Todos los años la escucho con la misma sonrisa y reconozco que paso días tarareándola continuamente.
Un par de días atrás, mientras trabajaba en el jardín de casa vi que a la higuera se le empezaban a "subir los colores a la cara" y no pude evitarlo. Corrí a por la cámara e hice la foto, mientras cantaba bajito eso de: "...y apetece ir donde cubre a nadar contracorriente. En Abril, especialmente."