Hace un tiempo escribí este poema. Lo único que deseamos es la paz en el mundo. Ojalá algún día suceda... Tengo sed de justicia, paz, armonía y respeto. De girar la rueda del mundo y que la pobreza, la guerra y el hambre no sean más que pasado. Quiero darles tragos y tragos de ilusión y esperanza a los niños que sufren, y así poder verles sonreír, poder verles crecer. Que el agua de la vida brote sin cesar y fluya como la corriente de un río, pura, mansa, serena. Repartamos botellas de alegría entre todos y que lluevan pétalos de rosas en lugar de gotas de sangre. Tengo sed de cambiar… Armas por abrazos; Violencia por caricias; Lágrimas por risas; Avaricia por generosidad. Tanta es la sed que tengo, que me lleva a desear elevarme hasta el cielo, absorber el néctar de las estrellas y regresar cargada de luz para iluminar los rincones más oscuros del planeta, aquellos que tanto...