27 abril 2011

Florecen los claveles



En la terraza me han florecido los clavelitos.
 
!Qué buen día hace hoy! Ya es casi verano, no te lo he contado Jeorgina bonita, pero yo, de pequeño, pasaba parte de los veranos en casa de mi abuela. 

Tenía un corral, un huerto y una viña, el corral era como el mundo, muy diverso; había dos higueras, una morera y un granado y además un cerdo, gallinas y en la cuadra, unas jaulas con conejos. También tenía una parra y al mediodía, zumbaban las moscas. ¿Ves cuantas cosas había? 

En la casa de al lado, vivía una niña que se sabía las canciones de "El Príncipe Gitano" y cantaba esa tan bonita de "Mi Tani", todo un éxito. La letra me la ha enviado Jeorgina. A Pérez-Reverte también le gusta "El Príncipe Gitano", lo he visto en su página web.

    A la cueva que hay en Grana'
    ha llegado de tierras lejanas,
    como reina en carroza dorá'

    una niña princesa gitana.
    Tani se llama de nombre,
    es más bonita que un sol.
    No camela corona real
    y camela un gitano español.
    Su blanco pañuelo, la rosa tendrá
    y no hay otra novia más guapa y honrá.

 
Y hablando de gitanos, acabo de recordar un libro muy bueno, de un escritor muerto, "Juan Belmonte, matador de toros, su vida y sus hazañas" de “Manuel Chaves Nogales”. Este señor era un republicano español, en el año 1937 o 1938, durante la guerra civil, se exilió a Francia y cuando los nazis entraron en París marcho a Londres, donde murió en 1944 y allí le enterraron. Tiene muchos más libros y hace poco se han reeditado bastantes de él. No he mirado si están por aquí, en las librerías seguro y yo puedo prestar alguno en papel.
La biografía de Juan Belmonte, -famosísimo torero- se considera una de las mejores biografías escritas en castellano. Belmonte, nació en Utrera (Sevilla) y su época de esplendor fue por los años 20, murió en 1962. El libro es enormente ameno, se lee muy bien, cuenta los juegos de los niños en ese tiempo, cuando Belmonte, pasaba hambre y trabaja de aprendiz en el taller de su padre, como va con otros muchachos a torear -desnudos, porque la ropa la dejaban al otro lado del Guadalquivir- a la luz de la luna en las dehesas sevillanas y las andanzas de famoso. Esta muy bien.
Y es muy instructivo, "A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España", se publicó en Chile en 1937 (hay una edición de no hace mucho en España), son una serie de relatos de su testimonio sobre la guerra civil española. Esta obra es un impresionante alegato contra las brutalidades de la guerra, incluidas las de su bando. Sería interesante, Jeorgina bonita, saber que opinaría hoy del mundo.

Sigo dando vueltas al tema de Jeorgina, sobre si es real o no, y he llegado a la conclusión, que no lo es. Estuve leyendo a Ortega y Gasset, y explica que -explica más cosas que no vienen al caso- las cosas (o personas) "están ahí en tanto que las veo, las toco, las pienso. Sólo entonces resulta indubitable, seguro, su «estar ahí»" y añade "en suma, la tesis que afirma: la Realidad es el Mundo, es las cosas, resulta que complica otra: la realidad es un sujeto que piensa el Mundo, las cosas". Claro, Jeorgina solo existe cuando la pienso, nunca la vi, ni la toqué, pero cuando no la pienso y apago la computadora Jeorgina no existe. Daros cuenta para qué cosas sirve la filosofía. No he leído que dice Wittgenstein al respecto, que seguro que dice lo contrario o no dice nada, y la gata no me ha querido decir lo que piensa.

Por tanto, Jeorgina bonita, eres virtual. Ella dice, cuando escribe, que vive al otro lado del océano, y puede que sea verdad, porque al otro lado del océano todo es virtual, cuando dejo de pensarlo no existe y no lo veo, ni lo toco. Yo no soy virtual porque tengo a “Gatita”.

Tengo un problema grave con esto del blog. Si todos los días recomiendo unos diez libros, y si considero que habré leído como muchísimo tres mil, esto no me va a llegar ni para un año. Agradecería sugerencias y colaboraciones y solo te voy a recomendar, Jeorgina (Marisa) uno o dos.
 
A Marisa, aparte de los que he comentado, le voy a sugerir uno de “Ramiro Pinilla”, "La higuera", - ya te dije Marisa, que en el corral de mi abuela había dos- De Pinilla por la red hay alguno.
 
El de "La higuera" es un libro finito, se lee en seguida y se puede comprar, se publicó hace como cinco años, está muy bien y deberías leerle Marisa reina, te gustaría. La novela cuenta la vida de un hombre que pasó más de cuarenta años viviendo debajo de una higuera y cuidándola. Este Ramiro escribe muy bien.

De este mismo autor me gusto muchísimo, "Verdes valles, colinas rojas". Es una trilogía compuesta por, "La tierra convulsa", "Los cuerpos desnudos" y "Las cenizas del hierro", el segundo me gustó menos, pero los otros dos son magníficos, pero son muy gordos los tres.
De momento nadie me ha dado noticias del perro de Carmen.
 
Marisa me ha escrito un correo muy largo y bonito, me canta una canción de Serrat, me gustaría que alguna vez me cantase un bolerito al oído, porque al cine creo que no me va a llevar. Este poema es de Pedro Salinas Marisa. Y la foto del gato de mi sobrino Marcos, se le cuide esta semana Santa, cuando no tenía a "Gatita", se llama Gatito y no le gusta la filosofía.

¡Cuánto sabe la flor! Sabe ser blanca
cuando es jazmín, morada cuando es lirio.
Sabe abrir el capullo
sin reservar dulzuras para ella,
a la mirada o a la abeja.
Permite sonriendo
que con su alma se haga miel.

¡Cuánto sabe la flor! Sabe dejarse
coger por ti, para que tú la lleves,
ascendida, en tu pecho alguna noche.
Sabe fingir, cuando al siguiente día
la separas de ti, que no es la pena
por tu abandono lo que la marchita.

¡Cuánto sabe la flor! Sabe el silencio;
y teniendo unos labios tan hermosos
sabe callar el "¡ay!" y el "no", e ignora


la negativa y el sollozo.

¡Cuánto sabe la flor! Sabe entregarse,                                                                                                          
dar, dar todo lo suyo al que la quiere,
sin pedir más que eso: que la quiera.
Sabe, sencillamente sabe, amor. 






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