Flor del llano
¡virgencita niña! otra vez haciendo burbujas
en la puerta
tenés un limón húmedo sobre tu pecho
oí mi plegaria, niña virgen, escamas en las
yemas, pelos pegoteados
salitre y humo de cocina pobre, frituras en lo
hondo del cuello,
pastelitos crispeantes, corazón de membrillo,
la niña huele a mantas
a tierra bajo las uñas, a cielo abierto en
tajos desde donde un tufo
a entrañas baja, sin polvo de estrellas
niña, dame un retazo de tu manto, un pliegue,
un nido
las flores que te ofrendo las junté entre los
terrones del patio
punteado, listo para la siembra, aunque haya
sequía
virgen clementísima, a caballito en tu cintura
volemos
sobre los campos de trigo, entre los
paraísos, las pasturas
languidecen las vacas, miran, mugen
frágiles son sus corazones
entre la carne, a la espera del asador
niña, quita el sueño
saber cómo olerá tu pureza
tum tum tum, en la lengua percute tu cuello
¿si clavo agujitas saldrá néctar, ambrosía,
blancas lanzas de fiebre?
trenzo tu pelo, enredo las mechas
con yuyitos amarillos
y rosadas verbenas
Alhambra
los humos verdes de
los espirales en verano
la humareda de todas
las fritangas
que ponen dulce la
siesta
el santuario chorrea
cera
flotan lentejas de
agua
flores de lodo bajo
los puentes de chapa
los vapores de hornos
de barro
casitas de horneros
con chicharrón y chancho
sudan los albañiles,
huelen a polvo de ladrillo bravo
las heridas del
invierno se sanan con braseros y colita de rana
para los
muertos, coronas de flores en las salas
de pana
letras doradas sobre
bandas violetas
los dolientes
transpiran, los queridos en capullos de gasa
ella llevaba un
tejido blanco, cancán de nailon
un turbante que había
inventado
dejó en herencia
frascos tallados
charisma sweet honesty topace alhambra
nitrato de plata es
la foto donde aún agoniza
con el mismo turbante
sobre el cráneo exhausto
los pastizales se
incendian, las vacas dan metano
la fábrica ventea
olores a leche
las tipas punzan
deseos después de las lluvias
y el canal se lleva
los desechos de la industria láctea
una bocanada seca
apasiona al llano
los cereales se
pudren en silos plateados
junto a los
eucaliptos cuyas hojas hierven
en jarritos de lata,
sobre las salamandras
los vecinos opacos
que echan lejía para calmar
los calores de la
tierra plana
riegan en los barrios
del centro, berrean más allá
con voz de gallina,
desde las cunetas que navegan
los envases los
tetras las bolsas los restos plásticos
de los festines
berretas
destellan las veladas
preciosas, lustradas por las lenguas
finas de
mujeres-dalias, ikebanas de provincia
viajan a la city,
compran golosinas
con los billetes
blancos de las ubres hinchadas
que ya no
ordeñan las manos rojas de las
tamberitas
estamos en la pampa y
somos civilizados
¡tomamos la leche
alta alta alta!
crujimos con
mandíbulas de hordas bárbaras
la grasita de la ternera
pegada a la costilla
la ternera que fue
alimentada por selectas alfalfas
¡ tuvo cuarto propio
como virginia quiso!
¡se liquidan los
vientres!
dicen los del campo,
no alcanza el ganado
para saciar el hambre
de la manada propia y ajena
los espirales de los
parrilleros
exaltan el alma de
humanos y perros
lo
que nos pasa
¿nos reconoce la tierra?
no somos agricultores
nada nos dicen las estaciones,
las fases de la luna, las langostas ni los
horneros
¿qué deseamos, si no es el llamado del viento?
pisamos las veredas
con los pies turbios, los ojos espesos
la voz curtida
tenemos empleo pero no somos empleados
no hay consuelo
no hay misterios
no hay destellos
¿dónde quedaremos?
en los asientos ahuecados, sin huevos,
nuestras marcas serán tatuajes de agua
¿llamaremos con los muñones, desde los tallos
tibios, recostados sobre la tierra?
mientras esperamos,
pulimos los óvulos como piedras del lecho
una verdad muestra su pico duro,
quiere pajitas, palitos, algo de barro
¿haremos nido sobre nuestros muertos?
De Flor del llano, Ed. Espiral Calipso, 2011
Cuencos coreanos (inédito)
Nubes cyborgs
espían la tierra.
(Clima del poema:
sexual silencio)
Tres jazmines que son gardenias
en dos floreros
que eran botellas de gaseosa.
(Esta sería una diapositiva
de colores mustios
vista sin proyector.)
La breve paz de no necesitar
que cada objeto
regrese a su espacio.
Nada en la casa precisa de mí
para existir.
(enjoy the silence)
El mundo a mis pies.
Las emociones duran
Lo que una canción
De otros tiempos.
(como una ráfaga de ardor
Juvenil cuando oímos
A Freddy)
Silbidos Al sur
Indescriptibles.
Voz coreana al oeste
singing singing singing
Cotorras al norte.
Se calla el este
Por allá acaba la tierra.
Ni soy ni dejo de ser.
(sin comentarios)
Consejo: realizar alguna tarea de mantenimiento
para comprender lo que la vida
demanda del cuerpo.
Después
dejar todo por la mitad
para que te entre en esa
loca cabecita
la imposibilidad del orden persistente.
Oscurece
como una celosía
que se arrima
para que los labios
se abran
(las nubes se ponen cachondas
y le quieren entrar a la tierra
con sus pistilos de agua)
Soy tan callada y hermosa
Como un atisbo de pez
Que en el estanque
Se oculta.
(cuando bailo sola)
Estuve en un jardín
Japonés.
Lavé mi ropa
En cuclillas
Con un pan de jabón blanco.
(pero mira cómo beben los peces en el río)
Cría nenúfares
Y te arrancarán
Visiones.
Volverás tersa mutante
Con las plantas de tus pies
Fangosas.
(hasta aquí no llovió en el poema
Un viento errático confunde
A la tierra)
…….
Si lloviera,
cuánto
Extrañaría…………………………
(imagine cada quien, cómo completaría este verso)
……
¡Santa Rita!
Engendra flores fucsias.
Tal cual te lo manda
Tu código genético
(O vos también querés
Dar
Otro fruto?)
…….
Pienso en ustedes,
Gajitos plantados
Ayer.
(los pienso, entonces, existen)
…..
Como una escultura de azúcar
Zambullida
En un tazón
Me voy
Dis gre gan do
(estoy no siendo un largo rato
Hasta que tomo conciencia
De que vuelvo a ser
Algo
Feliz
Porque desde que empecé a percibir
Y luego a escribir
No tengo nombre ni sexo ni edad)
(acá el poema va a concluir, con una marca
discursiva de cierre;
son aprox las cinco de la tarde)
Y todo sucede
Porque estás ausente.
La pava de Américo (inédito)
¡Me encontré una pava nueva, nueva!
¡Le falta el pito, el tulo y el mango!,
gritaba Américo Aresca, loco de pueblo.
Contaba así mi madre, contaba para reírnos.
¿Mi felicidad sería como la pava del cuento
que repetía mi madre que voceaba Américo?
¿Cómo cuánto dura la felicidad, madre?
¿Tanto como el agua en esa pava de locos?
¿Tanto como el griterío de Américo por la avenida?
Te miro de reojo, felicidad, por el rabillo, no te registro.
Me hago la osa y como quien va silbando,
pienso oblicuamente en rastrillar la gramilla o
en el pueblo hadza que vive sin tiempo,
pero ahora no te nombro, pava mutilada.
¡No, no mires para aquel rincón de las lápidas
entibiadas por esta luz de octubre!
Erosionadas las piedras de los sepulcros,
decime, ¿sería más piadoso triturar los restos
de nuestros antepasados y viajar hasta,
por ejemplo, 2 de mayo, Misiones?
¿Arrojaríamos las cenizas al arroyo que marca
el límite de la chacra de Cacho?
Nuestros padres desconocen el rojo misionero.
¿No sería un gesto de amor?
¿Ves?, casi me olvido de la pava de Américo,
ese tesoro corroído por donde el agua se fuga.
Ah! la masa ya tomó consistencia, huele a limón la cocina,
llamemos a alguien para compartir la pava
sin pito, sin tulo y sin mango.
¡Que se callen los sustantivos abstractos!
Nos contaremos qué nos ha sucedido
durante estas semanas
mientras estuvimos lejos,
cada una evitanto mirar de frente esa pava
del cuento de madre, del loco de Américo,
esa pava medusa que nos dejaría
de piedra al mirarla.
Bio: Soy de Sunchales, Santa Fe, pampa de la leche y la soja, sin río en las
cercanías. Doy clases de lengua y literatura en escuelas secundarias. Primero
empecé a leer en público para más tarde pensar en que podía reunirse lo leído
en un libro. El primer libro del que participé se llamó “Antología de célebres
desconocidxs”, publicado por la editorial Nunca
tengo razón. Con lxs chicxs de esa editorial cosimos, encuadernamos y
presentamos “Flor del llano”, primer poemario, luego reeditado en Rosario por Espiral Calipso, en 2011. En 2013 se
publicó “Yo soñaba con comprarme una combi”,
de Erizo Editora, selección
de poesía santafesina contemporánea, de la que soy parte. Editorial Nudista de Córdoba dio a la luz los cuentos de “Donde
empieza a moverse el mundo”, en 2014. Junto a la escritora santafesina Analía
Giordanino organizamos un ciclo de lectura, Poesía elástica, desde hace unos cinco años.