El lugar más espantoso del planeta tierra tiene nombre. Se llama Baotou.
Baotou es una ciudad de la provincia china de Inner Mongolia cuya actividad principal es la industria metalúrgica y la minería. En 1950, antes de que comenzase a desarrollar su imparable carrera industrial, la ciudad contaba con 97.000 habitantes. Hoy la población alcanza los 3 millones de personas y en sus calles es palpable la prosperidad y el crecimiento económico y demográfico que ha experimentado este enclave del norte de China a lo largo de las últimas décadas.
Y a mí me cuesta comprender cómo en un sitio así puede existir el más mínimo atisbo de vida.