Cuando terminas el instituto, hay profesores a los que no vuelves a ver en la vida. A otros, los sigues viendo más que a tu familia.
Hay profesores a los que recuerdas con cariño. A otros, con odio. A otros no los recuerdas.
Hay profesores que te enseñan desde los apuntes y los libros. Otros desde el ejemplo.
Eso es lo que nos diste: ejemplo y cariño. Te identificaste con nosotros, casi tanto como nosotros contigo. Segunda madre que nunca tuvimos. Buscadora de referencias cuando nos creemos originales. Confidente de patatitas y cubatas. Descarnada generosidad impagable.
Muchas felicidades. Te queremos.