Ayer falleció Jesús Franco a los 82 años de edad. Ni voy a hacer una hagiografía del director madrileño ni voy a declararme conocedor de su cine porque ni una cosa no la otra sería sincera. De hecho he visto poco cine de Jesús Franco, quizás cinco o seis películas, sin duda muchas más que la inmensa mayoría de los mortales. Y la verdad, mi predisposición a ver alguna de sus películas se debe a mi cinefagia más salvaje, ya que en realidad, pocas veces algo del director me ha parecido ni tan solo potable. Recuerdo algunos buenos momentos en Las vampiras, por ejemplo, o en Gritos en la noche, aunque el paso de los minutos terminaba por jugar en su contra.
Lo que si admiro del bueno de Franco es su honestidad para consigo mismo, para con sus seguidores y su indiscutible amor al cine, ya que rodó toda su vida, incluso en los últimos años en que apenas podía andar. Probablemente no sabía vivir sin hacerlo, para él rodar era vivir. Y éso sin duda, lo sitúa en una dimensión tan respetable como admirable.
Y es que el también conocido como Jess Franco sería un poco nuestro Ed Wood particular. Rodó más de 200 películas (en IMDB constan 199, pero parece que seguir el rastro de todo su cine es casi imposible) en diferentes países, con presupuestos mínimos que hacen que su cine sea más serie Z que serie B y pese a que según algunas fuentes era mucho más admirado fuera de España que en nuestro país, la verdad es que era un cineasta trash, muy de minorías y con una filmografía de una calidad más que dudosa, que oscilaba entre el cine de terror, el erótico, el cómic y el humor grueso, sin desdeñar en ocasiones otros géneros. Además Franco solía ser el guionista, el director de fotografía, el montador y el compositor de la música de sus propias películas. Si, al menos según la película de Tim Burton, Ed Wood admiraba mucho a Orson Welles pero no queda muy claro de si era consciente de la diferencia abismal de talento que los separaba, Jess Franco, en una reciente retrospectiva que le dedicó la filmoteca, afirmó "no me gustan mis películas porque me agradan las de John Ford" para rematar "a alguna de mis películas les tengo más manía que a otras". Así pues, según él, lo importante era poder hacerlas porque en realidad para Jesús Franco dirigir cine era la única manera posible de vivir, al margen de presupuestos, de críticas, de distribución y casi en su mayoría, de seguidores.
En la retrospectiva aludida de la Filmoteca de Barcelona, el director eligió los 17 títulos de su extensa filmografía que quería que se proyectasen. Los elegidos fueron: Miss Muerte, Don Quijote de Orson Welles, en la que Franco fue ayudante de dirección y realizó el montaje (sin saber si el despropósito final se debe en parte a él o no) y Rififí en la ciudad, 99 mujeres, Justine, Eugenie, Estampas guipuzcoanas, Célestine,bonne à tout faire, La maldición de Frankenstein, Els dimonis, El conde Drácula, Vampir-Cuadecuc (dirigida por Pere Portabella pero una especie de making off experiemental de una cinta de Franco), Jack el destripador, La mujer vampiro, El sádico de Nôtre-Dame, Snakewoman y Los depredadores de la noche.
Entre los fans de Jesús Franco, algunas de sus películas más reivindicadas son Las vampiras o Necronomicon o La venganza de Fu Manchú, por ejemplo. En muchas ocasiones es complicado ver cine del director. La plataforma Filmotech tiene algunas de sus películas a nuestra disposición a 1'95 la película, así que es una buena opción para verlas (entre la breve selección están dos de las citadas, Las vampiras y Rififí en la ciudad). También en Filmin hay un par.
Justo la semana pasada se estrenaba su última cinta Al Pereira vs. the Alligator ladies, aunque las posibilidades de verla en los cines españoles son casi nulas.
En el año 2009, de forma sorprendente, la Academia le entregó el Goya de Honor, no sin cierto desconcierto entre el público asistente, premio que el cineasta recogió con cierta sorna y uno de los discursos más lúcidos que se pueden ofrecer en el momento de recoger un premio. Lo recogió junto a su mujer, su actriz y su musa Lina Romay, fallecida también hace poco y a la que aprovechamos también para rendir homenaje. Os dejo el vídeo del momento, en el que además hay fragmentos de su cine.
El el facebook de Lost Highway Blog os dejo una película suya entera online, Drácula contra Frankenstein, aunque aviso que no se encuentra entre lo mejor de su director (aunque es un ejemplo clarificador del gran volumen de su filmografía) y es un delirio incoherente, disperso y sin sentido (que quizás si viniese filmado por Reygadas estaría en Cannes) difícil de soportar sin unas copas, un ambiente de cachondeo o una cinefagia tremenda. Total, casi imposible no verla, ¿no?
Yo, que tengo cierta predisposición al cine más casposo y más trash (de vez en cuando) no puedo dejar de admirar, a mi manera, a ese espíritu libre y desvergonzado que ayer nos dejó. Por aquí Phenomena anunció que le rendiría un homenaje. Estaremos encantados y esperamos la sesión doble de turno.
Hasta siempre tío Jess.