Mientras se precipita al vacío, la soprano recuerda su
minuto de gloria junto al monóculo del dictador.
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martes, 13 de noviembre de 2012
martes, 6 de noviembre de 2012
GALERADA
GA
LERA
DA
A treinta
de julio de 1526,
ante la
adversidad confirmada
bajo los
augurios de la Cruz del Sur,
cabe la costa
do naufragó la Santi Spiritu,
con veinte
hombres a bordo luchando
contra el hambre
y la sed, huimos
de tierra
inhóspita y enferma:
desde Once Mil
Vírgenes,
durante una
expedición sin anales,
en pocos
días alcanzamos Laguna Blanca.
Entre guanacos
y onas vivimos, mas
hacia su
invernal mes de agosto,
hasta los
indígenas morían.
Mediante la
oración,
para y
por la Fe,
según la
inquebrantable lección y elección del agustino Diego Feijoo,
sin dolor
entregamos el cuerpo para que Dios nos santificara,
so pretexto
de evitar que futuros navegantes pereciesen; y
sobre las
eternas olas, convertidos en almas errantes,
tras la voz de
la brisa ahuyentamos las naves
mediante un
lúgubre, fantasmal ulular.
Versus la tentación del infierno, Dios modifique vuestra trayectoria y os salve
vía oración y devoción a nuestra misericordiosa Señora de los Mares del Sur.
Nota histórica: Después de
la expedición magallánica, García Jofré de Loaisa partió el 24 de julio de 1525
de la Coruña al mando de siete naves y se adentró de nuevo por el estrecho en
busca de una ruta hacia las Molucas, islas de las especias. Dos de las naves
regresaron a España, y sólo una llegó a culminar la travesía. De camino, la Santi
Spiritu, con Elcano a bordo, naufragó frente al actual Cabo Vírgenes;
Elcano pasó a la Victoria y vio morir en ella a Loaisa, al que
sobrevivió sólo cinco días. Que algunos tripulantes alcanzaran Laguna Blanca y
convivieran con los onas es invención mía; por eso digo que no hay anales. Que
se quedaran espiritualmente en la zona para advertir a futuros navegantes,
también... Fue en su busca Saavedra, al frente de la última expedición española por
el estrecho, al menos en dos siglos.
Nota anecdótica: El
sentido de este texto se entiende mejor si se lee en voz alta, al contrario que
casi todos mis demás microrrelatos. Debe ser cosa del fantasmal ulular.
Nota biográfica: Dedico “Galerada” a mi querida amiga Violeta
Medina, con quien aprendí las preposiciones (hoy ampliadas por la RAE)
en el cole. Tengo entendido que estos días necesita un barco para bajar por el
paseo de Belalcázar, Córdoba, momentáneamente anegado.
martes, 19 de junio de 2012
LOBO DE MAR (o teoría de Piglia)
En la voluta de humo de la pipa del capitán el grumete descubre el
espejismo de una sirena. Cuando se abalanza sobre la imagen la pipa salta por
los aires, y él caza el humo entre las manos. El capitán masculla un
juramento y el muchacho abre asustado la prisión de sus dedos para mostrarle la
sirena, del tamaño de un pececillo, que aletea desesperadamente en su palma.
-¡Tira enseguida esa morralla! -brama el capitán, con insólito
pavor.
En el fondo del calabozo donde purga su vida de pirata, hoy pasa
las horas muertas tratando de rescatar el recuerdo de aquel rostro de humana
belleza que, segundos antes de ser devuelto al mar, le evocara el único amor
que alumbró sus sueños de muchacho.
Este texto participó en el concurso de mayo de la Microbiblioteca, sin suerte.
martes, 5 de junio de 2012
LA MUERTE DORMIDA
Un día llegó al palacio un dragón tan
grande que atemorizó a toda la corte. Aunque los soldados y la guardia lucharon
denodadamente contra la bestia, los cortesanos tuvieron que encerrarse tras los
muros del castillo para salvaguardar la vida. Transcurridas varias semanas de asedio, el
rey se abrigó en las sombras para escapar del castillo con la intención de
acudir a su lejana colonia de Ritvania en busca de refuerzos. Entonces, la
corte rogó al príncipe que acaudillara la defensa del palacio, pero el joven
aludió a la conveniencia de sus nupcias reales, que asentaban una alianza
internacional, y salió en busca de su futura protección. El castillo quedó en
manos de la reina, que apaciguó a los cortesanos y les prometió que resistirían
juntos el acoso de la bestia.
Paulatinamente fueron abandonando el
palacio todos los caballeros, cada cual con motivos bien fundados. Cuando sólo
quedó la reina y su dama de compañía, la soberana despidió a su amiga, dejó
caer el puente levadizo y acató el triunfo de la bestia, que tomó todas las
estancias del palacio. Todas menos la cámara imperial, donde se recluyó la
reina.
Pasaron los años, cesaron los recuerdos,
se asumió insensiblemente la pérdida de la soberana. Los zarzales escalaron los
muros de palacio y lo cubrieron, dejándolo impracticable.
Un día, siendo ya viejos la reina y el
dragón, la anciana dejó entreabierta la puerta de su dormitorio. El monstruo
advirtió lo excepcional del gesto y accedió al único reducto que no le
pertenecía. Sobre la almohada real se extendía la larga melena gris de
su única adversaria. Estaba muy enferma. El brillo de la perla mágica que el
dragón llevaba colgada al cuello hizo que la reina abriera lentamente los ojos; balbuceó:
-Pasa, viejo
amigo. Es el fin, y sólo tú serás testigo
de mi muerte. No habrá duelo en este mundo olvidado.
La bestia se inclinó sobre la única
persona que merecía su respeto y, con extraña sumisión, rozó la frente
de la soberana con la perla curativa, fuente de inmortalidad.
Sólo entonces vio, asomando entre las
sábanas, la mano menuda, blanca y azul que sostenía el arma.
-Te ha
costado mucho enfrentarte a la muerte –dijo la reina.
Los zarzales se desplomaron sobre el
foso del palacio.
martes, 15 de mayo de 2012
CITA A CIEGAS
Llegó con puntualidad germánica. Se sentó y empezó a hablar de sí mismo sin parar. No estaba mal el tipo, pero pidió varios coñacs. Bebía como un polaco, eso fue lo primero que me impresionó. Aseguraba que toda la vida había trabajado como un rojo y que no estaba para perder el tiempo: lo primero era saber si yo saldría con él. ¡Así de rápido, oyes! Yo me hice la belga, claro. Pero se molestó mucho, me dijo que no tenía patente de chino sobre su corazón y que no iba a dejarse engañar como un negro. Pues sí que empezamos bien, dije, y como soy muy mía, me despedí a la holandesa. Que no, que no, que no estoy para que venga cualquiera a ponerme de cabeza de afgano de sus problemas. Y es que con alguien tan distinto no puede ser. Yo no creo en las parejas mixtas ni en el maltrato animal.
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Quiero dar las gracias a los amigos que han tenido la generosidad de nominar este blog para la cadena Liebster. No sólo son amigos, sino tres grandes; los tenéis que conocer:
Juan Ojeda /http://lafrutillaparanoica.blogspot.com.es/
Miguelángel Flores /http://eternidadesypegos.blogspot.com.es
Gabriel Bevilaqua http://elefantefunambulista.blogspot.com.es/
Espero que disfrutéis en su casa tanto como yo.
Las reglas del Liebster son:
1. Copiar y pegar el premio en el blog y enlazarlo al blogger que te lo otorgó.
2. Señalar tus cinco blogs preferidos con menos de 200 seguidores y escribir comentarios en sus blogs para que conozcan que han recibido el premio,
3. Y, por último, esperar a que esas bitácoras continúen con la cadena y elijan a sus 5 blogs preferidos.
martes, 17 de abril de 2012
TÚ Y YO
¿En tu casa o en la mía? ¿Con o sin?
Pétalos y arroz.
Arroz o canelones.
Café y copa.
Niño o niña.
Escuela pública o privada.
Escuela pública o privada.
Reducción o sus labores.
Pan y cebolla.
Chapa y pintura.
Informal pero arreglá.
Autónomo o mileurista.
Separación o divorcio.
Partiendo peras o arrejuntao.
Single o LAT*
¿En tu casa o en la mía?
Vaivén, tentetieso, capicúa, sinfín, ¡hazmerreír!* Soltero o living apart together, pareja estable que vive separada, en moderno.
martes, 10 de abril de 2012
MIOGRAFíA DE ROBERT L. SVENSON
Se desconocen los motivos por los que Robert L. Svenson (Inglaterra 1868-Patagonia 19-?) figuraba en su último pasaporte como ciudadano de origen argentino, ya que su registro oficial tuvo lugar en Inglaterra, cuando fue dado en adopción a Mary Svenson, de Chelsmford, a los cinco años edad. La historia de su llegada a la casa y de la dura acogida de su madre y hermana adoptivas, que esperaban un papagayo como regalo de Navidad de manos del doctor Svenson, le sirvió a menudo para ironizar sobre su necesidad de viajar a lo largo y ancho del mundo.
Durante la adolescencia Svenson leyó a los grandes autores ingleses, y se declaraba apasionado de Swift. “Vivir en una ciudad portuaria requería una exagerada tolerancia a una tentación constante”, escribiría en su Diario de otro hombre (1917). En julio de 1882 zarpó de polizón en el Adelaide, un barco mercante que se dirigía al estrecho de Malaca.
Svenson disfrutó de unos años de felicidad entre la tripulación del Adelaide, que le mostró el arte de la navegación. Posteriormente se convirtió en hombre de confianza de la Compañía de las Indias Orientales. Como importador frecuentó las selvas y poblados asiáticos y abrió paso a nuevas rutas comerciales. Cuando más prometedora resultaba su carrera, su pasión por el indigenismo marcó un nuevo cambio de rumbo: abandonó el puesto y emprendió sus primeras expediciones a las aldeas más remotas, siempre en busca de lo que llamaba “el deslumbrante cebo (allure) de las otras vidas posibles” (Mi vida en otra parte, 1889). Cuenta en sus memorias que convivió al menos con comunidades de siete etnias distintas, adoptado siempre como blanco seminal. Las obligaciones hacia su numerosa descendencia iban minando su salud, pero no su energía.
El primer volumen de los viajes antropológicos de Svenson tardó veinte años en llegar a las prensas europeas. “Aunque hubiera debido firmar con mi nombre malayo, preferí agradecer al doctor Svenson el destino que me había ofrecido”, declaró al recibir la insignia de la National Society. Vinculado a la institución durante quince años, desapareció repentinamente y sin dejar rastro en noviembre de 1939, lo que algunos asociaron a su manifiesto pacifismo.
Su curiosidad por la Patagonia lo llevó al hemisferio sur. Allí la pureza del paisaje, la cordialidad de las gentes y la libertad inmensa de la planicie lo sumieron, por primera vez, en años de soledad. Su muerte, tardíamente revelada por su hermanastra, se atribuyó entonces a una reyerta con exsoldados nazis. Investigaciones recientes revelan que tuvo lugar ante la grandeza mística del glaciar Perito Moreno, cuya ruptura provocaría una emoción superior a la capacidad de resistencia de su cansado corazón viajero.
martes, 27 de marzo de 2012
ADIÓS DESDE MI BALCÓN
Pasa mi gato Lucifer abriendo el cortejo, la cola ondulante como un pincel, y pinta las paredes vecinas. Asoma doña Margarita, con la eterna fuente de rosquillas en las manos y la imborrable sonrisa benévola. Papá y mamá siguen después, vestidos como en la boda de mi hermano (la última vez que los vi bailar): saludan a dona Margarita con una reverencia y siguen dando vueltas, los mejores bailarines del mundo. A lomos del caballo blanco que nunca tuvimos, mi amiga Sole y yo, vestidas de amazonas de circo, paseamos nuestras melenas negras bajo el sol, y un público mezclado de rostros conocidos (¿qué hace allí mi primer novio?) nos vitorea y cubre de banderines de colores. Siguen mis jefes, los dos, uno andrajoso y muy rico el otro, y mi marido, ya nada joven, con su tos y su barriga y su paciencia de relojero suizo. Pero no veo a los chicos, no consigo verlos, y eso me satisface: a este cortejo ellos deben faltar. Mis besos, desde el balcón, caen como lluvia que no cala, agradecen momentos y secuencias, se despiden de haber sido y del será.
martes, 20 de marzo de 2012
VIÑETA
Increíblemente el amuleto brilla en sus manos, lo he visto cuando me lo ha robado... ¡Debería haber oscurecido hasta regresar a su esencia carbónica en manos del malvado Zerk! ¡Qué fácil le ha sido arrebatármelo desde su montura y eludir mi espada! Le bastó rozarme con el vientre del pájaro Mublai... ahora apenas puedo sostenerme en esta resbaladiza repisa de piedra.
¡Hermana! ¡Hermana, responde! Si el amuleto brilla es que Catrina está cerca, tal vez en la torre más alta. ¡Hermana! Imposible, no lograré avisarla a tiempo de que Zerk se acerca a ella, que quiere embestirla con todo el poder de su magia y captar con el amuleto el poder que emana de las ondas de energía del corazón de Catrina.
¡Hermana! ¡Hermana, responde! Si el amuleto brilla es que Catrina está cerca, tal vez en la torre más alta. ¡Hermana! Imposible, no lograré avisarla a tiempo de que Zerk se acerca a ella, que quiere embestirla con todo el poder de su magia y captar con el amuleto el poder que emana de las ondas de energía del corazón de Catrina.
Pero... ¡la luz de la torre más lejana titila! ¡La torre vigía ha sido alertada! Catrina, que conoce el poder de la luz reflectante, aún puede ordenar la confluencia de las lunas y derribar con sus destellos a Zerk de su montura. Me dejaré caer al infinito con tal de atrapar el amuleto en el espacio. Catrina podrá ordenar al pájaro Mublai que me rescate, si es que ésa es mi ventura. Aunque ignoro qué viñeta dejó prevista mi creador para mí.
Esta es mi modesta contribución a la propuesta de Fernando Martínez para rendir un homenaje a Moebius.
martes, 21 de febrero de 2012
MINIS
EPIFANÍA
Después de emboscarme en la teorización del crítico, supe que todos mis finales eran abiertos. Ahí estaba el error, pensé agradecido. Agarré las tijeras podadoras del garaje y me acerqué a mi padre, dispuesto a convertir mi vida en un best seller.
BABEL
“¡Corred!”, gritó el dinamitero a todos los subcontratados sin papeles.
martes, 8 de noviembre de 2011
CASI BICENTENARIO DEL NACIMIENTO DE WOODSTHROUGH
Aisladas hasta el siglo xix por los fuertes vientos, las corrientes impredecibles y unos arrecifes de coral cortantes como hojas de afeitar, las islas Wow no habían sido pisadas por el hombre hasta que el científico James W. Woodsthrough (Canterbury 1812-Wow 1837) se adentró en solitario por sus espesas selvas y acometió la ingente tarea de catalogar las 7.266 especies desconocidas de sanguijuela samurai que poblaban el ecosistema isleño. Sólo contaba con unos prismáticos y un salabre; apenas tuvo tiempo de inscribirlas en su propia piel.
El pellejo de Woodsthrough fue repatriado, conservado en formol en el Museo Británico y sepultado en el cajón del olvido hasta que, cuarenta años después, Johnatan Leech culminó su célebre tesis de veintidós tomos sobre las inscripciones dérmicas del explorador, trabajo reconocido con el máximo distintivo de la Sociedad Británica de Anélidos Tropicales en 1892. En 1927 Su Graciosa Majestad concedió a Woodsthrough el tratamiento de Sir con carácter póstumo, y su nombre fue inscrito en la Enciclopedia Británica. Habría que esperar a 1984 para que las islas fueran designadas Reserva de la Biosfera por la Unesco gracias a la población de sanguijuelas de Woodsthrough.
En la actualidad se encuentra apostada en las Wow la base científica norteamericana Sparrow, de carácter conservacionista, aunque se le atribuyen otras funciones de carácter reservado.
Todos los lectores que lo deseen pueden consultar la historia de las sanguijuelas samurai y las fotografías del cadáver de Woodthrough en http://www.woodsthroughskin.uk/, añadir sus comentarios o participar en el foro sobre la controvertida catalogación de 1966 (que reconoce sólo 6.121 mordeduras diferentes de sanguijuela en el despojo de Woodsthrough), y aun de la segunda edición (2004), que reduce aún más su número. Dicha página oficial obtuvo un total de 3.233.821 visitas en 2009, cuando salió a la luz la teoría de la Cognitificación Osteopolar, que comprometía los históricos hallazgos del explorador tras aplicar a su despojo siete tomografías axiales y trece resonancias magnéticas. Como consecuencia, el número de especies descubiertas por Woodsthrough podría quedar en cinco.
Con fecha de ayer se produjo la mayor convocatoria social promovida por Facebook desde la muerte de Michael J. Jackson en junio de 2009: más de diecisiete millones de cibernautas de todo el planeta se dieron cita a las cinco y veinticinco de la tarde (GT), hora estimada de la muerte de Woodsthrough en 1837, para ejecutar una flash mob con interpretación simultánea del rictus que las sanguijuelas samurai tropicales imprimieron en la venerada reliquia del científico.
Con este sentido homenaje se espera recompensar la memoria de uno de los exploradores más injustamente tratados por la naturaleza tropical.
martes, 6 de septiembre de 2011
ABDUCCIÓN MEDIEVAL
Después de un año de suplicar, por ilustrísimas personas interpuestas, la consulta de cierto volumen monástico de su biblioteca, el más extraordinario de los bibliófilos alemanes accedió a recibirme en su casa de Colonia.
Me confiaron una dirección en pleno centro urbano, un quinto piso. Un lugar sorprendente: no podía albergar catorce mil volúmenes. La emoción me hizo equivocarme y llamé al sexto, pero igual me abrieron. Se me insistió, no obstante, en que debía pulsar el quinto. Cuando el ascensor paró caprichosamente en el tercero, se abrió una puerta.
El propio Helmut Ritter se quitó las gafas para escrutarme. Está bien, pase, concedió. Le seguí por un pasillo flanqueado de estanterías que sólo miré de reojo; me había propuesto no abusar de la paciencia de mi anfitrión. Ahí lo tiene, dijo, mostrándome un despacho sólo iluminado por una lámpara verde de sobremesa.
Bajo la luz yacía el incunable. Apenas pude acariciar el borde de la tapa de madera. La sensación superaba con mucho mis expectativas.
La puerta me sobresaltó al cerrarse de golpe a mis espaldas. Me dejaban a solas con un tesoro, ¿habría cámaras de vigilancia? Tendría que arriesgarme. Entonces reparé en la cadena medieval que impedía el hurto. Un elemento extraño, que se prolongaba hasta la pared y la atravesaba por un orificio. Bajé la vista hasta el agujero, lo palpé. ¿Adónde daría? Atraje un poco la cadena. Luego un poco más. Al final la empuñé y di un fuerte tirón.
Alguien devolvió la atracción con tal brutalidad que mi brazo se fue tras la cadena y sentí que era apresado con la fuerza de una zarpa, al otro lado; del segundo tirón crucé entero la pared y di de bruces contra un monje, que en furibundo alto alemán me conminó a abjurar de la cámara digital que colgaba aún de mi muñeca: esa misma tarde ardería en la pira de los herejes por practicar magia negra, dijo, y por disipar todo el saber de la tierra sin lección ni discernimiento alguno.
martes, 2 de agosto de 2011
EFEMÉRIDES
Foto: David Larrosa
Todos los 24 de noviembre, en plena estación seca, la ciudad tulona de Nueva Molucta celebra su Fiesta Angular. Se sacan a la calle carretas, avestruces, arbotantes, paniaguados y peliagudos. Se degustan mistashas. Las mujeres del pueblo tricotan una larga serpiente de lana de alcatra para ahuyentar la ira del dios Sinuoval, que según la leyenda, persigue a todas las Rectas nacidas durante la luna nueva. Una procesión, al tercer día, culmina con danzas y alcohol de gorgojo hasta el amanecer.
La fiesta atrae a los habitantes de todo el valle, que se paraliza y descuadra en el intento de presenciar cómo una de las gallinas, que las meretrices han tratado con ungüentos espiritistas de origen vudú, pone el célebre Huevo Cuadrado. El Huevo, ya documentado en bajorrelieves volcánicos del 400 a.C., se deposita en el sac-sac del dios Sinuoval y es custodiado durante un año por un Obtuso (habitualmente, el muchacho más torpe del pueblo) al que se selecciona escrupulosamente para esta función.
La decidida apuesta de esta guía por el turismo sostenible recomienda minimizar el impacto interactivo del turista en estos parajes aún liburios del continente. Se recomienda respeto y recogimiento durante las ceremonias y desechar cualquier tentación de robar objetos sacros para venderlos en el mercado negro. Algunos lectores reportan terribles consecuencias tras este tipo de conductas; adviértase que los lugareños suelen empalar al turista que osa tocar sus huevos sagrados.
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