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lunes, 11 de septiembre de 2017

10 ERRORES A EVITAR SI VESTIMOS DE TRAJE



Una de las cosas más interesantes de esta página es recibir de vosotros fotos preguntando mi parecer sobre vuestro último traje.  A pesar de su frecuencia, y que con el tiempo nos hayamos acostumbrado a ellos, hay errores que se deberían evitar y que siguen apareciendo en muchas de esas fotos:

1- Un cuello desbocado. El cuello de la chaqueta debería estar en contacto permanente con la camisa. Ha de ser así tanto cuando estemos de pie, caminando o sentados. Para conseguirlo, una sisa alta se antoja obligatoria. 

2- Una arruga en el frontal de la chaqueta. Si al abotonarnos la chaqueta aparece en su frontal una especie de “X”, esta queda estrecha y deberemos pedir otra talla o, como pudiera ser recomendable, otro modelo de chaqueta de corte diferente. No olvidemos que una cosa es que la chaqueta quede entallada y otra muy diferente que nos esté estrecha.
3- Un largo de faldón incorrecto. Como norma general, la longitud de la chaqueta debería dividir el cuerpo en dos partes iguales. Otra forma de comprobar su largo correcto es dejar caer los brazos y comprobar que la chaqueta termina a la altura de los nudillos. Si preferimos una chaqueta algo más corta, asegurémonos al menos que oculta el trasero.

4- Unas mangas largas. Ni cortas ni largas. Las mangas del traje deberían dejar asomar ligeramente los puños de la camisa. Comprobemos que no se vean los gemelos y habremos acertado.

5- Un pantalón demasiado largo. El pantalón debe tocar levemente el frontal del zapato pero nunca descansar holgadamente sobre él. Cuando se marque el largo del pantalón es aconsejable que nos  dé la impresión de que queda ligeramente corto ya que el pantalón a lo largo del día siempre termina cayéndose  ligeramente. Optemos por tirantes y olvidémonos de este punto.

6- Unos bolsillos del pantalón que se abren. Las modas han acercado, a mi parecer demasiado, el corte del pantalón de sport y el de traje. Consecuentemente, ahora se estila un pantalón de traje bastante ceñido de caja, algo que hace que muchas veces los bolsillos terminen abriéndose.

7- Unas solapas que no cubren los extremos del cuello de la camisa. No escojamos para nuestra camisa el cuello que más nos guste, sino el que más favorezca a las medidas de nuestro rostro. Decidido esto, asegurémonos de que las solapas de la chaqueta cubren sus extremos sutilmente. 

8- Un trozo de camisa que asoma entre la chaqueta y el pantalón. Inténtese evitar que, una vez abotonada la chaqueta, se vea  un trozo de camisa entre esta y la cintura del pantalón. Vístase el pantalón en la cintura y no en la cadera, y habremos dado con la solución. 
9- Una camisa demasiado ancha. Tan feo queda una camisa de traje muy ceñida al cuerpo como una camisa en la que se forman bolsas. Evítese igualmente que la costura del hombro quede más allá de la terminación natural de nuestro hombro. 

10- Hombreras con demasiado volumen. Estéticamente resulta favorecedor unos hombros naturales donde la manga de la chaqueta comience a descender justo al final de nuestro hombro. De extenderse más allá, se producirá un hoyo entre la hombrera y el hombro que afeará el resultado final.

El Aristócrata

lunes, 8 de mayo de 2017

ACIERTOS Y DESACIERTOS CON LAS PRENDAS DE MODA



La timidez es la nota que mejor definiría la manera de vestir del hombre español. Para él lo más importante a la hora de escoger su vestuario es pasar desapercibido. Al contrario que la mujer él busca no diferenciarse ni de sus conocidos ni de la manera de vestir más extendida en su lugar de trabajo o en su círculo más amplio. Esto lo pone diariamente en práctica escogiendo para sus trajes solo colores azul marino y gris oscuro y los complementos indispensables para no destacar sobre el resto.

Qué duda cabe que se puede ser muy elegante vistiendo un buen traje a medida azul marino incluso si se combina con una camisa azul clara, una corbata oscura y unos oxford negros. Sin embargo, si lo que se busca es dar un paso más y expresar con la ayuda de tu ropa tu personalidad pronto nos aburriremos de esta sobria combinación. Igualmente, los conceptos elegancia y estilo no siempre van de la mano y la línea que separa al estilo de lo exagerado suele ser muy fina. Esto no significa que el estilo y la elegancia estén reñidos obligatoriamente sino que incluso cuando ambos se fusionan acertadamente el resultado no deja a nadie indiferente. Pero para ello antes hay que conocer las normas básicas que aplican a la vestimenta masculina o como bien apuntaba Pablo Picasso es necesario aprender las reglas como un profesional para poder romperlas como un artista; frase que aplica perfectamente al tema de este mes.
Las modas vienen y van y la mayoría se sube a su tren saltando de vagón en vagón según lo que el maquinista vaya ordenando en cada estación. Sin embargo, todavía hay personas que tienen una personalidad muy afianzada y hacen caso omiso a sus dictados. Estos hombres visten prendas de una época pasada o de otra que todavía está por llegar. Para todos ellos nos gustaría escribir este artículo, un artículo con en el que traemos a esta página diez prendas y complementos que de utilizarse correctamente pueden representar todo un acertado atrevimiento pero que de no acertar con su uso nos conseguirán justo el efecto contrario.
1- La Capa Española

Popularizada por el Duque de Bejar, la capa española alcanzó su máximo apogeo en el S. XIX de la mano de las clases más altas. Confeccionada con lana de oveja se caracteriza por terminar por debajo de la rodilla y por su gran vuelo. Aunque el color más común sigue siendo el negro también se encuentra en azul oscuro. Si bien antes su uso no obedecía necesariamente a los actos más formales hoy si queremos dejar nuestra nota de buen gusto usémosla acompañando al frac y evitemos los conjuntos más informales cuando la saquemos del armario. Camilo José Cela, Federico Fellini, Pierce Brosman, Hillary Clinton o Jeff Bezos son solo algunas de las personalidades públicas responsables de la fama mundial de este abrigo tan español. 
2- Los zapatos conocidos como spectators

Aunque presentes en el armario del hombre desde el S. XIX su popularidad la alcanza en la década de los años 20 del siglo pasado. Este tipo de zapato se caracteriza por tener dos colores con un fuerte contraste entre ellos. Si bien en sus inicios la puntera y la talonera eran las dos partes que diferían en color con el resto del zapato, hoy se juega con las diferentes partes del zapato, pala, orejeras, puntera y talonera. Aunque en sus inicios los colores más populares del spectaror eran el blanco y negro y el negro y el blanco hoy es posible encontrarlo en prácticamente cualquier tipo de piel y color. Si queremos dejar nuestra impronta de estilo vistámoslo solo en verano, con trajes claros y siempre con luz solar. 
3- El cárdigan

Esta prenda en forma de chaleco puede cambiar totalmente el aspecto de un traje haciéndolo más formal o de vestirlo desaliñadamente imprimiéndole un toque dandi al a veces serio conjunto de corbata. Resulta imprescindible escoger un color que combine acertadamente tanto con el traje como con la camisa y la corbata para huir del aspecto de ese señor que solo hace uso de él para huir de el frio. Igualmente, habrá que apostar por los de algodón más fino desabotonándonos tanto el primer botón como el último. Al ser una prenda totalmente informal resulta fundamental vestirlo siempre acompañando a la chaqueta del traje y no de manera independiente. Prescindamos de aquellos que dejen visible su logo o marca y recordemos que si bien un cárdigan queda elegante con traje no así ocurre lo mismo con un jersey de pico. 
4- La Blazer

Aunque con el nombre “blazer” o “americana” se denomina hoy a prácticamente cualquier tipo de chaqueta azul marino, la auténtica blazer es mucho más que eso. La aparición de esta chaqueta se atribuye al Capitán de la fragata británica H.M.S. Blazer quien en 1837 vistió a sus marineros con una chaqueta azul oscura cruzada con botones dorados para recibir a la Reina Victoria. Esta chaqueta aunque hoy se vea muchos menos que hace cincuenta años, sigue siendo uno de los mejores atrevimientos que nos podemos permitir. Pero recordemos si queremos ser cómplices de la tradición asegurémonos de que nuestra blazer sea azul marino, sea cruzada, sus botones sean dorados y esté confeccionada en cachemira o pura lana virgen. Combinémosla con unos vaqueros y conseguiremos un look de lo más dandi. Hagamos lo propio con un pantalones marrones confeccionados en tejido tipo cavalry y nuestro look nos recordará al de un Lord inglés. Y si queremos presumir de ella también en nuestro lugar de trabajo escojamos un pantalón gris oscuro y unos Tassel y lo podremos hacer muy orgullosamente.
5- Los calcetines con motivos

Esta columna ha defendido el uso de calcetines alejados del negro cuando se viste con traje y de sport. No obstante, esto tiene sus límites y estos se encuentran en los motivos que acompañan a los más informales. Una cosa es escoger calcetines a franjas finas de colores más o menos oscuros y otra muy diferente es acompañar el traje con calcetines con dibujos y motivos más propios de otras edades. Y esto aplica también a los calcetines sin dibujos pero de colores llamativos como los amarillos o naranjas. Un calcetín rojo con un traje azul puede resultar estiloso en un entorno y momento dado. Sin embargo, un calcetín burdeos, verde militar, púrpura o granate aportará el mismo toque de estilo pero además la seriedad que reclama el conjunto de corbata.
6- La pashmina

La pashmina es un acertado sustituto de la a veces poco ortodoxa bufanda. Sus ventajas frente a esta radican en los múltiples diseños y dibujos que adornan su tela. Igualmente, al ser más larga que la clásica bufanda podemos jugar con ella enrollándonosla por el cuello según más nos guste. Igualmente, de vestir con traje podemos meterla por dentro de la chaqueta consiguiendo además de una protección extra contra el frío también un toque de estilo muy interesante. Los tejidos que podemos encontrar son de lo más variados predominando las pashminas de lana. Sin embargo, el tacto de la cachemira y de la seda lo agradecerá mucho más nuestro cuello. A pesar de que pueda parecer un complemento muy atrevido y no sean pocos los hombres que sigan solo apostando por la clásica bufanda lo cierto es que el estilo que aporta tanto a los conjuntos de corbata como a los de sport es muy superior. 
7- Los vaqueros desgastados

Aunque este pantalón existía ya incluso antes de época de la América pre-colonial, fue a principios del S.XX cuando debido a la gran resistencia de su tejido proveniente de las lonas de las tiendas de campaña, los vaqueros se popularizaron entre los trabajadores manuales, los mineros y los agricultores. Sus amplios y fuertes bolsillos permitían a dichos trabajadores, igualmente, guardar los minerales encontrados y sus utensilios de trabajo. Sin embargo, la moda de los vaqueros rotos es mucho más reciente y aunque ha habido momentos donde dichos rotos se veían más incluso que la tela del pantalón hoy se han moderado y aparecen más tímidamente y sólo en lugares bien calculados. Si somos de los que pensamos que no tiene sentido comprar un pantalón roto, este carca está entre ellos, podremos vestir nuestro vaquero desde con una camisa y unos full brogue hasta incluso con una americana azul. Si por el contrario, somos de los que creemos que esos rotos aportan un toque interesante al vaquero vistámoslo con prendas puramente informales como camisetas y zapatillas de deporte. 
8- Las zapatillas de deporte

El vestir acorde a la edad de cada uno es una clara señal de madurez. Sin embargo, parece que muchos son de la opinión de que todo tiempo pasado fue mejor y se empeñan en competir con sus hijos a ver quien lleva el último modelo de New Balance. Las zapatillas de deporte son un buen complemento para cuando queremos vestir relajados y cómodos pero no por ello pueden ser el sustituto natural del zapato. Hoy marcas históricas resurgen para ofrecer a sus compradores de hace treinta años sus antiguos emblemáticos modelos. Si bien hay zapatillas muy bonitas que incluso podrían ocupar el lugar del zapato en ciertos atuendos de sport, habría que, en pos de cierta discreción y diferenciación, huir de las marcas cuya principal diferenciación es la letra o el logo que aparece cosido en la zapatilla. Los modelos vintage más discretos aportan además un estilo retro que de combinarse acertadamente con el resto de las prendas pueden aportar al conjunto final un toque muy desinhibido e interesante. 
9- Las pulseras, anillos…

Según el protocolo inglés más antiguo inglés el hombre solo debería tener como joyas la alianza de bodas, un reloj, un sello y el pasador de la corbata. Si bien hoy esto parece excesivo, tampoco habría que recargarnos con excesivos adornos. Aunque la frase “menos es mas” aplica muy acertadamente en la vestimenta masculina, hay complementos que nos permiten incluir una nota personal a nuestro conjunto, Por ejemplo, unos gemelos se antojan obligados con las camisas de doble puño y una botonadura joya con una camisa de esmoquin. Dicho esto, tampoco debemos caer en la tentación de adornarnos con tantos amuletos y recuerdos vayamos acumulando con el paso de los años. Cuando llega el color y se viste de sport parte del cuello queda a la vista exterior por lo que habría que evitar esas gruesa cadenas de oro o de plata si no queremos mandar una imagen equivocada de nosotros. Hoy no son pocos los hombres, incluso muchos que visten francamente bien, que adornan sus muñecas con tantas pulseras parece poder abrocharse. Una pulsera trenzada de piel o una fina de tela puede imprimir un toque de estilo a nuestro conjunto pero  un mar de ellas consigue solo el efecto contrario. Tampoco los maxi relojes de 44mm o más pueden ayudar mucho al conjunto de sport. Escojamos una pulsera de piel o de tela asegurémonos que no se vea marca alguna. 
10- Las iniciales en la ropa

Si hace unos años parecía obligado que nuestra ropa, camisas, pantalones, cinturones, jerséis etc., presumieran de marca, hoy se ha dado acertadamente un paso atrás y se ha moderado tanto su presencia como su tamaño. Hoy no somos pocos los que escogemos un jersey ya no solo por su calidad sino sobretodo por no tener presente ninguna marca que lo diferencie. Sin embargo, todavía son muchos los que ven en ciertas marcas un grado de estatus y las escogen para posicionarse frente al exterior. Se quiera no contar con marca o logo en la ropa o se prefiera que estas aparezcan, lo que sí o sí habría que evitar es que se vea más la marca que el resto de la prenda. Una hebilla en un cinturón de piel oscuro con una inicial no muy grande, un pequeño animal en el bolsillo monedero del pantalón o un logo en la suela del zapato marcan el límite entre lo elegante y lo recargado. 

El Aristócrata

lunes, 18 de julio de 2016

10 ERRORES A EVITAR SI VESTIMOS DE TRAJE



A pesar de su frecuencia, y que con el tiempo nos hayamos acostumbrado a ellos, hay errores que se deberían evitar cuando vistamos con de traje:

1- Un cuello desbocado. El cuello de la chaqueta debería estar en contacto permanente con la camisa. Ha de ser así tanto cuando estemos de pie, caminando o sentados. Para conseguirlo, una sisa alta se antoja obligatoria. 

2- Una arruga en el frontal de la chaqueta. Si al abotonarnos la chaqueta aparece en su frontal una especie de “X”, esta queda estrecha y deberemos pedir otra talla o, como pudiera ser recomendable, otro modelo de chaqueta de corte diferente. No olvidemos que una cosa es que la chaqueta quede entallada y otra muy diferente que nos esté estrecha.
3- Un largo de faldón incorrecto. Como norma general, la longitud de la chaqueta debería dividir el cuerpo en dos partes iguales. Otra forma de comprobar su largo correcto es dejar caer los brazos y comprobar que la chaqueta termina a la altura de los nudillos. Si preferimos una chaqueta algo más corta, asegurémonos al menos que oculta el trasero.

4- Unas mangas largas. Ni cortas ni largas. Las mangas del traje deberían dejar asomar ligeramente los puños de la camisa. Comprobemos que no se vean los gemelos y habremos acertado.

5- Un pantalón demasiado largo. El pantalón debe tocar levemente el frontal del zapato pero nunca descansar holgadamente sobre él. Cuando se marque el largo del pantalón es aconsejable que nos  dé la impresión de que queda algo corto ya que el pantalón a lo largo del día siempre termina cayéndose  ligeramente. Optemos por tirantes y olvidémonos de este punto.
6- Unos bolsillos del pantalón que se abren. Las modas han acercado, a mi parecer demasiado, el corte del pantalón de sport y el de traje. Consecuentemente, ahora se estila un pantalón de traje bastante ceñido de caja, algo que hace que muchas veces los bolsillos terminen abriéndose.

7- Unas solapas que no cubren los extremos del cuello de la camisa. No escojamos para nuestra camisa el cuello que más nos guste, sino el que más favorezca a las medidas de nuestro rostro. Decidido esto, asegurémonos de que las solapas de la chaqueta cubren sus extremos sutilmente. 

8- Un trozo de camisa que asoma entre la chaqueta y el pantalón. Inténtese evitar que, una vez abotonada la chaqueta, se vea  un trozo de camisa entre esta y la cintura del pantalón. Vístase el pantalón en la cintura y no en la cadera, y habremos dado con la solución. 
9- Una camisa demasiado ancha. Tan feo queda una camisa de traje muy ceñida al cuerpo como una camisa en la que se forman bolsas. Evítese igualmente que la costura del hombro quede más allá de la terminación natural de nuestro hombro. 

10- Hombreras con demasiado volumen. Estéticamente resulta favorecedor unos hombros naturales donde la manga de la chaqueta comience a descender justo al final de nuestro hombro. De extenderse más allá, se producirá un hoyo entre la hombrera y el hombro que afeará el resultado final.

El Aristócrata

lunes, 7 de marzo de 2016

5 FALLOS DE ESTILO Y CÓMO ARREGLARLOS FÁCILMENTE

Muchas veces cuando salimos de nuestra zona de confort para innovar en nuestra vestimenta puede convertirse en un arma de doble filo tanto por no cambiar lo suficiente como por arriesgar demasiado. Es en ese momento cuando se producen una serie de errores muy comunes y con fácil solución siguiendo con nuestros consejos:

5 fallos de estilo y sus soluciones:

  1. Combinar demasiado: a veces nos pasamos con la combinación en nuestro atuendo. En épocas anteriores combinar el pañuelo del bolsillo con la corbata era un obligatorio y la tendencia era a que todo encajase. Ahora, llevar unos zapatos rojos no implica que tu cinturón y tu bolso también lo sean. Debemos utilizar los complementos como algo más que nos aporte un toque de originalidad.
    ¿Cómo arreglarlo? ten en cuenta tu aspecto general no cada complemento individual para utilizar colores complementarios y matices tonales.
  2. ¡Cuidado con las tallas!: se busca que el traje quede a la perfección, como hecho a medida a pesar que la tendencia son cortes más ligeros y relajados. Pero, ¡cuidado con ir muy apretado o demasiado ancho!.No por ir muy ajustado o apretado te va a sentar mejor. Nuestro consejo es que cuando encuentres una marca que sus básicos te queden estupendos, ¡compra en grandes cantidades! no vaya a ser que cambien su tallaje en un futuro.
  3. Pantalones demasiado largos: es uno de los grandes fallos de muchos looks de hombre. Bien porque no son de tu talle adecuado o bien por tu altura, pero esto puede estropear muchos looks. Merece la pena llevar los pantalones a arreglar para que la parte delantera del bajo llegue hasta tus cordones y la parte trasera un poco por encima del tacón de tu zapato. ¿Nuestra recomendación? ahora también te puedes ahorrar el arreglo arremangándote el bajo de tus denim para enseñar el tobillo o unos bonitos calcetines. Está más de moda que nunca.
  4. Pasarnos con la cantidad de accesorios: aunque nos otorgan un toque de originalidad y marcan la diferencia entre un buen look y uno increíble, muchas veces el abuso de ellos los hace casi cómicos a quien los lleva y se vuelve algo de mal gusto. ¿Cómo evitar esto? Sólo unos pocos elementos decorativos serán la clave para no atiborrar tu look. Hay una relga que dice que no se deben utilizar más de 3 complementos totalmente separados.
  5. Seguir modas irreverentes: deberíamos tener un armario con básicos y prendas clásicas que sean siempre un acierto y nos hagan más versátiles y posibles de combinar en cualquier ocasión. Seguir las modas y añadir toques modernos a ese atuendo más básico es lo más recomendable antes que vestirse de arriba a abajo de la última y caduca tendencia. Aunque no es muy emocionante pasar del todo de las modas, bastante peor es comprar algo tan sólo porque en ese momento todo el mundo lo lleve. Compra con cabeza y pensando en tu armario a largo plazo.
¿Qué te parecen nuestros consejos?

viernes, 20 de marzo de 2015

Top Ten Male Style Mistakes

There are so many common style errors that it’s difficult to know where to start with this list. Hopefully by now the message that socks with sandals has filtered through to the present generation. But some style errors still need highlighting. These are the things that give us style rage.

Ugg Boots

These are a particularly unstylish form of footwear, more often associated with women than men. They have crept into the menswear market of late and it is not a trend to be encouraged in our view. Comfort should not be at the top of your list when choosing footwear if you want to be stylish, and frankly the only thing that seems to recommend the Ugg Boot is that they are comfortable. They are neither stylish nor practical, particularly in winter, when they fair miserably in the boot department and end up as a soggy mess. Avoid at all costs.

Tracksuit bottoms

There is nothing less flattering and less stylish than tracksuit bottoms. The fact they are so often seen with various stains, from paint to food does not endear them to the style aficionado. Their main problem is shapelessness, and they fall into the trap of putting comfort above style, which is always a slippery slope.

Too Much Denim

too much denim
There is a limit to the amount of denim one should wear. Jeans are fine, as long as they are the perfect length. Too short and you will never recover your fashion cred, too long and you look like you’re made of rubber. As with all trousers, they should simply break upon the shoe, the back of them never touching the ground at the heel, the front never allowing the socks to show at the front. Wearing a denim jacket with jeans should be illegal. Dark coloured denim tends to be more flattering than lighter coloured. Don’t ever wear jeans that are too light, as they will appear old-fashioned, as if you have walked out of an 80’s time machine. Who wants to be reminded of that style era?

Sunglasses – Overuse of

You might want to look like you’re on a luxury ski holiday by keeping your shades on inside, or after dark, but seriously, it just makes you look foolish. You’re not a film star, so don’t fall into their fashion faults.

Too Much Cologne

The issue of fragrance on men is a contentious one. With the capture of the male grooming market more and more manufacturers seem to be pushing perfumed products at men. This can lead to a terrible fragrance disharmony occurring. Any early morning commute will find you surrounded by young men with scented hair products, overlaid with the niff of cheap deodorant, which in turn battles with the smell of aftershave balm. Fighting for some recognition in amongst this mêlée might be a half decent aftershave, but we’re blowed if we can smell it. Try and lighten up on the fragrances and buy unscented products if you are wearing a good aftershave. Our preference is for the latter. Scent on a man should be subtle, not overwhelming.

Floral Shirts

Out. Out. Out. They are so over. They had their moment in the sun, but the moment has passed and you need to let them go. James May wore them, yes. But now it’s time to find your own style and move on.

Novelty Items

By now you really should be over this. As a man with a certain sense of style the novelty clothing item should never feature in your wardrobe. Included in this is Exhibit A: baseball cap, worn sideways or any way Exhibit B: the novelty tee-shirt, with ‘witty gag’ on it Exhibit C: silly tie. Just put it away now. Everyone likes a bit of fun sometimes, but if you’re serious about looking good, don’t blow it by going for the cheap laugh. Style is a serious business.

Too Many Labels

Wearing too many labels can be a real turn-off style-wise. We would far rather see a beautiful, elegant, understated Armani belt with quite ordinary dark jeans and tee-shirt that have the name emblazoned across your chest, competing with your Gucci scarf. Tone it down. Quiet elegance is the watchword when it comes to cool style. You don’t need to shout it from the rooftops. Just embody it.

Stains

stained shirt
Uggghh! There is no worse style mistake than going out in stained clothing. Check your suit every day when you take it off after work. And your tie. Most food stains can probably be gentle sponged off, but regardless of this, try to have your suits dry-cleaned on a regular basis. Airing them at the weekend helps to keep them fresh too, and a steamer will keep the creases at bay.

Clothes That Don’t Fit

Optimal fitting clothes is absolutely essential if you want to look good. We all change with age, and it is likely that over time most of your wardrobe will need replacing. It doesn’t mean you’re getting fat, it just means you’re getting older. Your wardrobe should need updating style-wise as your body changes. The other key to style know-how is to dress for your age. So lose the skinny jeans when your legs start looking like sausages, and leave the tight-fit tee-shirts to the twenty somethings.