejemplo conocido, sería una post-imagen de una bombilla, la pequeña mancha de la misma que vemos tras dejar de mirarla.
A veces, el estímulo que genera dicha post-imagen es un estímulo en movimiento. Lo cual puede generar una post-imagen en movimiento, produciendo así la “ilusión de movimiento de post-imagen”. Pero para conocer mejor lo que es, nada mejor que probar por uno mismo aquí.
¿Qué es una ilusión? Una ilusión es una percepción errónea originada a partir de un estímulo ambiental. ¿Y una alucinación? Una alucinación es una percepción también errónea, pero sin que exista ningún estímulo ambiental que la provoque.
Así por ejemplo, nuestra percepción tridimensional que nuestro cerebro es capaz de lograr a partir de una imagen en 2D de la retina, no es ni una ilusión ni una alucinación, porque es una percepción adecuada en relación a los estímulos ambientales existentes.
Ilusiones son las ilusiones ópticas, o por ejemplo lo que hacen los magos. Generan estímulos tales que incitan una percepción distorsionada. Alucinaciones son las que tienen las personas que por tomar drogas, tener disfunciones cerebrales u otras causas; pueden llegar a oír y ver cosas que no están ahí, y sin necesidad de un estímulo externo que incite dicha percepción.
Y explicada esta diferencia entre percepción normal, ilusión y alucinación, os comento una ilusión bastante llamativa como es la “ilusión de movimiento de post-imagen”.
Primero, ¿qué es una post-imagen? Es una imagen que seguimos viendo después de retirado un estímulo, por la persistencia del mismo en nuestro sistema nervioso durante algunos segundos. Acudiendo a un ejemplo conocido, sería una post-imagen de una bombilla, la pequeña mancha de la misma que vemos tras dejar de mirarla.
A veces, el estímulo que genera dicha post-imagen es un estímulo en movimiento. Lo cual puede generar una post-imagen en movimiento, produciendo así la “ilusión de movimiento de post-imagen”. Pero para conocer mejor lo que es, nada mejor que probar por uno mismo aquí.
Buen truco
¿Existirá la telepatía? ¿Podemos adivinar cosas? O aún más sorprendente. ¿Puede nuestro ordenador adivinar nuestro pensamiento? ¿Es nuestro ordenador o alguien usando nuestro ordenador?
Para ver si estas cosas pueden ser ciertas os propongo un pequeño experimento. O debería decir tal vez un juego de magia. Sólo seguid las instrucciones del powerpoint que os enlazo y dejaros llevar por la ilusión. Podéis encontrarlo aquí.
¿Qué tal os ha ido? ¿Cómo habrá podido pasar algo así? Si no te sale tampoco desesperes.
Las ciudades
El truco que habéis probado lo podemos tener en cuenta a la hora de planificar cómo debe de ser una ciudad. Hace poco, estuve de viaje y estando por el casco antiguo creía saber donde estaba (en qué calle me encontraba). Sin embargo, una amiga nuestra que vive allí me sacó pronto de mi error. Y es que había 3 calles iguales que estaban unas cerca de las otras. Qué fácil confundirse así, ¿no?
Hace poco comentaba con una amiga algo parecido. Ella decía que “en estos sitios en que es todo igual siempre se acababa perdiendo”. Pero ¿qué tiene que ver el perderse en una ciudad con el truco que acabamos de probar?
Efecto Von Restorff
Pues tienen en común el efecto Von Restorff. El efecto Von Restorff afirma que “los elementos no similares o incongruentes de un conjunto se recuerdan mejor que los elementos similares”.
¿Vemos por dónde van los tiros? No eran poderes sobrenaturales lo que hemos usado para adivinar la carta del comienzo como todos ya sabéis. Lo que pasó es que aparecieron varias cartas muy similares, lo cual dificulta su memorización gracias a este efecto. Luego se te dice que tu carta ya no está, pero lo que realmente se ha hecho es “cambiar todas las cartas”. Normal que ya no esté.
Lo mismo ocurre en una ciudad. Si todas las calles son iguales o bastante parecidas nos será más difícil orientarnos, que si tenemos puntos claros de referencia. Por eso la psicología ambiental recomienda poner en las ciudades estatuas o símbolos distintivos que permitan una mejor orientación de las personas.
El truco se produce en parte también porque prestamos atención a aquello que es importante para nosotros, y no al resto, con lo que solamente prestamos atención a la carta elegida y no a las demás cartas. Con lo cual, acabamos muchos sin darnos cuenta de que nos han cambiado el resto de cartas.
Esto es todo por hoy. Desearos a tod@s unas felices fiestas y de paso un próspero año 2008.
Saludos
Para ver si estas cosas pueden ser ciertas os propongo un pequeño experimento. O debería decir tal vez un juego de magia. Sólo seguid las instrucciones del powerpoint que os enlazo y dejaros llevar por la ilusión. Podéis encontrarlo aquí.
¿Qué tal os ha ido? ¿Cómo habrá podido pasar algo así? Si no te sale tampoco desesperes.
Las ciudades
El truco que habéis probado lo podemos tener en cuenta a la hora de planificar cómo debe de ser una ciudad. Hace poco, estuve de viaje y estando por el casco antiguo creía saber donde estaba (en qué calle me encontraba). Sin embargo, una amiga nuestra que vive allí me sacó pronto de mi error. Y es que había 3 calles iguales que estaban unas cerca de las otras. Qué fácil confundirse así, ¿no?
Hace poco comentaba con una amiga algo parecido. Ella decía que “en estos sitios en que es todo igual siempre se acababa perdiendo”. Pero ¿qué tiene que ver el perderse en una ciudad con el truco que acabamos de probar?
Efecto Von Restorff
Pues tienen en común el efecto Von Restorff. El efecto Von Restorff afirma que “los elementos no similares o incongruentes de un conjunto se recuerdan mejor que los elementos similares”.
¿Vemos por dónde van los tiros? No eran poderes sobrenaturales lo que hemos usado para adivinar la carta del comienzo como todos ya sabéis. Lo que pasó es que aparecieron varias cartas muy similares, lo cual dificulta su memorización gracias a este efecto. Luego se te dice que tu carta ya no está, pero lo que realmente se ha hecho es “cambiar todas las cartas”. Normal que ya no esté.
Lo mismo ocurre en una ciudad. Si todas las calles son iguales o bastante parecidas nos será más difícil orientarnos, que si tenemos puntos claros de referencia. Por eso la psicología ambiental recomienda poner en las ciudades estatuas o símbolos distintivos que permitan una mejor orientación de las personas.
El truco se produce en parte también porque prestamos atención a aquello que es importante para nosotros, y no al resto, con lo que solamente prestamos atención a la carta elegida y no a las demás cartas. Con lo cual, acabamos muchos sin darnos cuenta de que nos han cambiado el resto de cartas.
Esto es todo por hoy. Desearos a tod@s unas felices fiestas y de paso un próspero año 2008.
Saludos
¿Pocas luces?
¿Estáis pensando en comprar un coche? ¿Soléis poneros al volante de forma habitual? Entonces tal vez os interesen algunos aspectos relacionados con el tráfico y con la percepción que podrían incluso evitar muertes al volante.
El hecho de conducir, es como muchos otros un comportamiento aprendido. Es una habilidad en la que entran en juego diferentes capacidades cognitivas. Hay muchos aspectos en los que nos podemos centrar, pero en esta ocasión vamos a examinar algunos aspectos de la percepción. ¿Podría ser importante el estudio de la percepción en relación con el tráfico?
Es importante, o por lo menos eso parece. Y es que conocer algunas cosas sobre cómo procesamos la información visual puede venir muy bien. Por ejemplo, a la hora señalizar las carreteras. ¿Alguna vez habéis llegado a un cruce y había “demasiadas” señales? ¿Alguna vez encontrasteis señales verticales y pintadas en el suelo? Y no una, ni dos verticales, sino unas cuantas… Esto es algo que ¡no se debería hacer!. ¿Por qué? Porque es demasiada información como para actuar de forma rápida conforme a lo que nos indique la señal. Cuanto menor número de señales nos encontremos mejor.
De hecho creo que es algo que se intenta conseguir, reducir el número de señales en los puntos donde hay una sobre señalización injustificada.
Bueno, pero eso le corresponde a las autoridades públicas, pero ¿hay algo de lo que nos podamos enterar aquí que podamos hacer nosotros? Alguna cosa igual sí.
Es conocido que los objetos luminosos se suelen ver antes y mejor, ¿no? Sobre todo en sitios poco iluminados. Esa es la razón de que algunas señales sean luminosas y gran parte de la señalización de la carretera tenga elementos reflectantes. Y esa es la razón también de que ahora sea obligatorio llevar chalecos reflectantes al andar por la carretera.
Además es bien conocido que unos colores se ven mejor que otros, sobre todo en condiciones de poca iluminación. Por eso los chalecos reglamentarios son amarillo chillón. Una buena medida que podemos tomar es usar como dice la ley estos chalecos al andar por la carretera de noche (no subestimar su utilidad).
¿Podemos hacer algo más? Los conductores sí. Gran parte de los accidentes de tráfico se producen por no ver a otros coches o no ser visto. Sabiendo que unos colores se ven mejor que otros, si vamos a comprar un coche podemos comprarlo de un color que sea bien visible. Por ejemplo blanco. Aunque el color blanco es un color un poco sucio, creo que el seguro sale más barato. (No estoy seguro, pero creo que por tener menos probabilidad de tener un accidente, el color blanco facilita que el seguro sea más barato. Ante la duda siempre nos podemos informar antes de comprar el coche.)
Otra cosa que podemos hacer también y que es mucho más útil aún, es llevar las luces “de cruce” siempre encendidas, aunque no sea de noche. En muchos países de la UE es obligatorio llevar las luces encendidas todo el día. Aquí puede que pronto lo sea también. Las motos y algunos transportes públicos lo vienen haciendo desde hace tiempo. El problema de llevar las luces siempre encendidas es que se pueden consumir las baterías. Como alternativa se pueden usar las nuevas luces de bajo consumo. Pero lo que nunca deberíamos hacer, es esperar a encender las luces hasta el último momento, cuando anochece o cuando se reduce la visibilidad por lluvia u otras condiciones adversas. Por lo menos en estas condiciones hay que encender las luces de cruce siempre. Hemos de ver y ser vistos.
Parece ser que llevar las luces encendidas 24 horas podría salvar 200 vidas en España al año. En otros países europeos les ha ido bien con la medida. La pregunta es si en España, con todas las horas de sol que hay, sería una medida tan eficiente.
Un compañero ha iniciado una iniciativa ciudadana para concienciar a la gente de lo conveniente que es usar las luces de cruce para ser visto. Quien quiera más información puede entrar aquí. Es la página de este compañero que os menciono. En la misma explican todo con más detalle. Y quien quiera leer estudios que se han hecho sobre el tema puede hacerlo aquí. Y por último enlazar también este vídeo, que se encuentra también en la página que aparece arriba, y que ilustra bastante bien lo dicho.
Saludos y a conducir con cuidado ;)
El hecho de conducir, es como muchos otros un comportamiento aprendido. Es una habilidad en la que entran en juego diferentes capacidades cognitivas. Hay muchos aspectos en los que nos podemos centrar, pero en esta ocasión vamos a examinar algunos aspectos de la percepción. ¿Podría ser importante el estudio de la percepción en relación con el tráfico?
Es importante, o por lo menos eso parece. Y es que conocer algunas cosas sobre cómo procesamos la información visual puede venir muy bien. Por ejemplo, a la hora señalizar las carreteras. ¿Alguna vez habéis llegado a un cruce y había “demasiadas” señales? ¿Alguna vez encontrasteis señales verticales y pintadas en el suelo? Y no una, ni dos verticales, sino unas cuantas… Esto es algo que ¡no se debería hacer!. ¿Por qué? Porque es demasiada información como para actuar de forma rápida conforme a lo que nos indique la señal. Cuanto menor número de señales nos encontremos mejor.
De hecho creo que es algo que se intenta conseguir, reducir el número de señales en los puntos donde hay una sobre señalización injustificada.
Bueno, pero eso le corresponde a las autoridades públicas, pero ¿hay algo de lo que nos podamos enterar aquí que podamos hacer nosotros? Alguna cosa igual sí.
Es conocido que los objetos luminosos se suelen ver antes y mejor, ¿no? Sobre todo en sitios poco iluminados. Esa es la razón de que algunas señales sean luminosas y gran parte de la señalización de la carretera tenga elementos reflectantes. Y esa es la razón también de que ahora sea obligatorio llevar chalecos reflectantes al andar por la carretera.
Además es bien conocido que unos colores se ven mejor que otros, sobre todo en condiciones de poca iluminación. Por eso los chalecos reglamentarios son amarillo chillón. Una buena medida que podemos tomar es usar como dice la ley estos chalecos al andar por la carretera de noche (no subestimar su utilidad).
¿Podemos hacer algo más? Los conductores sí. Gran parte de los accidentes de tráfico se producen por no ver a otros coches o no ser visto. Sabiendo que unos colores se ven mejor que otros, si vamos a comprar un coche podemos comprarlo de un color que sea bien visible. Por ejemplo blanco. Aunque el color blanco es un color un poco sucio, creo que el seguro sale más barato. (No estoy seguro, pero creo que por tener menos probabilidad de tener un accidente, el color blanco facilita que el seguro sea más barato. Ante la duda siempre nos podemos informar antes de comprar el coche.)
Otra cosa que podemos hacer también y que es mucho más útil aún, es llevar las luces “de cruce” siempre encendidas, aunque no sea de noche. En muchos países de la UE es obligatorio llevar las luces encendidas todo el día. Aquí puede que pronto lo sea también. Las motos y algunos transportes públicos lo vienen haciendo desde hace tiempo. El problema de llevar las luces siempre encendidas es que se pueden consumir las baterías. Como alternativa se pueden usar las nuevas luces de bajo consumo. Pero lo que nunca deberíamos hacer, es esperar a encender las luces hasta el último momento, cuando anochece o cuando se reduce la visibilidad por lluvia u otras condiciones adversas. Por lo menos en estas condiciones hay que encender las luces de cruce siempre. Hemos de ver y ser vistos.
Parece ser que llevar las luces encendidas 24 horas podría salvar 200 vidas en España al año. En otros países europeos les ha ido bien con la medida. La pregunta es si en España, con todas las horas de sol que hay, sería una medida tan eficiente.
Un compañero ha iniciado una iniciativa ciudadana para concienciar a la gente de lo conveniente que es usar las luces de cruce para ser visto. Quien quiera más información puede entrar aquí. Es la página de este compañero que os menciono. En la misma explican todo con más detalle. Y quien quiera leer estudios que se han hecho sobre el tema puede hacerlo aquí. Y por último enlazar también este vídeo, que se encuentra también en la página que aparece arriba, y que ilustra bastante bien lo dicho.
Saludos y a conducir con cuidado ;)
Neutralizando al homúnculo
Los que estudiamos en algún momento de nuestra formación las teorías de la percepción humana sin duda hemos oído hablar de los famosos "homúnculos". De hecho, se ha mencionado esta palabra en algún artículo previo en este blog, pero nunca me había detenido a explicar qué es lo que entendemos por "teorías homunculares" y por qué debemos evitarlas a toda costa. Pues bien, ha llegado el momento de rellenar esta pequeña laguna. Hoy me toca hacer de abogado del diablo y desvariar un poquito. Lo haré lo mejor que pueda, aunque no será fácil.
Publicado por
Fernando Blanco
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Etiquetas:
historia de la psicología,
percepción,
psicología cognitiva
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