31 de mayo de 2019

Radicales verdes

Tras un año de estar en el paro, la desesperación jugaba en su contra.
Había hecho todo tipo de concesiones y renuncias; por eso y aunque, sabía que el trabajo era temporal y no estaba a la altura de los estudios académicos que había realizado, por eso y porque tenía que pagar algunas facturas, aceptó ser repartidor de pizzas.
“Un asco y una pena”, murmuró guardando una pizza con extra de carne en la parte de atrás de la moto.
Fue su primer y último pedido. Nunca supo ni entendió qué pasó. Tampoco supo nunca que, tras la investigación de su asesinato, el grupo de vegetarianos que lo había asesinado a sangre fría lo nombró santo y mártir en cuanto fueron informados por el inspector que también él sólo comía lechugas.

29 de mayo de 2019

2001, odisea en el espacio



Estábamos bastante apretados, nosotros, los dos niños, mi madre y los suegros. La convivencia era difícil pero, cuando el dinero no da para más, quizás lo único realmente importante sea la familia, o eso nos repetíamos a nosotros mismos todos los días.
Sin embargo, con el inicio de siglo, la vida nos dio otra vuelta de tuerca: la hermana de mi marido, embarazada, y el futuro padre no tenían donde vivir, lo que implicaba que tendríamos que apretujarnos en la baldosa otro poco; aunque si algo ha añadido tensión de verdad es lo atractivo que ha resultado ser él y lo imposible que es evitar los restregones por todas partes.

27 de mayo de 2019

El desprecio de las vírgenes

Si por algo le había gustado aquella niña es porque, mirándola, podía imaginar la deliciosa joven en la que iba a convertirse. Sin embargo, pasados algunos años y como le venía ocurriendo siempre, comprobó que no podía encontrar en aquella mujer huella alguna de la pequeña que le había robado el corazón. Por eso la abandonó, como a todas las adolescentes inocentes que en su vida había consumido.
Fue entonces cuando hizo memoria, cuando revivió el dolor que la última vez le habían hecho las chanzas y las bromas de aquellas chiquillas, y recordó el modo en que le habían hecho sentirse viejo y ridículo.

26 de mayo de 2019

HAIKU (5/09/2018)






Barco en el mar,
faro sobre el barranco,
cálido sol.



25 de mayo de 2019

HAIKU (4/09/2018)





En las aceras
los pasos y los charcos.
Al sur las aves.



24 de mayo de 2019

Verdades movedizas

Constituidas por una mezcla de material finamente granulado, como es el fango, y una proporción muy estudiada de mentiras y agua, las verdades que quiso que me creyera, con todo el aspecto de fuerza y solidez con las que las pudo dotar, acabaron  por atraparme. Y ahora, a punto de ahogarme en ellas, le miro una vez más, suplicante, buscando su mano, para comprobar que no me va a ayudar, que ha decidido que la verdad, su única verdad, esté aquí y ahora, para ahogarme en este último instante.
            Consciente de que revolverme o protestar solo aumentará mi dolor, le miro de nuevo y compruebo que nunca sabré el por qué, que solo encontraré su silencio estéril y su mirada helada, aplastándome, empujándome, siempre un poco más al fondo.

22 de mayo de 2019

Corazón verde


El hombre yacía sobre el camastro, cubierto de heridas y moratones; su cuerpo no iba a resistir. Le habían aconsejado que esquivase todo contacto, incluso el visual, y fue al bajar los ojos cuando descubrió el pequeño papel. Lo cogió y en la fotografía, pues de eso se trataba, encontró una versión joven del varón que yacía junto a él al lado de una mujer y un pequeño lactante.
La visión lo hirió. Evitaban los niños, examinaban solo hombres y mujeres adultos, nada más; pero había visto la imagen y era demasiado tarde. Miró al moribundo, posó sus tres dedos verdes y cartilaginosos en el lugar donde estaba su cerebro, se concentró y dejó que sus sentimientos, miedos y esperanzas avanzasen por su tentáculo hasta inundarle, quemándole, y supo qué era lo correcto hacer.
No mucho tiempo después su civilización dejó de visitar el planeta que tanta curiosidad les había despertado; aunque siempre hubo quienes querían seguir con el  estudio de los humanos, los mismos que desde hace no tanto vuelven a estar al mando y sin mayores retrasos retomarán las extracciones y los ensayos.

20 de mayo de 2019

Cuentos

Llegó al pueblo hace ya algunos años. Durante todo este periodo de tiempo nos hemos acostumbrado a oírle contar todo tipo de cosas: que si había sido alpinista, que había tenido una novia cuyo nombre no podía decir porque ahora es muy famosa, que siempre tuvo dinero hasta que su socio lo arruinó, que había superado un cáncer de pulmón y aún tenía secuelas, que había ganado millones en la Loto y lo perdió todo en el juego…
Ayer apareció por aquí alguien que le conocía desde la infancia, el cual nos confirmó que todo lo que nos ha contado durante todos estos años es mentira.
Nos disgustamos pero, pasado un tiempo, todos estuvimos de acuerdo: sus historias siempre nos habían gustado y en modo alguno estábamos dispuestos a renunciar a ellas.

19 de mayo de 2019

HAIKU (5/09/2018)





El colibrí
vuela sobre el geranio.
Luz de semáforos.



18 de mayo de 2019

HOKKU (4/09/2018)





Gris sobre gris,
lluvia otoñal y asfalto.
Saetas de aves.



17 de mayo de 2019

Indiferencia

            Lo peor no fue morir solo en esta isla desierta, fue que se quedó aquí mi fantasma y los fantasmas, lo supe después, ni saben nadar ni pueden agitar los brazos cuando avistan un barco.
            Durante años me harté del rumor de las olas y del canto de los pájaros, de asustar a los conejos o de ver crecer las plantas; por eso, nadie más que yo ha disfrutado del ruido de las grúas y de las voces de los obreros, del cambio profundo que ha herido el odiado paisaje.
Hoy he visto a una joven clavar una sombrilla en la arena de mi playa, tumbarse, ponerse unos auriculares y cerrar los ojos, al tiempo que el pegajoso perfume de su bronceador comenzaba a saturar el aire en el que floto. Así es como he recordado la razón por la que subí a aquel barco y lo solo que estando a tu lado me sentí siempre.     

15 de mayo de 2019

El señor de las moscas


Lo descubrimos hace un par de días, cuando la pelota se nos escapó, Juan quiso recuperarla y le pidió disculpas porque le había dado en la pierna. Desde entonces, cada tarde y antes de empezar a jugar, le echamos una ojeada y comentamos entre susurros lo raro y curioso que nos resulta ese señor, siempre sentado en más o menos la misma postura.
Juan cree que es como todos, solo que se va cuando llega la noche y nosotros ya estamos en nuestras casas, con la cena; dice que cree que está algo más gordo desde aquel día que le vio de cerca. Isa, por su parte, cada vez con menos disimulo, arruga la nariz y hace muecas; afirma que es un guarro y que ella no se le acercará mientras no se lave ni tan siquiera para recuperar la pelota. Yo, por mi parte, no tengo claro qué pensar, solo sé que no me gustan las moscas.

(microrrelato publicado en el número 11 de Plesiosaurio, en el volumen 3, en la Antología de minificción española e iberoamericana en redes; sí, son tres volúmenes, y os dejo el enlace para que lo descarguéis y disfrutéis con calma)

13 de mayo de 2019

Náufraga

Estaba avisada, había visto el marcapáginas rojo anunciando peligro, pero me zambullí entre las páginas de aquel libro como una suicida. Con cada hoja que pasaba sentía la resaca, arrastrándome cada vez más adentro, y dejé de hacer pie.
En ese momento sonreí, no pude evitarlo, había conseguido mi propósito: olvidarte; pero, en cuanto te pensé, el mar con una sola ola me dejó varada de nuevo, llorándote, en la orilla, abrazada a la almohada como me abrazabas tú.


(microrrelato publicado en el número 11 de Plesiosaurio, en el volumen 3, en la Antología de minificción española e iberoamericana en redes; sí, son tres volúmenes, y os dejo el enlace para que lo descarguéis y disfrutéis con calma)

12 de mayo de 2019

HAIKU (4/09/2018)





En el verano
secos parques de asfalto.
Sombras de toldos.



11 de mayo de 2019

HOKKU (03/09/2018)





Cubre el asfalto
una isla de calor,
late en semáforos.



10 de mayo de 2019

Huir hacia adelante

Los cazadores me estaban pisando los talones y, antes que ellos, sus perros.
Corría todo lo que podía y, mientras lo hacía, mis ojos creyeron ver una vieja portando una manzana, una calabaza transformarse en carroza, un joven desapareciendo bajo el peso de una capa, un zapato de cristal, una rueca, un gato con botas, una varita mágica.
Corría sin parar, no podía pararme, mientras mis ojos registraban todo aquello extrañada. ¿Había muerto ya? ¿Deliraba acaso? ¿Qué realidades eran aquellas?
Frente a mí surgió una pequeña casa, en la que entré a la carrera. Mi gesto de terror, supongo, conmovió a la anciana que vivía en ella, quien me prestó un camisón y me escondió bajo las mantas.
Lo siguiente que recuerdo fue la voz de la niña:
-Hola, abuelita.
Y esa caperuza.

(microrrelato publicado en el número 11 de Plesiosaurio, en el volumen 3, en la Antología de minificción española e iberoamericana en redes; sí, son tres volúmenes, y os dejo el enlace para que lo descarguéis y disfrutéis con calma)

8 de mayo de 2019

Frankenstein


Había oído la noticia de pasada en la radio, pero hoy el jefe de redacción me ha pedido que escriba la historia de ese hombre encontrado en mitad del océano.
Ahora, mientras espero en un pasillo del hospital en el que está en observación, me pongo al día antes de entrevistarlo: que lo encontraron en una balsa, demacrado y pálido, en shock, que está lleno de cicatrices y aún no ha pronunciado una palabra, que… es entonces cuando veo una imagen suya y, no sé por qué, recuerdo el libro que terminé de leer justo ayer.

6 de mayo de 2019

La formación

En cuanto sentimos la más leve vibración bajo los cuerpos, corremos hacia nuestros puestos, intentado no estorbar a aquellas que han de ocupar los que por lógica serán inspeccionados antes. Puede que ustedes no se hayan parado a pensarlo pero, sí, cuando no miran, practicamos sin descanso; solo así, incluso teniendo que achicar los ojos por la luz o habiendo perdido el cielo al que estamos acostumbrados, podemos asegurar que nuestra respuesta es la pactada. Y es que el más pequeño error solo podemos verlo como un fracaso. Tanto es así que, incluso cuando ustedes están delante, cuando no debemos movernos, inspeccionamos de reojo nuestras filas buscando responder  a las preguntas que siempre nos están atormentando: ¿estamos todas en posición?, ¿hay alguna errata?, y si la hay, ¿están leyendo ya el libro, lo están ojeando, disponemos de otra oportunidad para mejorar el resultado?  
No, lograr que formen los millones de letras de un libro de tamaño medio, aunque este sea de microrrelatos, no es tarea fácil; pero es nuestro trabajo.

5 de mayo de 2019

MÜKI (31/08/2018)





El viento a ráfagas
en el centro del bosque.
Ruido de pasos.



4 de mayo de 2019

HAIKU (29/08/2018)





Brilla el rocío
en las hojuelas ocres.
Bruma distante.