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lunes, 25 de enero de 2016
Cuentos de Mama Ganso (2ª parte)
Los cuentos no tienen edad, son la puerta directa a nuestra infancia, aquel período tan importante donde se forma la persona.
Los temas que en ellos se tratan son tan actuales que podemos encontrar analogías mientras ojeamos el períodico o vemos las noticias.
Estás son las imagenes que ilustran los cuentos de Barba Azul, Piel de Asno y Pulgarcito. Forman parte junto con otros cuentos, del libro "Cuentos de Mama Ganso" que recientemente hemos publicado en la editorial brasileña Cosac Naify.
A la hora de realizar estas ilustraciones hemos tenido en cuenta no sólo a los clásicos que ya nombramos en el post anterior, sino también a autores contemporáneos como Edward Hopper, David Hockney que por cierto tiene un maravilloso libro ilustrado de los de Cuentos de los Hermanos Grimm, Etienne Delesert, Maurice Sendak, Mattotti, Miguel Ángel Pacheco, M. Boix, Sarah Moon, Helen Levitt, Manuel Alvarez Bravo, Agustín Centelles, Ramón Masats, Gabriel Cualladó, y un largo etcétera de fotógrafos, como también autores del cine (expresionismo alemán, neorrealismo italiano,...) y tantas fotos e historias que llegan a nosotros a través de los períodicos, noticias, redes soociales, etc.
martes, 12 de enero de 2016
Cuentos de Mama Ganso (1ª parte)
Empezamos el año mostrando un proyecto de ilustración que nos llevó gran parte del año pasado. Se trata de Cuentos de Mama Ganso, también conocidos como Cuentos de Mama Oca o Cuentos del Tiempo pasado, compilados por Charles Perrault en 1697, editado a finales del 2015 por la editorial brasileña Cosac Naify.
Se trata de 9 cuentos populares que Perrault no inventó, sino que se encargó de escribir y así perpetuar estas historias que tuvieron gran éxito en aquella época y que han llegado con la misma popularidad hasta nuestros tiempos.
Esta edición cuenta con los 8 cuentos que aparecieron en la primera edición (La bella durmiente, Caperucita roja, Barba azul, El gato con botas, Las Hadas, Cenicienta, Riquete el del Copete, Pulgarcito) más otro que se incorporó posteriormente "Piel de Asno".
El libro se introduce con una carta firmada por "P. Darmancour" el hijo de Charles Perrault, se trata de una dedicatoira a la nieta más joven de Luis XIV. Esta carta prueba que estos cuentos fueron compilados muy probablemente por el hijo de Charles Perrault, Pierre Darmancour, que escuchó estas historias de su padre o tal vez de su nodriza. Aunque hay otras hipótesis, como que Charles Perrault firmó con el nombre de su hijo.
Sobre las ilustraciones de este libro
Ilustrar los nueve cuentos de Mama Ganso ha sido un reto para nosotros, un trabajo intenso de investigación, esbozos, test de técnicas, construcción de maquetas, etc.
Pero sobre todo asumir el reto de representar las imagenes de estos cuentos clásicos, que previamente fueron ilustrados por grandes artistas y dibujantes. Muchos de ellos son una referencia y fuente de inspiración para nostros, como es el caso de Gustave Doré, Arthur Rackham, Wanda Zeigner, Kay Nielsen, Einar Neiman, Herbert Leupin, Takeo Takei, Bartolozzi, etc...
Hemos reinterpretado los pasajes de estos cuentos, convertidos ya en símbolos desde los dibujos realizados por Gustave Doré en 1867, aunque hay que decir que ya en la primera edición de 1697 aparecíó con algunos grabados de Antoine Clouzier que seguramente fueron una inspiración para Doré.
En esta edición, cada cuento está ilustrado con una técnica diferente, un papel e incluso una tipografía diferente, de este modo hemos creado escenarios y personajes de cartón que luego hemos fotografiado para interpretar "Caperucita roja", hemos utilizado collages con papel para "Barba Azul", lápices de madera para el "Gato con botas", grafito negro para "Las Hadas", sellos y otros elementos para hacer "stamping" en el caso de "Cenicienta" o siluetas recortadas con papel para crear un teatro de sombras en el caso de "Pulgarcito". Esta variación en cuanto al estilo y la técnica representa la múltitud de matices que han adquirido estos cuentos hasta llegar a nuestro tiempo, traducidos a todas las lenguas.
El libro además contiene algunos textos que añaden inormación sobre estos cuentos, como el escrito por Michael Tournier o el del propio traductor Leonardo Fróes. La edición del llibro ha sido bellamente concebida y cuidada por el equipo de edición infantil y juvenil de Cosac Naify (Vanessa Gonçalves, Flavia Castanheira y el resto del equipo) y forma parte de una cuatrilogía sobre Cuentos y Fábulas editada por Cosac Naify (Cuentos de la Infancia y del hogar de los Hermanos Grimm, Las Fábulas Completas de Esopo y Las Fábulas Seleccionadas de La Fontaine).
Nosotros revisitamos continuamente los cuentos desde la imagen. Pero nunca hasta este momento habíamos tenido la posibilidad de contar con imágenes, este compendio de cuentos tan completo. Sin pretender cambiarlos, si hemos querido revisarlos desde nuestro punto de vista. Con un afán de perpetuarlos y de darles continuidad, del mismo modo que lo hace la voz, generación tras generación. Estas imágenes pretenden formar parte de ese corpus visual colectivo que son los cuentos populares y nos gustaría que otros recordasen estos cuentos por algunas de estas imágenes.
En este post mostramos algunas de las ilustraciones de los cuentos de Caperucita roja, Las Hadas, Cenicienta y El Gato con botas. Habrá un próximo post donde mostraremos el resto.
martes, 1 de octubre de 2013
Pulgarcito
¿Y por qué otro cuento? ¿Y por qué sin texto?
¿Entonces si no tienen texto, para qué sirven? Estas mismas preguntas nos las hacemos nosotros mismos una y otra vez. Pero también nos las hace el impresor, el encuadernador y seguro que alguno de vosotros.
Queremos responderlas haciendo una reflexión en común, y animaros a que compartáis con nosotros vuestra opinión.
Cada vez que decidimos hacer un libro "sin texto" sobre un cuento de la tradición oral, nos surgen este tipo de cuestiones.
¿Deberemos seguir por este camino? Realmente, esto nunca lo sabremos. Lo que si que tenemos claro es que por este camino se llega a otros lugares, algunos desconocidos, al menos por nosotros. Y en el camino van sucediendo cosas, encuentros, posibilidades que elegir, y vamos anotando, para luego poder contárlo. Pues esto, es lo que nos ha ocurrido en el camino que hemos hecho junto a Giovanna Ranaldi (la ilustradora), tras los pasos de "Pulgarcito", plantearnos el camino como un juego, el juego de elegir un camino, o lo que es lo mismo el camino en el laberinto.
¿Deberemos seguir por este camino? Realmente, esto nunca lo sabremos. Lo que si que tenemos claro es que por este camino se llega a otros lugares, algunos desconocidos, al menos por nosotros. Y en el camino van sucediendo cosas, encuentros, posibilidades que elegir, y vamos anotando, para luego poder contárlo. Pues esto, es lo que nos ha ocurrido en el camino que hemos hecho junto a Giovanna Ranaldi (la ilustradora), tras los pasos de "Pulgarcito", plantearnos el camino como un juego, el juego de elegir un camino, o lo que es lo mismo el camino en el laberinto.
Así empieza el viaje de "Pulgarcito", en la misma portada abandonando su casa, su lugar, y recorriendo cada uno de los pasajes de este cuento, los platos vacíos, la mano que marca el camino,
el bosque oscuro, el pájaro predador, las siete antorchas, el asombro
de la mujer del ogro, las 7 ogresitas, la decapitación de éstas, la
cólera del ogro, la huida a través del bosque, las botas de 7 leguas y
el botín del ogro. Y al final "Pulgarcito" regresa a su casa por el
mismo bosque, metiéndose otra vez en el laberinto.
Acompañando al libro,
en un bolsillo en la parte posterior, hay un juego, un gran mapa donde
la silueta del mismo Pulgarcito se convierte en un laberinto, que tendrá que recorrer para
volver a su casa, pasando por diferentes puntos estratégicos señalados
en este gran mapa/laberinto (el corazón, el estómago, la mente) antes de
encontrar la salida.Fue
durante el viaje y hablando con Giovanna, que surgió la idea de la
silueta humana como laberinto y dimos tras las pista de uno que diseñó
allá por el s.XVI, el arquitecto italiano, Francesco Segale, a quien le
fascinaban los laberintos.
De
este modo queremos establecer otra manera de utilizar los libros "sin
texto" usándolos una y otra vez para contar. Y si no conocemos el texto,
fácil, hay maravillosos libros que recogen las narraciones
originales de este y otros cuentos, y por qué no, leámolos en un libro electrónico, contémoslo varias veces y lo memorizaremos, así nos olvidamos de este dilema, ejercitando la memoria, nos daremos cuenta de que no tenemos que tener miedo a la ausencia de palabras, que no nos tiene que asustar el silencio, y aprenderemos que contar oralmente, nos permite jugar con la mirada, con la voz, con el gesto, y hacer al que escucha participe de la narración.
originales de este y otros cuentos, y por qué no, leámolos en un libro electrónico, contémoslo varias veces y lo memorizaremos, así nos olvidamos de este dilema, ejercitando la memoria, nos daremos cuenta de que no tenemos que tener miedo a la ausencia de palabras, que no nos tiene que asustar el silencio, y aprenderemos que contar oralmente, nos permite jugar con la mirada, con la voz, con el gesto, y hacer al que escucha participe de la narración.
Yo
siempre guardo en la memoria, aquellos libros que descubría de niño y
que sacaba de la estantería de casa de mis abuelos, que tenían
ilustraciones que no entendía o me asustaban, pero me gustaba verlas,
tenían mucho misterio para mi. Y ahora son las que más recuerdo.
El
miedo a la oscuridad, al negro, a la falta de luz. Eso es otro aspecto
importante que Giovanna Ranaldi ha tenido muy en cuenta a la hora de
contar el transcurso del tiempo narrativo. ¿Es un libro
para niños un libro con mucho negro, oscuro? ¿Y por qué no? Los adultos
sabemos que en la vida no es todo de colores, hay negro y mucho. Pero
además hay otro aspecto fundamental, y de sentido común, como dice
nuestra hija Maia: “Si la historia es de noche tiene que haber negro.
Porque la noche es negra“.
En
definitiva lo que queremos es que un niño lea estos libros "sin texto"
porque nosotros los adultos se los hemos contado previamente y a medida
que crezcan los leerán ellos en solitario y también los contarán,
recordando las imágenes que les ayudaron a ver y entender la historia. Y cuando sean adultos los recordaran y no les parecerán tan "infantiloides" o desvaídos como los que ya han olvidado.
Negro bien negro, intenso como el que se ha impreso en nuestro libro.
El libro ya está disponible en nuestra tienda online y muy pronto en las librerías habituales.
martes, 24 de septiembre de 2013
Reivindicar lo minúsculo
En los cuentos sucede que la mayoría de veces es el personaje más pequeño, el desvalído, el hermano menor, quien supera la prueba y consigue el tesoro (o la princesa), ante el asombro de los demás. Convirtiéndose así en el héroe.
Llegar a escuchar esta aguda y fina voz, es algo que exige de nuestra máxima atención. Y una vez la oímos, nos podremos reconocer y unir a ella.
Esto es lo que sucede en el cuento que hemos elegido para nuestro último libro, "Pulgarcito", en la versión de Charles Perrault. Un cuento con una historia muy próxima a nuestro tiempo, con múltiples similitudes y en el que nos podemos ver identificados.
El escenario donde aparecen los personajes es un hogar extremamente deprimido por la ausencia de alimento y medios económicos. Que obliga a los progenitores de la familia a actuar del modo más mezquino, abandonando a sus 7 hijos en la profundidad de un bosque. Estos, alentados por el más pequeño se hacen camino esperanzados por encontrar un refugio. Con tal mala suerte que van a parar a casa de un terrible ogro. El hambre y el cansancio hace que desobedezcan la advertencia de su mujer quien les ayuda a esconderse. Pero esa misma noche el ogro los descubre y decide encerrarlos para comerselos al día siguente. Una vez más la astucia y valentía del más pequeño salva a los suyos tendiendo una trampa al ogro, haciendo que en la oscuridad de la noche este no se de cuenta de que los que duermen no son Pulgarcito y sus hermanos, sino sus propias hijas con los gorros de los otros. La voracidad del ogro hace que no titubee y les corta la cabeza en ese preciso momento, esta dramática escena hace caer en un estado de cólera al ogro. Pero para entonces Pulgarcito y sus hermanos ya han huído.
Pero ¿qué hay de real o parecido en este cuento con nuestro tiempo? O dicho de otro modo ¿existe en nuestros días alguien como Pulgarcito ?
Quizás esto haga cuestionarnos si tendremos que enfrentarnos algún día a ogros tan grandes como el hambre.
Algo tan terrible como la falta de alimento es lo que motivó a Pulgarcito a tomar tan valiente decisión, y es lo que hace que una persona se enfrente a su propio miedo y abandone su hogar, aventurándose a cruzar un océano con la esperanza de alcanzar un destino mejor. Nos cuesta pensar que esto nos puede pasar un día a nostros mismos. Lo mismo sucede cuando escuchamos en las noticias la tragedia de un rapto o un asesinato, algunas veces de manos de los propios padres.
Por este motivo no debemos de ocultar a nuestros hijos que el miedo está ahí, que es importante reconocerlo, para después poderse enfrentar a él con valentía. Pero esto, no se lo podemos contar de ninguna otra manera si no es a través de los cuentos. Los cuentos nos ayudan a hablar con ellos de estas cosas, a preparar su camino.
Lo que hemos hecho nosotros es mostrar el cuento tal como es y como siempre se ha contado, sin esconder ninguno de los pasajes, aunque algunas veces se diga que son poco recomendables para los niños porque a los que nos dan miedo es a nosotros, los adultos, sin estos elementos los cuentos no funcionan. No alteremos los símbolos, ya que han permanecido a través de los siglos para preparar al humano.
Lo que nosotros pretendemos es perpetuar ese mensaje, esa voz, interpretando las imágenes del popular cuento como hizo magistralmente Gustave Doré en el s. XIX, 165 años después de la publicación del libro de Charles Perrault "Histoires ou contes du temps passé" , "Cuentos de antaño", en castellano, donde recogía este y otros cuentos populares.
En esta ocasión es Giovanna Ranaldi, quien las interpreta, y se mete en la piel del propio Pulgarcito, ese chico silencioso, para hacer su mismo camino y representar cada una de las escenas y lugares por donde el pequeño e intrépido personaje pasó junto a sus hermanos.
Giovanna Ranaldi (Roma) es una excelente dibujante de linea y mancha, y para crear las ilustraciones de este libro ha utilizado el "esgrafiado", técnica que se practíca haciendo incisiones o rascando con una herramienta punzante, llamada grafio. Pero también ha dibujado utilizando lápiz, grafito, incluso tinta y acrílico. Pero ya hablaremos más detenidamente en un próximo post de como Giovanna ha interpretado y representado cada una de las escenas de esta historia. Del uso de la luz y la oscuridad para determinar en qué momento del día o de la noche transcurre la acción.
Ella ha leído muchas veces las ilustraciones que sobre este mismo cuento han hecho maestros como Gustave Doré, Arthur Rackham o Edward William Cole. Nos ha contado que han sido fuente de inspiración también otros artistas, fotógrafos incluso músicos, como Francis Bacon, Matisse, William Kentridge, Gianni Berengo Gardin, o Mario Giacomelli entre otros.
Durante la gestación de este libro hemos intercambiado con Giovanna, numerosos puntos de vista y referencias sobre el cuento. Entre las que recomendamos la versión fotográfica de Pere Formiguera, editado por Anaya en 1994.
El libro también incluye un maravilloso texto a modo de epílogo escrito por el especialsita en cuentos de la tradición oral, Antonio Rodríguez Almodóvar, que nos ayuda a leer y entender mejor el significado del cuento.
Este es el cuarto título de lo que empieza a verse ya como una colección sobre los clásicos de la tradición oral. El interior incluye una gran sorpresa, un juego/laberinto de gran formato que nos ayudará a hacer el mismo camino de Pulgarcito.
¿Pero, nos hará reflexionar este cuento sobre nosotros mismos?. Y hacernos preguntas como estas ¿Está hecho este mundo a nuestra medida? ¿Soy demasiado pequeño o tal vez demasiado grande para él?
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