Cuarenta ratones había en mi casa.
Cuarenta ratones... ¿quién se los llevó?
Ya no los encuentro sobre la alacena,
ni los veo nunca por el corredor.
La gata Merengue anda como loca,
los busca incansable por cada rincón.
Cuarenta ratones marrones, marrones.
Cuarenta ratones glotones, glotones.
Cuarenta ratones ladrones, ladrones.
Cuarenta ratones panzones, panzones.
Mi abuela Francisca dice que una tarde
vino un hombre malo y se los llevó,
dice que un flautista les prometió queso,
facturas, bizcochos, tortitas, turrón
y que ellos se fueron con ese flautista
confiando comerse lo que prometió.
Marian Motta