Igual hay que ser canario y/o residente en Canarias para entender ciertas expresiones y ciertos juegos de palabras...
PD: Si, ya sé, es robado de un facebook de por ahí...
PPD: ya que estamos con cosas 100% canarias...
¿Que de qué va el blog? Uhmmmm... ¡No sé de qué va el bloooog!
Otro análisis de otro economista incide en la misma línea que el anterior: esta vez es Joel Waldfogel, economista norteamericano que ocupa la cátedra Frederick R. Kappel de Economía Aplicada en Carlson School (Universidad de Minnesota), quien afirma categóricamente que las descargas no han perjudicado a la creación de nueva música como las discográficas y las sociedades de derechos de autor pretenden hacernos creer. Es más, todo apunta a que el estado actual de la creación de música está mejor que nunca.En un muy interesante paper, Joel Waldfogel compara la creación de música en la época anterior a Napster y tras la aparición de la iTunes Music Store, y concluye que debido a la importante reducción de las barreras de entrada en las fases de creación, promoción y distribución, y a la posibilidad de experimentar la música de manera sencilla, el estado actual de la producción de música es mejor ahora que antes.
Si unimos las conclusiones a las de otros estudios que afirman que los artistas viven mejor ahora que antes, la cosa está más que clara: lo que pierde valor no es la música, ni los creadores, sino los intermediarios incapaces de añadir valor en una era en la que el valor de una copia es igual a cero. Esos a los que los que los políticos intentan proteger con leyes absurdas y contra natura, con cánones ilegales, con prevaricación, dictando a sabiendas leyes manifiestamente injustas. Las evidencias son cada vez mayores: de economista en economista, de estudio en estudio, de conclusión en conclusión.
Criticar estudios rigurosos porque simplemente “no te suenan bien” o no coinciden con tu distorsionada visión del mundo es tan trivial y absurdo como pretender que la tecnología se detenga porque no le interesa a una panda de trogloditas. Potenciar la existencia de un monopolio para supuestamente potenciar la creación musical cuando existen evidencias cuantitativas de que esa relación no existe y cuando la Comisión Nacional de la Competencia así lo afirma en un informe que permanece acumulando polvo en algún cajón es ni más ni menos que eso, una evidente prevaricación: favorecer a esa industria por encima de todo, saltándose incluso las reglas del juego democrático, a cualquier precio. Las mentiras de la industria ya no se sostienen más.
"Es un error capital el teorizar antes de poseer datos. Insensiblemente uno comienza a deformar los hechos para hacerlos encajar en las teorías, en lugar de encajar las teorías en los hechos".Sherlock Holmes
...Cuando se acaba el diálogo y el silencio se apodera de tu tiempo y de tu espacio es cuando sin quererlo te das cuenta de la verdad de las cosas. Es entonces cuando el silencio atronador te abre los ojos y pone ante ti esa verdad que nunca quisiste ver. Y justo en el momento en el que tus ojos se abren a ella, te das cuenta de lo doloroso que puede llegar a ser un instante de lucidez. ¿Será por eso por lo que el amor es ciego y la lucidez duele?...Cerró el libro y empezó a llorar. Era cierto, ahora todo empezaba a encajar. No hay nada como el tiempo para que cada cosa termine encajando en su sitio. Ahora podía ver qué había pasado y cómo, la secuencia de hechos, por qué había ido todo decayendo. Ahora lo comprendía, ahora se comprendía, ahora comprendía todo. Por un momento deseó volver a estar en ese sueño de nuevo. Se quitó ese pensamiento de la cabeza y aceptó el hecho de estar despierta y viva. Si, la diferencia con el sueño era el dolor que podía sentir, que vivificaba y a la vez torturaba, pero sabía que era real y no lo que su cabeza aún quería creer, lo que se empeñaba en justificar, no los argumentos que él esgrimía para salvarse y echarle la culpa a los demás. Miró el libro largamente, pasó sus dedos por el lomo y por las letras en relieve de la portada: amor y lucidez. Corazón y cabeza, nunca juntos, siempre peleados. Aún así pensó que era lo mejor, que pronto encontraría algo que llenara el hueco que le habían dejado, no un parche ni un remiendo, sino algo que se intergrara y volviera a dar sentido a lo que una vez lo tuvo.