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Mostrando las entradas etiquetadas como experiencias

Zaida in three

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Uno, dos, tres. Tres, dos, uno. Uno más dos son tres. No hay dos sin tres. A la tercera va la vencida. Tres es un número que está íntimamente relacionado con la expresión artística y con la interacción humana. Desde los antiguos griegos ya Platón consideraba al número tres como la imagen del ser supremo ya que abarcaba tres personalidades: la espiritual, la material y la intelectual. También es la primera suma de dos números de naturaleza distinta: la suma del primer número impar (el uno) con el primer número par (el dos). Imagen extraída de Google images De izquierda a derecha: Juan Antonio Mora (contrabajo), Sara Almeida (voz, coros) Pablo Díaz (teclado), Zaida Almeida (voz principal), Jose Félix Álvarz (voz, coros) Anoche me fui a la cama pensando en esa magia del tres. No pude evitar sentir admiración al ver a Zaida Almeida sobre el escenario íntimo de la Casa del Vino en el Sauzal. Es lo que tiene ser ya un abuelo en eso de ser alumno de una escuela de música, donde he vist...

¿Y qué, si se lo dieron a Dylan?

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E so digo yo, y qué. A lo mejor, al igual que pasa con otras cosas, estamos asistiendo a cambios de paradigmas y no nos estamos enterando, y resulta que la literatura no se trata sólo de escribir un libro con su ISBN de sopotocientos números y letras. Hace un par de días regresaba de un viaje y en mi minúsculo asiento de avión, en el 20D por cierto (con D de Dylan), leía un artículo del escritor y director de cine Ray Loriga , en donde nos ofrecía una definición muy acertada de lo que significaba ser escritor. Decía Loriga, que la profesión de escritor podría consistir en "conseguir formular con las palabras de uno los sentimientos de los otros". Esto podríamos trasladarlo a todas las manifestaciones del arte, la pintura, la fotografía, y la música también, por supuesto. El arte, al fin y al cabo, consiste en eso, en conectar y llegar a un acuerdo con el espectador, lector o escuchante de música. Bob Dylan en 1978 (imagen extraida de google images Yo no fui seguidor de ...

Taborno

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Taborno. Llegué a Taborno (Foto: N. Lorenzo) U n consejo que me dieron hace tiempo: cada año tienes que visitar un lugar en el que nunca hayas estado. Siguiendo con mi propósito de no moverme de Canarias este año tal como comenté no hace mucho tiempo por aquí , me fui al mapa y vi un nombre guanche: Taborno . Me di cuenta que no había estado nunca allí a pesar de estar tan cerca, y que seguro que   sería un buen lugar para conocer, y nos calzamos las botas y fuimos a Taborno, andando, como lo hacían hasta no hace mucho las gentes de ese lugar y sus alrededores. Nos dijo una señora que allí nos encontramos, que hará unos cincuenta o sesenta años que hicieron la carretera que llega hasta el caserío. Antes, si querías trabajar en “la ciudad” o ir a comprar unas aspirinas, tenías que recorrer un sendero entre helechos y laureles, cuesta arriba, hasta llegar a la parada de la guagua, un sendero de más de dos horas de recorrido. Por suerte nosotros lo hicimos cuesta abajo s...

Carlos Goñi y Julio Tejera: Magia.

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¿Cuántas van ya?  Hemos perdido la cuenta por aquí. La hemos perdido adrede porque sólo se cuentan las veces que nos visita un artista cuando lo consideramos un hecho excepcional, por atípico que es, pero Carlos Goñi es un canario más y así lo cuenta y canta a todo el que va a escucharlo: "si hay algún lugar donde quisiera vivir es en cualquier lugar de las islas canarias" eso le espetó a alguien que le dijo aquello de "eso de que te gusta Canarias se lo dirás a todas". El pasado viernes día 8 se presentó en el escenario del Auditorio Teobaldo Power de La Orotava y lo petó como solemos decir por aquí, con la misma fuerza de siempre, pero con un punto de querer cantarnos más allá de cantar en sí. Supongo que está en ese momento de su carrera donde disfruta más de lo hecho que de lo que queda por hacer, ese momento que muchos artistas no llegan a saborear, el momento de disfrutar de si mismo como un espectador más, como si bajara a platea y se sentara entre no...

NOALUR y su Badakit

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L a descubrí por casualidades, porque un amigo me empujó a descubrirla, porque se acordó de que era viernes y había música en vivo y yo no. Llegué con la lengua fuera al teatro porque casi no tenía tiempo de pensar en cómo ajustar mi agenda al evento. Llegué tarde, por supuesto. Me senté con las pulsaciones a mil y cabreado porque no me gusta llegar así a los sitios. Me gusta hacerme a la idea, tomarme mi tiempo, echar unas risas antes de entrar, entrar en ambiente como se dice. Pero allí estaban, ella y él, Noa y Eliseo, voz y guitarra, guitarra y voz, y no tardé en dejarme llevar. Al final del concierto en el Teatro Leal, en aquella pequeña sala sobre el tejado lagunero, estos amigos con los que fui me compraron y me regalaron el CD (¡encima!, ¡vaya detalle!). Desde ese día, las canciones de Noalur me acompañan en el coche, tal como se lo prometí a ella, porque esperé a Noa para que me lo firmara y ella me puso en la dedicatoria, con tinta de color azul, azul de blues, "Migu...

Cien años de perdón

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  C ien años de perdón, la última película del director Daniel Calparsoro (Barcelona, 1968), no es una película de ladrones  o villanos o pícaros asaltantes de bancos al uso. Más bien el hecho del asalto es la excusa para dejar de soslayo un mensaje al espectador: ¿merece un ladrón cien años de perdón? Juzgad por vosotros mismos. El guión se lo pone fácil al que acuda al cine: ladrones que empatizan fácilmente con el espectador, políticos corruptos, policías al servicio de la ciudadanía vs otros de dudosa moral, manipulación de los medios,… Difícil no tomar partido. Es una película en la que el director maneja de manera correcta la tensión. Acción la justa para mantener el interés, que está más en los diálogos y en el juego de ajedrez que se establece entre ladrones y negociadores, que en los tiros y escenas de tensión. Luis Tosar , como casi siempre, en ese papel que tan bien le calza, haciendo de "el gallego" y Rodrigo de la Serna (Buenos Aires, 1976), quien se hic...

Marte ("The Martian")

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Cartel anunciador de la película (Imagen extraída de Google images) E l sábado fui a ver la enésima versión de un viaje a Marte, pero en esta ocasión no me encontré con mutantes y civilizaciones perdidas . Existe un deseo oculto en el ser humano de permanente búsqueda de sus orígenes, de su identidad, de responder a la eterna pregunta del dónde venimos. Eso nos ha llevado a volar más allá de las fronteras de nuestra vía láctea aunque sea a golpe de telescopio. Pero en esa mirada siempre hemos buscado el hecho concreto, el momento del big bang, la cadena de aminoácidos pegada a un trozo de piedra en un planeta rojo. Esto ha llenado muchas páginas de literatura y muchas han sido las películas inspiradas en esta quimera del hombre. En Marte, la última película de Ridley Scott, existe también algo de esa búsqueda, pero desde otro punto de vista, una búsqueda menos palpable. El personaje principal, el astronauta Mark Watney (interpretado por Matt Damon ), sufre una transformación...

Regresión

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Imagen extraída de Google Images Anoche tocó cine, y fuimos a por Regresión, la última película dirigida por Alejandro Amenábar. Confieso que es un director que me encandiló hace ya mucho tiempo, desde que vi aquel " Tesis " hace ya casi 20 años. Después de "Tesis" he visto " Abre los ojos ", " Los otros ", " Mar adentro " y anoche "Regresión", en total cinco de sus seis largometrajes (me he dejado atrás sólo " Ágora "). Tengo la sensación que he asistido a su film más controvertido. No hay más que echar un vistazo a las opiniones de críticos para darnos cuenta que es una película que defrauda y que maravilla casi a partes iguales. Por eso entiendo esa sensación con la que salí ayer del cine. Antes que nada, para ir a ver "Regresión", recomiendo que se vaya sin prejuicios. Si vas a ver la película de Amenábar que todos tenemos en la cabeza, seguramente salgas decepcionado. Habrá que ir con la mente...

Anoche me bajé en Estación Lisboa

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Tranvía amarillo (Foto: Miguel A. Brito) Anoche nos bajamos cuatro amigos en Estación Lisboa. Entramos al Teatro Leal y vimos que estaba lleno. Nos tocó subir hasta arriba del todo, allí donde sólo llegan las palomas, pero hasta allí llegaron los acordes de la guitarra portuguesa y también de la española y sobre todo la voz de Olga Cerpa que nos cantó de lo lindo, de lo de allá y lo de acá. Un concierto mágico. Será culpa de la saudade , pero la realidad es que ayer a mí me hiciste llorar un poco Olga, y mucho tuvo que ver tu voz y lo que nos dijiste. Será que estoy sensible más de la cuenta porque estuve allí, en Lisboa, hace poco dos veces y en poco tiempo y esas calles me hablaron y me atraparon hasta el punto de tener que volver, de volver y comprar esa guitarra que vi en un escaparate,  de volver y cruzar el Tajo hasta la otra orilla, de volver y subir caminando a Alfama una vez más. De volver, otra vez. Olga Cerpa y Mestisay se reúnen para presentarnos su último t...

Julio y la música

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Julio, primeros calores, extraños fríos a destiempo para dejarse notar. Primeras cervezas, amigos, muchos amigos. Primeros largos en la piscina: estoy en baja forma, mi cuerpo lo nota. Medio año que se va, otro medio que empieza: este ritmo de vida nos parte el calendario en trocitos, átomos de año, nanomeses minúsculos. Días más largos, noches más cortas, intensas. Como más, bebo más. Un brindis, luego otro. Por qué, nos preguntamos: da igual por qué se brinde, brinda es sólo brindar, por lo vivido, por lo que queda por vivir, para olvidar, para recordar. Julio para mí ha sido punto de inflexión, un paréntesis musical, una pausa necesaria, un paso al frente. Este mes de julio me ha dejado muchas sensaciones y vivencias. En sus noches me ha acompañado la cámara y la música, la familia y los amigos. Les dejo una breve muestra de todo lo que he podido ver y escuchar. En la sección "Te sugiero que escuches", una lista que he creado para compartir con vosotros lo que he podid...

Caminos

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Discontinuos (Autor: Miguel A. Brito) "Todos los caminos conducen a Roma". Eso me dijeron, me enseñaron. Una frase mentirosa, impropia de un maestro, un amigo y una madre. No es así, es una farsa, créeme. Los caminos no siempre te llevarán al mismo sitio, los caminos te llevan a encrucijadas y en cada elección te pueden pasar dos cosas: o te encuentras más o te reconoces menos. Dejarte llevar por el camino es una manía peligrosa no exenta de frustración. A menudo las señales y las indicaciones de aquellos a quienes preguntas te llevan a un lugar lleno de nieblas, y llegado a ese punto te verás cargando contra ti porque no hay más culpables que tú y tu dejadez. Puedes buscar si quieres alivio en tomarla con los demás para descargar tus culpas, y esto será como pequeñas dosis de morfina que aplacarán tu dolor, pero no te engañes, como la morfina crea adicción, y cada carga contra los que te rodean son también otras maneras de matarte, ocasionarte daños, heridas irreparabl...

Al Jerreau y el elixir de la eterna juventud

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Al Jerreau (Imagen extraída de Google Images) Cuando se subió anoche al escenario dijo en ese inglés esforzado para que le entendiéramos aquello de "estuve aquí hace…" y después de una larga pausa: "before". Arrancó nuestras primeras sonrisas, buena manera para empezar. Él pueda que no se acuerde cuando estuvo. Yo seguro que no olvidaré el 15 de julio de 2014, por varias razones. Al Jerreau es difícil de olvidar cuando lo vives en directo. Su boina negra ensombrece sus ojos y destaca sus labios. Su espalda engarrotada se prolonga en forma de interrogación y se encaja en sus caderas rígidas, gastadas de tanto bailar. Su chaqueta arremangada deja al descubierto unos brazos desnudos y fibrosos que remueven unos dedos revoltosos como colas de serpientes que cantan al ritmo de su boca elástica. Esos brazos de Al se estiran y encogen como varas de trombón para jugar con el micro y amplificar sus registros cromáticos. Saqué las cuentas y con sorpresa comprobé que es...

Maléfica: Una historia que pudo ser real

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¡P or fin! He esperado más de cuarenta años para que me cuenten cuentos como verdades. La espera ha valido la pena. Al fin alguien me cuenta que el mundo no se compone de buenos y malos sino que todos tenemos algo de los unos y los otros. Por fin alguien me dice que un beso de amor verdadero es muchas veces un hecho puntual, que por eso escasean, que por eso probablemente hemos recibido muy pocos a lo largo de nuestra vida, que normalmente ese beso te lo dan cuando menos te lo esperas, que no sólo los dan los príncipes vestiditos de azul que montan corceles de crines blancas, que eso son sólo ñoñerías . Más de cuarenta años, casi cincuenta he tenido que esperar: Ha valido la pena. El domingo fui a ver Maléfica, la última entrega de los Disney de toda la vida. Con esta película, la factoría reina de los cuentos en el cine, echa por tierra el castillo de su estructura fílmica basada en los buenos buenos y los malos malos. Con Maléfica da una vuelta a cómo se han de contar las his...

Yo también dije no

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A yer caminé después de mucho tiempo sin hacerlo. Yo puse mi grano de ilusión, sólo ilusión. Mi hijo me preguntaba mientras andábamos, ¿pero cambiará algo?, ¿no irán a buscar petróleo después de esto? Ojalá me hubiera preguntado cómo era eso de que los niños no venían de París. No supe qué contestar ni cómo decírselo. Me quedé en un escueto, nosotros ya hemos hablado, ellos sabrán qué es lo que hacen;  no me convenció mi respuesta. Ayer caminamos, y entonamos consignas, escuetos arranques literarios a ritmo de palmas: "Canarias no se vende, canarias se defiende". Esta me hizo pensar, me sigue haciendo pensar: Somos pasto de los intereses.  Ayer es verdad que hubo una gran manifestación, que nos congregamos muchos miles para decir ¡No!, cada uno a su manera. Pero en el camino me encontré de todo. Banderas de todos los colores y que no venían al cuento, Rusas, de la República, de sindicatos,… Yo pensaba, aquí, cada uno va a su rollo .  Pasó a mi lado un grupo de mujeres...

La A invertida de Javier Álvarez: jugando con el sol.

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Javier Álvarez (Foto: Miguel A. Brito) Una A invertida , un juego, una existencia efímera y a la vez duradera como un abrazo perfumado. Un canto a la luz de un sol que mengua, un hola a la luna que pinta el salón del  azulpicasso de la oscuridad, un dar la vuelta a la lógica como un calcetín. Personas que conozco de manera circunstancial, que quizás no vuelva a ver, o quizás sí, ¿por qué no?, la vida te da tantas sorpresas. El viernes por la noche me la dio y casi no la busqué, me la encontré por el camino gracias a eso, a las circunstancias. Canciones que recordé y otras que descubrí y que sólo existen ya en recuerdos, frases sueltas, como esas tardes de semana en las que no hay tiempo de tomar el té. Javier Álvarez cantó para nosotros, un reducido grupo de personas, su último trabajo que insiste en enseñar y no grabar, en regalarlo y no venderlo, retomando esa historia que vivió hace más de veinte años cuando hacía lo mismo, en el "jardín de su pueblo" en Madrid, ...