El retrato; el espejo, la máscara. Un retrato no sólo representa una figura humana o la de su apócope visual esencial, que es el rostro, sino que debe hacerlo de una manera mínimamente realista.. No se puede hacer un retrato "abstracto" aunque su autor lo llame así y, en efecto, deje una indeclinable huella personal a través de un simple gesto o mancha. (...) Si el retrato tradicional trataba de exorcizar la muerte, el moderno es un regodearse, no sólo en la carne mortal, sino en todo lo aleatorio, fungible y precario de nuestra identidad.
Extracto de un artículo de F. Calvo Serraller aparecido en el periódico "El País"
Alejándose de inviernos rigurosos o veranos tórridos; en busca de un lugar apropiado para la reproducción, para huir de algunos depredadores; o procurándose alimentos.