Tengo el revoltijo que siempre produce la vuelta de vacaciones; por un lado el revoltijo físico: de ropas, bolsas, maleta, ropa sucia, recuerdos comprados en mercadillos, piedras de esas que encuentro que me llaman a gritos, bolsas de especias, bolsas de hierbas de tés e infusiones, regalillos...más bolsas ... y el revoltijo mental. Ese es más caótico aún. Y eso que el primero tiene el salón y la habitación de mi casa en plan "¿te estás mudando?".
Entre lavadora y lavadora hago recuento de imágenes y emociones, sabores y colores, olores nuevos de calles y comidas, de pasos y tierras, arenas y aguas, de gente y sus miradas. He hecho fotos, muchas fotos robadas. Me traigo muchas miradas, algunas me duelen. La pobreza siempre es más femenina.
La mujer es tan invisible que pierde su cara, su gesto en la esfera pública.
Niños y niñas de seis o siete años juegan con armas de plástico, revólveres y metralletas en la calle, comparten juegos y dulces, gafas fosforitas, coronas doradas y pistolas. Después de esa edad ya no hay niñas en las aceras , yo no las veo.
Sí veo un bebé cercano al año, en sus primeros pasos, cómo se tambalea sonriente entre sus padres jóvenes y amorosos, él en bañador y ella cubierta por un niqab, y cómo solloza entre pucheros por intentar fallidamente quitar el velo de su cara y poder tocarla. La madre no se descubre porque hay hombres adultos cerca; estos hombres son mis amigos, con los que viajo. Ellos se sienten tan extrañados, ajenos a las consecuencias de su proximidad como yo. Delante de mí , que soy mujer, sí se descubre y posa feliz con su marido y su primer hijo, cuando les ofrezco tomar un retrato de familia .
Cuando las emociones brotan desde la mirada... a veces , no sabes dónde dirigirla, si a tus luchas personales o a la belleza que siempre inunda todo.
Ábrete un blog, ábrete un blog. Pues hala, ya me lo he abierto...
Mostrando entradas con la etiqueta Mujeres. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mujeres. Mostrar todas las entradas
miércoles, 6 de agosto de 2014
miércoles, 25 de junio de 2014
¨ Nunca me he desprendido de la infancia. Y eso se paga caro. La inocencia es un lujo que uno no se puede permitir y del que te quieren despertar a bofetadas. "
Esto lo dijo un bella anciana de más de ochenta años, al publicar hace cuatro años "Paraíso inhabitado", era Ana Mª Matute. Ha fallecido dejándonos un poco huérfan@s y perdid@s en aquel reino del rey Gudú. Me doy cuenta de que la inteligencia consciente unida a la ternura y el humor me enamoran perdidamente. Me instalo cómoda en el sillón de esa infancia, inocente, curiosa y justa, a esperar las bofetadas si han de venir.
"Un gintonic te da una lucidez bárbara."
"La lectura es una fábrica de sueños."
Esto lo dijo un bella anciana de más de ochenta años, al publicar hace cuatro años "Paraíso inhabitado", era Ana Mª Matute. Ha fallecido dejándonos un poco huérfan@s y perdid@s en aquel reino del rey Gudú. Me doy cuenta de que la inteligencia consciente unida a la ternura y el humor me enamoran perdidamente. Me instalo cómoda en el sillón de esa infancia, inocente, curiosa y justa, a esperar las bofetadas si han de venir.
"Un gintonic te da una lucidez bárbara."
"La lectura es una fábrica de sueños."
miércoles, 9 de abril de 2014
Costumbrismos
Ayer "rotulismos" y hoy "costumbrismos"...
-Ah,(...) pues nada entonces.
No es ella , pero se le da un aire...
Si no me levanto me remuerde el estómago, el malestar o la conciencia- llamémoslo a gusto de cada quién- No hay manera, si veo a alguien con cabeza cana, arrugas y si le calculo algo que supera setenta, el resorte se dispara y tengo que ceder el asiento del autobús; y digo tengo que ceder. porque objetivamente el estado de mi rodilla no debe diferir mucho al del anciano/a de turno. A veces me invade el optimismo y pienso que cuando yo tenga esa edad habrá algún culo-conciencia inquieta que me ceda el descanso a mí. Esta tarde no ha hecho falta porque la viejilla se ha sentado tan ricamente a mi lado en un asiento libre, para sí ha soltado una letanía/ suspiro según doblaba el espinazo de alivio. Yo, que iba enfrascada en mi libro de cuentos no la he mirado pero he sonreído ante sus suspiros de gusto. La mujer se aburría y miraba inquieta a todos lados, a la calle , a mi libro, a la gente...se rebullía hasta encontrar acomodo. Acabado el cuento y según levantaba la mirada saboreando las palabras y la historia aún en la cabeza, miré a nada en concreto por la ventana. La mujer siguió mi mirada. Tras distraerme nuevamente saqué del bolso el móvil, guardé el libro y me puse a mirar una hoja en la que está mi cuadrante de trabajo. La anciana casi se volvió de lado mirando la hojilla directamente.
Entonces vi sus manos que estaban sobre la falda beige, manos de cuidar, de lavar, de hacer croquetas de esas de morirte , manos que saben quitar manchas de manteles blancos. Una de esas manos se posó en mi pierna y la anciana me habló, con lo que tuve que levantar la cabeza y quitarme los auriculares, uno de los auriculares, el más próximo a su lado.
-"Oiga, que eso es igual que la hoja del cura, de las misas, ¿es la hoja de misas?como es igual igual, parece enteramente... pues me he dicho será lo de las horas de los pueblos estos..."
-No, es mi cuadrante de trabajo, lo siento.-Ah,(...) pues nada entonces.
Y se ha callado de golpe, como si me hubiera molestado su pregunta, con pudor de pillada en falta, con vergüenza de quien osa hablar. He pensado en qué pueblos debía referirse en su mente pues el autobús circulaba por el centro de la ciudad. Aunque me he quitado los auriculares no ha vuelto a hablar y ha bajado la mirada.
Al levantarme , la anciana se ha soliviantado y agitada ha hecho hueco para dejarme salir, la he sonreído y he buscado su mirada desde la calle con otra sonrisa y un gesto de la mano. Ella ha bajado la cabeza asintiendo medio sumisa medio sonrisa.
Seguro que en el pueblo tiene un gato, si no ,me gustaría regalarle uno ; le llamaría Excel...
No es ella , pero se le da un aire...
domingo, 9 de febrero de 2014
¿Por qué nos temen?
El día que venía "El tren de la Libertad", así, con mayúsculas yo trabajaba, estuve toda la mañana acordándome y algo frustrada, bueno , muy frustrada. De vez en cuando necesito esa inyección de motivación que da lo gregario, la emoción compartida, el hallar en los ojos de desconocid@s esa chispa que ven en los tuyos. Suelo ir a las manifestaciones con amistades, pero no me importa ir sola. La semana pasada tan sólo pude encontrar los rescoldos en la estación de Atocha, aún así sonreí con ternura. Imaginé los abrazos, las sonrisas, los cánticos, esa atmósfera que sólo da la comprensión de ideales compartidos, no pude evitar hacer estas fotos
Estación Atocha 1 Febrero 2014
Ayer sí pude ir hacer el recorrido completo, aunque muy rápido -también tenía que ir a trabajar- y aunque no pude escuchar a Alicia Ramos, ni el manifiesto final, sí pude berrear consignas, alzar el puño, sujetar pancartas, dar unos saltitos y explicar a una veinteañera el porqué de los manojitos de ruda y las perchas que dolorosamente recordaban tantos abortos clandestinos y mortales. Entre los miles de personas la muchacha eligió preguntarme a mí y luego se lo explicó a su grupillo de amigos , igual que yo , que horas después también se lo explicaba en mi trabajo a unas adolescentes impresionadas. Parece que soy educadora hasta en mi tiempo libre...
En la manifestación se mezclaban jovencillas con megáfono con mujeres que treinta años antes ya estaban en el mismo sitio con el mismo mensaje. Me emocionó un grupo de hombres , casi ancianos , que cantaban como una cofradía vasca lo que debería ser algo incuestionable para todos y todas: el absoluto poder sobre el cuerpo de una mujer corresponde a esa mujer. El Estado sólo debe preocuparse por asegurar que esa mujer esté sana, formada, educada y sea autónoma en sus decisiones.
No sé por qué nos temen.
Etiquetas:
Cabreos,
Calendario,
Cosas que ven las lentejas,
Educación,
Feminismo,
Interrogantes de lentejas,
Mujeres,
Paisaje humano,
Reivindicaciones,
Verde
domingo, 12 de enero de 2014
Hoy ha venido Inés a verme, en concreto ha venido su sonrisa juguetona y sus ojos; esos ojillos vivos que reían sin necesidad de acompañamiento, con su halo blanco de vejez y cataratas. Ha sido de improviso mientras buscaba alguna estrella en este cielo loco de Madrid. Me he apoyado en la terraza y sin darme cuenta he buscado su perfil en la ventana contigua. Y la he traído al recuerdo.
Mi vecina Inés, "la Sioux" era intemporal, nunca supe su edad exacta, y eso que se encargaba de pregonarla a gritos a la mínima. Siempre tuvo el pelo blanco veteado de gris y oscuro, tirante y recogido en un moñete de nuca, el cutis cetrino y los ojos algo rasgados. Siendo bien pequeña la bauticé como "la Sioux" y así quedó nombrada para mi familia, a veces me cuesta recordar su nombre de pila.
No recuerdo cuándo vinieron su marido y ella a vivir puerta con puerta a la casa de mis padres, vagamente recuerdo que hubo una señora antes que este matrimonio pero no hay más huella de ella. Inés lo ocupaba todo con su presencia, hasta mi recuerdo. El marido era delgado y arrugado desde siempre, murió hace muchos años llevándose su nombre con él , pues tampoco lo recuerdo. Sin embargo grabada quedó su silueta bajo una sábana sentado en un silla ( tal como lo bajaron ya cadáver a la ambulancia desde esta casa sin ascensor). Inés por contra, era todo vida, redonda, gritona, sin arrugas y todo actividad.
Desde su ventana se oía la máquina de coser a todo trapo, la radio, la televisión, programas de ópera seguidos de partidos de fútbol... sorda creciente desde mediana edad, dejaba encendida la televisión sin enterarse, atronando a todo el vecindario... con el mismo volumen de voz con la que luego se disculpaba "por las molestias".
Yo la adoraba y todo en ella me parecía anécdota.
Inés extendía su reino a través del balcón y la escalera, pues a todos saludaba a berridos y a todos conocía. Pasó encerrada casi los últimos veinte años de su vida sin poder bajar a la calle " por estas piernas que ya no me aguantan"; bamboleante y renqueando pasaba de hacerte aspavientos con las manos desde la ventana a abrazarte en el descansillo de la puerta si conseguía llegar a tiempo. Distraía su tiempo " cazando" el saludo y cariño de todo el vecindario , hasta niños y jóvenes nos rendíamos a los cariños , preguntas y cotorreos de Inés.
A mí me tenia predilección y me " cazaba " con frecuencia, ya de paso me pedía pequeños arreglos de casa: cambiar bombillas, enchufar electrodomésticos... " hasta que venga mi nieto a arreglármelo, a ver si puedes hacer algo", pequeños desperfectos o desajustes que la llenaban de temor e indefensión real.
Echado el anzuelo, y ya dentro de casa, pasaba revista todos los retratos de hijos , nietos y demás familiares contando profesión, localización geográfica y hechos reseñables de biografía, todo esto mientras le ponías un aplique o cambiabas una cortina. Y cierto es que tenía muchos hijos, nietos y amistades que venían a menudo a visitarla y cuidarla - por este orden-, pues nunca quiso abandonar su hogar.
Pasados los noventa y con alguna caída a solas en el domicilio , supe que me despedía de ella cuando su hija llamaba a la ambulancia y yo la arropaba tras una noche tirada en el suelo . Aún así nunca perdió la sonrisa y tenía ánimos para confortar el susto de su hija y mi preocupación .
Había vivido todo, y todo lo contaba. A mí me encantaba escucharla porque había aprendido a quererla.
Creo que la he traído al presente tras ir a ver esta obra al teatro:
Hasta el 19 Enero en el Teatro Bellas Artes. Madrid
En ella nos narran cómo un hijo confuso y perdido busca refugio y ayuda en su madre y acaba encontrando ( y perdiendo) mucho más.
Cómo me gusta esta actriz (María Galiana ) y cómo me recuerda a Inés " la Sioux", en actitud, humor y sabiduría. Es como la abuela primigenia, un mito colectivo hecho vecina.
lunes, 11 de noviembre de 2013
Otoño. Atum.
Me gusta el otoño , mucho, muchísimo.
Los rojizos, anaranjados y ocres, el crujir de hojas bajo mis pies, las mandarinas, las castañas, los caquis, la nariz fría en la bufanda suave, sentarme en el Retiro y ver" la lluvia amarilla" que cae con la brisa, el sol loco que va y viene...las tardes de música jazz y bizcocho en el horno, ¡ah!, ¡ y las setas! me encantan las setas, todas.
Busco fotografías del otoño y acabo leyendo estas wikipediacositas sobre el otoño-con toda la fiabilidad que esta fuente otorga claro-:
El otoño es una de las cuatro estaciones del año y una de las dos de la zona intertropical. Astronómicamente, comienza con el equinoccio de otoño (23 de septiembre en el hemisferio norte y 21 de marzo en el hemisferio sur) y termina con el solsticio de invierno(alrededor del 21 de diciembre en el hemisferio norte y 21 de junio en el hemisferio sur). En la zona intertropical del hemisferio norte, empieza el 23 de septiembre y se extiende hasta el 21 de marzo. En la zona intertropical del hemisferio sur, va desde el 21 de marzo hasta el 23 de septiembre.
Atum, dios creador "El que existe por sí mismo", era un dios solar en la mitología egipcia. También conocido como Atem o Tem.
Lo que viene a ser que este otoño se engendró a sí mismo de un corazón, y se reproduce mediante su propio placer, se relaciona con diosas, llegando a tener un rollito hasta con su sombra, claro que su mano era "el principio femenino", está clarísimo. Lo que no sé es por qué no le pondrían el cuerpo femenino ya que te pones, de una mujer madura, plena...y sabia. Cabeza de mangosta... ya les vale. Lo de "Señora de la satisfacción" ya lo entiendo más,ya.
Los rojizos, anaranjados y ocres, el crujir de hojas bajo mis pies, las mandarinas, las castañas, los caquis, la nariz fría en la bufanda suave, sentarme en el Retiro y ver" la lluvia amarilla" que cae con la brisa, el sol loco que va y viene...las tardes de música jazz y bizcocho en el horno, ¡ah!, ¡ y las setas! me encantan las setas, todas.
Busco fotografías del otoño y acabo leyendo estas wikipediacositas sobre el otoño-con toda la fiabilidad que esta fuente otorga claro-:
Mis pinreles otoñales... |
Su nombre proviene del dios egipcio Atum que simboliza el sol que se oculta en la tierra.
Sin embargo, habitualmente se conoce como otoño el período que comprende los meses de septiembre, octubre y noviembre en el hemisferio norte y marzo, abril y mayo en el hemisferio sur.
En ambos hemisferios, el otoño es la estación de las cosechas, En la literatura, el otoño, en sentido figurado, representa la madurez.
Durante el otoño, las hojas de los árboles caducos cambian y su color verde se vuelve amarillento y amarronado, hasta que se secan y caen ayudadas por el viento que sopla con mayor fuerza. A partir de esta estación, la temperatura comienza a bajar.
Bonsai otoñal del Jardín Botánico. Sábado 9 de Noviembre |
Paseíto botánico antes de entrar a trabajar... |
Atum, dios creador "El que existe por sí mismo", era un dios solar en la mitología egipcia. También conocido como Atem o Tem.
- Nombre egipcio: Itemu. Nombre griego: Atum. También conocido como Atem o Tem.
Fue representado como hombre, portando la corona Doble, o como hombre viejo barbado. Como dios solar, con cabeza de carnero, con cabeza de mangosta, o como ave Fénix. Es el primer dios representado con cuerpo humano, pues antes todas las deidades de los antiguos egipcios tenían forma de animales. Atum es el dios que según la cosmogonía heliopolitana surgió del "océano primigenio", Nun, creándose a sí mismo (mediante autofelación, saliva, lágrimas, sudoración u otros métodos). Mediante su conciencia, Ra, crea a los demás dioses: Shu y Tefnut (aire y humedad), quienes a su vez son padres de Geb y Nut (la tierra y el cielo), padres de los dioses: Osiris, Isis, Neftis, Seth y Horus el viejo. Atum, según la teología Menfita, fue concebido del corazón de Ptah.
Sus primeros descendientes configuran la enéada heliopolitana. Creó a sus hijos, los dioses Shu y Tefnut, de su saliva o mediante masturbación. En Heracleópolis su mano era el principio femenino, personificando en Nebethetepet, la "Señora de la satisfacción". Según otros mitos más tardíos tuvo relaciones con su sombra, o con la diosa Iusaas.
Fue denominado "El perfecto", como dios creador "El que existe por sí mismo" y "El del fin del Universo"
Lo que viene a ser que este otoño se engendró a sí mismo de un corazón, y se reproduce mediante su propio placer, se relaciona con diosas, llegando a tener un rollito hasta con su sombra, claro que su mano era "el principio femenino", está clarísimo. Lo que no sé es por qué no le pondrían el cuerpo femenino ya que te pones, de una mujer madura, plena...y sabia. Cabeza de mangosta... ya les vale. Lo de "Señora de la satisfacción" ya lo entiendo más,ya.
Mi Corazón de Ptah, maduro y otoñal, festivo y alegre. |
domingo, 8 de septiembre de 2013
Vita brevis
"Se sabe, aunque la Iglesia siempre ha pasado de puntillas sobre este hecho, que San Agustín, más tarde Padre de la Iglesia latina, tuvo en su juventud una amante que le dio un hijo al que amó con predilección. Vita brevis es la carta manuscrita que supuestamente Floria, su amante, le escribió al hilo de la lectura de sus Confesiones, la obra fundamental del santo obispo de Hipona. En ella, con ironía y sarcasmo, critica a Agustín por haber abandonado el verdadero y auténtico amor humano para entregarse a uno divino , del que poco se sabe.
Vita brevis es una novela diferente, una ardiente defensa del amor sensual y una fervorosa crítica a la represión religiosa de las pasiones y sentimientos humanos; una obra completamente distinta a las anteriores del autor, aunque lleve el inconfundible sello de su siempre alerta curiosidad filosófica."
Esto es lo que leí en la solapilla del librito que volvió a recomendarme la bibliotecaria del centro donde llevo a mi grupo de preadolescentes , que haciendo un ejercicio de contención apagan los móviles y guardan silencio - todo lo que pueden- mientras hacen que hacen sus deberes.
Bibliotecaria Maja se me acercó por la espalda, me dio un toquecito en el hombro y me dijo:
" Bueno, bueno, bueno... ya me dirás qué te parece .." Y me lo dijo con la misma expresión del camarero que te trae el plato estrella del menú.
Y es verdad, así me lo ha parecido. Tiene un poquito de todo , es como la pirámide nutricional de la literatura que me gusta.
Cierto es que el humor es la inteligencia en velocidad punta, así pues la ironía, que se alimenta también del malestar y el dolor, a mis ojos, conjuga los anteriores. Este libro, también breve, te sirve estos ingredientes como primer plato, segundo y postre.
VITA BREVIS La carta de Floria Emilia a Aurelio Agustín. Jostein Gaarder. Editorial Siruela 1996
( traducción de Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo ) http://ebiblioteca.org/?/ver/48224
Cómo busco alivio y distracción últimamente en la literatura y el cine...vuelvo a leer con la voracidad de adolescente , qué bien...
miércoles, 14 de agosto de 2013
martes, 16 de abril de 2013
jueves, 28 de marzo de 2013
Yayoi Kusama
Desde la primera vez que vi una obra de esta mujer algo me llamó la atención. Hay veces que algo te prende, no sabes por qué, de un cuadro, una escultura, un boceto... Yayoi kusama trabaja en tantos formatos que algo siempre te sorprende. Cuando busqué sobre su vida confirmé mi intuición, algo había en su deseo artístico y en su vida, vive en un psiquiátrico desde 1973. La relación entre la patología mental y la capacidad artística es una fuente de controversia continua y una fuente de aprendizaje y reflexión.
viernes, 15 de marzo de 2013
Flor de chocolate amargo
Para completar esta racha de flores que llevo, la cocinera y limpiadora de mi trabajo me regala a escondidillas esta flor azul cuyos pétalos son almendritas de chocolate envueltas en papel transparente.
Con su mísero jornal de subcontrata explotadora sostiene a dos hijas adolescentes, un marido desempleado y desesperado. Con todos ellos ha tenido que trasladarse a casa de su madre , al no poder acceder a la compra de un piso -por el que hasta ahora pagaba un alquiler bajo-.
Sin embargo y a pesar de todo ello, no pierde la sonrisa.
Y me regala esta flor.
Se me rompe el alma...
Me lleno de enseñanzas...
y agradecimiento.
sábado, 5 de enero de 2013
La Reina Maga
He estado tomando la fiebre a una adolescente, mustia, mocosa y llorosa. Toda su agresividad, sus enfrentamientos constantes , su ir y venir emocional que l@s expertos llaman "labilidad emocional" estaba apagadito en la almohada y dentro den un pijama de Puka. Abrazada a un peluche se cobijaba la falsa prepotencia, el pretender saberlo todo, el arrojo y valentía que cree que le da el coquetear con drogas, el sexo sin autocuidado y como compra de afecto, el huir de las clases y provocar a todo adulto a un radio de cinco metros. Cuando salía de la habitación para ir a buscar el termómetro y un zumo, oí una vocecilla que bien hubiera podido ser del osito apretujado; Me senté en el borde de la cama y puse la mano en la frente de la muchacha. Cuando iba a quitarla me retuvo, -"No ,espera, quédate . Tus manos siempre me curan...no te vayas, ainssss,... así me quedaba yo todo el día..."-
Y recordé la mano de mi madre en la frente durante todos los constipados de mi infancia, mis coloretes en las mejillas, los ojos brillantes y su voz diagnosticando: " Esta niña está mala". Esa mano aliviaba de forma mágica los dolores de cabeza, la fiebre, las vomitonas, los rasponazos en las rodillas...
Ya no hay mano que me alivie, pero esa adolescente provocadora -que es un compendio de "conductas disruptivas"- me devuelve su imagen y me descubre el poder "mágico" , esta vez , de mis propias manos.
Y vi a la niña asustada, la niña que apenas fue y que seguía dentro del pijama de Puka. La niña que no tiene madre,ni abuela, ni tía, ni tan siquiera hermana mayor que la sostenga ni en la fiebre ni en la vida. Tampoco padre, ni abuelo, ni tío, ni hermano...
Ya es la noche de Los Reyes Magos y se me ha hecho consciente uno de los regalos que ya tenía, pero que no apreciaba en su justa medida, el que recibí y que por tanto debo dar, pues es así como brilla de verdad.
A pesar de ello, a mi madre nunca le gustó mi trabajo, qué ironía.
Esto que siento y pienso en estos días no es casual.
Hace dos años y un día que mi madre murió. Y durante un rato, un buen rato, vuelvo a sentirme esa niña de coloretes y ojos brillantes que sabe cómo consolar a la niña del pijama de Puka.
Mi madre.
sábado, 4 de agosto de 2012
Lección del día.
He perdido el monedero en el autobús, no me lo han robado , no; Yo misma lo he dejado caer del vestido al suelo y como voy con los auriculares puestos ni me he enterado. Sí que me he dado cuenta al intentar sacar dinero del cajero,claro, visualizando todos mis movimientos he llegado a esa conclusión y tras un breve autofustigamiento he hecho todas las llamadas pertinentes ( aviso a objetos perdidos de la EMT, banco para paralizar movimientos, última tienda en la que estuve "porsiaca"); He seguido con mi vida del día y con el runrún de cabeza... Llevaba todo todito: carnets de identidad, de bibliotecas varias, de estudiante - sí, a mi edad y sigo de estudiante...-tiendas, del banco, hasta de conducir ( y eso que no conduzco ), el profesional....y en vísperas de viaje además. El run-run se ha convertido en agobio al pensar que tengo que llevar más dinero en metálico, buscar el pasaporte... vamos, que me he agobiado cada vez más programando todas las necesidades de mañana, añadiéndole ir a comisaria además.
Pero no, no ha sido necesario, hace apenas una hora ha llamado a mi telefonillo una voz de chica preguntando por mi nombre, ha encontrado mi monedero- efectivamente en el suelo del bus-, y me lo ha traído a la puerta de casa, con la documentación y TODO el dinero que llevaba ( 54 euros), una mujer joven inmigrante, ecuatoriana, que trabaja por horas cuidando ancianos y limpiando en casas, que a cambio de esta acción no me ha aceptado ni un refresco y tan sólo me ha pedido que si me entero de algún trabajo de este tipo me ponga en contacto con ella.
Se llama Janeth y se ha ido corriendo porque "tenía que haber acostado a un anciano hace rato ya, y no llego".
Se llama Janeth y se ha ido corriendo porque "tenía que haber acostado a un anciano hace rato ya, y no llego".
Mis amistades me dicen que estas cosas sólo me pasan a mí, que tengo mucha suerte. Yo creo , quiero creer , que la honradez, la dignidad crecen por igual, pero no destacan. Tenemos que reivindicar estos hechos que también suceden, y que minimizamos dado el ambiente de queja, miedo, control e indefensión en el que procuran envolvernos.
Sigo pensando que nos salvará la conciencia de comunidad, de ayuda.Eso o nada.
Hecho probado : Nuestros dirigentes políticos y económicos no se merecen el pueblo para el que trabajan.
martes, 3 de julio de 2012
Versos con aja y eja.
Versos con aja y eja
El duende, en la oreja.
La mosca, en la oreja.
El preso, en la reja.
La madre, coneja.
La rica lenteja.
La feliz pareja.
El tiesto, en la reja.
El grillo, en la reja.
El preso , en la reja.
La rica lenteja.
La feliz pareja.
El trigo, en la paja.
El oro, en la alhaja.
El dinero, en la caja.
El zapato, en la caja.
¡Drácula, en la caja!
La lana, en la oveja.
La miel, en la abeja.
¡El verso, en bandeja!
Versos con aja y eja. Gloria Fuertes.
(Poema extraído de Editorial Escuela Española, S.A. 2ª edición)
Gloria....¡ qué maja !
Foto en su despacho. Mirando más allá, no he podido evitar pararme en el cuadro del fondo.
Lo dice todo.
El duende, en la oreja.
La mosca, en la oreja.
El preso, en la reja.
La madre, coneja.
La rica lenteja.
La feliz pareja.
El tiesto, en la reja.
El grillo, en la reja.
El preso , en la reja.
La rica lenteja.
La feliz pareja.
El trigo, en la paja.
El oro, en la alhaja.
El dinero, en la caja.
El zapato, en la caja.
¡Drácula, en la caja!
La lana, en la oveja.
La miel, en la abeja.
¡El verso, en bandeja!
Versos con aja y eja. Gloria Fuertes.
(Poema extraído de Editorial Escuela Española, S.A. 2ª edición)
Gloria....¡ qué maja !
Foto en su despacho. Mirando más allá, no he podido evitar pararme en el cuadro del fondo.
Lo dice todo.
martes, 26 de junio de 2012
Intrahistoria. Tía-abuela Lenteja ( II)
(.......) Secretamente deseaba haber sido rubia y con los ojos azules como ella....
Yo entraba en la habitación sin hacer ruido pero haciéndome notar, ella se daba la vuelta en la cama , indicándome que podía enredar o bien que la dejara dormir. Era un lenguaje sin palabras que ambas entendíamos.
A veces me acurrucaba a su lado como un gatito y arañaba el yeso de la pared dejando pequeñas muescas con las uñas. Ella no me regañaba, aceptaba mis mimos con paciencia y sonrisa cansada; otras veces resoplaba y me daba la espalda pero sin echarme de la habitación, eso quería decir que podía quedarme pero que no la incordiara.
Entonces con esa sabiduría sin conocimiento de la infancia, en silencio permanecía en la habitación, pero sin meterme en su cama, me sentaba en el suelo con la caja de botones, abría el cajoncito de madera de la máquina de coser o bien, ¡ abría el armario!
Ahora , no me explico cómo era posible que tan pequeña observara todos esos objetos con tanto respeto, como si cada uno de ellos encerrara un secreto, que allí estaba, esperando a que alguien lo viera; Yo tocaba los botones de nácar, de concha , de madera, los últimos de plástico de colores, -la tía me contaba- " esos los trajo en un gabán de Buenos Aires Fulanita" o " esas monedas las tenía en una cajita mi madre, pobrecita, la tía Catalina, por si venían maldadas..." Ya me sabía las historias que repetía siempre con cada objeto, pero me gustaba que las repitiera una y otra vez,( como las criaturas que eligen el mismo cuento para dormir que ya saben de memoria hasta la última palabra).
Libros que aún tengo en mi poder de aquella época |
Imágenes de Google |
Pasaba las páginas de los libros, escasos ,que tenía en el estante bajo del armario, olían a humedad, " a viejo" -pensaba yo-, tenían la letra pequeñita y cursiva, la mayoría eran misales de tapa negra y cintita roja, muchas estampitas de santos, santas y sus vidas escritas por detrás. Tenía una caja de madera con un espejo en la tapa por dentro, en ella guardaba el recibo del cementerio " para que cuando me muera, que no tardaré mucho.... sepáis dónde está mi parcela junto a mi madre " ,algunas puntillas bordadas en un color amarillo desgastado que en tiempos debió ser blanco hueso... y lo que más me gustaba ...... trozos de papel rotos pero aprovechados en cualquier espacio en blanco para escribir listas larguísimas de palabras que empezaban por una letra...
" Alcanfor, Alcancía, Alfeñique..."
La tía me contaba: " Eso lo escribía mi madre para conservar la cabeza, que bien lista que era, pese a ser pobre y mujer de campo, que las noches sin luz eran muy largas, se ponía una palmatoria y ella solita , venga a escribir...lo que se le ocurría..."- y allí las tenía entre mis manos con tinta sepia y con caligrafía del siglo anterior...
Palabras que yo no sabía ni qué significaban -
Y añadía : " cuando mi pobre padre murió , la dejó solita con tres hijas.....además de ocuparse de la huerta , se le ocurrió que recogiendo a todos los niños pequeños, aún cagones, mientras los padres estaban en la labor, podía ganarse unos reales,y así, uno le daba un cuartillo , otra mujer le pagaba con un huevo, cada uno lo que pudiera de trueque; ella y yo, que ya tenía unos añejos, les íbamos enseñabamos las letras a los pequeños mientras . Tu abuela ya se había ido a servir a Madrid, luego pasados unos años me fui yo también..... pobrecita mi madre".
Monocorde iba contándome-contándose a sí misma su vida, su infancia campesina de niña huérfana, su juventud sirviendo en Madrid,( como era hacendosa y guapa nunca tuvo problemas para entrar en muchas casas a servir), se ocupaba de los niños y de cocinar, tenía un talento para la cocina excepcional que ha mantenido toda su vida. Recordaba con resquemor algunas de " las señoras" de las casas en que sirvió, y sólo sonreía con nostalgia cuando hablaba de "Conchita" "Rosina" " Pilarín" que eran otras muchachas de servicio en San Sebastián, Barcelona...
Se relacionó con grupos de la Sección Femenina de la época , en los que se reunían en talleres de costura, gimnasia, oración.... y recitaban con fervor todas las proclamas de Pilar Primo , movimientos de Falange... Claro, yo en esa época no podía saberlo, pero sí me trasmitía un sentimiento de disciplina, de rigidez que me llamaba mucho la atención y sabía que levantaba improperios por parte de mi padre.
Yo miraba las fotos viejas una y otra vez estudiando cada detalle, no podía creer que aquella niña de cabellos claros y vestido de cuello fuera mi tía-abuela, ni que aquella pose de artista de cine con esos peinados de ondas infinitas fuera la misma anciana que sesteaba a mi lado...
Al poco de llegar a Madrid
Al poco de llegar a Madrid
En otra foto que fue la que inspira este relato , compañera ,se veía a unas jóvenes agarradas del brazo metidas en el mar hasta las pantorrillas con bañadores de época, riendo y con aspecto festivo. Recuerdo perfectamente la reacción de la tía Paca, la pillé nostálgica o deprimida , lo cierto es que han pasado más de treinta años y no se me olvida cómo se le humedecieron los ojos
" Ay , ya casi no recuerdo quiénes eran todas, estabamos en Barcelona, fuimos de gira, sería el día que librábamos digo yo, ésta de aquí era Angelita, -casi no veo-, y ésta es la muchacha que servía conmigo,...... era más buena, nos llevábamos muy bien, cuánto la quería yo....qué habrá sido de ella, estuvimos unos años escribiéndonos.... "
y ahí se puso a llorar. Yo recogí todo y me salí, no entendía por qué lloraba, si yo había hecho algo malo y me iba a regañar después... lo cierto es que me impresionó su reacción.
Sólo recuerdo que echó en falta esa foto un día( mi hermano y mi primo la cogerían para reirse de aquellos bañadores y la romperían) lo cierto es que la tía montó una bronca horrorosa, supuso un disgusto familiar, nunca apareció y a ella casi le dió un ataque.
Nunca se casó , no se le conoció novio o pretendiente alguno. Dedicó su vida a trabajar de sirvienta, cocinera en un comedor del Auxilio Social para niños en la posguerra, ama de llaves, institutriz, luego vivió con su hermana ( mi abuela) en una de las calles más exclusivas de Madrid , en un piso pequeño e interior. Cuidó de mi madre en la posguerra , de su madre y de todos los niños de la familia en los veranos en su casita del pueblo y trabajó como cocinera para unos vecinos de origen alemán que vivían en el séptimo piso , que la querían como si fuera de su familia, pero nunca le dieron de alta en la Seguridad Social, claro;
Tía abuela Lenteja retocadísima por el fotógrafo. |
Cuando mi abuela murió ,mi madre la trajo a vivir con nosotros.
Al enfermar mi madre - que no hubiera permitido nunca que saliera de casa- he removido cielo y tierra para solicitarle una plaza en una residencia decente. Yo no doy más de sí.
Tiene 98 años, y una salud que sólo poseen los que sobreviven a un cataclismo, un carácter indomable y un instinto de supervivencia que es casi mágico.
La semana pasada me llamaron de la residencia y me asusté, pero no era nada malo, el hecho es que sus quejas infinitas sobre " lo mala que estoy" para llamar la atención y que todo el mundo esté pendiente de ella , han hecho que el médico le remita a un especialista.... y ahí me tienes con ella en la ambulancia para que le hagan un scanner que yo sabía innecesario, el neurólogo le ha mandado un placebo y ella tan contenta.
Cuando voy a visitarla, me llevo una petaca con anis y dos vasos de chupito, salimos al jardín , ella con su andador haciendo eses.... - y eso que el traumatólogo opinaba que tras la rotura de cadera no volvería a andar- y nos sentamos en un banco. Me mira fijamente y me dice " qué de hombres hay aquí, oye, y qué grandes son...." todo eso mientras bebemos la copita y observamos las ambulancias y sillas de ruedas y cómo los auxiliares y conductores sacan y meten a los ancianos....
Para mí que nuestros mutuos radares funcionan perfectamente, la tía siempre dijo de mí que " Esta , me da a mí ,que tampoco es de las que se van a casar ". Y yo ....., creo que ella no ha salido a la luz en casi cien años, ni lo va a hacer a estas alturas,ni para ella misma." ( Por eso digo, que no es que esté dentro del armario, es que no ha salido de la alacena ) A mí ni me pregunta, "que lo que no se quiere saber, no se quiere saber..."
Y ahora que digan de los genes.... pero los ojitos claros nada, y de las artes de cocina, poco he heredado jejeje.
Besos.. ( lo prometido es deuda )
Manos de Lenteja y Madrina Lenteja |
miércoles, 20 de junio de 2012
Intrahistoria. Tía-abuela Lenteja ( I )
Yo tendría 6 ó 7 años, y odiaba las siestas. ¡ cómo cambiamos!
Silencio y calor sofocante que a los adultos les conducía al sopor entre las sábanas, a escuchar algún programa de radio de consejos y confidencias, a rezar el rosario entre murmullos, crucifijos, moscas y orinales ( que diría D. Camilo ) A los niños , a mi primo y a mí , nos incitaba por contra ,a la excitación de los juegos prohibidos, a salir de la verja, a robar galletas Napolitanas, a meter los dedos en la miel... a espiar los ronquidos de mi padre y taparnos las boca para sofocar la risa...
Mi primo me llevaba unos años y yo era su sombra, me enseñaba juegos sin juguetes ;sin intención de incluirme, me aceptaba con la resignación del chico mayor que "le toca cargar con la niña", pero yo sentía que en su interior disfrutaba con mi compañía; hacíamos casas con palos, tiendas de indios, animales con las patatas nuevas; traía de Madrid tebeos, sobres con soldaditos que yo miraba con ojos de día de Reyes... regalos de padre divorciado que se siente culpable y trae al hijo con la abuela hasta septiembre , más un cargamento de asignaturas suspensas y entretenimientos varios que realmente ni tocábamos.
Cuando nos permitían salir al jardín de delante de la casa -bajo el juramento de no salir bajo ningún concepto a la carretera- pasábamos las horas de siesta en cuclillas inventando historias con personajes que eran piedras, cochecitos, barcos. Nunca , nunca he vuelto a encontrar a nadie con tanta imaginación como él. Nuestra abuela nos escuchaba y velaba a través de esas persianas verdes de madera que 40 años después me miran pidiendo a gritos una manita de pintura. Alguna vez, tan enfrascados estabamos en los fragores de las batallas, en las cazas a los mamuts, en conquistar la luna que la abuela fingía una voz de trueno o un grito para asustarnos a través de la ventana y a nosotros se nos salía el corazón del pecho del susto. Ella se reía. Nunca he entendido esas bromas crueles a los niños, incluso ahora lo recuerdo con pesar.
En esa edad , la mayoría de las veces acatábamos la orden de echarnos en la cama y sucumbíamos al sueño, yo deseaba secretamente dormir en la cama de mi madre o en la de la tía Paca.
¡Me gustaba tánto el olor de mi madre cuando reposaba¡, cuando estaba dormitando olía a panadería, a bollos, yo la notaba caliente, tranquila y me abrazaba a su espalda, y si ella estaba de buen humor incluso le pedía que me acunara como cuando era más pequeña aún. Nunca fue cariñosa, más bien era una mujer ariscona que me despedía casi siempre con un " quita ,quita hija, que me das calor" " estate quietita, anda.... "
Dibujín tomado de maria-elina.blogspot.com
Cuando mi hermano se incorporaba a las vacaciones en el pueblo , yo sentía en carne viva el abandono de mi ídolo, pues mi primo me ignoraba con la complacencia compasiva de esa lógica aplastante que se tiene a esa edad. No era maldad, yo dejaba de existir en sus juegos y planes... Ellos podían ir lejos con las bicicletas, iban al río ( territorio absolutamente vedado para mí, incluso más que la carretera ), tenían tirachinas, una escopeta de perdigones... Yo me diluía en el vacío......frustrada y enfurruñada.
Mis opciones eran pocas , y como un animalillo doméstico, aburrida, sin sueño, con ganas y curiosidad deambulaba por casa buscando en qué entretenerme ( Entonces, no teníamos televisión, y yo ya me había leído todo lo que hubiera en la casa , fuera literatura o no para niños ).
Si mi padre estaba pendiente de alguna tarea que dejaba a medias, se obsesionaba con ella y no dormía, bajaba al sótano y seguía tomando medidas, cortando listones, limando , lijando maderas. Para mí aquello era el paraíso porque lejos de las miradas femeninas de la casa mi padre me trataba como a un igual , yo le acercaba herramientas, incluso las que cortaban y " eran peligrosas" , los formones, la lima de cola de ratón, el cemento, la cola de contacto....yo era feliz esos días en que mi padre volvía a ser un carpintero obsesivo, en vez de un hombre de vacaciones en la casa de pueblo de su suegra, en la que se veía obligado a reparar roturas, desperfectos, tuberías, techos con goteras.... como único varón, cabreado además..... y yo su ayudante.
La tía Paca dejaba entornada su puerta con un zapatilla para que no se cerrara y no diera portazos con las escasas corrientes de aire. Yo de puntillas olisqueaba el ambiente, escuchaba si roncaba o no, y si respiraba acompasadamente entraba en su habitación. Para mí , esa habitación era como entrar en algo sagrado, " Nadie entra en la habitación de la Tia Paca sin su permiso " era una ley no escrita que todos, absolutamente todos, chicos y grandes, respetábamos.
El sancta santorum se abría para mí en los ratos de siesta.
dibujo tomado de monicaestradoroyuela.blogspot.com.
Siempre fui una niña tranquila y cuidadosa, nunca rompía nada y todo lo observaba, tocaba con un cuidado, que ahora soy consciente, era muy adulto. Estas cualidades hacían que la tía me dejara curiosear en sus cosas , por fin , algo era sólo mío, ajeno a los chicos..... Ella permanecía echada de lado en la cama, vestida con sus combinaciones gris perla, lila clarito,de puntillas discretas, envuelta en ese olor a colonia de anciana que tiene de nombre un año mil y pico... sus caramelitos de flor de violeta, sus estampas, libros,cristos y vírgenes. Su dentadura en el vaso encima de la mesilla...
De toda la familia sólo esta tía-abuela me parecía especial y diferente. Yo la adoraba. Nunca dejé que nadie me lavara la cabeza salvo mi padre y ella. Mis rabietas hasta esos 6-7 años fueron épicas, aún recuerdo el agua corriendo por mi cara y los berridos de pánico que metía.
Yo la observaba con la absoluta seguridad de que era diferente, muy elegante, esbelta incluso en su vejez, me parecía muy guapa, sin coquetería, sin ínfulas, pero con mucho cuido y discrección.
Todas las mañanas a las 7.30 de la mañana preparaba infusiones para todos, chicos y grandes bebíamos sus tisanas endulzadas con miel, que según ella curaban todos los males, los reales y los imaginados. " Te cura hasta de lo que no tienes", nos despertaba y a la hora estábamos haciendo cola en el baño . Luego pensé que era una forma de hacer que nos levantáramos sin protestas. " Arriba que están pasando las burras de leche"
" Arriba flecha de España"...
En la familia nadie la soportaba, su carácter indómito, dominante, era difícil de llevar, mi madre la tenía un temor reverencial, mi abuela se sometía sumisa a ella, mi padre la odiaba directamente, mis primos y hermano la ignoraban y yo sin embargo..... la quería.
Secretamente deseaba haber sido rubia y con los ojos azules como ella....
(sigue)
(sigue)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)