Lo cierto es que estas tarjetas siguen teniendo mucho éxito hoy en día, en la era de lo digital, donde parece que ya nadie utiliza el correo ordinario. Seguramente existen coleccionistas nostálgicos o quizá todavía hay quien se molesta en coger un boli para escribir una felicitación en papel, algo mucho más personal y menos frío, a mi entender, y que me parece tan tierno como las mismas postales.
Abriendo camino a la navidad, que aunque parezca pronto no lo es, y ya que hace tiempo que no le posteaba, este año vuelve a este espacio Juan Ferrándiz con unas cuantas tarjetas más, tan deliciosas y entrañables como todas las que salieron de su imaginación.