Un placer realizar la cuarta entrega de esta sección titulada "películas de otros blogs".
Hace mucho tiempo (compruebo que más de un año), en el blog de Isabel Pelicuario, vi la recomendación de la película Reconstruction (aquí) un film del que a priori no sabía nada pero que Isabel ofrecía en sesión doble con una de mis películas favoritas de ciencia ficción de los últimos años, Las vidas posible de Mr. Nobody. En ese mismo instante me lo descargué con el propósito de verlo, aunque no realicé el visionado hasta hace poco. Al final resultó que la película no me era tan ajena y que el universo de su director, Chistoffer Boe, me rondaba cercano sin yo ser del todo consciente. Probaré de explicarlo un poco más abajo. Pero antes, como siempre en esta sección, unas breves palabras sobre el blog Pelicuario del que tomo la recomendación.
Pelicuario es un blog de recomendaciones cinematográficas en el que su autora, Isabel, además facilita la descarga de la misma. En principio no entraría dentro de mis blogs de cabecera, sin embargo Pelicuario tiene, entre sus virtudes, una definitiva: su selección de películas es extraordinaria y el gusto y pasión que demuestra Isabel por el séptimo arte encomiables. Además, su diseño (mejorado hace bien poco) es muy elegante y las frases que Isabel escribe para encabezar sus recomendaciones suelen ser sencillas pero certeras.
En lo personal diría que con Isabel tuve una "idílica"relación meses atrás, me influenciaba mucho y sentía que yo hacía lo mismo con ella hasta que un día, sin motivo aparente, nuestra relación se fue diluyendo hasta casi desaparecer. Hace poco Isabel me comentó que su estado de ánimo no había sido el más óptimo estos últimos meses, así que desde aquí, modestamente, le dedico este post para animarla en lo personal y en estos tiempos en que tener un blog de descargas se ha hecho absurdamente tan difícil. Ánimo.
Pues volvamos al principio. Cuando vi en Pelicuario Reconstruction no sabía que era una película del director danés Chistoffer Boe. Al buscar información sobre la misma al tiempo que me la descargaba y ver el nombre de su director, el film pasó a interesarme aún más. No solo había leído sobre él sino que unos meses atrás, en el festival de Sitges, había visto su último largo hasta entonces Everything will be fine. No guardaba demasiado buen recuerdo de la película, interesante pero fallida, así que volví a leer mi breve crónica de Sitges sobre la misma. Y ésto fue lo que dije: Everything will be fine, trata de los laberintos que puede crear la mente, en este caso la de un escritor que arrastra un fuerte trauma del pasado. Sus dificultades para superar dicho trauma y la continua creación de un mundo paralelo en su cabeza para formar sus novelas hacen que su mente se pierda por recovecos y funcione a modo de bucle atemporal, no sabiendo nunca como espectadores la veracidad de aquello que vemos. Es una propuesta interesante pero que ya se ha tratado en otras ocasiones y de forma mucho mejor. La película se ve perjudicada por una falta de credibilidad en el exceso paranoico y conspiratorio del personaje que la lastra.
La aprobé en su día pero sin demasiado entusiasmo.
Entonces consulté la filmografía de Christoffer Boe y vi que anteriormente a la que yo había visto en Sitges tenía otros tres largometrajes. Su ópera prima Reconstruction del año 2003, Allegro del 2005 y Offsreen del 2006. Algo en mi memoria me indicaba que ya me había planteado con anterioridad ver Allegro. No tuve que pensar mucho para deducir que había leído sobre ella en un fantástico libro en inglés que me había comprado hacía poco titulado "Take 100. The future of film. 100 new directors", un lujoso y voluminoso volumen escrito por algunos de los programadores de los más importantes festivales que se realizan por el mundo desvelando sus descubrimientos autorales de futuro. Un libro que para quien me conozca, sabrá que se me antojó imprescindible. Una vez comprobé que Allegro se encontraba entre las 100 películas del libro la descargué sin dudar. Lo bueno es que Offsreen también me sonaba, pero no sabía muy bien el porqué. Pocos días después, comprobando películas que tenía en mi ordenador descargadas para clasificar, me la encuentro ahí, radiante, seguro que descargada por influencia de algún otro blog que lamento no recordar. Así que casi sin pretenderlo me encuentro en la disposición de poder ver toda la filmografía de un director con fama de complejo y extraño pero sin duda con rasgos autorales propios. Entonces, decido ver toda su filmografía y después hacer este post. Lo que ocurre es que paso casi un año sin tiempo para ver cine no estrictamente de estreno por la sección de "Mi película de la semana" a la que me entrego viendo todos los estrenos del 2011 que puedo. Hoy, por fin liberado de la sección citada, cumplo mi propósito.
Primero, obviamente, veo Reconstruction, una película abstracta sobre el destino, sobre la pérdida, sobre las segundas oportunidades y el peso de cada una de nuestras decisiones que pese a que en principio tiene todos los números para gustarme, no logra atraparme. Quizás su estética que pretende cierta vaporosidad pero que termina resultando de aspecto muy amateur, así como que vista en su conjunto el resultado global termina siendo muy deslavazado no terminan de convencerme.
Con un prólogo y un epílogo que se repiten con la intención de que el espectador llene la abstracción mostrada de sentido y con algunas frases algo rimbombantes que pretenden sugerir y dar un halo poético a la narración, la verdad es que a mí me produce fundamentalmente sopor y una cierta incomprensión que se me antoja pretenciosa y que el director no me motiva a que intente desentrañar. Es una película de culto hoy día y como tal apasionará a unos pocos, así que si estás interesado en verla, no pierdas la esperanza.
Si Reconstruction no me atrapa en ningún instante, Allegro por momentos me parece, al menos, sugerente e interesante. La película repite bastante la temática (la pérdida del amor, las segundas oportunidades, el recuerdo que nos construímos subjetivamente de los hechos acaecidos) y la estética (grabación algo amateur, pretensión de vaporosidad y fragmentación caprichosa) de su ópera prima. De nuevo con un pie en lo real y otro en lo onírico, la historia nos habla de un pianista egocéntrico que pierde el amor y que siente la necesidad de recordarlo años después, ni que sea para cargar sus interpretaciones musicales de dolor, de alma. Para recuperar sus recuerdos debe regresar a "la Zona", una metáfora de su memoria, de los tiempos pasados, un lugar aislado, atemporal y peligroso.
En general, la película tiene buenos momentos pero vuelvo a tener la sensación de película algo fallida que me invadía tras ver Reconstruction. Allegro está mejor y es decididamente original, pero insuficiente para aguantar con brío la hora y media de trama. Quizás, de nuevo, todo se me antoja demasiado pretencioso, demasiado carente de un mínimo sentido del humor, demasiado extraño y caprichoso. Las reminiscencias lynchnianas, algunas acertadas y el halo poético impregnan de sensualidad y misterio pasajes de la película pero el conjunto vuelve a parecerme irregular, desaprovechado.
Finalmente visiono la última película suya que aún no he visto, aquella de la que no recuerdo la fuente de la recomendación. Se trata de Offscreen, que pese a volver a ser algo irregular y mostrar un altibajo sobretodo en su tramo central, me resulta la mejor de las que he visto hasta ahora. Entiendo que por una vez, el estilo amateur que siempre impregna la obra de Boe casa en este caso con la trama, lo que le da mayor credibilidad a aquello que explica. Y lo que explica es una historia de un actor que decide grabarse a sí mismo en su vida y que enloquece. Tras desaparecer misteriosamente el director Chistoffer Boe, para quien el actor había trabajado en alguna de sus películas, recupera el material encontrado y lo monta en la película resultante, la que vemos. Así pues la película se incluye en el subbgénero de found footage (o material encontrado) bastante usado en cintas de terror entre las que destaca El proyecto de la bruja de Blair o Holocausto Caníbal. La gran interpretación de su actor protagonista Nicolas Bro que nos lleva de la mano a la más absoluta locura, la temática, ahora ya muy manida de hacer de la vida un espectáculo, la difícil y estrecha linea que separa la creación de las propias vivencias y un final muy violento y bizarro muy de mi gusto hacen que la película me caiga en gracia y me parezca mejor a las anteriores.
En definitiva, el cine de Chistoffer Boe, que me ha resultado un autor personal e interesante, no me ha terminado de atrapar y menos de convencer. Seguro en el futuro le daré alguna nueva oportunidad con alguna otra película venidera o incluso puede que realice un segundo visionado de alguna de las que he hablado aquí, pero hoy por hoy me despierta serias dudas como cineasta, más allá de sus planteamientos originales, personales y su, a veces, lograda, atmósfera. Ahí tenéis mi opinión, luego recomiendo que cada cual se forje la suya, porque es un cineasta con el que habrá una gran diversidad de opiniones.
Gracias Isabel. Gracias a todos.
Si Reconstruction no me atrapa en ningún instante, Allegro por momentos me parece, al menos, sugerente e interesante. La película repite bastante la temática (la pérdida del amor, las segundas oportunidades, el recuerdo que nos construímos subjetivamente de los hechos acaecidos) y la estética (grabación algo amateur, pretensión de vaporosidad y fragmentación caprichosa) de su ópera prima. De nuevo con un pie en lo real y otro en lo onírico, la historia nos habla de un pianista egocéntrico que pierde el amor y que siente la necesidad de recordarlo años después, ni que sea para cargar sus interpretaciones musicales de dolor, de alma. Para recuperar sus recuerdos debe regresar a "la Zona", una metáfora de su memoria, de los tiempos pasados, un lugar aislado, atemporal y peligroso.
En general, la película tiene buenos momentos pero vuelvo a tener la sensación de película algo fallida que me invadía tras ver Reconstruction. Allegro está mejor y es decididamente original, pero insuficiente para aguantar con brío la hora y media de trama. Quizás, de nuevo, todo se me antoja demasiado pretencioso, demasiado carente de un mínimo sentido del humor, demasiado extraño y caprichoso. Las reminiscencias lynchnianas, algunas acertadas y el halo poético impregnan de sensualidad y misterio pasajes de la película pero el conjunto vuelve a parecerme irregular, desaprovechado.
Finalmente visiono la última película suya que aún no he visto, aquella de la que no recuerdo la fuente de la recomendación. Se trata de Offscreen, que pese a volver a ser algo irregular y mostrar un altibajo sobretodo en su tramo central, me resulta la mejor de las que he visto hasta ahora. Entiendo que por una vez, el estilo amateur que siempre impregna la obra de Boe casa en este caso con la trama, lo que le da mayor credibilidad a aquello que explica. Y lo que explica es una historia de un actor que decide grabarse a sí mismo en su vida y que enloquece. Tras desaparecer misteriosamente el director Chistoffer Boe, para quien el actor había trabajado en alguna de sus películas, recupera el material encontrado y lo monta en la película resultante, la que vemos. Así pues la película se incluye en el subbgénero de found footage (o material encontrado) bastante usado en cintas de terror entre las que destaca El proyecto de la bruja de Blair o Holocausto Caníbal. La gran interpretación de su actor protagonista Nicolas Bro que nos lleva de la mano a la más absoluta locura, la temática, ahora ya muy manida de hacer de la vida un espectáculo, la difícil y estrecha linea que separa la creación de las propias vivencias y un final muy violento y bizarro muy de mi gusto hacen que la película me caiga en gracia y me parezca mejor a las anteriores.
En definitiva, el cine de Chistoffer Boe, que me ha resultado un autor personal e interesante, no me ha terminado de atrapar y menos de convencer. Seguro en el futuro le daré alguna nueva oportunidad con alguna otra película venidera o incluso puede que realice un segundo visionado de alguna de las que he hablado aquí, pero hoy por hoy me despierta serias dudas como cineasta, más allá de sus planteamientos originales, personales y su, a veces, lograda, atmósfera. Ahí tenéis mi opinión, luego recomiendo que cada cual se forje la suya, porque es un cineasta con el que habrá una gran diversidad de opiniones.
Gracias Isabel. Gracias a todos.