Siempre hay una primera vez, o eso dicen. Yo hoy cumplo con, podría decir, una primera vez y media. Me hace especial ilusión ir por primera vez en AVE, probé el francés, y ya tenía ganas de volar con este. La media es por un asunto pendiente que desde hace años tengo con Hispalis y que espero resolver. Siempre he tenido querencia al tren, supongo que haber casi convivido con él durante tantos años...ha tenido algo que ver, al igual,quizás, que alguna que otra película.
Aun recuerdo como podían incluso marcar nuestros ritmos, así, a las dos en punto el Alí Babá pasaba con sus 40 vagones y, como por arte de magia, el nombre de algún muchacho salía propulsado desde alguna de las ventanas del vecindario, generando una reacción en cadena de nombres en el aire que venían de todas partes, y que hacían que fuésemos a casa disparados, en esa edad en la que no se concibe llegar a ningún sitio si no es corriendo.
La cantidad de monedas aplastadas, farolillos rotos, amagos de vírgenes suicidas por dramas del corazón, fiestas en la estación...todo acababa ahí pasando frío y sin saber muy bien por qué seguíamos bajando cada día. Todos esos Madrid-Avila, interminables, pero que a medio camino resolvían la impaciencia con un delicioso bombón nata que salía del carrito del señor más querido del vagón. El interrail, dudo haber podido soportar tanto trayecto en otro medio de transporte, cercanías, regionales, talgos, altarias...traqueteo...mmmmm....me encanta!!
Aun recuerdo como podían incluso marcar nuestros ritmos, así, a las dos en punto el Alí Babá pasaba con sus 40 vagones y, como por arte de magia, el nombre de algún muchacho salía propulsado desde alguna de las ventanas del vecindario, generando una reacción en cadena de nombres en el aire que venían de todas partes, y que hacían que fuésemos a casa disparados, en esa edad en la que no se concibe llegar a ningún sitio si no es corriendo.
La cantidad de monedas aplastadas, farolillos rotos, amagos de vírgenes suicidas por dramas del corazón, fiestas en la estación...todo acababa ahí pasando frío y sin saber muy bien por qué seguíamos bajando cada día. Todos esos Madrid-Avila, interminables, pero que a medio camino resolvían la impaciencia con un delicioso bombón nata que salía del carrito del señor más querido del vagón. El interrail, dudo haber podido soportar tanto trayecto en otro medio de transporte, cercanías, regionales, talgos, altarias...traqueteo...mmmmm....me encanta!!
23-nov-2012
Esto es de hace algunas semanas, lo rescato porque últimamente estoy en racha de primeras veces, mejores y peores, pero cualquier caso....primeras veces